

CONTENIDO

Pag. 54. Navidad (Infografía) 58. La alegría nace con Jesús: Preparación para el Nacimiento. 68. La sagrada Familia: El joven santo en medio de su familia. 78. 1 de enero: María joven y madre 88. Epifanía del Señor: Jesús salvación de los jóvenes de hoy. 98. Bautismo del Señor: Juventud que vuelve a nacer


Metodología Folleto de Adviento: Diálogos Semanales
Esta metodología está inspirada en los Diálogos Semanales con Jesús , por ende, en contrarán variedad de oraciones, reflexiones, comentarios, actividades y celebraciones tanto para trabajar de manera individual, como para poder trabajarlo en los grupos, a la luz de la Palabra de Dios.
•Conoce la palabra de Dios: reflexiona sobre las lecturas del domingo, con una o varias preguntas que ayuden a centrarse en su mensaje.
•¿Sabías qué? Informaciones, datos, y otros relacionados a un testimonio para ahondar en los caminos de los diálogos semanales.
•La Oración: Ofrece alguna oración escrita para ayudar en la vida espiritual de los participantes
•Reflexiona: Es un texto para profundizar, pensar y dialogar sobre el tema relacionado al día o la semana, busca mejorar nuestro sentido crítico a la luz de una exposición escrita.
•Actividades: propuestas para vivir mejor la reunión, o de manera individual lo planteado en la sección
•Celebremos: orientaciones celebrativas del tema tratado
Editorial Verbo DivinoINTRODUCCIÓN
Estamos ante el inicio de un nuevo año litúrgico, y junto a la novedad del mismo, nos encontramos con la oportunidad de comenzar nuevamente el camino de fe que Dios nos concede con su gracia recorrer. La riqueza del hombre ante Dios es tener siempre la opción de un nuevo comienzo, eso describe de manera sencilla y clara la amplitud de la misericordia de Dios, que nos ama a pesar de nuestros pecados, a pesar de nuestra historia, que muchas veces la hemos escrito sin la compañía de Dios.
Como jóvenes tenemos la tentación de creer que aún no hemos comenzado a vivir la verdadera vida, o que aún no hemos llegado al momento de una conversión plena y total, nos sentimos que el camino es largo y posponemos la entrega de nuestras vidas a los años posteriores. Es precisamente la longitud del camino que nos exige que le demos fundamentos a nuestra existencia, que solo encuentra sentido en la persona de Jesús, que se encarna en el seno de una joven virgen, que con su “sí” mostró lo que es la verdadera plenitud en la vida humana.
Nuestro comenzar con el adviento, nos hace volver la mirada hacia el vacío interior, que solemos experimentar y que a la larga lo expresamos en la búsqueda incansable del placer, poder, fama. La extrema conciencia de lo humano nos hace construir en terreno movedizo, la fugacidad del placer y el tener nos regala una soledad incalculable en el tiempo. El volver a comenzar es saberme necesario de Jesús y capaz de asumir la causa del Reino con las herramientas que el mismos Dios me ha regalado, el Reino de Dios se conquista con los talentos y dones que Dios te concede. De manera que Él no solo te invita a participar en el Reino, sino que te ofrece las herramientas que necesitarás. La principal pieza para llegar a Dios es tu propia vida, es la búsqueda de tu propia felicidad.
Que este material que colocamos en tus manos, queremos que sea una oportunidad para revivir en Cristo lo que hemos perdido y encontrar en Él lo que no hemos alcanzado. Que la luz del que se anuncia y que va a nacer encienda las luces de las oscuridades de nuestros espacios vitales, familia, trabajo, barrio, comunidad, país y sobre todo la oscuridad de nuestro propio corazón.
Rev. P. Francisco Benito Alvarado
Vicario Episcopal de pastoral de adolescencia y Juventud



FIESTA DE CRISTO REY DEL UNIVERSO

¿Sabías que…?
La Solemnidad de Jesucristo Rey del Univer so, la fiesta fue introducida en el calendario litúrgico occidental en 1925 por el Papa Pío XI, a través de la encíclica “Quas Primas”. El Papa Pío XI estaba a punto de cerrar el año jubilar de 1925 en el contexto de la caída de los reinos europeos después de la Primera Guerra Mundial, y decidió establecer la solemnidad para señalar a un rey “cuyo reino no tendrá fin”.
El Papa Pío XI estableció la fiesta para que se celebrara el último domingo de octubre y así siempre tuviera lugar antes de la celebración de la solemnidad de Todos los Santos. Pero en el nuevo calendario litúrgico de 1970, su ob servancia del rito romano se trasladó al último domingo del tiempo ordinario.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
Oración
¡Oh Jesús! Te reconozco por Rey Universal Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciado a Satanás, a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano. Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia.

Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.
Amén.


Primera Lectura
Lectura del Libro de Isaías 2, 1-5
Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén: Al final de los días estará firme el monte de la casa del Señor en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas. Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos. Dirán: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob: él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén la palabra del Señor». Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, ven, caminemos a la luz del Señor. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial
Salmo 121, 1-2. 4-5. 6-7. 8-9 (R.: Cf.1)
R. Vamos alegres a la casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. R.
Allá suben las tribus, las tribus del Señor según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R.
Desead la paz a Jerusalén: «Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios». R.
Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: «La paz contigo». Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien. R.

Segunda Lectura
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos 13, 11-14a
Hermanos: Daos cuenta del momento en que vivís; ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz.
Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo.
Palabra de Dios.
Oración
Himno Adoro te devote
Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A Ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte.

Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.
En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; sin embargo, creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.
No veo las llagas como las vió Tomás pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti espere y que te ame.
¡Memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, Pelícano bueno, límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero.
Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego, que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.
Santo Tomás de AquinoLa Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para pedirle al dios sol que regresara con su luz y calor.
Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas y les enseñaron que debían aprovechar esta Corona de Adviento como medio para esperar a Cristo, celebrar su natividad y rogarle que infunda su luz en sus almas.
El círculo es una figura geométrica que no tiene ni principio ni fin. La Corona de Adviento recuerda que Dios tampoco tiene principio ni fin, por lo que refleja su unidad y eternidad. Es señal del amor que se debe tener hacia el Señor y al prójimo, que debe renovarse constantemente y nunca detenerse.
El color verde representa la esperanza y la vida. En la corona de adviento nos recuerda que Cristo está vivo entre nosotros y la vida de gracia, el crecimiento espiritual y la esperanza que debemos cultivar durante Adviento.
Las velas permiten reflexionar la oscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo, como las velas de la Corona.
El color morado representa el espíritu de vigilia, penitencia y sacrificio que debemos tener para prepararnos adecuadamente para la llegada de Cristo. Mientras que la rosada representa el gozo que sentimos ante la cercanía del nacimiento del Señor.
Preguntasde Reflexión
¿Sabías que…?
¿Cómo podemos vivir la esperanza en los tiempos actuales?
¿Cuál es el fundamento de tu esperanza?
“Denles de comer ustedes mismos” (Evangelio)
Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 24, 37-44
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: —«Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.

Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre.
Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán.
Por lo tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
Palabra del Señor.
Reflexión
Una de las expresiones o palabras más repetida en el tiempo de adviento es “esperanza” concepto que, con el paso de los años y los susurros terrenales sobre ella, nos lleva a restarle importancia y en su defecto, a no encontrar un sustento para nuestras vidas. Eso nos hace plantearnos algunas preguntas importantes ¿Tenemos los cristianos una visión de esperanza para este mundo? ¿Tenemos un mensaje de esperanza que ofrecer a nuestros contemporáneos? Responder a estas preguntas conlleva una profunda revisión de la esperanza en la que vivimos los cristiano de hoy, sobre todo nuestra población joven y su manera de manifestar la fe. La fijación en el presente inmediato y la mirada en un futuro que sólo cambie el presente terrenal nos hace quitar la mirada del cielo y diseñar con tierra todo lo que sea vida y felicidad.
En la esperanza fuimos salvados nos dice la carta a los Romanos (8,24). ¿qué tipo de esperanza? La esperanza que aquí se presenta es la cristiana, la que procede de la fe. Frente a los “sin Dios”, el cristiano se apoya en aquél que le da toda esperanza. Así, la esperanza constituye un elemento distintivo de los cristianos, el hecho de que ellos tienen un futuro: su vida no acaba en el vacío. Jesús no trajo un mensaje socio-revolucionario, no era un combatiente por una liberación política. Trajo el encuentro con el Dios vivo, con una esperanza más fuerte que los sufrimientos de la esclavitud, y que por ello transforma desde dentro la vida y el mundo. (Spes Salvi, 2)

Hablar de un joven diferente en la sociedad de hoy, es hablar de un joven que vive y se alimenta de la esperanza cristiana y como consecuencia de ello asume el compromiso de transformar su espacio vital con la fuerza que le imprime la esperanza en Jesucristo. Significa que la verdadera esperanza cristiana me mueve a no querer salvarme solo, sino que me complemento con el hermano, con los demás, por eso la expresión en la carta a los romanos, mencionada anteriormente utiliza el verbo “Ser” en pretérito pluscuamperfecto “fuimos salvados”.

