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Irán y sus Aliados Frente al Conflicto en Gaza e Israel

Dada la relevancia que este tema tiene para entender la lógica detrás de la respuesta israelí tras los atentados del 7 de octubre, hoy hablo del eje proiraní, o como es conocido en Teherán, “el eje de resistencia”.

Primero, Israel e Irán son los mayores rivales en Medio Oriente; libran desde hace años una guerra de “baja intensidad” (cada vez menos baja) y actúan continuamente para contenerse o, abiertamente, golpearse. Esto conlleva al menos dos vetas, la nuclear, y la actividad regional iraní, es decir, la red de actores estatales y no estatales aliados de Irán, cada uno con características y metas propias, así como rivalidades, no solo con Israel sino con otros países o actores.

La conexión entre Irán y Hamás nació casi por casualidad, después de que Israel decidiera en

1992 deportar a más de 400 miembros y líderes de Hamás a Líbano. Irán y Hezbollah acogieron a los deportados brindándoles entrenamiento militar en Líbano. También los financiaron con

Mauricio Meschoulam

una suma de 50 millones de Dólares al año, que continuó siendo proporcionada incluso después de que los miembros de Hamás regresaron a los territorios ocupados (Barel, 2023). Esto creó dependencia económica y militar de Hamás para con Hezbollah e Irán, pero no confianza ideológica o solidaridad religiosa. En 2013, Hamás apoyó a la rebelión siria contra Assad y esto le distanció de Irán. No obstante, posteriormente Hamás se reconcilió con Teherán y Hezbollah, y, unidos esencialmente por la lucha contra Israel, hoy esa agrupación conforma uno de los pilares del eje de resistencia proiraní. Además de Hamás y la Jihad Islámica, Irán ha conformado una red de milicias que operan en Siria e Irak, las cuales también han sostenido ataques hacia las tropas estadounidenses en la región, ataques que hoy han escalado. En el mismo eje proiraní están los rebeldes houthies en Yemen. Pero de todos los actores que conforman la red, Hezbollah es probablemente el mayor pilar. Se trata de una agrupación libanesa chiíta fundada, financiada, armada y entrenada por Irán. Sin embargo, Hezbollah es una organización compleja. Su brazo armado, con lazos documentados con el crimen organizado, por ejemplo, en América Latina, ha cometido una importante cantidad de atentados terroristas, y en 2006 sostuvo un largo enfrentamiento contra Israel. Al mismo tiempo, la rama política de esa organización compite en elecciones en Líbano y forma parte del parlamento.

Hezbollah es la agrupación percibida en Israel como su mayor amenaza inmediata. Por ahora, ésta ha decidido intervenir en el conflicto solo mediante intercambios de fuego con Israel relativamente limitados. Pero hay otros factores que podrían restringir sus acciones. Esto incluye la desaprobación que hay en Líbano acerca de la posibilidad de ser arrastrados a un enfrentamiento con Israel, o bien, otros como la disuasión que ha ocasionado la presencia incrementada de Washington en la región. Por encima de todo, está el mensaje que Israel está enviando y que, por lo que parece, tanto Hezbollah como Irán están recibiendo, al menos en parte.

Es decir, independientemente de la crítica global que ha suscitado la ofensiva israelí sobre Gaza, para el establishment de seguridad de ese país, era fundamental restablecer su proyección de fuerza, especialmente en contra de sus enemigos mayores. El desenlace, sin embargo, no está aún definido. Por ahora, Irán y sus aliados han evaluado implementar una estrategia de intervención limitada con el único objetivo de que Israel no pueda estar concentrado exclusivamente en su frente de Gaza, pero hasta ahí. No obstante, hay muchos factores que aún podrían hacer escalar esos otros frentes, especialmente en el caso de Hezbollah. Sun

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