HISTORIA Y EVOLUCIÓN (BALÍSTICA)

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posicionamiento de la respectiva llave de encendido. Como ninguna de las piezas sindicadas ha conservado su llave original, no existe acuerdo entre los especialistas respecto si su mecanismo de encendido correspondía a una llave de mecha o de rueda. Por su terminación y elegancia resultan si dignas de un propietario real y constituyen el más antiguo ejemplo de retrocarga en armas de fuego de pequeño calibre conocidas. Esencialmente se dice que todas estas piezas contaban con un tubo de hierro removible que podía ser insertado en la recámara y que operaría de forma similar a la vaina de los actuales cartuchos. Por su parte, los escudos que, por su confección carente de decoración y elegancia, denotaban estar destinados al armamento de guardias reales. Consistían en un escudo redondo, protegido la cara exterior por placas de acero y la interior forrada de cuero. Atento a que en su centro se situaba una pistola con llave de mecha, poseía una pequeña ventana enrejada colocada en la parte superior. Al parecer, era el medio ideal para disparar a cubierto. El escudo protegía completamente la cabeza del tirador. Se desconoce a ciencia cierta el autor de las piezas, aunque algunos autores los atribuyen a Giovanni Battista, un armero radicado en Ravena, quién en una carta dirigida a Enrique VIII le proponía la construcción de un escudo similar. Otros investigadores especulan que pueden haber sido el trabajo de varios armeros, dado que las piezas existentes presentan diferencias de detalle en el dibujo y acabado. Un elemento común a todos los ejemplares existentes es contar con una culata giratoria, que bascula para que el tubo de hierro pueda introducirse en el cañón y después cae en su lugar y se sujeta con una llave de seguridad. El serpentín de la llave de mecha se encuentra fijado al escudo por un pivote y era accionado por una palanca situada sobre el lado derecho. Dos siglos después de la muerte de Enrique VIII se pensó de nuevo seriamente en dotar a los soldados de armas de carga por la culata. Es una variante de la culata de tornillo que se había intentado anteriormente. La idea de colocar encima, debajo o a un lado de la culata, un tapón destornillable para cargar el arma, era conocida desde hacia mucho tiempo, pero graves imperfecciones habían impedido su difusión, en plena batalla, el tirador tenía grandes dificultades para volver a destornillar el tapón. Este tapón, pequeño y fijo, se perdía con gran facilidad, si estaba sucio de pólvora se adhería sólidamente a la culata, siendo imprescindible una llave para destornillarlo. Sistema Demondión En 1831 M. Demondión patentó un fusil de percusión a retrocarga de singulares características. Su bloque de cierre se elevaba descubriendo la recámara y montando simultáneamente un martillo ubicado dentro del cajón de mecanismos. En la recámara se introducía un cartucho de especiales características, dotado de una prolongación posterior de forma tubular, la que contenía un mixto fulminante. Al bajar el cierre y oprimir la cola del disparador, el martillo golpeaba al tubo detonante, utilizando como yunque la cara inferior del cierre. Como el cartucho era combustible, no existía mecanismo de extracción. Este fue uno de los primeros cartuchos con ignición incluida. Sistema Lancaster En 1854 Carlos W. Lancaster inscribió en Inglaterra, bajo la patente de invención N° 2089, la descripción de un fusil de retrocarga a cerrojo que empleaba cartuchos de papel con ignición externa mediante una cápsula fulminante. La deficiente obturación del cierre condenó al fracaso la idea. Sistema Green El coronel estadounidense Durrel Green desarrolló un fusil de retrocarga dotado de una leva colocada delante de la cola del disparador, mediante la cual podía rotarse el cañón hacia el lado izquierdo, permitiendo la introducción de un cartucho de papel combustible, el que era encendido mediante el sistema Maynard de cebas detonantes entre dos tiras de papel. Como adolecía de los mismos problemas de cierre que el sistema comentado en el párrafo inmediato anterior, tampoco tuvo éxito.


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