Pensando en ello nos puede llegar a la memoria muchos jóvenes que descono cen que en Cristo fueron y son salvados, ahí entra nuestra tarea como Iglesia, perseguir el propósito de la misión de Jesús en el mundo: “Hacer que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. (1Timoteo 2, 4). Todos los seres humanos en esta sociedad tienen el derecho de escuchar lo que los cristianos en razón de su peculiar fe y de su profunda esperanza tenemos que decir. (Moltmann 1989)
La manera en la que nosotros los cristianos manifestamos la esperanza hace romper el silencio sepulcral de aquellos que no buscan a Jesucristo, que no le alaban, que no se alimentan de Él, porque sus estómagos están llenos de eterno presente, de realidades que sólo cumplen su cometido en la vida terrenal. La esperanza nos hace volver la mirada al cielo, y una mirada que solo apunta a la tierra está cultivando su propia tumba, cuando miramos al cielo vencemos la oscuridad y el temor a la muerte, porque la vida que se nos ha prometido está por encima de lo que la muerte nos puede quitar. Pero vivir y proclamar con hechos nuestra esperanza es ir contra la corriente.
Actividades
Las respuestas a dos preguntas que les hice me lastimaron profundamente el corazón:
1.- ¿Cuánto dinero apostaron? R-500 pesos.
2- ¿Ustedes no les provoca temor morir por una apuesta de 500 pesos? Con mucha fir meza uno de ellos me dijo; es mejor morirse en esto que pasar hambre, al final alguien sale de aquí “ligao” padre.
Esos jóvenes son el reflejo de la sociedad de hoy, que su afán es por llenar el vacío que el mundo le ha provocado. La preocupación de todo esto es que los jóvenes no tienen espe ranza en la salvación que viene de Dios y por eso son capaces de arriesgar lo más valioso que Dios le ha dado que es su propia vida. Ante casos como ese, los jóvenes cristianos han de llevar la esperanza de Dios, que no sólo promete el cielo, sino que instala su reino en medio de nosotros.
Quiero contarle una breve historia que nos ilumine nuestro tema
En una ocasión, mientras me desplazaba por la autopista me encontré con un grupo de jóvenes que me forzaron a detenerme porque estaban iniciando una carrera clandestina de motocicleta. Les aseguro que mi rostro cambió del susto al ver como acostados en sus motocicletas los jóvenes se balancea ban, y pasaban los cambios con las manos, desplazándose de extremo a extremo en la carretera. No podía irme sin decir nada a ellos, porque les confieso que ya a Dios le había di cho mucho que le protegiera.
La Iglesia vive para la sociedad, pero se sos tiene por la esperanza. De esa manera debe mirar al mundo con ojos de esperanza, y en esa medida llevar al mundo al futuro de Dios. Cuando el cristiano piensa en el futuro de esta sociedad amenazada por la muerte, inicia la experiencia que le hace cristiano. Cuando la Iglesia se integra en los conflictos de la so ciedad en la que vive, lo hace por voluntad al Dios al cual le debe su existencia. La “cristian dad” no tiene su esencia y su fin en sí misma, ni en su propia existencia, sino que vive de algo y existe para algo que va más allá de ella. (Moltmann 1989).
La esperanza con la que vivimos debe iluminar el mundo, por eso hemos desarrolla do esta temática en este tiempo de adviento, conscientes de que, si la esperanza que tenemos en Jesús no me lleva a cambiar mi historia y con ello arrastrar a otros a Jesús, no estamos viviendo de la verdadera esperanza de Jesucristo.
Celebremos
En comunidad decoren un Árbol Navideño donde las principales decoraciones, sean los compromisos que hace cada miembro de la comunidad para este Nuevo Año litúrgico.



Primera Lectura Salmo Responsorial
Lectura del Profeta Isaías: 11, 1-10
Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor. No juzgará por apariencias ni sentenciará sólo de oídas; juzgará a los pobres con justicia, con rectitud a los desamparados. Herirá al violento con la vara de su boca, y al malvado con el aliento de sus labios. La justicia será cinturón de sus lomos, y la lealtad, cinturón de sus caderas Habitará el lobo con el cordero, la pantera se tumbará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos: un muchacho pequeño los pastoreará. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león comerá paja con el buey. El niño jugará con la hura del áspid, la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No harán daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país de la ciencia del Señor, como las aguas colman el mar. Aquel día, la raíz de Jesé se erguirá como enseña de los pueblos: la buscarán los gentiles, y será gloriosa su morada. Palabra de Dios.

Salmo 71, 1-2. 7-8. 12-13. 17 (R.: cf. 7)
R. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R.
Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R.
Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R.
Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol: que él sea la bendición de todos los pueblos,y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R.
Segunda Lectura
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos 13, 11-14a
Hermanos:
Todas las antiguas Escrituras se escribieron para enseñanza nuestra, de modo que entre nuestra paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza.
Que Dios, fuente de toda paciencia y consuelo, os conceda estar de acuerdo entre vosotros, según Jesucristo, para que unánimes, a una voz, alabéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
En una palabra, acogeos mutuamente, como Cristo os acogió para gloria de Dios. Quiero decir con esto que Cristo se hizo servidor de los judíos para probar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas hechas a los patriarcas; y, por otra parte, acoge a los gentiles para que alaben a Dios por su miseri cordia. Así dice la Escritura:
«Te alabaré en medio de los gentiles y cantaré a tu nombre». Palabra de Dios.
Oración
Padre nuestro, tú que eres Santo, Todo poderoso, has que los todos los jóvenes que viven estos tiempos posmodernos se con viertan, puedan alcanzar el conocimiento de la verdad, ciñan su cintura con justicia, y, sobre todo, que el Espíritu Santo los colme de sabiduría e inteligencia, temor de ti, y fortale za ante los tiempos que actualmente vivimos, por la intervención de tú Hijo Nuestro Señor.
Amén.
¿Sabías que…?
Paul Claudel, Manuel García Morente y André Frossard, son los únicos tres casos registra dos de conversión súbita en el siglo XX.
En el caso del Poeta Francés Paul Claudel, este escribió: “Así era el desgraciado muchacho que el 25 de diciembre de 1886, fue a Notre-Dame de París para asistir a los oficios de Navidad. Entonces empezaba a escribir y me parecía que, en las ceremonias católicas, consideradas con un diletantismo superior, encontraría un estimulante apropiado y la materia para algunos ejercicios decadentes. Con esta disposición de ánimo, apretujado y empujado por la muchedumbre, asistía, con un placer mediocre, a la Misa mayor. Después, como no tenía otra cosa que hacer, volví a las Vísperas. Los niños del coro vestidos de blanco y los alumnos del pequeño seminario de Saint-Nicholas-du-Cardonet que los acompañaban, estaban cantando lo que después supe que era el Magnificat. Yo estaba de pie entre la muchedumbre, cerca del segundo pilar a la entrada del coro, a la derecha del lado de la sacristía. Entonces fue cuando se produjo el aconte cimiento que ha dominado toda mi vida. En un instante mi corazón fue tocado y creí. Creí, con tal fuerza de adhesión, con tal agitación de todo mi ser, con una convicción tan fuerte, con tal certidumbre que no dejaba lugar a ninguna clase de duda, que después, todos los libros, todos los razonamientos, todos los avatares de mi agitada vida, no han podido sacudir mi fe, ni, a decir verdad, tocarla. De repente tuve el sentimiento desgarrador de la inocencia, de la eterna infancia de Dios, de una verdadera revelación inefable”.
Preguntasde Reflexión
Se han preguntado alguna vez
¿Cómo sería la sociedad si nuestros gobernantes bus caran ser hombres sabios e inteligentes, fuertes (desde el sentido de la virtud), prestos en la búsqueda de la verdad, y temerosos de Dios?
¿Cómo sería nuestro país?
¿Qué significan para ti la Verdad de Cristo y la Esperanza que trajo en su Buenas Nuevas?

Lectura del santo Evangelio según san Mateo: 3, 1-12
Por aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: —«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos». Éste es el que anunció el profeta Isaías diciendo: «Una voz grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos”».
Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se ali mentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.
Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo:
“Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: Voz del que clama en el desierto: Prepa rad el camino del Señor, enderezad sus sendas”.
—«¡Camada de víboras!, ¿quién os ha enseña do a escapar del castigo inminente? Dad el fruto que pide la conversión. Y no os hagáis ilusiones, pensando: “Abrahán es nuestro padre”, pues os digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas pie dras.

Ya toca el hacha la base de los árboles, y el ár bol que no da buen fruto será talado y echado al fuego.
Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Él tiene el bieldo en la mano: aventará su par va, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga».
Palabra del Señor.El testimonio de Paul Claudel en la sec ción de Sabias qué, es algo maravillo, y sus palabras hacen que nuestro cora zón salte de emoción al leerlas. La conversión, genera eso: algo superior a la transformación. Quienes somos de barrio sabemos muy bien que cuando un joven que andaba como dicen los viejos, en malos pasos, cambia, ese joven deja de ser el que era y se convierte en otro. En muchos casos esa conversión, se produce a fuerza de golpes y caídas en la vida, cosa que no garantiza que muchas veces, esos jóvenes vuelvan a su anterior vida.
Con Cristo y el evangelio, si hay garantías. Hay garantías de que serás un joven nuevo, que tú vida tendrá un giro, que tú visión del mundo va a cambiar, porque cuando conoces a Cristo dentro de ti va creciendo un deseo de santidad, que no puede detenerse y que se debe mantener a fin de que seamos imágenes de Cristo resucitado. Ricardo de San Víctor, un maestro espiritual de la Edad Media, tenía la siguiente frase “Ubi amor ibi oculus” que quiere decir “Donde está el amor allí está el ojo” ¿Hacia dónde apunta tú amor? ¿Hacia dónde apunta tú mirada? Pongamos nuestra mirada en Jesús, en él hay vida, y vida en abundancia, en él la conversión es un proceso gradual, a veces súbito, que motoriza en nuestro interior un anhelo trascendente, no inmanente.

