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What The Facts! 8 cosas que sabemos de Chantal Akerman

#01 Creó un nuevo lenguaje cinematográfico al combinar cine narrativo con cine experimental.

#02 Su obra es fundamental para entender la historia del cine y del feminismo, con sus películas desafió la representación de la mujer en la gran pantalla.

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#03 Decidió que quería ser cineasta la misma noche que vio Pierrot el loco. Consideraba a Jean-Luc Godard uno de sus mentores.

#04 Sus películas nos fuerzan a sentir el paso del tiempo a través de planos dibujos, haciendo que sintamos la misma experiencia en tiempo real.

#05 Realizó su primera película con 18 años, “Saute ma vie”, un cortometraje considerado como ejemplo temprano del cine experimental. En esta película, Akerman interpretaba a una joven que se queda sola en su departamento y destruye todo a su alrededor.

#06 A los 25, realizó la que sería su obra maestra, “Jeanne Dielman, 23, quai du commerce, 1080 Bruxelles”. que ahora Sight and Sound ha elegido como la mejor película de la historia.

“Jeanne Dielman desafió el status quo cuando se estrenó en 1975 y continúa haciéndolo hoy en día”, Mike Williams, editor de Sight & Sound desde 1952. En el ranking de este año, que ha sido participado por 1.639 críticos de cine internacionales, cuatro películas dirigidas por mujeres han entrado en el top 20 (Y “News From Home”, de Akerman, en el puesto 52). En la anterior encuesta, de 2012, solo fueron dos en el top 100: “Jeanne Dielman” de Akerman y “Beau Travail” de Claire Denis, en 35°y 78°posición respectivamente.

#07 “Yo, tú, él, ella” revolucionó la representación lésbica en el cine, mostrando un plano secuencia de 6 minutos de sexo lésbico explícito.

#08 La relación con su madre, superviviente del Holocausto, es central en toda su obra. Con ella se filmó en su última película antes de quitarse la vida, “No home movie” (2015).

Ailleurs, siempre

Me han pedido que escriba a Chantal Akerman, una carta que ella nunca leerá, porque así es como creemos que las vivas tenemos que comunicarnos con las muertas. A través de un texto sin interlocutora.

Dicen que lo primero que se olvida de un muerto es la voz. Y sin embargo cuando pienso en su cine, me cuesta pensar en imágenes fijadas en la pantalla, sólo puedo cerrar los ojos, y escuchar su voz fuerte, rugosa, caliente, y al mismo tiempo, tremendamente herida. Me gusta de su voz, la herida. Me gustan la voz y la herida, y la repetición de sus palabras, que resuenan en el espacio más allá de su significado, como una letanía.

La primera vez que la escuché fue en News From Home (1977) una película monumento, en la que la voz casi imperceptible de una jovencísima Chantal (tan sólo 26 años, aunque ya con una obra maestra a sus espaldas, Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles) lee las cartas que recibe de su madre sobre las imágenes de una Nueva York desgarradora. Ahí están: la ciudad vacía, el exilio, la desorientación, la soledad…pero sobre todas esas cosas, está su voz. Una voz que susurra, que repite, que se diluye en el ruido de la ciudad extranjera, y que quizá también calla una pregunta ¿Cómo despegar tu voz, madre, del atronador ruido del exilio?

En su texto más desgarrador, Ma mère rit (2013), dedicado a su madre (o más bien, a esa conversación imposible con la madre), Chantal escribe:

“Et moi qu’est-ce que je vais tenir ici 4 semaines. Je tiendrais que si j’écris. Et de toute façon ici ou ailleurs quelle différence. Ma vie, je n’ai pas de vie. Je n’ai pas su m’en faire une. Alors ici ou ailleurs. Mais ailleurs c’est toujours mieux. Alors je ne fais que partir et repartir et revenir depuis toujours”¹

Ailleurs es una palabra, difícilmente traducible al castellano, y que significa algo así como “en otro lado”, o también: “en un lugar lejano, apartado”. Seguramente sea esta la palabra que mejor defina la obra ingenete de Chantal Akerman, y que nos revela su más preciado legado. El de querer estar ailleurs siempre. Desplazadas, heridas, apasionadas, buscando siempre otro lugar, otra palabra, un amor mejor. Ver sus películas, sumergirse en su pensamiento infinito o en sus textos, es aventurarse a la fenomenal fractura de estar en otro lado.

Así nos queremos también, Chantal. Ailleurs, siempre.

Elena López Riera

¹“y yo , qué voy a hacer de aquí a 4 semanas. Sólo aguantaré si escribo. Y de todas formas, aquí o allí, qué diferencia hay. Mi vida, yo no tengo vida. No he sabido hacerme una. Así que aquí o allá. Pero allá es siempre mejor. Así que no he hecho más que irme, volver a irme y volver desde siempre”(Traducción de Elena López Riera)

BÉNÉDICTE

Descubrir a Akerman supone una experiencia única, porque Akerman tenía una personalidad fílmica irreductible, iconoclasta, que vertía su propia experiencia para hablar de temas que resuenan en nuestro presente, como la represión cotidiana y la angustia existencial.

Su estilo se define por su precisión milimétrica, por crear una amarga poesía de la domesticidad, por la forma en la que coreografía los actos cotidianos, por la repetición de motivos, por el minimalismo gestual y por la forma en la que trata el espacio y el tiempo. A mí me fascina la fortaleza y al mismo tiempo vulnerabilidad con la que retrata a las mujeres; cómo va impregnando los relatos de una desesperación sutil, de una amargura congénita. Cómo plantea la soledad, la incomunicación y el aislamiento.

Ya en su corto iniciático, ‘Saute ma ville’, encontramos todos sus temas contenidos en pocos minutos. Me impresiona, de este cortometraje, que la protagonista, ella misma, termine suicidándose, como ocurrió en la realidad muchos años después. La vida y el cine otra vez unidos por un hilo invisible.

Los trabajos de Akerman parten de una exploración minuciosa de su entorno, por eso las acciones supuestamente menos relevantes, las que forman parte de nuestra vida diaria, adquieren una importancia fundamental. Lo prosaico nos define.

Por ejemplo, coger un ascensor se convierte en uno de los motivos que repite en todas sus obras. Sentirse encerrada en él y ver abrir las puertas para entrar en otro nivel de prisión. Y así sucesivamente. (¡Qué maravilla sus escenas de ascensor!) O la cocina, la cocina como lugar o