Suplemento MIEM 2017

Uruguay crece, se consolida y se prepara para el futuro Montevideo, viernes 17 de noviembre de 2017. Suplemento de 12 pรกginas

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EL OBSERVA DOR • MIEM

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Entrevista con la Ing. Carolina Cosse

“Dar oportunidad para que sea visto ese Uruguay joven e innovador” L a ministra de Industria, Energía y Minería analizó la experiencia que está viviendo en la segunda edición de la Semana de la Industria, de qué forma ve su ministerio en la actualidad y cómo lo encuentra en los múltiples temas que aborda diariamente

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ué les movió a impulsar la Semana de la Industria, una actividad que en apenas un año generó tanta expectativa?

Esta actividad tiene como finalidad encontrar espacios de reflexión con la mayor participación posible de todos los actores y de gente calificada en sus diversas áreas de actuación sobre los cambios que tienen que darse en la industria en el Uruguay y que ya sucedieron en el mundo. Lo que estamos planteando no es lo que va a suceder, sino que se trata de experiencias que ya se registraron y lo único que hacen en el mundo es seguir evolucionando o revolucionándose a sí mismas en los cambios. Uruguay tiene su forma particular de hacer las cosas. Considero que los uruguayos somos personas que digerimos los temas y finalmente encontramos los caminos, y lo que estamos tratando de hacer desde el Ministerio es un aporte para encontrar esos

Al MIEM “lo veo consolidado, con un gran equipo de trabajo” caminos. La Semana de la Industria la organizamos por primera vez en 2016, este año tenemos la segunda edición y es nuestra aspiración que esta actividad se pueda extender en el tiempo, para que vayamos contrastando sobre cómo va cambiando nuestra realidad, en qué vamos avanzando y qué otros nuevos temas debemos afrontar para seguir creciendo. ¿Qué dejó la primera edición de la Semana de la Industria y qué cambiaron para la segunda?

Lo primero que dejó esa edición inaugural fue que nos vimos el rostro todos los que estamos preocupados y ocupados por el futuro de la industria. Esa fue una sensación notoria y explícita en algunas mesas.

Existe como una falsa dicotomía, al menos lo veo así, anterior a esta revolución de los industrialistas y quienes no son industrialistas, y ahora se trata de un tema de sobrevivir. De lograr una sustentabilidad profunda y de no desperdiciar nada de nuestra actividad. De hecho, tratamos de DEPARTA MENTO DE PRODUCCIONES ESPECIALES

gunos aún no, pero todos deben intentarlo y para ello cuentan con este ministerio para animarse a meterse en temas peliagudos de las ciencias y estoy segura que muchos les vamos a ayudar.

Ing. Carolina Cosse, Ministra de Industria, Energía y Minería

mirar todo el esquema productivo y ver qué podemos aprovechar del desarrollo del turismo, por ejemplo. Se trata de desarrollar capacidades humanas, no importa en qué. El objetivo es que se desarrolle la gente, con buena educación, con exigencias de niveles de calidad de servicios, porque eso empuja hacia una actitud y en definitiva ese es el objetivo del desarrollo industrial: mejor bienestar. Eso fue lo que dejó la primera Semana de la Industria.

Ahora, ya en la segunda edición hemos ido por más. Hay asuntos que ya no se discuten ni hay que poner sobre la mesa, porque se entiende que la industria cambió, la industria 4.0 ya no pasa por algo que se puede ver como una locura de unos pocos sino que está instalada y se desarrolla en el mundo. Y ahora nos estamos planteando nuevos desafíos. Por ejemplo, el lunes en la primera charla, una sicóloga planteaba la necesaria revisión que tendremos que hacer en el tema de trabajo, en cuanto a lo que es su valor de mercado y su valor estratégico.

Solo ese punto da para conversar largamente y con mucha gente.

El lunes, también, ya estábamos planteando cuestiones en el marco regulatorio que, por ejemplo, tiene que ver con más libertad.

La libertad siempre la pienso en un marco de responsabilidad, que es en el marco de la democracia esencialmente. Vengo de un área de actividad que naturalmente se orienta a los resultados y consi-

dero que la fuerte orientación a los resultados es algo sobre lo que tenemos que trabajar mucho en todas las áreas, porque no es solo lograr la meta sino también cómo llegar a ella y eso viene ligado con más libertad para los trabajadores, con esa responsabilidad, la de los resultados. También vamos por ahí, y sobre eso se empezó a hablar ayer.

Son temas profundos.