Reflexión Actividades
Veamos el proceso de conversión, como una semilla que es plantada en la tierra, que rompe la oscuridad donde ha sido plantada, se abre a la luz del sol que es Cristo, se alimenta de Él, hasta desarrollarse, para luego dar frutos.
Escanéame

Celebremos
Celebremos la venida del Reino de Dios en medio de nosotros por medio del compartir lo que tenemos con aquellos que no tienen, por medio de las obras de misericordia.

Jóvenes que construyen esperanza

Primera Lectura Salmo Responsorial
Lectura del libro de Isaías 35, 1-6a. 10 Salmo 145, 7. 8-9a. 9bc-10 (R.: cf. Is 35, 4)
El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria del Líbano la belleza del Carmelo y del Sarión. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes; decid a los cobardes de corazón: «Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará». Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. Volverán los rescatados del Señor. Vendrán a Sión con cánticos: en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán.
R.
Ven, Señor, a salvarnos.
El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente, hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos. R.
El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos, el Señor guarda a los peregrinos. R. Sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad. R.
Segunda Lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 7-10

Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor.
El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía.
Tened paciencia también vosotros, mante neos firmes, porque la venida del Señor está
No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta.
Tomad, hermanos, como ejemplo de su frimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor.
Palabra de Dios.
Oración de Juan Pablo II
por los Jóvenes
Señor Jesucristo conserva a estos jóvenes en tu amor. Haz que oigan tu voz y crean en lo que dices, porque sólo tú tienes palabras de vida eterna. Enséñales cómo profesar su fe, cómo dar su amor, cómo comunicar su esperanza a los demás.
Hazlos testigos convincentes de tu Evangelio, en un mundo que tanto necesita de tu gracia que salva. Haz de ellos el nuevo pueblo de las Bienaventuranzas, para que sean la sal de la tierra y la luz del mundo al inicio del tercer milenio cristiano.
María, Madre de la Iglesia, protege y guía a estos muchachos y muchachas María, Madre de la Iglesia, protege y guía a estos muchachos y muchachas del siglo XXI.
Abrázalos a todos en tu corazón materno. Amén.

¿Sabías que…?
En la década de los 70, en Kansas surgió el programa Programa de Humanidades In tegradas Pearson, dedicado a inculcar la belleza y la búsqueda de la verdad con los es tudiantes.
El programa buscaba “enseñar los Grandes Libros, los clásicos, desde los griegos hasta los romanos y a través de la Edad Media y el Renacimiento hasta los tiempos modernos”. Además de estudiar los grandes libros, los estudiantes también se reunieron para memorizar poesía, cantar canciones populares, lecciones formales de vals y observar las estrellas, una actividad que los fundadores pensaron que era una de las mayores fuentes de asombro.

Gracias a este programa se produjeron numerosas conversiones por parte de los es tudiantes al catolicismo, cosa que contó un diario en Kansas (Kansas City Times), quien describía una evolución darwiniana de un hippie que se convertía gradualmente en monje católico.
Varios líderes católicos en Estados Unidos se formaron en el programa, como el obispo James Conley de la Diócesis de Lincoln, Nebraska (quien se convirtió al catolicismo con el Dr. Senior como su padrino), el arzobispo Paul Coakley de la Arquidiócesis de Oklahoma City, Oklahoma, y Dom Philip Anderson, abad de Nuestra Señora de la Anunciación de la Abadía de Clear Creek.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 2-11

¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro? (Evangelio)
Reflexión
Asumir las cosas de Dios en el mun do nos desafían a valernos de habili dades y talentos que Él mismo nos ha regalado, de manera que vamos haciendo un recorrido que se convierte en historia con Dios y en oportunidad de construir para Dios. Este pequeño tema que vemos a continuación quiero iluminarlo de manera amplia con el pensamiento de nuestra Santo Padre el Papa emérito Benedicto XVI, en la encíclica Spes Salvi..
Vivir la fe y la esperanza y como consecuen cia de ello el AMOR no es tarea fácil, tener que mostrar mi rostro pecador y que a veces gen era desconfianza a los demás, me puede llevar a encerrarme en mi propio mundo y optar por vivir una fe personal desde el sótano del alma, que solo por dentro se sienta. El compromiso de un joven hoy no es simplemente vivir de la esperanza, sino que a la vez debe construir esperanza. El papa nos propone unos esce narios o lugares que son auxilios importantes para vivir la esperanza y que nos atrevemos a decir que a la vez sirven para construirla en medio de la sociedad.
1. Un primer lugar es la Oración. Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha. Cuando ya no puedo hablar con ninguno, ni invocar a nadie, siempre puedo hablar con Dios. Y si se trata de una necesidad donde nadie me ayuda, y en la que tengo que es perar porque supera mi capacidad. Él puede ayudarme.

2. El segundo lugar es el actuar y el sufrir. Ciertamente, no “podemos construir” el reino de Dios con nuestras fuerzas; lo que constru imos es siempre reino del hombre con todos los límites propios de la naturaleza humana. El reino de Dios es un don, y precisamente por eso es grande y hermoso, y constituye la re spuesta a la esperanza. No podemos salvar nos a nosotros mismos, ni tampoco merecer el cielo en sentido estricto.
La solución está más en la santidad que en la actividad. Cuando los hombres, intentan do evitar toda dolencia, tratan de alejarse de todo lo que podría significar aflicción, cuan do quieren ahorrarse la fatiga y el dolor de la verdad, del amor y del bien, entonces caen en una vida vacía en la que quizá ya no existe el dolor, pero –en la que la oscura sensación de la falta de sentido y de la soledad– éste es aún mucho mayor. El dolor y el sufrimiento en grandecen –si unen a Cristo– a las personas y a las sociedades. (n.39)
3. El tercer lugar es el juicio. En la época mod erna, la idea del Juicio final se ha desvaído: la fe cristiana se entiende y orienta sobre todo hacia la salvación personal del alma; la re flexión sobre la historia universal, en cambio, está dominada en gran parte por la idea del progreso. Pero el contenido fundamental de la espera del Juicio no es que haya simplemente desaparecido, sino que ahora asume una for ma totalmente diferente. Parece que ahora es el hombre mismo quien está llamado a esta blecer la justicia. Y en ese ejercicio se cometen los más grandes errores de la humanidad, el hombre ha querida establecer una nueva im agen de Dios, tratando de negarlo y borrar su existencia justificado por el sufrimiento de los inocentes y las injusticias del mundo, nos dice el Papa.
Estoy convencido de que la cuestión de la jus ticia es el argumento esencial o, en todo caso, el argumento más fuerte en favor de la fe en la vida eterna. La necesidad meramente individ ual de una satisfacción plena que se nos nie ga en esta vida, de la inmortalidad del amor que esperamos, es ciertamente un motivo im portante para creer que el hombre esté hecho para la eternidad. Dios mismo se ha dado una “imagen”: en el Cristo que se ha hecho hom bre. En Él, el Crucificado, se lleva al extremo la negación de las falsas imágenes de Dios.
4. María como estrella de la esperanza. No se le propone como un «lugar» de la esper anza en sentido estricto, aunque es evidente que hay también personas que nos remiten de modo directo a esta virtud. Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él, necesitamos también luces cerca nas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía. Y ¿quién mejor que María podría ser para nosotros estrella de esperanza?
Ella es una de las figuras importantes del ti empo de adviento, en ella encontramos una luz real que nos lleva a Jesús.

Actividades
En tu comunidad o grupo juvenil realizar un Tuit en cartulina donde motiven a la vivencia del valor de la Esperanza.

Celebremos
Elaborar un manifiesto comunitario resaltando el valor de la esperan za con los fundamentos cristianos, luego leerlo en la celebración eu carística, invitando a toda la comunidad juvenil a practicar la esper anza en el mundo actual.

Cuarto Domingo de Adviento
MARÍA JOVEN Y PROFETA

Primera Lectura
Lectura del libro de Isaías 7, 10-14
En aquellos días, el Señor habló a Acaz: —«Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo».
Respondió Acaz: —«No la pido, no quiero tentar al Señor».
Entonces dijo Dios: —«Escucha, casa de David: ¿No os basta can sar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”».
Palabra de Dios.
Salmo Responsorial
Salmo 23, 1-2. 3-4ab. 5-6 (R.: cf. 7c y 10b)
Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. R.
Ése recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Éste es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
Segunda Lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 1, 1-7
Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios.
Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo, nacido, según la carne, de la estirpe de Da vid; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo, nuestro Señor.
Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos estáis también vosotros, llamados por Cristo Jesús. A todos los de Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Palabra de Dios.

