Niñez trans (2012)

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Niñez Transexualizada: aportes para la formulación de recomendaciones internacionales y políticas nacionales

Camilo Andrés Rojas Tello Colectivo Entre-Tránsitos1 y Estelle Vanwambeke CIVIS Colombia2

En los últimos años se ha observado una preocupación creciente de los organismos internacionales de defensa de los derechos humanos por visibilizar la particular discriminación de la cual es objeto la población LGBT en el mundo y llamar la atención de los países al respecto, mediante recomendaciones que buscan la garantía de sus derechos fundamentales, cívicos, políticos, económicos, sociales y culturales. Cabe subrayar por ejemplo un informe de la OACNUDH divulgado en el año 2010 sobre prioridades temáticas3, el cual, conforme a su planeación estratégica para los períodos 20102011 y 2011-2012, ubica la orientación sexual al centro de las preocupaciones por ser objeto de graves discriminaciones. Al respecto el informe declara que “La discriminación en contra de los individuos basada en su orientación sexual o identidad de género es un asunto de preocupación en materia de derechos humanos en varios pays”.

A modo de ejemplo, denuncia “leyes y

políticas gubernamentales discriminatorias para el acceso [de la población LGBT] a servicios básicos de salud y hábitat y, en más de 70 paises, leyes que criminalizan la homosexualidad y/o

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Entre-Tránsitos es el primer colectivo de jóvenes hombres Trans en trabajar las trans-masculinidades en Colombia, partiendo de una lectura crítica de los estereotipos y prácticas hetero-normativas y patriarcales, y cuestionando categorías establecidas como “género”, “trans” y “masculinidades”. Ha venido construyendo su trabajo en torno a actividades de formación e incidencia, activismo y artivismo (a través del performance, la música, la escritura) tanto a nivel distrital como internacional. 2 La Asociación Civis es una organización de la Cooperación Internacional sueca cuyo objetivo es contribuir a la construcción de una Cultura de Paz sostenible a través del apoyo y fortalecimiento de acciones no violentas de las y los jóvenes en Colombia y el mundo, y de sus iniciativas para incrementar la promoción y defensa de los derechos humanos para así aportar a la construcción de una sociedad más justa, más equitativa y democrática. 3 See OHCHR´s 2010 annual report on thematic priorities: http://www2.ohchr.org/english/ohchrreport2010/web_version/media/pdf/3_Discrimination.pdf


el trangenerismo”. Uno de sus resultados esperados en esta materia para el período anunciado es de “aumentar la ratificación de tratados de derechos humanos con provisiones relacionadas con discriminación”. A través de su denuncia, la OACNUDH en este informe reconoce un lugar y trato particular a las personas Trans, no obstante no define recomendaciones específicas a las necesidades de esta población. En materia específica de recomendaciones sobre niñez y juventud, no existen declaraciones significativas que llamen a los paises a reconocer y velar por la garantía del derecho del niño o adolescente a la libertad de decisión sobre su orientación sexual e identidad de género, protegida por el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y una especial protección en salud y educación.

Así pues, reconociendo los avances realizados por organismos internacionales en materia de recomendación para la garantía de los derechos de la poblacion LGBT, el presente artículo pretende abrir una ventana, poco conocida hasta el momento, sobre las experiencias de vida del niño o la niña Trans, analizando cómo la familia, las instituciones de salud y educación, y la militar afectan su libre desarrollo, y así dar a conocer sus necesidades específicas, de tal forma que se puedan formular futuras recomendaciones internacionales y políticas nacionales que garanticen el pleno goce de sus derechos con independencia de su orientación sexual o identidad de género.

1. ¿Niñez Trans? Tradicionalmente, hablar de experiencias de vida Trans nos enmarca en: Etapas de la vida adulta Mujeres Trans Consumo de SPA Prostitución En efecto, en primer lugar suele asumirse la decisión sobre orientación sexual e identidad de género como una que se puede tomar en etapas de la vida adulta, considerando que la mayoría


