Zona Arqueológica de Tula (Tula, Hidalgo)
Toponímicamente, Tula tiene dos significados provenientes del náhuatl, en el primero equivaldría a “lugar de tules o juncos” y en el segundo sería “ciudad o metrópoli”.
La zona arqueológica de Tula, localizada al norte de la Cuenca de México, es el asentamiento que posterior al periodo Epiclásico o Clásico Tardío, unificó, a través del comercio y la conquista un vasto territorio en Mesoamérica, notándose sus influencias desde la zona del bajío hasta la Península de Yucatán, y aún hasta El Salvador y Nicaragua. Su posición estratégica le permitió controlar productos como la turquesa, proveniente del norte de Mesoamérica. Las primeras evidencias de ocupación en esta zona corresponden al momento en que Teotihuacán iniciaba su declive como centro rector de Mesoamérica. A mediados del siglo VII se inicia la construcción del primer núcleo urbano de la ciudad de Tollan Xicocotitlan, llamado Tula Chico y las primeras representaciones de Quetzalcóatl en relación con el planeta Venus; pero, es hacia el Posclásico Temprano que Tula llega a su época de mayor apogeo, se construye Tula Grande y las redes comerciales de la ciudad se expanden hasta Centroamérica.
Descripción del Centro Ceremonial de Tula
La gran plaza principal con enormes plataformas, escalinatas, altares, salas, palacios y juegos de pelota, se ubicaba en el punto más alto de la ciudad, domi nando el espacio urbano. Era su centro religioso, político y administrativo. Sus dos masivas pirámides, visibles desde cualquier punto de la ciudad, estuvieron ornamentadas con esculturas y mul titud de bajorrelieves policromos.
Juego de Pelota 1
En la época Tolteca sus muros probablemente estuvieron decorados con tableros esculpidos y frisos; pero como en otros casos, durante la época azteca fue despojado de su revestimiento de piedra cortada y de su mayoría de esculturas.
Tiene forma de “I”, mide 67 metros de largo y 12.5 metros de ancho. En la esquina Sudeste de la cancha se encontró parte de una lápida decorada con un jugador del que sólo se reconocen sus pies.
La pirámide “B”
Esta estructura es considerada como uno de los edificios sacros más importantes de la ciudad, originalmente estaba recubierta de lápidas esculpidas con relieves de jaguares, coyotes y águilas devorando corazones huma nos, que alternaban con representaciones de Quetzalcóatl en su manifes tación de Tlahuizcalpantecutli o Venus “estrella de la mañana”.
Templo de la pirámide “B”
El diseño arquitectónico de esta pirá-
mide, cuya fachada principal estaba parcialmente cubierta por un gran vestíbulo con múltiples columnas es distinto al de la pirámide “C” y característico de la arquitectura tolteca.
Los enormes atlantes y las pilastras con relieves que hoy coronan la pirámide, no se encontraban a la vista del pueblo en la época prehispánica, servían de apoyo al techo del templo que había en la parte superior. Las columnas en forma de serpientes emplumadas se encontraban a la entrada del templo.
Los llamados atlantes representan guerreros toltecas, cuyo atavío que incluye pectorales en forma de mariposa, cascos de plumas finas, espejos de mosaicos de turquesa, cuchillo y otras armas los distingue como militares de alto rango.
Cada atlante se compone de cuatro secciones, que embonan una en otra, alcanzando una altura de 4.60 metros, representan a un guerrero ataviado con un tocado que simula una banda cuajada de estrellas rematado por plumas y atado en la nuca mediante un nudo. El rostro tuvo una decoración pintada y es probable que la cuenca vaciada de los ojos y boca estuviese con alguna incrustación, los cabellos están simulados en líneas verticales. Como adornos el personaje lleva orejeras rectangulares, un gran pectoral en forma de mariposa estilizada, collares de cuentas y un cinturón con broche superior que ostenta una enorme hebilla, probablemente representación del sol bajo el aspecto de una cara humana sobresaliendo de un disco en el que se distinguen cuatro serpientes separadas por fajas radiales. Viste el guerrero un taparrabo bordado, ajorcas, tobilleras y sandalias adornadas con serpientes em plumadas, Va armado con un “atlatl” (lanzadardos) que empuña en la mano derecha, mientras que sujeta con la izquierda los dardos respectivos, así como una característica espada curva y una bolsa de copal.














En cuanto a los pilares cada cara del pilar reproduce con variantes de detalles los mismos elementos, una faja terrestre simbolizada por el monstruo llamado “cipactli” .
La pirámide “C”
Es la estructura más grande de la ciudad de Tula. Se trata al parecer de un edificio religioso, consta de una serie de cuerpos escalonados, semejantes a los de la pirámide B; se cree que estuvo igualmente recu bierta con tableros esculpidos y que tuvo también atlantes en su parte superior. Algunos fragmentos de atlantes que no pertenecen a las esculturas de la pirámide “B”, han sido encontrados en la plaza.
El Palacio Quemado
Esta estructura fue destruida en un incendio, tal vez hacia el fin de la ciudad; por ello se llamó palacio quemado.
A pesar de su nombre es probable que esta construcción no haya sido residencial. Su principal función fue quizás, la sala de Consejo y lu-
gar de reunión de los asesores del gobernante.
Juego de Pelota 2
Originalmente los muros interiores estuvieron recubiertos con lápidas esculpidas en cada uno de los muros laterales.
Tzompantli
El tzompantli está frente al juego de pelota y parece ser azteca. En esta plataforma se encontraron muchos dientes y huesos de cráneo.
El adoratorio
Sobre el adoratorio había un Chac – mool encontrado en pedazos durante las excavaciones en la década de 1940, es de suponer que el adoratorio haya sido saquea do ya desde la época prehispánica.
El Coatepantli
Este muro de serpientes probablemente marcaba los límites del espacio sagrado de los recintos ceremoniales. Las figuras esculpidas en las lápidas centrales corresponden a esqueletos humanos devorados por enormes serpientes de cascabel; estos relieves están relacionados con el sacrificio humano. Las almenas en forma de caracol cortado, en la parte superior del muro, simbolizan a Quetzalcóatl en su manifestación del planeta Venus.
Edificio “K”
Estructura considerada similar al palacio quemado.
De CDMX en la “Central de Autobuses del Norte” salen autobuses hacia Tula.
Del centro de Tula es posible tomar transporte colectivo que permite arribar a la entrada de la zona. El colectivo transita en dirección a Actopan, Iturbe o Santa Ana.
Lunes a domingo de 10 a 17 horas
Acceso $ 85.00
Domigos acceso libre para mexicanos.
Zona Arqueológica Tula 773 1 00 36 54
Fuentes: **Zona arqueológica de Tula Hidalgo
**Página INAH Zona arqueológica y museo de sitio de Tula
https://www.inah.gob.mx/zonas/80-zona-arqueologica-y-museo-de-sitio-de-tula
**Folleto “Tula” Agustín Suárez Cortez