32 ensayo educación artística

BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO” Licenciatura en Educación Preescolar Sexto Semestre, Tercer Año

TALLER DE PRODUCCIÓN DE TEXTO ACADÉMICOS ENSAYO “La Educación Artística: Presente en la Educación Preescolar” Docente: Ma. Águeda Ramírez Valerio Alumna: Erika Karina García Torres

Actualmente, en nuestro país, nos encontramos en una etapa en que la educación básica sufre de diversos cambios y modificaciones en los planes y programas de estudio, sobre todo en el nivel preescolar, dentro del cual se contempla 6 campos formativos en los que cada uno se divide en aspectos, competencias y aprendizajes esperados. Estos campos formativos son: Lenguaje y Comunicación, Pensamiento Matemático, Exploración y Conocimiento del Mundo, Desarrollo Físico y Salud, Desarrollo Persona y Social, y Expresión y Apreciación Artística.

En muchas ocasiones, decimos trabajar la Educación Artística, pero, ¿Qué es? Se puede considerar como la educación que se da en el área de las artes, un medio que nace a través de la necesidad de comunicar sentimientos y emociones a través de las diferentes expresiones del arte. Educar para el arte es brindar las herramientas necesarias para la expresión de sentimientos y pensamientos. Él campo formativo de Expresión y Apreciación Artística, se encuentra orientado (según el PEP 2011) a potenciar en los niños y niñas la sensibilidad, la iniciativa, la curiosidad, la espontaneidad, la imaginación, el gusto estético y la creatividad mediante experiencias que propicien la expresión personal a partir de distintos lenguajes, así como el desarrollo de las capacidades necesarias para la interpretación y apreciación de producciones artísticas. ¿Es en esta manera en que se lleva a cabo el trabajo en preescolar para el desarrollo de competencias en expresión y apreciación artística?, ¿Cómo se trabaja éste campo formativo dentro de la institución preescolar?, ¿Qué papel desempeña el docente en la Educación Artística?, ¿Qué tan importante es la Educación Artística en la Educación Preescolar? Son incógnitas que surgen ante mí, si bien, durante mis primeros acercamientos me he enfrentado a diversas situaciones que me permiten dejar en duda el desarrollo de competencias de los alumnos de preescolar en el campo formativo de expresión y apreciación artística. Por medio de entrevistas realizadas para la investigación “La organización del trabajo en preescolar para el desarrollo de competencias”, señala que el campo formativo que menos suelen trabajar el 80% de las educadoras entrevistas es el de Expresión y Apreciación Artística,

algunas de las entrevistadas declara que es un campo que queda cubierto durante la clase de música y en algunos jardines con la clase de danza; el otro 20% de las mismas, trabaja el campo formativo de manera transversal, usando diversos materiales plásticos como pinturas, acuarelas, crayones, etc., para el trabajo en el campo formativo de Lenguaje y Comunicación. ¿Por qué sucede esto?, ¿Qué es lo que no queda claro respecto a la enseñanza de las artes?

LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA: Presente en la Educación Preescolar La educación artística en el contexto actual Mis

primeros

acercamientos

al

contexto

educativo,

en

diferentes

instituciones preescolares, me sirven hoy como margen para saber cómo se trabaja la educación artística; lamentablemente me he encontrado con formas de trabajo, que en base a lo trabajado en el curso de educación artística considero que no se maneja de la manera más adecuada.

Me he encontrado en momentos en donde la educación artística pasa a manos del maestro de música, de los cuales algunos sólo cantan y bailan según sus conocimientos; otros ensayan bailables para los diversos festivales institucionales y en el mejor de los casos planean junto con la educadora el contenido de la sesión; sin embargo, la educación artística se considera como un campo cubierto con la clase de música, cuando el PEP 2011 no lo marca de esa manera. En estas ocasiones, la clase de música se considera memorística, pues los niños se aprenden las canciones, pero no aprenden a sentirla o a interpretar las emociones que éstas les manifiestan dentro de sí.

En el Jardín de Niños “Víctor Manuel García Ortega”, no se cuenta con un aula destinada a la clase de música, por lo que ésta se lleva a cabo en el salón de

clases, interviniendo en la organización del espacio, e interrumpiendo el trabajo de la mañana; los niños dejan todo de lado e incluso las mesas y sillas se hacen a un lado para poder bailar o cantar, pero en ocasiones el espacio se vuelve un enemigo potencial, pues en el mes de Octubre, durante la clase de música se presentó un incidente: “Los niños se encontraban bailando, jugaban a las estatuas de marfil, uno de sus juegos favoritos, al momento de quedar como estatuas, uno de los niños tropezó y se estrelló en la esquina del escritorio, haciendo una herida superficial en la frente, pero asustando en gran manera al resto del grupo y a la maestra de música; inmediatamente se suspendió la actividad y se fue en busca del botiquín de primeros auxiliar para atender la herida en el niño” (Torres, 2014) Los

