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HELMER VELÁSQUEZ Nomenclaruta militar pide clemencia
Hace ya algún tiempo que eso de liberar a viejos jerarcas militares, responsables de graves crímenes contra la humanidad, se ha impuesto a esta sociedad, aquello va contra toda lógica y es abierta violación del ordenamiento jurídico-procesal vigente. Los convenios internacionales en materia de Derechos Humanos se han ido colocando en viejas cajas de cartón en sótanos judiciales y de Exteriores. Huelen a moho y olvido. La increíble práctica “jurídica”. Amaño judicial, para bien decir, inicio con el convicto Efraín Ríos Montt: este condenado por genocidio y delitos de lesa humanidad, a ochenta años de prisión. La Corte de Constitucionalidad “anuló” la sentencia y obligó a realizar nuevo juicio, en su parte sustantiva. Producto de aquella maroma, la parca llegó por el reo, antes que la justicia. Era el año 2013: votaron a favor de esa decisión Héctor Pérez Aguilera, Alejandro Maldonado y Roberto Molina Barreto. Mauro Rodríguez Chacón y Gloria Porras, se opusieron. (Plaza Pública 20-5-13).
Fue un escándalo nacional e internacional, que no paso del gruñido. El General murió en manos de la justicia, así se dijo en su oportunidad, la oligarquía nacional le salvó de ir preso, la sentencia pervivirá en la historia: culpable. Otros orates, fueron liberados -de juicio- por su propia condición senil: Generales Mejía Víctores y López Fuentes. En estos días, un círculo de la nomenclatura militar responsable por violación, tortura y desaparición forzada; delitos probados en juicio y sentenciados por ello, piden clemencia y a través de sus defensores pretenden -contra todo el ordenamiento jurídico nacional- que se les libere. Estos mismos reos, en cuerda separada son procesados por genocidio. No obstante, ello la corte de Constitucionalidad actual, “recomendó” al tribunal de segunda instancia, que previamente denegó el arresto domiciliar a estos reos militares: “basado en la gravedad de los delitos cometidos” que entre a conocer de nuevo la solicitud, y atendiendo la “recomendación” del tribunal constitucional, otorgue a los reos medida sustitutiva a la prisión y se les envíe a casa. Esto pese a no tener asidero legal y a la delictiva conducta de los militares en contra de la humanidad y la familia Molina Theissen. No cabe duda, vivimos una ofensiva en contra de la justicia. Una peculiar alianza Oligárquico-mafiosa determina quién va a prisión y quién queda libre.
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El régimen para operar se soporta en decisiones antojadizas, viola su propia ley. Así, pretende liberar a la vieja y criminal nomenclatura militar, para quedar bien con poderes oscuros y por la misma razón, encarcela defensores de libertad y derechos.
Fernando Gonz Lez Davison
Para entender mejor a China (II)
Xi Podr Llevar La Paz Porque
LE CONVIENE TENER UN MUNDO
SIN GUERRAS PARA MANTENER LOS LOGROS DE SU SOCIEDAD.