¿Sabías que…?
Relato de su madre Sabía yo de antemano, en base a un caso ex traordinario que le sucedió en los años de la infancia, que Maximiliano moriría mártir. Solo no recuerdo si sucedió antes o después de su primera confesión.
Una vez no me gustó nada una travesura, y se la reproché: Niño mío, ¡quién sabe lo que será de ti!. Después, yo no pensé más, pero observé que el muchacho había cambiado tan radicalmente, que no se podía reconocer más. Teníamos un pequeño altar escondido entre dos roperos, ante el cual él a menudo se retiraba sin hacerse notar y rezaba llorando. En general, tenía una conducta superior a su edad, siempre recogido y serio, y cuando rez aba, estallaba en lágrimas.
fermedad, y le pregunté: ¿te pasa algo? ¡Se blando de emoción y con los ojos anegados en lágrimas, me contó: “Mamá, cuando me reprochaste, pedí mucho a la Virgen que me do en las manos dos coronas: una blanca y otra roja. Me miró con cariño y me preguntó si ba que perseveraría en la pureza y la roja que sería y desapareció.

Oración
MAGNIFICAT
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humil lación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nom bre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según lo había prometido a nuestros padres en fa vor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en principio ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Amén.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 1, 18-24

El nacimiento de Jesucristo fue de esta mane ra:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esper aba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería de nunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: —«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que sig nifica “Dios-con-nosotros”». Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.
Palabra del Señor
““Nunca tengas miedo de amar demasiado a la Virgen. Jamás podrás amarla más que Jesús” San Maximiliano Kolbe
Reflexión

María Joven y Profeta En medio del itinerario del adviento, que más que un tiempo litúrgi co, es una espiritualidad, una forma de vivir la fe de cara a la venida constante del Señor a nuestras vidas, aparece con luz y lugar propio la joven María, la humilde muchacha de Naz aret, que elegida por Dios nos dará al Sal vador. Son muchos los títulos que a lo largo de la historia del cristianismo se le han dado a María, muchas advocaciones alrededor del mundo la presentan enraizada en realidades muy concretas de sus culturas y expresiones de fe. Sin embargo, en esta cuar ta semana de adviento, quiero invitarte a que miremos a María, desde el lente de la pro fecía, María Joven y Profeta. No pensemos en el profeta, como un adivino o un mago, sino en clave bíblica, como aquel que es capaz de leer su propia realidad desde Dios y con su vida la evidencia a los demás, convirtiéndose no solo en portador de un mensaje, sino más bien en quien hace presente este mensaje con sus acciones.
Para llegar a ser y permanecer como profeta se exige valentía y fidelidad no comunes, co herencia de vida, contacto con Dios y amor a las personas no siempre amables y acogedo ras. Justamente esto es lo que encontramos en la joven de Nazaret, toda una vida volcada a Dios y al prójimo, no se entretiene en sí mis ma, su vida esta escondida en Dios y abierta a los demás, así lo muestran los textos bíblicos (Cf. Lc 1, 39-45; Jn , 1-12).
Una actitud que debe tener el profeta frente a Dios es la escucha, el adviento es tiempo propicio para escuchar, el ambiente frio y os curo del invierno nos lo recuerda, la escúch anos permite discernir quien nos habla y que pide de nosotros.
María es la persona que, con mayor perfección en la escucha, cuando el ángel Gabriel le co munica la voluntad de Dios, ella escucha con atención y luego acepta lo que Dios le propone (cf. Lc 1,26ss). Así la Palabra de Dios no sola mente es creída por su pueblo, sino que ahora se Encarna en el seno de María. El fruto más grande que ha dado la humanidad es Jesu cristo, no puede haber nada más grande que Jesús, y es el fruto bendito del vientre de María (cf. Lc 1,42). María no solamente escuchó, sino que encarnó la Palabra de Dios. El profeta no solo escucha, sino que también asume con valentía la Palabra, la encarna, y esto implica un desafío, porque esta acción no solo vale la pena, sino que válela propia vida.
El profeta está dispuesto a ir contra la corrien te, a aceptar la señal que el Señor está ofre ciendo y hacer que esta señal sea clara para que otros reconozcan al Señor. La respuesta que debe dar el profeta no siempre es fácil, a veces lo mismos hermanos, la comunidad, los amigos buscan apagar la voz del profeta o hacer ineficaz su mensaje; el autoritarismo, en el ambiente eclesial el clericalismo, el secu larismo en los ambientes sociales, el eficientí simo calculador del mercado y la técnica, se presentan como desafío de cara al mensaje que se debe dar. Ante esto el profeta, tal como nos enseña María, tiene que aprender a dis cernirlas situaciones en que se encuentra, María es la mujer del silencio contemplativo y reflexivo, ante el misterio de la encarnación (Cf. Lc 2,19). Para el profeta de hoy, abrumado por una cultura de la inmediatez y del des carte, necesita el silencio fecundo para que el mensaje no sea falsificado, o maquillado con filtros o retoques con el fin de ganar like o view. María más que ser influencer o tiktoker, es pro feta, hoy lamentablemente muchos cristianos buscan ser influencer, cuando en realidad lo que se necesita es ser profeta.
En conclusión, podemos decir que María, apa rece en el adviento, como profeta que nos in vita a esperar y nos revela el camino de esa espera: la escucha y el silencio. Durante este tiempo litúrgico, hay varias fiestas marianas que nos revelan los rasgos de María Profeta, que tú y yo estamos también llamados a vi vir. Que juntos podamos llevar como profetas, la antorcha de la encarnación de la Palabra hecha carne, de Dios-con-nosotros siempre y para siempre, para que el mundo que camina en tinieblas pueda ver una gran luz. Compro miso Te propongo como experiencia orante de esta cuarta semana, dividir en varios blo ques el cantico del Magníficat (Lc 1, 46-56) y meditar cada día una parte. Este cantico es el resumen profético de la voz de María, y además anticipa el canto de júbilo que la noche de navidad cantan los ángeles.

Actividades
Hacemos un altar para que la tengamos presente cada día en este mes. En una cartulina marca la imagen del altar y recórtalo por el bor de. Colorea la lamina de la virgen y recórtala Dobla el altar por la línea de puntos Pega la imagen en el centro por dentro en los costados escribe una petición y un propósito. Al llegar a casa lo colocaremos en un lugar en donde la familia cada día pueda sentirla cerca y rezarle.

Celebremos
Hacer un rosario con las familias de la comunidad




Preparación para el Nacimiento
LA ALEGRÍA NACE CON JESÚS

Primera Lectura Salmo Responsorial
Lectura del libro de Isaías 52, 7-10 Salmo 97, 1. 2-3ab. 3cd-4. 5-6 (R.: 3c)
¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la Buena Nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: «Tu Dios es rey»! Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión. Romped a cantar a coro, ruinas de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén; el Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios.
Palabra de Dios.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad. R. Tañed la cítara para el Señor suenen los instrumentos: con clarines y al son de trompetas, aclamad al Rey y Señor. R.

Segunda Lectura
Lectura
de la carta a los Hebreos 1, 1-6
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas.
Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha ido realizando las edades del mundo.
Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poder osa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de su majestad en las alturas; tanto más encumb rado que los ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado.
Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, hoy te he engendrado», o: «Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo?».
Y en otro pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios».
Palabra de Dios.
Oración
Oh Dios nuestro, siempre fiel: Tú te das a conocer y nos hablas por medio de Jesucristo, que es tu imagen visible y tu Palabra de vida. Abre nuestros oídos y nuestros corazones, para que sepamos recibir tu Palabra y guardarla. Que tu Palabra se haga carne en nosotros, también en nuestras palabras de paz y ver dad y en nuestras obras de justicia y amor, de amistad y de humilde servicio. Que ojalá sea ésta la manera por la que los hombres reconozcan que tu Hijo vive en medio de nosotros hoy, y así te alaben a ti por los siglos de los siglos.
Amén.

Urbi et orbi, palabras que en latín significan “a la ciudad [Roma] y al mundo”. Eran la fórmu la habitual con la que empezaban las proc lamas del Imperio Romano. En la actualidad es la bendición más solemne que imparte el Papa, y sólo él, dirigida a la ciudad de Roma y al mundo entero.
La bendición Urbi et orbi se imparte durante el año siempre en dos fechas: el Domingo de Pascua y el día de Navidad, 25 de diciembre. Se hace desde el balcón central de la Basíli ca de San Pedro, llamado por eso Balcón de las bendiciones, adornado con cortinas y col gantes, y con el trono del Papa colocado allí, y para ella el Papa suele revestirse con or namentos solemnes (mitra, báculo, estola y capa pluvial) y va precedido de cruz proce sional y acompañado de cardenales-diáco nos y ceremonieros. También es impartida por el Papa el día de su elección; es decir, al final del cónclave, en el momento en que se presenta ante Roma y el mundo como nuevo sucesor de San Pedro.
La característica fundamental de esta ben dición para los fieles católicos es que otorga la remisión por las penas debidas por peca dos ya perdonados, es decir, confiere una in dulgencia plenaria bajo las condiciones de terminadas por el Derecho Canónico (haber confesado y comulgado, y no haber caído en pecado mortal). La culpa por el pecado es re mitida por el Sacramento de la Reconciliación (confesión), de manera que la persona vuelve a estar en gracia de Dios, por lo cual se salvará si no vuelve a caer en pecado mortal; empero, la pena debida por esos mismos pecados
debe ser satisfecha, es decir, se debe repa rar y compensar el desorden introducido por el pecado, lo cual se lleva a efecto por medio de la penitencia impuesta en el sacramento, por medio de otras obras buenas y, en último caso, por medio del sufrimiento del Purgato rio. Dado que la indulgencia plenaria remite completamente esa pena debida, el fallecido sin haber caído nuevamente en pecado no ha de pasar por el purgatorio y accede directa mente al cielo. De acuerdo a las creencias de los fieles, los efectos de la bendición Urbi et orbi se cumplen para toda aquella persona que la reciba con fe y devoción, incluso si la recibe a través de los medios de comunicación de masas (televisión, radio, internet, etc.).
Fuente: aciprensa.com
Preguntasde
¿Sabías que…?
¿Cómo experimentas la alegría de la navidad en tu sector, familia y grupo juvenil?
Reflexión
Lectura
En principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la recibieron.
La Palabra era la luz verdadera,
que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.

Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Palabra del Señor.
“Hoy nos ha nacido un salvador”
Reflexión
La alegría nace con Jesús
En la carta a los Filipenses el Apóstol Pablo nos exhorta a estar siempre alegres en el Señor (Flp 4,4). El cristiano debe vivir su vida de fe con alegría, la cual viene de aquel que nació y murió por nosotros. El gozo de los seguidores de Jesús surge de una conciencia plena y una seguridad que tienen en el amor de Dios.
El papa Francisco en su mensaje dirigido a los jóvenes para la jornada de la juventud del 2012 invita a los jóvenes a creer en el amor, “este amor infinito de Dios para con cada uno de nosotros se manifiesta de modo pleno en Jesucristo. En Él se encuentra la alegría que buscamos.
En la carta a los Filipenses el Apóstol Pablo nos exhorta a estar siempre alegres en el Señor (Flp 4,4). El cristiano debe vivir su vida de fe con alegría, la cual viene de aquel que nació y murió por nosotros. El gozo de los seguidores de Jesús surge de una conciencia plena y una seguridad que tienen en el amor de Dios.

El papa Francisco en su mensaje dirigido a los jóvenes para la jornada de la juventud del 2012 invita a los jóvenes a creer en el amor, “este amor infinito de Dios para con cada uno de nosotros se manifiesta de modo pleno en Jesucristo. En Él se encuentra la alegría que buscamos.
En el Evangelio vemos cómo los hechos que marcan el inicio de la vida de Jesús se car acterizan por la alegría. Cuando el arcángel Gabriel anuncia a la Virgen María que será madre del Salvador, comienza con esta pal abra: «¡Alégrate!» (Lc 1,28).
En el nacimiento de Jesús, el Ángel del Señor dice a los pastores: «Os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha na cido un Salvador, el Mesías, el Señor» (Lc 2,11). Y los Magos que buscaban al niño, «al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría» (Mt 2,10). El motivo de esta alegría es, por lo tan to, la cercanía de Dios, que se ha hecho uno de nosotros. Esto es lo que san Pablo quiso decir cuando escribía a los cristianos de Fili pos: «Alegraos siempre en el Señor; os lo repi to, alegraos. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca» (Flp 4,45). La primera causa de nuestra alegría es la cercanía del Señor, que me acoge y me ama” (Papa Francisco mensaje para la XXVII Jorna da Mundial de la Juventud 2012).
La alegría es un elemento fundamental en la vida de los cristianos, por ende, los cristianos tenemos la obligación y el deber de llevar al mundo la alegría que hemos recibido de Cristo, una auténtica alegría; aquella que los ángeles anunciaron a los pastores en Belén en la noche del nacimiento de Jesús (Lc 2,10).

El anhelo a la alegría está inscripto en lo más intrínseco del ser humano. Más allá de las sat isfacciones mundanas, nuestro corazón bus ca la alegría recóndita, plena y imperecedera, que pueda dar sentido a la existencia.
“Cada día el Señor nos ofrece tantas alegrías sencillas: la alegría de vivir, la alegría ante la belleza de la naturaleza, la alegría de un trabajo bien hecho, la alegría del servicio, la alegría del amor sincero y puro. Y si miramos con atención, existen tantos motivos para la alegría: los hermosos momentos de la vida familiar, la amistad compartida, el descu brimiento de las propias capacidades perso nales y la consecución de buenos resultados, el aprecio que otros nos tienen, la posibilidad de expresarse y sentirse comprendidos, la sensación de ser útiles para el prójimo” (Papa Francisco mensaje para la XXVII Jornada Mun dial de la Juventud 2012).
Todo eso es producido con el encuentro con Jesús, el Emmanuel (Dios con nosotros). Los Evangelios nos muestran muchos episodios donde podemos ver la gran alegría que da el conocer y estar con Jesús. Recordemos la visita de Jesús a Zaqueo, un recaudador de impuestos, (Lc 19,5-6) a quien Jesús impac ta con su amor. La alegría del encuentro con el Señor; es sentir el amor de Dios que puede transformar toda la existencia y traer la sal vación.
Cuando tenemos ese encuentro con Cristo que nace para salvarnos, podemos vivir la esperanza nuestra, “Él se convierte en la más hermosa juventud de este mundo. Todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida” (Christus vivit 2019: 1).
Actividades
1.Contemplar o imaginar el nacimiento de Jesús en el mundo moderno.
2. Hacer una lista de las cosas que me hacen feliz y que estoy haciendo para mantenerlas.
3. Pensar cómo puedo brindar felicidad a otros.

Celebremos
Celebrar una fiesta de Navidad
Planifica un refrigerio y juegos o actividades para ese domingo después de misa. O divídanse en grupos, cada uno de los cuales planificará brevemente una forma de celebración para todo el grupo, utilizando un tema que se relacione con uno de los personajes principales del nacimiento de Cristo. A continuación, deja que cada grupo dirija su celebración. Haz una fiesta de cumpleaños para Jesús

9.0
El joven santo en medio de su familia.
LA SAGRADA FAMILIA

Primera Lectura Salmo Responsorial
Lectura del libro de Sirácida 3, 2-6. 12-14 Salmo 127, 1-2. 3. 4-5 (R.: cf. 1)
Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre la prole.

El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hi jos y cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor le escucha. Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones, mientras viva; aunque flaquee su mente, ten indulgencia, no lo abochornes, mientras seas fuerte.
La piedad para con tu padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus peca dos; el día del peligro se te recordará y se desharán tus pecados como la escarcha bajo el calor.
Palabra de Dios.
R.Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. R.
Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. R.
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida. R.
Segunda Lectura
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 12-21
Hermanos: Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión.

Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuan do alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vues tro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.
Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente.
Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no exas peréis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.
Palabra de Dios.
Oración
La vida oculta de Nazaret permite a todo hombre estar en comunión con Jesús en lo más cotidiano de la vida: Nazaret es la escuela donde uno se inicia en la comprensión de la vida de Jesús, es decir, la escuela del Evangelio...
En primer lugar, nos enseña el silencio. Oh, si renaciera en nosotros la estima del silencio, una admirable e indispensable atmós fera del espíritu...
Nos enseña la forma de vivir en familia. Nazaret nos recuerda lo que es la fa milia, lo que es la comunión de amor, su belleza austera y sencilla, su carácter sagrado e inviolable... Finalmente, aprendemos una lección de trabajo.
¡Oh! Hogar de Nazaret, ¡hogar del “Hijo del carpintero”! Aquí sobre todo queremos entender y celebrar la ley, severa por supuesto, pero redentora, del cansancio huma no...
Por último, queremos saludar a los tra bajadores del mundo... y mostrarles el gran modelo,su herma no divino.
(San Pablo VI, discurso del 5 de enero de 1964 en Nazaret) Amén.
Preguntas
¿Qué razones hay hoy para que los jóvenes no quieran tener familia?
de Reflexión
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 2, 13-15. 19-23
¿Sabías que…?
¿Por qué celebramos la Fiesta de la Sagrada Familia?
Es una fiesta que surgió a partir del siglo XIX en Canadá, y pasó luego a toda la Iglesia a partir de 1920. Al principio se celebraba el domingo después de la Epifanía.
Este día de fiesta se honra a Jesús, a la Santí sima Madre y a San José como la familia más sagrada, y por lo tanto un modelo para todas las familias cristianas. Eran santos porque co locaban a Dios en el centro de su vida familiar, se amaban y sacrificaban el uno por el otro, e irradiaban ese amor a los demás en la misión redentora de la Palabra Encarnada.
El Papa San Juan Pablo II dijo: “El Redentor del mundo eligió a la familia como lugar para su nacimiento y crecimiento, santificando así esta institución fundamental de toda socie dad” (mensaje de Angelus, 30 de diciembre de 2001).
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: —«Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».

