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Tapachula de Córdova y Ordóñez, Chiapas, Lunes 23 de Octubre de 2023
Proteger Datos Bancarios, Clave en Finanzas Sanas Si bien la llegada de la tecnología ha facilitado la vida de la mayoría de las personas, sin duda nos debe poner en alerta para evitar caer en fraudes o estafas en el uso de diversos servicios
financieros. Para el blog financiero del banco BBVA, existen cuatro datos bancarios que se deben proteger con gran seguridad y cuidarlos en todo momento: usuario y contraseña de tu banca móvil, el Número de Identificación Personal (NIP) de cuatro dígitos con el que haces retiros de tu tarjeta, los datos y 16 números de tus tarjetas, así como los códigos de seguridad de tu token (código para validar operaciones digitales). Juan Luis Ordaz Díaz, director de Educación Financiera de CitiBanamex, considera necesario seguir algunos pasos para protegerse ante fraudes cibernéticos que puedan surgir al usar herramientas tecnológicas que nos facilitan la vida.
Una de las primeras medidas que sugiere es la de tener cuidado con los mensajes falsos. Recalca que las instituciones financieras en ningún momento envían correos electrónicos o mensajes de texto para solicitar datos personales y confidenciales como contraseña, token NIP o el Código Valor de Validación o Verificación (CVV), que por lo regular aparece atrás en la tarjeta. Ordaz Díaz advierte que, de ocurrir esto, es importante que el usuario no responda y se comunique con el banco para reportar esa situación. Si debes acceder al portal de internet de tu banco, el experto de CitiBanamex recomienda revisar a detalle la dirección de la página que aparece en el navegador y que coincida con la que quieres visitar. “Si la dirección te parece sospechosa, no ingreses información en ningún momento”, nos sugiere. Para realizar compras en línea o acceder al portal de internet de tu banco, lo recomendable es utilizar siempre tu propia conexión. Diversos expertos coinciden en que es necesario evitar realizar operaciones a través de una red WiFi pública, pues consideran que hay riesgo de que el tráfico pueda ser interceptado por el administrador de la red o cibercriminales. Otra sugerencia del blog de BBVA es que, si vas a realizar compras en línea, emplees la tarjeta
digital en lugar de la física, la cual es ofrecida por distintos bancos, pues “ofrece un CVV dinámico y hace más seguras las transacciones”. Ordaz Díaz plantea, además, actualizar las contraseñas financieras cada determinado tiempo y anotarlas en un lugar seguro, donde sólo el usuario tenga acceso a ellas. Al crearlas, propone que se formen con “diferentes tipos de caracteres (letras, números y signos), para que sean más complejas y difíciles de descifrar”. Otra herramienta que nos ayuda a proteger los datos es la activación del servicio de notificaciones. El director de Educación Financiera de CitiBanamex indica que se puede solicitar el servicio a las instituciones para que te avisen de las compras realizadas con tus tarjetas vía un correo electrónico o mensajes de texto. Por otro lado, el blog de BBVA recomienda no permitir que te aborden sospechosamente en la vía pública para ofrecerte tarjetas o que pagues servicios, pues requerirán tus datos y que les dejes copia de tu tarjeta. Por último, sugiere no abrir correos sospechosos ni acceder a links que parezcan anormales, pues puede ser un programa informático que busque robar tu información. Sun
La Paradoja de Estados Unidos
Talya Iscan
¿Pacificador Mundial o Intervencionista Incesante?
En el complicado tablero de ajedrez de las relaciones internacionales, Estados Unidos se ha movido con destreza, presentándose como un pacificador mundial mientras continúa interviniendo en asuntos que van más allá de su vecindario. La última manifestación de esta paradoja es su respuesta a la cruenta guerra en Israel, donde desde el primer día no dudó en tomar partido y ofrecer apoyo militar, incluso enviando barcos a una región ya de por sí volátil: el Medio Oriente. Pero esta no es la única ocasión. Recientemente, Estados Unidos mostró un interés inusual en el Cáucaso, interviniendo junto con Francia en un movimiento que dejó tras de sí sombras de visiones colonialistas con el fin de entrar a la región. Eso se mostró un narrativo pro-armenio bastante sesgado e injusto contra Azerbaiyán en su lucha por su integridad territorial, a diferencia del caso de Ucrania, donde sí se apoyó su causa incondicionalmente. Paradójicamente, tras medidas antiterroristas de Azerbaiyán, Estados Unidos adoptó una postura de condena difamatoria. Esto nos lleva a cuestionar: ¿cuándo se convirtió Estados Unidos
en el juez moral del mundo? Es esencial recordar que Estados Unidos ha sido un ferviente usuario de la retórica antiterrorista. Sin embargo, su participación en la guerra de Irak, presentada como legítima, desafió incluso las recomendaciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, al que pertenece. ¿Cómo conciliamos esta retórica con la realidad? La falta de perspicacia estratégica de Estados Unidos se hace evidente en su respuesta a la guerra en Ucrania. Estados Unidos se ha autoproclamado protagonista de esta guerra proxy, reviviendo la retórica de la Guerra Fría y aumentando la escalada de la industria armamentística. Ha estimulado a Europa a invertir más en infraestructura militar, fomentando una nueva carrera armamentística. Europa sólo aumentó en un 0.5%, y en ese contexto, a Estados Unidos le convenía crear más escenarios beligerantes en Europa del Este. Posteriormente, hizo lo mismo en el Cáucaso y, además, en el Medio Oriente. No sólo para asegurarse de que hubiera desestabilización en la región, sino también para hacer que Europa dependiera más del poder militar y de los recursos, obligándola a sumergirse en una economía de guerra, como si estuviéramos reviviendo los tiempos de conflictos unipolares.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la inflación en Estados Unidos aumentó abruptamente, alcanzando un 8.1%. ¿Las causas? Los altos precios de la energía, perturbaciones persistentes en la cadena de suministro y una escasez de mano de obra. Estos factores han golpeado duramente los bolsillos de los estadounidenses, encareciendo no sólo los combustibles, sino también los productos básicos, lo que impacta de manera significativa en la calidad de vida de la población. Pero la inflación no es la única preocupación en el horizonte. La guerra en Ucrania ha añadido una nueva capa de complejidad a la situación económica de Estados Unidos. La escalada de los precios de la energía y los alimentos, en parte derivada de este conflicto, ha agravado aún más la situación. En tiempos de incertidumbre financiera y polarización antes de las elecciones de 2024, Estados Unidos busca adoptar posturas radicales como parte de su discurso político.
Genera polarización tanto en casa como en el mundo, aparentemente para desviar la atención de su inestabilidad interna y para establecer su dominio al inmiscuirse en asuntos ajenos. Enmascarado bajo discursos de democracia e institucionalización se esconde el intervencionismo de Estados Unidos, cuyos intereses han estado principalmente centrados en dominar y fomentar un negocio de guerra y la venta de armas en beneficio propio. En la política internacional, las apariencias pueden ser engañosas. Estados Unidos puede presentarse como un pacificador, pero su historial de intervencionismo no puede ser pasado por alto. Es hora de analizar la ficción y la realidad de su papel en el mundo y cuestionar cuál es el precio que pagamos por esta dualidad. Sun