Asociacion de Usuarios de METRO DE SANTIAGO
Este trabajo fotográfico tiene como objetivo visibilizar algunas de las problemáticas más comunes del sistema Metro de Santiago, tales como la constante congestión, el malestar al interior de los vagones y las reiteradas fallas en su funcionamiento.
A pesar de ser considerado el sistema de transporte subterráneo más avanzado de Latinoamérica, la experiencia diaria que ofrece dista mucho de ese reconocimiento. En lugar de ofrecer un servicio ágil, limpio y bien diseñado, el Metro exhibe múltiples deficiencias que afectan la calidad del viaje. Muchas veces se opta por soluciones temporales en vez de abordar los problemas desde su raíz, lo que perjudica a miles de usuarios que dependen de este medio.
Las estaciones de mayor circulación suelen no contar con el espacio necesario para la cantidad de personas que las transitan, y los trenes no logran responder adecuadamente a la demanda, especialmente en horas punta. A esto se suman interrupciones técnicas, personas que acceden a las vías, escaleras y ascensores fuera de servicio, la ausencia de baños públicos, y la presencia de comerciantes y músicos que interfieren con el flujo de pasajeros, generando una experiencia muchas veces agotadora, incómoda e incluso riesgosa.
Este proyecto no solo apunta a exponer estas falencias, sino también a proponer soluciones viables, tanto inmediatas como a largo plazo, con el fin de avanzar hacia un sistema de transporte más justo, accesible y funcional para los habitantes de Santiago. Entre las soluciones inmediatas, se plantea aumentar la frecuencia de trenes en líneas como la 2 y la 4, donde los intervalos de espera pueden alcanzar los 10 minutos. Esto podría mejorarse ampliando los horarios punta o incorporando trenes que operen de forma exprés, deteniéndose solo en estaciones clave.
En cuanto a los músicos, si bien aportan valor cultural, también pueden entorpecer el desplazamiento de los pasajeros. Por ello se propone habilitar zonas específicas, tanto dentro como fuera de los andenes, o incluso un vagón exclusivo para presentaciones, con el objetivo de armonizar su presencia con la comodidad de los demás usuarios, en especial de aquellos con sensibilidad sensorial.
Por otra parte, las soluciones estructurales requieren una inversión más profunda. Ampliar estaciones con alta demanda, adquirir trenes con mayor capacidad y construir barreras de seguridad para prevenir el acceso a las vías, son pasos necesarios hacia un sistema más seguro y actualizado.
En conclusión, el Metro de Santiago es fundamental para la vida urbana, y su transformación es urgente. Este proyecto propone observar y reflexionar desde lo cotidiano, entendiendo que un sistema de transporte no debe limitarse a movilizar personas, sino también a resguardar su bienestar. Escuchar las demandas ciudadanas y ejecutar cambios reales es esencial porque...
mejorar el Metro es mejorar la ciudad.