espacios

para

la

clase

de

música

son

necesarios,

incluso

indispensable, pues bien, entiendo que el accidente fue responsabilidad de todos los docentes presentes; sin embargo el espacio concedido era muy pequeño y el choque entre niños era inevitable, de la misma manera es inaceptable que la educación artística se considere un campo cubierto con la clase de música, y que no se vuelva a trabajar dentro de las diferentes situaciones de aprendizaje de las educadoras, el campo de expresión y apreciación artística es un elemento indispensable para el trabajo dentro del aula, se puede convertir en una herramienta que encamine a los alumnos hacia el desarrollo de competencias, además a los niños preescolares les gusta, les fascina, les encanta trabajar el arte con materiales manipulables, como la pintura, la masa, las crayolas, las acuarelas, disfrutan el trabajo, y les permite soltar su creatividad para exteriorizar aquellas emociones que guardan dentro de sí; si, sabemos que éste tipo de actividades no convertirán al niño en un artista completo, ni mucho menos se debe considerar un artista (tal y como se mencionó en las sesiones del curso), pero sabemos que el niño manifestará sentimientos positivos, haciendo del tiempo de trabajo un momento ameno y de calidad de para el desarrollo de competencias, y para formar en ellos seres humanos autónomos y capaces de ser por sí mismos seres independientes sin temor de expresar su sentir abiertamente.

El Papel del Docente El docente es muy importante dentro del aula, pues es (en un momento dado) quien impone esquemas que no le permite al niño desenvolverse dentro de la educación artística, puede influenciar al niño bajo sus propias percepciones del arte; el docente es el encargado de orientar al niño hacia el protagonismo del arte, debe aprender a no imponer, a respetar al niño y sus diferentes visiones, y no esquematizar, esto guiará al alumno a ser autónomo, a apreciar el arte a su manera y desde su perspectiva, aprenderá a ser crítico y a no permitirse caer en estereotipos que los medios de comunicación intentan imponernos.

“Debemos actuar por etapas, desde la felicidad del sonido hasta la maravilla del silencio. Habitualmente mi enfoque del problema consiste en dar Inicialmente a la clase total libertad para hacer todo lo que desee. Pero en arte se nos permite sólo un gesto libre; todo lo demás es disciplina. Entonces trato poco a poco de imponerle a la imaginación cualquier tipo de regla que parezca estar implícita en ese primer acto libre”. (Schafer, 1984).

El docente debe desarrollar sus propias competencias, a través de actitudes éticas, que le permitan comprender que el niño puede tener diferentes visiones de lo que siente a través de la expresión del arte, así mismo a través de su propia sensibilidad, en donde por medio de su propia experiencia comprenderá y sentirá las diversas manifestaciones del arte, apropiándose de ella. Es indispensable, que en el caso de preescolar, la educadora desarrolle habilidades artísticas, como el sentido musical, pues que esto permite la experimentación con diversos instrumentos para interpretar expresiones sonoras y perfeccionar la percepción, la interpretación y la creatividad; así como también la expresión corporal que le permita desarrollar el movimiento y el uso del espacio y tiempo.

La educadora debe desarrollar competencias para la enseñanza de las artes, como el diseño de situaciones de aprendizaje, en donde se contemple las necesidades cognitivas de los niños, a través del planteamiento de problemas, puesto que así se facilitará el desarrollo de competencias; tener en cuenta los

intereses de los niños y sobre todo iniciar desde un principio, pues el conocimiento previo dará la pauta para continuar con la educación de las artes; además la educación artística se puede desarrollar de manera transversal en todos los campos formativos, por medio de la creación de carteles sobre el cuidado del ambiente, el modelado en masa para interiorizar los números gráficos, las acuarelas para dibujar a su familia, el papel mache para un periódico mural, crear cotidiáfonos para reciclar material o para componer canciones, un sinfín de actividades que estimulan al niño a expresarse por medio de las artes y a manifestar una inmensa diversidad de mensajes; la educadora es la guía que tiene el alumno hacia el maravilloso mundo artístico, el límite es no tener límites, las reglas, dejar volar la imaginación y la creatividad. Si, es posible que los alumnos divaguen en cuestiones de colores, y es donde la educadora tendrá a bien abrir su mente para comprender cualquier sentido que el niño le pueda dar a su creación artística y no matar la ilusión con preguntas despectivas como: ¿Qué es eso? Y manifestar su gusto, y la apreciación a partir de las obras creadas por los alumnos.