de edad garantiza las condiciones suficientes de “madurez” para un individuo decidir de manera autónoma la manera como quiere relacionarse con el otro, con la otra, con el mundo. En segundo lugar, suelen aglutinarse todas las experiencias de vida Trans en una sola categoría, la de las mujeres Trans, es decir aquellas que se identifican y deciden asumir roles del género femenino, opuesto a su sexo biológico masculino. Las mujeres Trans representan en efecto un sector poblacional más mediatizado y comunmente relacionado con actividades de prostitución y consumo de SPA, realidad vivida por una gran parte de las personas Trans que ha tenido que desarrollarse en contextos de exclusión y marginación socio-económica, como lo demuestra el fenómeno de desplazamiento y aislamiento de muchas mujeres Trans en ciertas zonas de las ciudades para poder ejercer prostitución, y hacer las intervenciones corporales necesarias para poder ser reconocidas como mujeres, dentro de los cánones que la sociedad atribuye a lo femenino. Lo anterior borra otra faceta de la realidad de la población Trans: las experiencias de vida de los hombres transmasculinos, en particular de jóvenes transmasculinos, quienes deciden construir su género en base a otras masculinidades a pesar de haber nacido en cuerpos “biológicamente femeninos”. Muchos de estos hombres se han identificado con el género masculino desde la niñez, y transitan con más o menos violencia en la sociedad, hacia la masculinización de su identidad y cuerpo para ser reconocidos como hombres por ella. 1. Familia Históricamente, hablar sobre niñez y juventud se ha hecho desde una voz adulta por considerar el niño en etapa de desarrollo, sin capacidad para decidir de manera autónoma sobre su proyecto de vida. Esto ocurre a lo largo y ancho del planeta hasta cumplir la mayoría de edad, en la adolescencia, momento en que el o la jóven empieza a definir sus gustos, preferencias y deseos sexuales. Sin embargo, muchos niños, niñas y adolescentes empiezan a definir su identidad de género y experimentar su orientación sexual a más temprana edad, una realidad muchas veces reprimida en las familias. Durante un ejercicio de investigación y sistematización de casos de hombres adolescentes Trans realizado en el año 2010 por el Colectivo Entre-Tránsitos, intitulado Trans-grediendo Masculinidades4, se identificó que, como para todo niño/a, el entorno familiar es fundamental en

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Dicho ejercicio buscaba identificar y analizar los modelos de masculinidad de los que se apropian los hombres Trans en el momento de construir su identidad masculina


la construcción y realización del proyecto de vida del/a niño/a Trans, no obstante la ausencia de comprensión, respeto y aceptación de la orientación sexual e identidad de género del hijo o de la hija de parte de su familia representa uno de los primeros grandes obstáculos con los que se encuentra, pues lo reprime en su libre y pleno desarrollo, derecho fundamental establecido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos que debería ser garantizado sin discriminación basada en la orientación sexual o identidad de género. En particular, lo pone en condición de vulenaribilidad afectiva, cuando el artículo 24 de la misma Declaración establece que “todo niño tiene derecho, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición económica o nacimiento, a las medidas de protección que su condición de menor requiere, tanto por parte de su familia como de la sociedad y del Estado”. Es así como, la gran mayoría de niños, niñas y jóvenes Trans se han visto expulsados de sus hogares a temprana edad por manifestar una orientación sexual e identidad de género diferente a la que su familia les había atribuido, lo que les ha llevado a tomar decisiones que los ha puesto en situación de riesgo como el acceder prematuramente al mercado laboral, en muchos casos paralelo, para substituir a sus necesidades básicas. Asimismo, para suplir la falta de afecto el niño, niña o jóven Trans es llamado a constituirse una nueva familia, una familia “escogida” esta vez, sin vínculos consanguíneos, que lo proteja. Esta nueva familia la suele conformar personas que comparten una experiencia de vida similar, o que les brinda trabajo, es así como amigos, amigas, vendedores ambulantes, pero también proxenetas y jivaro terminan participando de la construcción del proyecto de vida del niño, niña o adolescente, orientándolo/a sobre los procedimientos de intervenciones hormonales requeridos para reasignar su sexo, mediante prácticas caseras en la mayoría de los casos, sin ningún control médico, lo que puede conllevar a graves y nefastas consecuencias para su salud. Finalmente, cuando la vivencia de tránsito sucede en contextos de mucha hostilidad socioafectiva, se ha observado cómo el niño, niña o adolescente es llevado a construir su nueva identidad de género “a la fuerza”, en contextos como desctritos anteriomente que presentan riesgos para él o ella, y que los encaminan a reproducir muchas veces relaciones de dominación regidas por el modelo masculino patriarcal hegemónico. 2. Documentación e identidad En Colombia, todas las personas pueden cambiar su nombre de manera legal sin mayor inconveniente. Sin embargo, la casilla “sexo” sólo puede modificarse al realizarse la reasignación biológica completa, es decir, en el caso de la persona Trans, mediante terapia de reemplazo