José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto».
Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo: —«Levántate, coge al niño y a su madre y vuél vete a Israel; ya han muerto los que atenta ban contra la vida del niño».
Se levantó, cogió al niño y a su madre y volvió a Israel.
Pero, al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Y, avisado en sueños, se retiró a Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que dijeron los profetas, que se llamaría Nazareno.
Palabra del Señor.
Levántate, coge al niño y a su madre y vuelve a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño.
Reflexión
Para un cristiano no es posible pensar en la propia misión en la tierra sin concebirla como un camino de santidad, porque «esta es la voluntad de Dios: su santificación» (1 Ts 4,3) Cada santo es una misión; es un proyecto del Padre para reflejar y encarnar, en un momen to determinado de la historia, un aspecto del Evangelio . En una breve conversación con el Padre Benito el día que se celebró JAMAR (Ju ventud Arquidiocesana de la mano con el Ar zobispo), me manifestaba con sorpresa como muchos jóvenes le decían que con el Purgato rio ellos tenían ¡El Purgatorio! Cómo es posible que hayamos pasado de aspirar a lo hermo so, a lo sublime, al extraordinario encuen tro con Dios, con nuestro creador, con el ser que nos ha dado la vida, cuya misericordia se desborda en millones de donaciones a través de su creación, a algo como el Purgatorio, es alarmante.
¿Falta valentía para alcanzar el Cielo? Si es así, el mundo venció, le dimos la espalda al Mal, en vez de vencerlo, y él, cobardemente, se ha aprovechado. Se campea a sus anchas, lleno de vileza, corrompiendo almas, sobre todo la de los jóvenes ¿Dónde están los Apóstoles de la Juventud? Esos jóvenes piadosos, bien for mados, que oran, comulgan, y tratan de vivir una vida según el Evangelio. No han desapa recido, están aquí, son ustedes juventud cris tiana, otros jóvenes los ven, y ven en ustedes el camino a la santidad. Ven un testimonio de verdad, de fidelidad, y misericordia. No ten gan miedo, busquen la santificación, no dejen de luchar por la gloria, por el cielo, porque si desmayamos, ¡Ay de nosotros! No esperemos la venida de nuestro Señor, para hacer de este mundo, un mundo mejor. En nuestra familia, seamos santos, en nuestro trabajo, seamos santos, en la universidad, el colegio o el liceo, seamos santos, en la calle, seamos santos y así en cada ambiente en el que nos movemos, actuamos, o pertenecemos, seamos santos.


Actividades
Los invito a leer la biografía de San Juan Pablo II

Celebremos
Ver la película del Padre Pio, o El Milagro del Padre Stu


Primera Lectura
Lectura del Libro de los Números 6, 22-27
El Señor habló a Moisés: —«Di a Aarón y a sus hijos: Esta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor; El Señor se fije en ti y te conceda la paz”. Así invocarán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré».
Palabra de Dios.
Salmo Responsorial
Salmo 66, 2-3. 5. 6 y 8 (R.: cf. 2a)
R. El Señor tenga piedad y nos bendiga.
El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros: conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. R.
Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud, y gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe. R.
Segunda Lectura
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas 4, 4-7

Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adop ción.
Como sois hijos, Dios envió a vuestros cora zones al Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá! (Padre). Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por volun tad de Dios.
Palabra de Dios.
Oración
Que tu llanto, oh Madre, conmueva nuestros corazones endurecidos. Que las lágrimas que has derramado por nosotros hagan flore cer este valle que nuestro odio ha secado. Y mientras el ruido de las armas no enmudece, que tu oración nos disponga a la paz. Que tus manos maternas acaricien a los que sufren y huyen bajo el peso de las bombas. Que tu abrazo materno consuele a los que se ven ob ligados a dejar sus hogares y su país. Que tu Corazón afligido nos mueva a la compasión, nos impulse a abrir puertas y a hacernos car go de la humanidad herida y descartada.
Santa Madre de Dios, mientras estabas al pie de la cruz, Jesús, viendo al discípulo junto a ti, te dijo: «Ahí tienes a tu hijo» (Jn 19,26), y así nos encomendó a ti. Después dijo al discípulo, a cada uno de nosotros: «Ahí tienes a tu madre» (v. 27). Madre, queremos acogerte ahora en nuestra vida y en nuestra historia. En esta hora la humanidad, agotada y abrumada, está contigo al pie de la cruz. Y necesita encomen darse a ti, consagrarse a Cristo a través de ti. El pueblo ucraniano y el pueblo ruso, que te veneran con amor, recurren a ti, mientras tu Corazón palpita por ellos y por todos los pueblos diezmados a causa de la guerra, el hambre, las injusticias y la miseria.
Por eso, Madre de Dios y nuestra, solemne mente encomiendo y consagro a tu Corazón Inmaculado mi vida, nuestras personas, la Ig lesia y la humanidad entera, de manera espe cial Rusia y Ucrania. Acoge este acto nuestro que realizamos con confianza y amor, haz que cese la guerra, provee al mundo de paz.
El sí que brotó de tu Corazón abrió las puertas de la historia al Príncipe de la paz; confiamos que, por medio de tu Corazón, la paz llegará. A ti, pues, te consagramos el futuro de toda la familia humana, las necesidades y las as piraciones de los pueblos, las angustias y las esperanzas del mundo.
Que a través de ti la Divina Misericordia se derrame sobre la tierra, y el dulce latido de la paz vuelva a marcar nuestras jornadas. Mujer del sí, sobre la que descendió el Espíritu Santo, vuelve a traernos la armonía de Dios. Tú que eres «fuente viva de esperanza», disipa la se quedad de nuestros corazones. Tú que has te jido la humanidad de Jesús, haz de nosotros constructores de comunión. Tú que has recor rido nuestros caminos, guíanos por sendas de paz. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

¿Sabías que…?
Cada 1 de enero la Iglesia Católica celebra la Jornada Mundial de la Paz. En la Jornada Mun dial de la Paz la Iglesia Católica invita a los fie les y a “todos los amigos de la Paz” a promov er este don del Espíritu Santo “con su justo y benéfico equilibrio” para que “domine el de sarrollo de la historia futura” de la humanidad, dijo San Pablo VI el 1 de enero de 1968, cuando se celebró por primera vez ese día.
El papa Pablo VI, en su proclamación expresó el deseo de que esta celebración se llevase a cabo en esta fecha, ya que la misma repre senta el principio del calendario que mide y describe el camino de la vida en el tiempo y de que sea la Paz con su justo y benéfico equi librio la que domine el desarrollo de la historia futura.
“La insistencia del papa sobre la necesidad de detener una guerra que puede provocar con flictos más graves que amenacen el futuro de la humanidad fue explicada por el propio Pontífice en su mensaje al mundo el 15 de dic iembre pasado, en el que proponía la cele bración de una “Jornada mundial de la paz” el primero de enero”, consignaba La Mañana, en referencia a la compleja situación que se vivía en medio del conflicto internacional generado por la guerra de Vietnam.
¿Cuáles valores imitarias de la Virgen Maria?
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 16-21
En aquel tiempo los pastores fueron corriendo y encontraron a María y a José y al niño acost ado en el pesebre. Al verlo, les contaron lo que les habían dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores. Y María conservaba to das estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y ala banza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.

Al cumplirse los ocho días tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su con cepción.
Palabra del Señor.
“Hágase en mi según tú palabra”
Reflexión
María joven y madre
El relato de María que se halla en el evange lio de Lucas inicia con la aparición del ángel Gabriel. Cuando Gabriel se aparece, María es una joven que estaba comprometida para casarse con José.
El evangelio de “Lucas 1,26-56 nos brinda una visión completa desde su misión de Madre, de la mujer que estuvo allí al lado de Jesús. El evangelista nos brinda una ventana a través de la cual podemos apreciar mejor a esta joven admirable. Por medio de sus interac ciones con Gabriel, vemos a una joven que intenta asimilar y comprender su singular lla mado de Dios. La magnitud de dicho llamado debió haber agobiado en extremo a alguien tan joven, y aun así ella sometió su voluntad a la del Padre sin reparos. Su relato nos recu erda que Dios está al tanto de todos Sus hijos y que llama a hombres y mujeres comunes y corrientes a participar de maneras extraor dinarias para ayudar a edificar Su reino. Ella llegó a ser la primera discípula de Jesús, y, por consiguiente, es un modelo para todos los que decidan seguirlo a Él” (pastoral juvenil y universitaria de la CEV 2015).
La joven María fue una muchacha de su épo ca. Llevó una vida normal de una joven is raelita, en el centro de una familia creyente, según los usos y costumbres de su tiempo. Creció con las ilusiones lógicas de su edad y compartió la esperanza de su pueblo en las promesas de Dios.
María era todavía una jovencita cuando Dios le propone la noble misión de ser la Madre del Salvador. Dios, de esta manera, irrumpe en la vida de María cuando ella es joven, cuando apenas empieza a abrirse al mundo, cuando su corazón está lleno de ilusiones, de proyec tos y de ideales grandes (Pastoral Juvenil de Sevilla 2019).
La joven María: un modelo para los jóvenes. María comprende a los jóvenes. Ella fue una mujer que vivió plenamente la etapa de su ju ventud, compartió las ilusiones de los jóvenes de su tiempo y acompañó atentamente la adolescencia y juventud de su Hijo, Jesucristo. En María aparecen bien definidos los rasgos propios de la juventud de todo tiempo: gen erosidad, entrega, compromiso arriesgado, ilusión, disponibilidad, apertura a lo nuevo. Todo un ejemplo de cómo ser joven cristiano en el mundo actual.

