PERIODISMO CATÓLICO; FE QUE SE HACE CULTURA No. 1284 / $13.00
16 de febrero de 2020 / AÑO 25
observacatholic
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DE CAMINO
TEMA DE LA SEMANA
JAIME SEPTIÉN
Foto: SichiRi en Pixabay
El campo, un gran olvidado del desarrollo sustentable
Págs. 3-6
ENTREVISTA
PENSABA QUE TERMINARÍA CASADA CON UN NARCO, PERO DIOS LA ELIGIÓ MÓNICA LEHDER
P. 10 y 11
El reloj sigue su marcha
N
os encontramos, según un panel de científicos atómicos, a 100 segundos del Apocalipsis. El llamado Reloj del Día del Juicio Final está agotando la espera de la hecatombe. Y el hombre sigue derecho por el camino equivocado. Una de las grandes deudas de la humanidad es el cuidado del campo. Somos tan brutalmente inconscientes que tratamos a las áreas rurales y a los hombres y mujeres que en ellas sobreviven con desprecio y maligna indiferencia. Pero son ellos los que producen nuestros alimentos. Es como si esperáramos la carta de aceptación para un trabajo y pidiéramos que el cartero no nos la llevara a nuestra casa; que la dejara donde quisiera dejarla. Hace un poco más de un siglo las áreas rurales eran el orgullo de un país. Ahora son las chimeneas y las computadoras. Podemos hacer muchas cosas virtuales, pero no hay alimento virtual que nutra nuestro cuerpo. Este año la ONU invita a todos a tomar conciencia de la pobreza rural, la que arrastra la sociedad global como un pecado. Nosotros, como consumidores, podemos contribuir a enfrentar la pobreza rural con dos sencillas acciones: premiando a los productores honestos y consumiendo productos de la región cada vez que se pueda. Es parte de la «conversión ecológica» que los católicos estamos obligados a cumplir si de verdad creemos que los bienes tienen –como en efecto lo tienen—un destino universal.