Sin dudas, pero no vamos a poder pasarnos un par de años con estos

“La Semana de la Industria intenta encontrar espacios de reflexión” temas. No sé cuánto tiempo necesitaremos para profundizar de verdad en estos asuntos. Por esa razón es tan importante el apoyo a emprendedores, porque a veces hay que tener procesos inductivos en lugar de llegar a partir de un razonamiento general y empezar a aplicarlo. Considero que hay que abrirles oportunidades a aquellas personas que están con ganas de hacer cosas nuevas. Por suerte son muchas y debemos brindarles oportunidades para configurar un trabajo. Dar oportunidades.

Desde que estoy aquí he aprove-

chado un desarrollo que hizo el ministerio en el período anterior para reconvertir algunos programas, y la verdad es que hay un Uruguay que convive con lo que nosotros creemos que es el Uruguay joven, innovador. Tenemos que dar oportunidad que sea visto ese Uruguay joven e innovador, porque opera como ejemplo.

Una palabra que se escucha en los protagonistas de la industria es innovación y educación. ¿Ahí está el foco de la Semana de la Industria?

Sí, y procuramos hacerlo en un sentido profundo. Eso lo hemos intentado con Manuel Sánchez y el equipo de trabajo, armando mesas que tengan una participación diversa, porque consideramos que educación no es ANEP. Educadores somos todos, y hay diversos temas en la sociedad que debemos atender entre todos. Hay 70.000 familias colgadas en UTE. Ese para mí es un indicador y llamador social que me impulsa a pensar en la integración de una agenda social y productiva. Debemos integrarlas y no generar una agenda social para resolver problemas de la agenda productiva.

Por otra parte, aquí no se trata de investigación aplicada sí, investigación básica no; innovación sí, investigación no; competitividad sí… considero que es un todo. Que no hay ciencia mejor que otra, es ciencia y hay que promover la enseñanza de los fundamentos.

Muchos docentes se animan, al-

¿Cómo observa al Ministerio de Industria, Energía y Minería en la actualidad?

Lo veo consolidado con un gran equipo de trabajo. Seguramente porque tuve la oportunidad de conocer a la gente. No sé si cambió la forma de trabajar, pero sí los conocí más. Eso es seguro. También, algo más me han conocido ellos. Realmente considero que está consolidado como equipo de trabajo y se han superado ciertos aspectos que son altamente valorables como aquello de que estos son temas de Energía, estos de Minería y estos otros de Pymes. Se acabó ese escenario. No están planteados más así o al menos no me los plantean más de esa forma. Existe más

“Abrir oportunidades a personas con ganas de hacer cosas nuevas” colaboración. Es un ministerio que está lleno de profesionales y técnicos jóvenes y muy capacitados, con los que hemos encarado asuntos complicados en equipos grandes, multidisciplinarios.

Estoy contenta con la forma de trabajar, igual la realidad nos desafía todos los días.

Además el país les ha planteado grandes desafíos.

Y considero que hemos respondido a la altura integrándonos a otros equipos de trabajo en el gobierno.

Esa es la forma de trabajar. El otro día comentábamos desde un punto de vista teórico la importancia de la enseñanza de la multidisciplina en los organismos de educación, que ya se hacen en muchas partes del mundo y se toma el diseño como un pretexto para eso. Es uno de los valores institucionales importantes el hecho de coordinar, sentarse a trabajar en la misma mesa. Parece de perogrullo, pero es muy difícil de lograr por aquello de las chacras. No obstante, creo que eso el gobierno lo está logrando.

MIEM (Suplemento Especial de El Observador) • Producción comercial: Julio César Denegri • Producción periodística: Luis Eduardo Insaurralde • Maquetación: Fernando Cortés • Impresión: Imprimex D.L. 11.186 - Edición amparada Decreto 218/96

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El Dr. Ing. Guillermo Moncecchi brinda una mirada de Uruguay en un tema clave

Industria e Inteligencia Artificial L a aplicación de inteligencia artificial a la realidad excede a las TICs, y podría decirse que se trata de una nueva aproximación a los problemas Inteligencia Artificial e Industria

Por Dr. Ing. Guillermo Moncecchi*

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oy parece que todo el mundo está hablando de Inteligencia Artificial como algo nuevo (y, para algunos, amenazante). Sin embargo, no lo es: acuñado el término en 1955, ha ido, con el paso de los años, cambiando. Una especie de blanco móvil. El hombre que inventó el término, John McCarty, lo definió como “la ciencia y la ingeniería de hacer máquinas inteligentes”, lo cual no es un gran progreso, no tenemos tampoco una definición clara de lo que es inteligencia.

