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Inscripción de presidenciables

Ha trascendido que la autoridad electoral, a la fecha, ha inscrito las candidaturas presidenciales de Zury Ríos Sosa, postulada por la coalición de los partidos Unionistas y Valor; Sandra Torres Casanova, postulada por el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE); Isaac Farchi Sultán, postulado por el partido Azul; Edmond Mulet Lesieur, postulado por el partido Cabal; Ricardo Sagastume Morales, postulado por el partido Todos; José Rafael Espada, postulado por el partido Republicano; Manuel Conde Orellana, postulado por el partido Vamos; y Roberto Arzú García Granados, postulado por el partido Podemos.

Cabe destacar que, en 2015 y 2019, Zury Ríos Sosa también fue postulada como presidenciable, habiendo sido inscrita sin más trámite la primera vez, pero no así la segunda por decisión de la 7ª magistratura de la Corte de Constitucionalidad (CC), que se apartó del criterio sentado por la 1ª magistratura de la CC, en el sentido que: “(…) El artículo 186, inciso c), de la Constitución (…) contiene prohibición categórica para que los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, lo que incluye al cónyuge, puedan optar a los cargos de presidente o vicepresidente (…), cuando este último se encuentre ejerciendo la Presidencia y los de las personas a que se refiere el inciso primero de este artículo, entendiéndose que la prohibición es únicamente para el período en que se realice la elección en que los dignatarios mencionados hayan fungido y no para períodos subsiguientes”. Por tanto, la indicada 1ª magistratura de la CC asumió que dicha prohibición no puede tener el carácter de penalidad o proscripción perpetua para los hijos, por actos formalmente ajenos a ellos e imputables a sus padres.

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Mario Fuentes Destarac

CELAC: aspiraciones versus realidades

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se constituyó en diciembre de 2011, en Caracas, Venezuela, como un organismo regional alternativo a la Organización de Estados Americanos (OEA), integrado por los países latinoamericanos y caribeños, que excluye a Canadá y los EE.UU., cuyo objetivo es promover la integración y desarrollo de los países miembros. Con motivo de la fundación de la CELAC, el ex-Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, afirmó que la misma debía ser un escudo protector contra la injerencia de las grandes potencias y convertirse en un cortafuego contra la “locura imperial”. Asimismo, Chávez dijo que la OEA llegaría a ser reemplazada y la calificó de organismo obsoleto para promover el desarrollo económico y combatir los problemas sociales en América Latina. La Declaración de Buenos Aires, de 111 puntos, emitida el 24 de enero de

2023, con la que concluyó la VII Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la CELAC, en relación a los derechos humanos (DD.HH.), la democracia y el Estado de Derecho, expresa: “Remarcamos nuestro compromiso con la democracia, la promoción, protección y respeto de los Derechos Humanos (…) y reiteramos (…) nuestro más firme compromiso con la preservación de los valores democráticos y con la vigencia plena e irrestricta de las instituciones y del Estado de Derecho en la región; el acceso a las funciones públicas y su ejercicio; y el respeto a las facultades constitucionales de los distintos poderes del Estado y el diálogo constructivo entre los mismos; la celebración de elecciones libres, periódicas, transparentes, informadas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; la participación ciudadana, la justicia social y la igualdad, la lucha contra la corrupción, así como el respeto a todos los derechos civiles y políticos reconocidos en los instrumentos internacionales aplicables”.

Sin duda, el compromiso de la CELAC en torno a la “promoción, protección y respeto de los derechos humanos”, contrasta con las denuncias de sistemáticas violaciones de DD. HH. en contra de los regímenes autoritarios de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia, cuyos gobiernos, irónicamente, suscribieron la Declaración de Buenos Aires.

MARIO A. GARCÍA LARA

Amnesia económica

LAS POLÍTICAS PROTECCIONISTAS Y FISCALMENTE IRRESPONSABLES

DEJARON LECCIONES QUE CONVIENE RECORDAR

Hace pocos años se daba por sentado que el libre comercio entre países era un ingrediente básico de la receta para la prosperidad de los países. Hace poco existía una especie de consenso entre los encargados de la política económica y los propios políticos respecto a que la libre determinación de los precios en el mercado, a partir de la competencia, era la mejor vía para lograr la más eficiente utilización de los factores de producción. Hace apenas unos años se valoraba enormemente la existencia de un banco central que pudiera defender la estabilidad de precios sin injerencia de los intereses cortoplacistas de los políticos. Hace una nada, se entendía que los déficits fiscales elevados y el despilfarro en el gasto gubernamental causan un daño enorme a la sostenibilidad del crecimiento económico.

Hoy, en cambio, no solo en nuestro país sino que alrededor del mundo, parece estarse expandiendo un sín - drome de amnesia económica que está haciendo olvidar a los líderes políticos, a los votantes y a los propios encargados de las políticas públicas, los costos que en el pasado ocasionaron las medidas económicas miopes, populistas e irresponsables. Esa amnesia está generando una peligrosa simpatía hacia políticas proteccionistas que obstaculizan el libre intercambio de bienes entre los países y empobrece a sus habitantes; está haciendo que se olvide que los precios tope solo generan escasez y reducen la productividad, afectando a los más pobres; está induciendo a que las injerencias politiqueras menoscaben la capacidad de los bancos centrales para regular las tasas de interés o el tipo de cambio; y, está alimentando una perniciosa tolerancia hacia el gasto público desmedido y los déficits fiscales crecientes.

La amnesia económica proliferante abona un campo fértil para las propuestas populistas (de izquierdas y derechas) que prometen el paraíso a fuerza de acciones económica y fiscalmente irresponsables. Ahora que entramos a una campaña electoral, es necesario recuperar la memoria económica para no caer en las tentaciones electoreras que ofrecen regalar dinero, subsidios, becas, adoquines, polideportivos y láminas a cambio del voto. Ofertas que amenazan con sacar de cauce a las finanzas públicas.

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