No exigir un producto en específico es parte del arte, cuando al alumno se le impone una producción, un esquema o una idea, se le cierra todas las posibilidades de poder expresar su verdadero sentir. Así que como educadora en formación asumo el compromiso de permitir que mis futuros alumnos participen del proceso de apreciación de las disciplinas del artes, a través de cada situación de aprendizaje que pueda diseñar, no impondré esquemas y les permitiré liberar sus pensamientos con trazos, cantos, movimientos y construcciones para así dejarles convertirse en seres autónomos y capaces de apreciar su cultura y adoptarla como propia.

El arte, escuela y familia El docente, represente un papel muy importante en la educación del arte de los alumnos, pero los padres de familia, son aún una mayor influencia respecto a la educación artística de los alumnos:

“Los padres en los primero años de vida, llevan a sus hijos a clases de alguna disciplina artística, y al momento en que ellos crecen y encuentran su vocación retiran todo su apoyo hacia ellos”. (Palacios, 2005) Es responsabilidad del docente hacer parte de la educación de las artes a los padres de familia, dejar de lado que las producciones de los niños son obras de arte reales y cambiar éste pensamiento para encaminarlo hacia la expresión de emociones y sentimientos; permitir que el padre de familia se involucre junto con el alumno en el mundo de las artes será significativo y podrá ser apropiado en casa, no para convertirse en grandes de las artes (quizá pueda ser una posibilidad, pero no es la intención) sino para cambiar la perspectiva sobre el mundo, dejar a los alumnos poseer un pincel, un instrumento, un cincel podrá ser que ellos construyan su mundo a su manera y no como la impone la sociedad y los medios de comunicación; inclusive las artes pueden ser un medio por el cual la comunicación en casa se multiplique y se fortalezcan lazos de comprensión, respeto y tolerancia. Sí, todo puede ser bonito visto desde esta perspectiva, pero ¿Cuántos padres de familia permiten al niño dibujar, pintar, tocar un instrumento, cantar o bailar?, en casos diversos los padres de familia se cierran a la idea de involucran a los niños en el mundo de las artes, como lo menciona Palacios (2005), los padres no quieren que sus hijos se dedique a las artes, no es un trabajo seguro. La comprensión del mundo de las artes depende de la comunicación que pueda tener el docente con los padres de familia y forman equipo, se puede lograr la apreciación y posteriormente la expresión, no será fácil, nadie dijo que lo es, pero empezando con uno mismo como un propósito, un objetivo para la educación es indicio de un interés en los propios niños de edad preescolar, pues son quienes resultar ser los principales beneficiados y/o perjudicados.

Si en la familia se puede tener la oportunidad de expresión a través de las artes y sus disciplinas, esa oportunidad, se tendrá en todo el mundo.

A manera de conclusión…

Si bien, la educación de las artes, es un tema que causa mucha controversia al ser transmitida desde el nivel preescolar, se confunde con la creación de dibujitos sobre la familia o manualidades para los regalos de los festivales; sí, también, en muchas ocasiones pasa a ser responsabilidad del maestro del música; sin embargo, se encuentra presente dentro de la educación, están los inicios, se están formando cimientos, si todas las educadoras partimos de usar el campo formativo de expresión y apreciación artística de manera transversal, aplicarlo como propósito de una situación de aprendizaje se volverá más fácil, y hará de la mañana de trabajo, un momento de diversión, construirá un ambiente de aprendizaje en que los niños disfrutarán de la actividad y además podrán expresar cuanto quieran y necesiten.

Sí, la educación artística si se encuentra presente en la educación preescolar, quizá no de la manera más “adecuada”, pero se puede tomar un punto de partir y seguir hacia adelante; enseñar arte no es aprender nombres de pinturas, sino a enseñar la intensidad del color, de la profundad, del mensaje; no es aprender canciones a través de su repetición constante, es sentir la música, bailarla, interpretarla; existen diversas formas de hacer y sentir, de transmitir y recibir, pero la más importante es que el arte es el lenguaje universal que vuelve a los seres humanos ser sí mismos, únicos y a la vez entendibles.

Comprendo la importancia de la educación artística dentro de la educación preescolar, y decido no tomarla a la ligera, opto por tomar las riendas de la responsabilidad y actuar de manera ética ante las expresiones de mis futuros alumnos, pero además de permitir esa libertad única a través de la apreciación de obras pictóricas y musicales que consienta a los niños ser capaces de construir diferentes mundos de colores y llenar la vida de melodías incesantes sobre lo que les rodea. Me daré a la tarea de ser parte de formadores que construyan un camino hacia el mundo de la expresión y la apreciación artística.

Bibliografía Palacios, L. (2005). Arte, asignatura pendiente: un acercamiento a la educación artística en primaria. México DF: UACM. Schafer, R. M. (1984). El rinoceronte en el aula. Ontario, Canadá: Rinordi Americana S.A.E.C. Torres, E. K. (2014). Diario de Campo. Guadalupe, Zacatecas.

PEP 2011