María comprende a los jóvenes. Ella fue una mujer que vivió plenamente la etapa de su ju ventud, compartió las ilusiones de los jóvenes de su tiempo y acompañó atentamente la adolescencia y juventud de su Hijo, Jesucristo.

En María aparecen bien definidos los rasgos propios de la juventud de todo tiempo: gen erosidad, entrega, compromiso arriesgado, ilusión, disponibilidad, apertura a lo nuevo... Todo un ejemplo de cómo ser joven cristiano en el mundo actual.
La Virgen María es un auténtico modelo de fe licidad y santidad para los jóvenes de nuestro tiempo que, “fáciles víctimas de la corrupción del amor” y del “callejón sin salida del con sumismo”, “corren el riesgo de perder la es peranza porque parecen huérfanos del ver dadero amor”. Al mirar a María “reconocemos la grandeza y la belleza del proyecto de Dios para todo ser humano: llegar a ser santos e inmaculados en el amor, a imagen de Él. (Pas toral Juvenil de Sevilla 2019).
Actividades
Buscar en los Evangelios las actitudes y valores que presentaba María como Madre y Joven. Luego enséñalo a los demás por medio de acciones.

Celebremos
Organizar una adoración donde se ore por la paz del mundo, las familias y los jóvenes de nuestro país. Al finalizar realizar un ágape (compartir).

Epifanía del Señor
JESÚS SALVACIÓN DE LOS JÓVENES HOY

Primera Lectura Salmo Responsorial
Lectura del libro de Isaías 60, 1-6
¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!
Mira: las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti; y caminarán los pueblos a tu luz; los reyes al resplandor de tu aurora. Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a ti: tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar, y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos, los dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Saba, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del Señor.
Palabra de Dios.
Salmo 71, 1-2. 7-8. 10-11. 12-13 (R.: cf. 11)
R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes: para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R.

Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R.
Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributos; que los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones, que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan. R.
Porque él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; y salvará la vida de los pobres. R.
Segunda Lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 2-3a. 5-6
Hermanos:
Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro.
Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuer po y partícipes de la Promesa en Jesucristo, por el Evangelio.
Palabra de Dios.
Oración
Oración a Cristo Rey
Oh, Cristo Jesús, te reconozco por rey univer sal. Todo cuanto existe ha sido creado por ti. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renue vo mis promesas del bautismo renunciando a Satanás, a sus seducciones y a sus obras, y prometo vivir como buen cristiano. Muy en particular me comprometo a hacer triunfar, según mis medios, los derechos de Dios y de tu Iglesia. Jesucristo, te ofrezco mis pobres ac ciones para obtener que todos los corazones reconozcan y vivan tu mensaje de paz, de jus ticia y de amor.
Preguntas
¿Por qué es tan fácil rendir culto al dinero por parte de los hombres hoy, y tan difícil a Dios?
de Reflexión
¿Sabías que…?
In hoc signo vinces es una traducción en latín de la frase griega “ἐν τούτῳ νίκα”, en toutōi nika, que significa “en este signo vencerás”. Según la narración de los principales histo riadores cristianos de la Antigüedad, Con stantino I adoptó esta frase griega “, εν τούτῳ νίκα”, como lema después de su visión de un Crismón en el cielo justo antes de la batal la del Puente Milvio contra Majencio el 12 de octubre del año 312. El símbolo del cristian ismo primitivo consistía en un monograma compuesto por las letras griegas chi (X) y rho (P), los dos primeros en el nombre de Cristo (en griego: Χριστός). En épocas posteriores el crismón “IHS”, representaba las tres primeras letras de “Jesús” en griego latinizado (Ίησους, latinizado IHSOVS) y el “In hoc signo” de la ley enda.
El historiador Eusebio de Cesarea dice en su Vita Constantini que Constantino fue march ando con su ejército (Eusebio no especifica la ubicación real del evento, pero claramente no lo es en el campamento de Roma), cuando levantó la vista al sol y vio una cruz de luz por encima de ella, y con él las palabras griegas “εν τούτῳ νίκα” (“por esto, la victoria!”, a menu do dictadas en latín In hoc signo vinces). Al principio, Constantino no conocía el signifi cado de la aparición, pero en la noche sigui ente, tuvo un sueño en el que Cristo le explicó que debía usar el signo en contra de sus en emigos. Eusebio sigue a continuación, para describir el lábaro, el estándar militar utilizado por Constantino en sus guerras contra Licinio tarde, mostrando el signo del crismón.

“Venimos de Oriente para adorar al Rey”
Lectura del santo evangelio según san Mateo 2, 1-12
Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes.
Entonces, unos Magos de Oriente se presen taron en Jerusalén preguntando: —«¿Dónde está el rey de los judíos que ha na cido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo».

Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos pontífices y a los letrados del país, y les pre guntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: —«En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel”». Entonces Herodes llamó en secreto a los
Magos, para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: —«Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño, y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo».
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían vis to salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le of recieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo para que no volvieran a Herodes, se marchar on a su tierra por otro camino.
Palabra del Señor.
Reflexión
El salario de Jesús
El «salario» del cristiano es «asemejarse a Jesús»: no hay una recompensa en dinero o en poder para quien sigue de verdad al Señor, porque el camino es sólo el del servicio y en la gratuidad. Buscando en cambio un «buen ne gocio» mundano, con «la riqueza, la vanidad y el orgullo», se «nos sube a la cabeza» y se produce también un «contra-testimonio» en la Iglesia.
Un diálogo, explicó, que tiene lugar tras el encuentro con «el joven que quería seguir a Jesús: era bueno, Jesús lo amó», como relata el Evangelio. Pero el Señor «le dijo que le falt aba una cosa: vender todo lo que tenía» para darlo «a los pobres: “tendrás un tesoro en el cielo”». Pero «ante estas palabras —afirmó el Papa— el joven frunció el ceño y se marchó triste».

Así, pues, «Jesús retomó el discurso y dijo a los discípulos: “¡Qué difícil les será entrar en el re ino de Dios a los que tienen riquezas!”». Y «los discípulos quedaron desconcertados por sus palabras». Pero «Jesús retomó el discurso y les dijo: “Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios. Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios”».
Y he aquí el pasaje evangélico de la liturgia, con Pedro que asegura a Jesús: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Como si dijese: «Y a nosotros, ¿qué? ¿Cuál será nuestro salario? Lo hemos dejado todo». En pocas palabras, «los ricos que no han dejado nada —el joven que no quería de jar sus riquezas— no entrarán en el reino de Dios, y para nosotros ¿cuál será la ganancia?».
He aquí porqué, explicó el Papa, «cuando un cristiano está apegado a los bienes, hace el mal papel de un cristiano que quiere tener dos cosas: el cielo y la tierra». Y «el punto de confrontación es precisamente lo que dice Jesús: la cruz, las persecuciones, quiere decir negarse a sí mismo, sufrir la cruz cada día».
Por su parte, «los discípulos tenían esta tent ación: seguir a Jesús, pero ¿cuál será el final de este buen negocio?». Y, añadió el Pontífice, «pensemos en la madre de Santiago y Juan cuando pidió a Jesús un sitio para sus hijos: “Ah, a este nómbralo primer ministro y a este ministro de economía”». Era «el interés mun dano en el seguimiento de Jesús»: pero luego «el corazón de estos discípulos fue purifica do, purificado, purificado hasta Pentecostés, cuando lo comprendieron todo».
«La gratuidad en el seguimiento de Jesús es la respuesta a la gratuidad del amor y salvación que nos da Él», recordó el Papa. «Cuando se quiere estar con Jesús y con el mundo, con la pobreza y con la riqueza», surge «un cristianis mo a medias, que busca la ganancia material: es el espíritu de la mundanidad». Y «ese cris tiano, decía el profeta Elías, “cojea con ambas piernas”», pues «no sabe lo que quiere». Así, sugirió el Papa Francisco, «la clave para comprender este discurso de Jesús —cien veces más, pero con la cruz— es la última ex presión: “Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos serán primeros”». Y «esto es lo que dice del servicio: “Quien se cree o qui en es el más grande entre vosotros, que sea servidor: el más pequeño». No por casualidad, recordó el Papa, al decir estas palabras Jesús «tomó un niño y lo mostró».

«Seguir a Jesús desde el punto de vista huma no no es un buen negocio: se trata de servir», insistió el Pontífice. Por lo demás, es exact amente lo que «hizo Él: y si el Señor te da la posibilidad de ser el primero, tú debes com portarte como el último, es decir, con actitud de servicio. Y si el Señor te da la posibilidad de tener bienes, te debes comportar con actitud de servicio, es decir, para los demás».
«Son tres cosas, tres escalones, los que nos alejan de Jesús: las riquezas, la vanidad y el orgullo», afirmó el Papa. «Por ello —explicó— las riquezas son tan peligrosas: te llevan inmedi atamente a la vanidad y te crees importante»; pero «cuando te crees importante, se te sube a la cabeza y te pierdes». Es por ello por lo que Jesús nos recuerda el camino: «Muchos prim eros serán últimos, y muchos últimos serán primeros, y quien es el primero entre vosotros que sea el servidor de todos». Es «un camino de abajamiento», el mismo camino «recorrido por Él».
Para el Pontífice «no es algo bueno ver a un cristiano —laico, consagrado, sacerdote, obis po— que quiera las dos cosas: seguir a Jesús y los bienes, seguir a Jesús y la mundanidad». Es «un contra-testimonio que aleja a la gente de Jesús». Antes de continuar con la celebración de la Eucaristía, el Papa invitó a pensar de nuevo en la pregunta de Pedro: «Lo hemos dejado todo, ¿cómo nos pagarás?». Y a tener bien presente la respuesta de Jesús, porque «el precio que Él nos dará será asemejarnos a Él: este será el “salario”». Y «asemejarse a Jesús», concluyó, es un «gran salario».
Actividades
Trabajar una noche de adoración, teniendo en cuenta la belleza: traten de que sea algo hermoso, y bien hecho, que permita tocar los corazones de los jóvenes.