El papel de mediador de China es interesante pues recién lo hizo entre Irán y Arabia Saudí al anunciar el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas tras años de enfrentamientos, ya en estado de guerra indirecta. Irán y Arabia Saudí anunciaron el viernes el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas, rotas por Riad en 2016 tras el asalto de la Embajada saudí en Teherán por parte de una turba de iraníes. “La República Islámica de Irán y el Reino de Arabia Saudí han decidido reanudar sus relaciones diplomáticas y reabrir sus embajadas en dos meses”. El enfrentamiento de ambos estados tuvo repercusiones en los conflictos regionales en Siria, Líbano y Yemen. Xi Jinping también ha presentado un plan de paz para acabar con la guerra en Ucrania, pero Putin replicó que no ha llegado el tiempo. Empero, Xi planea visitar Moscú para que Putin recapacite y considere las virtudes del Derecho Internacional, y también va a conversar con Zelenski de su plan. Todo ello se traduce en una China que no busca el conflicto sino todo lo contrario. En su discurso de hace unos días, el líder chino pidió “mantener alta la bandera de la paz” y “practicar el multilateralismo” en su asunción a su tercer mandato. Lo que él quiere es bajar la presión de Estados Unidos respecto de Taiwán (que fue parte de China hasta fines del siglo XIX cuando la cedió a Japón por la fuerza; y que en 1949 fuera ocupada por las tropas chinas de Chiang Kai Chek al huir de China de Mao). El nuevo ministro de Exteriores chino expresó que: “No debe repetirse en Asia una crisis como la de Ucrania”, en referencia a que pueda repetirse en Taiwán: el ministro Qin Gang advierte que, si “EE UU no pisa el freno” en su estrategia de contención contra China, habrá enfrentamiento sin duda. Eso es lo que Xi quiere evitar, mientras su sueño es el gran rejuvenecimiento de la nación china hacia 2049. Sin embargo, hay autores de occidente que buscan la manera de echar gasolina a la posible guerra con Estados Unidos, debido a la declaración de amistad sin límites de Xi con Putin, al afirmar que la confrontación mundial enfrenta a autocracias (China, Rusia, Irán, Corea del Norte y sus aliados) contra las democracias (Estados Unidos, la OTAN, Japón, Australia y sus aliados, donde no entran Arabia, Emiratos Árabes y otros aliados). Esa contradicción no es tal sino un pretexto para expandir la OTAN en beneficio de las industrias bélicas de sus estados miembros. Biden y sus halcones quieren confrontar a China sin entender las consecuencias tenebrosas de la guerra nuclear.
Mar A Jos Vidales
POR ELLO, RESULTA NECESARIO
DESCUBRIR UNA MIRADA AÚN MÁS
PROFUNDA, LA DE OTRO SER QUE ES SUPERIOR
Hace unos días pude participar en una conferencia sobre el impacto que tienen las redes sociales en la formación del pensamiento. Nos presentaron algunos rasgos que definen un entorno virtual que ha impactado negativamente en la vida de muchas personas, principalmente los más jóvenes. Entre las distintas explicaciones sobre este impacto, me llamaba la atención la existencia en este entorno de interpretaciones que no son verdaderas, sino formas de responder a nuestros deseos más personales, entre ellos, nuestro deseo de ser alguien “ante los demás”.
El ser humano se construye bajo la mirada de otros, ya lo decía hace algunos años la antropóloga Sherry Turkle. La mirada de los demás nos afecta enormemente, hasta el punto de influir en nuestro comportamiento y en muchas de las decisiones que tomamos. Sin embargo, parece necesario reflexionar para aceptar que la mirada de los demás no nos define, ni tampoco debe conducirnos hacia donde no queremos ni debemos ir. Pensar que nuestra realidad puede y debe variar conforme a la aceptación que conseguimos en un entorno virtual, donde podemos ajustar, superficialmente, algunos de nuestros principales rasgos identitarios (como, por ejemplo, el rostro), es un engaño que no nos puede conducir hacia la felicidad.
Con esto no pretendo decir que la visión que los demás tienen de nosotros sea irrelevante o que no aporte algo a nuestro conocimiento personal; al contrario, gran parte de este conocimiento depende ciertamente de la visión que tienen quienes nos rodean. Sin embargo, lo que sí me gustaría expresar es que esta visión de los otros no construye ni define nuestra identidad, nuestro ser personal. Según mencionaba un filósofo español, la persona se define porque es poseedora de un mundo interior que no es visible desde fuera, de un mundo que solo ella conoce, y nadie más que ella, si no quiere darlo a conocer.
Es cierto que en muchas ocasiones no nos vemos o no nos sentimos como nos gustaría ser, y en esos momentos las miradas y acompañamiento de quienes tenemos alrededor pueden servirnos de impulso para seguir adelante. Sin embargo, no deberíamos de aceptar cualquier mirada, cualquier opinión o sugerencia que nos lleve a apartarnos de la realidad, de nuestra realidad personal, aparentemente imperfecta, pero llena de sentido.
Por tanto, ¿qué miradas son las que realmente tendrían que influir en nuestro comportamiento habitual y en nuestras decisiones más importantes? Pienso que únicamente tendrían que importarnos las miradas de quienes nos conocen más profundamente, y quienes quieren nuestro bien.