Después de cinco años de trabajo escribiendo pequeños artículos en mi blog y colaborando en la vida social y cultural de la ciudad, decidí dar paso a una pequeña obra que reflexiona sobre nuestra existencia contemporánea y lo que yo he llamado nuestra crónica distópica.
Cabe decir que la distopía es la anti-utopía , donde el héroe es desplazado en su protagonismo por una figura emergente ; la del antihéroe, mito para mí contemporáneo que afrontara un nuevo paradigma tanto en lo social como espacial dentro de estos nuevos conceptos urbanos llamados panópticos.
Influenciado por Bauman, Manuel Castells, Foucault, Marcuse, Baudillard, Debord y algunos más, así como el cine de ciencia ficción y la literatura del mismo género. Se crean y reflejan en mí estos “escenarios”-pre-apocalípticos- en estado de emergencia constante.
Desde el comienzo de la crisis del 2007, han pasado siete años donde ese sustantivo llamado globalización se ha posicionado en un nuevo paradigma emergente.
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