Celebremos

¿Soportas escuchar música clásica?
Te invito a escuchar: Jesús alegría de los hombres. Cantata 147 de Bach


Primera Lectura Salmo Responsorial
Lectura del libro de Isaías 42, 1-4. 6-7 Salmo 28, 1a y 2. 3ac-4. 3b y 9b-10 (R.: 11b)
Esto dice el Señor: Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará hasta implantar el derecho en la tierra y sus leyes, que esperan las islas. Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he tomado de la mano, te he formado y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan en las ti nieblas.
Palabra de Dios.
R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Hijos de Dios, aclamad al Señor, aclamad la gloria del nombre del Señor, postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R.
La voz del Señor sobre las aguas, el Señor sobre las aguas torrenciales. La voz del Señor es potente, la voz del Señor es magnífica. R.
El Dios de la gloria ha tronado. En su templo un grito unánime: «¡Gloria!». El Señor se sienta por encima del aguacero, el Señor se sienta como rey eterno. R.
Segunda Lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 10, 34-38
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: —«Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos. Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refie ro a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él».
Palabra de Dios.

Oración
¡Gloria a ti, oh Padre, Dios de Abraham, Isaac y Jaco, Tú has enviado a tus siervos, los profetas a proclamare tu palabra de amor fiel y a llamar a tu pueblo al arrepentimiento. A las orillas del Río Jordán, Has suscitado a Juan el Bautista, una voz que grita en el desierto, enviado a toda la región del Jordán, a preparar el camino del Señor, a anunciar la venida de Cristo.
¡Gloria a ti, oh Cristo, Hijo de Dios! Has venido a las aguas del Jordán Para ser bautizado por manos de Juan. Sobre ti el Espíritu descendió como una paloma. Sobre ti se abrieron los cielos, Y se escuchó la voz del Padre: “Este es mi Hijo, el Predilecto!” Del río bendecido con tu presencia Has partido para bautizar no sólo con el agua sino con fuego y Espíritu Santo. ¡Gloria a ti, oh Espíritu Santo, Señor! Por tu poder la Iglesia es bautizada, Descendiendo con Cristo en la muerte Y resurgiendo junto a él a una nueva vida.
Por tu poder, nos vemos liberados del pecado para convertirnos en hijos de Dios, el glorioso cuerpo de Cristo.
Por tu poder, todo temor es vencido, Y es predicado el Evangelio del amor En cada rincón de la tierra, para la gloria de Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, a Él todo honor en este Año Jubilar y en todos los siglos por venir. Amén.

¿Sabías que…?
Ya en el año 300, la Iglesia oriental celebra ba la Epifanía y el Bautismo de Jesús el 6 de enero, mientras que en la Iglesia occidental esta fiesta se mencionaba en la Liturgia de las Horas. Con la reforma litúrgica de 1969, la fies ta se fijó en el domingo siguiente a la Epifanía. En los países donde la Epifanía no es fiesta civ il, la celebración se traslada al domingo entre el 2 y el 8 de enero, y la fiesta del Bautismo de Jesús, al lunes siguiente a la Epifanía.
Con la fiesta del Bautismo de Jesús finaliza el Tiempo de Navidad, aunque queda abierta una “ventana” el 2 de febrero, día en el que se celebra la Presentación de Jesús en el Templo (conocida popularmente como “Candelaria”).
Fuente: Vatican News
Preguntasde Reflexión
¿Recuerda la fecha de tu bautismo?
¿Celebras el día en que fuiste bautizado?
Lectura del santo evangelio según san Mateo 3, 13-17
En aquel tiempo, fue Jesús de Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.
Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole: —«Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?».
Jesús le contestó: —«Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así lo que Dios quiere».
Entonces Juan se lo permitió. Apenas se ba utizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía: —«Este es mi hijo, el amado, mi predilecto».
Palabra del Señor.

“Por el Espíritu Santo, el Bautismo es un baño que purifica, santifica y justifica”
Apenas se bautizó Jesús, vio que el Espíritu de Dios se posaba sobre élEspera ¡Vive! y Celebra 103
Reflexión

“Seguramente nos preguntamos, ¿cómo es posible volver a nacer? Ésta era la pregunta que agobiaba a Nicodemo (Jn 3,5.7-15) quien no entendía la exigencia espiritual de las pal abras de Jesús. Con el transcurrir de los años las personas van aglutinando a su personal idad ciertas formas de ser, pensar o actuar que no son propiamente aceptables; estas adherencias se van convirtiendo en un obstá culo que luego nos impedirá entrar en el Rei no de Dios. El agua representa la purificación, el modo en que vamos limpiando nuestros corazones para hacer espacio para Dios. El espíritu es el don de Dios que se da a sí mismo para llenar el vacío de nuestras vidas, sólo con Él y por Él podremos nacer de nuevo. El Evangelio recuerda que aquel que está lla mado a dar testimonio de la Resurrección de Cristo debe, en primera persona, «nacer de lo alto». De lo contrario, se termina como Nico demo que, a pesar de ser un maestro en Is rael, no entendía las palabras de Jesús cuan do decía que para «ver el reino de Dios» hay que «nacer de lo alto», nacer «del agua y del Espíritu». Nicodemo no entendía la lógica de Dios, que es la lógica de la gracia, de la mi sericordia, por la cual el que se hace pequeño se vuelve grande, el que se hace última pasa a ser el primero, el que se reconoce enfermo se cura. Esto significa dejar realmente la pri macía al Padre, a Jesús y al Espíritu Santo en nuestra vida”. (Homilía papa Francisco, 10 de abril de 2018).
De la misma manera que Jesús llama a Nico demo, también hoy nos hace ese mismo lla mado a nosotros, nos invita a nacer de nuevo para poder entrar en su reino celestial. Como jóvenes tenemos grandes desafíos que afron tar para introducirnos en la vida nueva que Cristo tiene prepara para nosotros. Nacer de nuevo implica abandonar aquellas cosas que nos alejan de Dios, la soberbia, el egoísmo, la vanidad, dejar atrás nuestras seguridades, nuestras ideas y nuestra forma de ver y hacer las cosas para acoger lo que Dios nos pide y nos presente, y así Él pueda ser nuestra única seguridad y nuestro modelo. Dejando atrás lo que nos aleja de Dios naceremos en el espíritu que sopla donde él quiere y hace nueva todas las cosas para bien de los que le aman.
A través del bautismo nos hacemos hijos de Dios, es necesario que esa gracia se renueve para vivir en la plenitud de los hijos de Dios, el cual nos concede a diario renacer en el espíri tu para convertirnos, así, en sus instrumentos de misericordia.
“El agua del bautismo simboliza la vida nueva que nos da el Espíritu Santo, como miembros de la familia divina y de la comunidad ecle sial. El bautismo es la puerta de entrada a la iglesia y a toda la vida sacramental. Quienes lo recibimos de pequeños, tuvimos esa nue va vida desde el principio, y tocó a nuestros padres y padrinos cuidar que creciéramos en ella”. (José A. Medina y Carmen M. Cervantes 2016: 80)
En el evangelio de Lucas 3, 15-16. 21-22 vemos la importancia del bautismo para Jesús. Para él bautizarse fue una decisión clave, por dos razones fundamentales. Primera se bauti za sin tener pecado, haciéndose así solidario con los pecadores. Segunda con el bautismo es ungido por el Espíritu Santo y así inicial su misión salvadora de la humanidad.

Actividades
1. Escribir la fecha de tu bautismo y los nombres de tus padrinos.
2. Renovar en la Eucaristía las promesas bautismales.
3. Hacer una reflexión de lo que significa el bautismo para ti hoy.

Celebremos
Festejar el día de tu bautismo como celebras el día de tu Nacimiento

Adviento 2022
Espera ¡Vive! y Celebra
Elaborado por:
P. Francisco Benito Alvarado, José Julián Felipe, Olbin Silverio, Juan Pascual.
Colaboradores: P. Keiter del Jesús Luciano.
Diagramación, y arte: Javier Enrique Valerio
Vicaría Episcopal de Pastoral De Adolescencia y Juventud Instituto de Formación Casa de la Juventud
Calle Jacinto de la Concha No. 462 Santo Domingo, República dominicana www.pastoraljuvenilsd.org
Instagram: @pastoraljuvenilsd
Correo: pastoraljuvenilsd@gmail.com; ve.pastoraljuvenil@gmail.com
PASTORALJUVENIL SANTODOMINGO
CASADE LA JUVENTUD-