hormonal, mastectomía, histerectomía y faloplastia. Todas estas operaciones requieren que el niño, niña o joven Trans acuda a médicos especialistas y movilice grandes sumas de dinero para obtener un resultado óptimo, lo cual representa una segundo obstáculo en el proceso de tránsito que decidió asumir. Por ende, suele aparece en sus documentos oficiales con su nombre elegido, masculino o feminino, pero con sexo opuesto. En el caso de los jóvenes hombres Trans que logran costear y realizar los cambios exigidos por la legislación nacional, se enfrentan a otra gran problemática: la definición de su situación militar. En efecto, al adquirir una total identidad masculina, tanto física como legal, los jóvenes Trans deben responder a la legislación en vigor en materia de servicio militar obligatorio que les exige, entre otras cosas, llevar libreta militar para presentarse a alguna institución laboral o de educación superior, además de ceñirse al proceso de reclutamiento esteblecido por la ley colombiana. Algunos pocos hombres Trans han podido acceder a la libreta militar presentando el Certificado de Disforia de género. Este certificado, formulado por un priquiatra profesional, es el único documento legalmente reconocido que autoriza a la persona Trans a iniciar sus procesos de reasignación biológica, y así demostrar cuánto tiempo lleva viviendo como hombre o mujer. Es la única via legal para adquirir la libreta militar, pasando como “un caso especial”, y pagando grandes cantidades de dinero para dicho requisito. Se reconoce que el acceder a la libreta militar ha facilitado la situación laboral de muchos jóvenes Trans quienes hasta ese momento se habían visto obligados a acudir a trabajos ilegales y no formales que no exigían libreta militar, ni tener que visibilizar su tránsito. No obstante, el documento legal no representa ninguna respuesta digna ni sostenible a la discriminación en el mercado laboral basada en la identidad de género u orientación sexual, ni a los modelos tradicionales hegemónicos de masculinidad, ni tampoco a la militarización de la sociedad colombiana. En ese sentido, se hacen necesarias otras vias para que el joven Trans sea reconocidos como hombre y pueda obtener un trabajo digno, sin tener que ceñirse en contra de sus creencias a las obligaciones de la institución militar. En ese sentido, se hace pertinente una reflexión crítica de la población Trans en torno a la objeción de conciencia como una via coherente para construir feminidades y masculinidades desde un modelo no militarista y no violento.


3. Acceso a la salud Se han mencionado anteriormente algunas intervenciones corporales que puede decidir realizar la persona Trans para masculinizar o feminizar su cuerpo. En Colombia, para poder acceder a dichas intervenciones, un psiquiatra debe “patologizar” el “caso médico” y, posteriormente a la realización de un cuestionario genérico, decidir si entregar el Certificado de Disforia de Género, documento que indica que las características biológicas y corporales de la persona no concuerdan con su identidad de género mental y emocional. Dicho proceso cuenta con un “test de vida” a través del cual la persona debe aclarar si se siente hombre o mujer, si es heterosexual, si le gusta el color rosado o el color azul, si jugó con muñecas o con carros durante su niñez, entre otras preguntas enmarcadas dentro de una perspectiva binaria y sexista. A través del test el psiquiatra busca indagar acerca de preferencias y comportamientos que hubieran aparecido durante la infancia, pues suele ser en esa etapa cuando el niño empieza a definir su identidad de género y orientación sexual, reflejada según los profesionales del campo psiquiátrico en los juegos, comportamientos y el autonombramiento. Ahora bien, el salirse de las normas canónicas de género y sexualidad está fuertemente discriminado y criminalizado, como lo menciona el informe de la OACNUDH publicado en 2010 sobre discriminación, con diferentes grados de violencia en las diferentes regiones del mundo y del país. La violencia ejercida por otros, o temida de otros, ha causado en jóvenes Trans desescolarización, abandono y suicidios. Por lo anterior, muchas de ellas y ellos deciden ocultar su identidad de género durante la niñez y juventud, hasta la edad adulta, cuando tienen independencia económica y “moral”, deciden realizar su tránsito y reasignación de sexo y género. Además, la ausencia de información y orientación sobre los procedimientos de reasignación sexual brindada por el sistema de salud obligatorio, y los prejuicios ejercidos por una gran mayoria de la clase médica, llevan a muchos hombres y mujeres Trans a acudir a intervenciones hormonales caseras, bajo ningún control médico profesional, lo que acarrea graves y nefastas consecuencias para su salud. En

efecto, la investigación Trans-grediendo masculinidades

evidenció que el sistema de salud y la clase social son factores transversales que influyen en las experiencias de vida Trans. Gran parte de los hombres y mujeres Trans no están afiliados/as a ningún sistema de salud (EPS o SISBEN), por consiguiente, no benefician de un control y seguimiento profesional sobre sus transformaciones corporales (terapia de reemplazo hormonal mediante injección de testosterona, principalmente), ni tampoco realizan examenes de control citologíco a lo largo de su vida. La gran mayoría de hombres trans se automedican, siendo una


minoría los que cuentan con un seguimiento médico y acceso al servisio de salud obligatorio. Es así como se encuentran muchos hombres trans con serios problemas de sobrepeso, colesterol y acné, u otros más graves, por inyectarse testosterona u otros medicamentos, geles o pastillas conseguidos en el mercado negro. Este es un asunto de mayor preocupación para la OACNUDH, quien ha expresado particular preocupación por las leyes que “prohiben la cirugía de reasignación de sexo para transexuales o que obligan a las personas intersexo a someterse a ese tipo de cirugías contra su voluntad”. No obstante, el sistema de salud en Colombia no dispone de cuidados ni seguimientos particulares para la población Trans, aun menos de información clara a disposición del público al respecto, y no cubre los gastos derivados de las intervenciones de reasignación sexual que considera ser “intervenciones estéticas”. Esta situación afecta además el pleno goce del niño/a y jóven del derecho a un servicio de salud digno garantizado mediante el artículo 24 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Lo anterior revela un asunto de salud pública por tomar en cuenta de manera premiante para garantizar la protección y el libre desarrollo de las personas Trans, y del/a niño/a y adolescente en proceso de tránsito de género y sexual, de acuerdo con su libertad de pensamiento, creencia y elección sobre su orientación sexual e identidad de género.

4. Educación Muchos jóvenes Trans han hablado sobre su decisión de desistir de la educación básicasecundaria y universitaria por ser victima de transfobia por parte de sus compañeros/as, profesores/as y directivas de las instituciones educativas. Este es el caso de Júpiter, por ejemplo, jóven de 13 años, oriundo de la ciudad de Cali, quien estudia en un colegio femenino, y se ha quejado de ser objeto de burlas y actitudes transfóbicas hacia él. En Colombia, la educación sexual brindada en los colegios se ha enfocado únicamente en la reproducción y la prevención de embarazos en adolescentes. Si bien se reconoce la importancia de informar y sensibilizar a la población joven en torno a estas dos realidades, el contenido educativo excluye otras experiencias jovenes en torno a la sexualidad que necesitan igual atención y seguimiento: la transexualidad por ejemplo y en lo que interesa el presente artículo. Además, los modelos y contenidos educativos siguen moldeándose en conceptos tradicionales


de sexualidad basados en un único modelo patriarcal que valida la única existencia de dos sexos, dos géneros a los cuales atribuye roles y experiencias predefinidas basadas en la heterosexualidad, aniquilando otras experiencias como lo son la homosexualidad, la transexualidad, la intersexualidad, y discriminando las personas que manifestarían otra preferencia u orientación sexual. Tanto es el acoso que, como se ha enunciado anteriomente, algunos jóvenes deciden no concluir su educación, lo que los lleva a acudir porteriormente a trabajos ilegales no formales, donde no exijan diplomas, ni libreta militar. Para evitar dichas situaciones de riesgo para el/la jóven homosexual o transexual, es de suma importancia que los organismos internacionales y nacionales “velen por que el niño tenga acceso a información y material […] que tengan por finalidad promover su bienestar social, espiritual y moral y su salud física y mental”, conforme al artículo 17 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y por consiguiente, promover la creación y divulgación en los colegios y universidades de material educativo que comunique otras dimensiones y vivencias en torno a la sexualidad y la reproducción. Pero además, políticas educativas que garanticen la plena protección a los niños, niñas y jóvenes lesbianas, gays, trans e intersexual, garantizando así escenarios educativos basados en la convivencia y el respeto de la diferencia, conforme al artículo 13 de la misma Declaración que establece que “la educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales”

Conclusion El presente artículo evidencia una realidad poco conocida en materia de niñez y juventud: la de niños, niñas y jóvenes Trans, es decir aquellas y aquellos sujetos quienes desde la niñez se identifican con el género opuesto a su sexo biológico, y quienes deciden, muchas veces a la fuerza, en contra de lo que sus familias quieren para ellas y ellos, emprender un tránsito de un género hacia otro, y una consecuente reasignación sexual. Se ha descrito lo difícil que resulta esta decisión para un niño, niña o adolescente cuyo desarrollo está todavía bajo la orientación de sus padres y profesores, muchas veces moldeados en un sistema cultural basado en estándares patriarcal heterosexual. Asimismo, se han expuesto los obstáculos morales y afectivos, además de los politico-administrativos con los que tiene que enfrentarse el niño/a o adolescente Trans, además de las consecuencias que puede acarrear su decisión de cambiar de género y orientación sexual sobre su proyecto de vida, en el ámbito educativo, laboral, y de salud. Así pues, en vase a lo expuesto, se enuncian las siguientes recomendaciones, como


aportes a la formulación de nuevas recomendaciones internacionales y políticas nacionales que tomen en cuenta la realidad específica de la niñez y juventud Trans. 1. La educación debe brindarse tanto en el hogar como en las instituciones educativas, garantizando el respeto, cuidado, acompañamiento y apoyo al libre desarrollo de la personalidad de los niños, niñas y jóvenes que manifiestan una identidad de género y orientación sexual diferente la que le ha sido asignada por su sexo biológico. 2. Brindar herramientas informativas y educativas que den a conocer la dimensión plurifacética de la orientación sexual y de la identidad de género en los hogares, colegios y universidades. 3. Capacitar a maestros y maestras en temas de diversidad sexual para que promuevan el respeto y la equidad en las aulas de clase. 4. Implementar politicas y lineamientos educativos claros que garanticen la plena protección de los niños, niñas y jóvenes lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales, así como la convivencia y el respeto a la diferencia en el salón de clase, sancionando la homofobia y transfobia. 5. Capacitar a profesionales de la salud (especialmente psiquiatras, endocrinólogos y ginecólogos) sobre las problemáticas de salud a las que se ven enfrentadas las personas en situación de tránsito de género y sexual, para así atender de manera oportuna y digna sus necesidades. 6. Abolir el certificado de Disforia de Género como requisito para realizar los procesos de masculinización y/o feminización de las personas Trans. 7. Que la libreta militar NO sea requisito obligatorio para los hombres y mujeres Trans al momento de ingresar al sistema educativo y laboral. 8. Garantizar la plena autonomía de los cuerpos y la toma de decisiones en la niñez.


¿Cómo debe ser un niño? ¿Cómo debe ser una niña?5 ¿Cómo debe pensar? ¿Cómo debe verse? ¿Cómo debe sentir? ¿piensas que las niñas deben comportarse como niñas y los niños como niños? ¡¿¿¿Y eso… qué significa???! En este mes de la niñez, que se organizaron tantas actividades dirigidas a niñas, niños y adolescentes ¿en quiénes estaban pensando? ¿En que cuerpos, en que identidades de género, en qué orientaciones sexuales? ¿De qué hablamos cuando hablamos de derechos humanos en la infancia, en la niñez y en la adolescencia? ¿Se piensa en chicos trans cómo yo? ¿en chicas travestis como ella?¿Se piensa en chicas lesbianas como las dos estudiantes de Manizales? ¿Se piensa en chicos femeninos? ¿En niñas masculinas?¿en chic*s intersex cuyos cuerpos no sabrías en donde ubicar? ¿Te acuerdas que también nosotr*s conformamos ese grupo social al que te refieres como niñez y que también tenemos derecho a gozar de todos los derechos? Si no te acuerdas…. sino te acordabas…. te recordamos… que aquí estamos… somos tus hij*s, tus estudiantes, tus amig*s, tus vecin*s. Y queremos una Colombia sin prejuicios, sin violencia, sin homofobia ni transfobia, donde nuestra seguridad, integridad y dignidad sean respetadas. Queremos sentirnos respetad*s, amad*s, protegid*s, comprendid*s y apoyad*s. En este mes de la niñez queremos invitarte a reconocer nuestra diversidad y la enorme posibilidad de ser humanos y humanas.

Porque la diferencia construye: Reconócela, conócela y celébrala. Tú formas parte de ella. Abril, mes de la niñez diversa. Porque también somos la niñez colombiana Entre-Tránsitos

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Comunicado realizado por el Colectivo Entre-Tránsitos en el año 2009 en ocasión del mes de la niñez.


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