Igual no importa. La definición que prefiero (hay muchas) es la que dice que un agente (simplificando un poco, una aplicación, como las de los celulares, o un dispositivo, como una máquina de cosechar manzanas) es inteligente si es capaz de percibir su entorno y tomar acciones que maximicen su probabilidad de éxito. ¿Qué quiere decir percibir el entorno? Nuestra aplicación o dispositivo tiene que poder, de alguna forma, “ver” lo que pasa a su alrededor. La aplicación del celular tiene muchas formas de ver: a través de los sensores del propio celular o de su GPS puede saber, por ejemplo, exactamente en qué lugar del mundo se encuentra, o cuántas veces giramos el dispositivo, o cuántas veces cambió su altura; una página web puede conocer la historia de búsquedas que hemos hecho o los mensajes que nos han gustado; la cosechadora de manzanas puede medir el color de la fruta, o su tamaño; y así. Por eso entender cómo funcionan los sensores es tan importante para la inteligencia artificial: porque son las formas que tienen los agentes de saber qué pasa. Cuando ponemos sensores en el río Santa Lucía para medir las concentraciones

Dr. Ing. Guillermo Moncecchi, subsecretario de Industria, Energía y Minería

de diferentes químicos, estamos percibiendo el entorno. Para que un robot se vuelva “inteligente” y no solamente repita una serie de pasos predefinidos, necesita sensores para percibir su entorno.

Esa percepción viene en forma de datos. ¿Qué quiere decir tomar acciones que maximicen su probabilidad de éxito? Una aplicación que nos dice dónde estamos a través del GPS no es inteligente (al menos con lo que hoy entendemos como inteligencia artificial; recuerden que es un blanco móvil): simplemente está leyendo un sensor.

Una aplicación que calcula la mejor ruta a destino, teniendo en cuenta embotellamientos en el camino y estimando velocidades de circulación, sí lo es. Cuando Amazon nos sugiere libros que nos pueden gustar, está siendo inteligente, porque maximiza sus chances de tener éxito (vendernos un libro, claro). Si la cosechadora

logra determinar que una manzana está madura, a partir de atributos como color, textura, o presencia de manchas, está siendo inteligente.

La definición de Inteligencia Artificial, como decía, es bastante difusa, y bastante cambiante… y es probable que sea bueno que así sea. Definitivamente, es un concepto en construcción, y admite diferentes aproximaciones (desde la matemática, la ciencia de la computación, la lógica, la biología… por nombrar algunas).

Cuando se habla de inteligencia artificial en los medios, en general se refiere a una de sus subramas (seguramente la que hoy en día es la más importante, y a la que pertenecen todos los ejemplos que he dado hasta el momento): el aprendizaje automático. Aquí sí hay una definición clara, más operacional que cognitiva: la de Tom Mitchell en su libro de 1997: un programa de computadora aprende cuando su comportamiento en

cierta tarea mejora cuanto más experiencia tiene.

Un programa, entonces, aprende si mejora con la experiencia.

Un programa que busca la mejor ruta en un mapa de acuerdo a las distancias recorridas aplicando el más complejo de los algoritmos, siempre da el mismo resultado: no está aprendiendo porque no mejora con la experiencia. Si ese programa puede recolectar datos de mis viajes, y mejorar sus predicciones de mejor ruta, entonces sí, aprendió algo. Es muy importante entender esta diferencia, porque es ahí donde está el salto cualitativo. Todos sabemos a esta altura que estamos rodeados de datos, y sobre todo que estamos generando datos todo el tiempo.

Solamente aquellos programas que aprendan con la experiencia harán uso de esos datos. Decir que recolectamos datos no nos convierte en una smart city. El asunto es qué hacemos con ellos.

En el año 2009, una compañía de alquiler de películas (que luego se transformaría en una plataforma online) dio un premio de un millón de dólares a un grupo de programadores que logró subir un 10% su capacidad de recomendar películas a usuarios, a partir de recomendaciones anteriores propias (¡datos!) y de otros usuarios con intereses similares (¡más datos!).

Indudablemente, una de las claves del éxito de Netflix (porque esa era la compañía), o de cualquier compañía de streaming o de ventas por internet tiene que ver en gran medida con su capacidad para recomendar los mejores productos de acuerdo al perfil del usuario.

Por ese motivo es que les interesa tanto nuestra opinión, porque sus algoritmos aprenden con la experiencia.

Lo que interesa destacar del ejemplo anterior es que Netflix no es una compañía que hace software. Es probable que la inteligencia artificial pueda cambiar (y de hecho lo está haciendo) a cualquier industria, a cualquier profesión, a cualquier trabajo.

Hace no mucho conocí la experiencia de una empresa (muy grande) vinculada al mundo de la energía que había cambiado radicalmente su estrategia, incorporando métodos para, a partir de sus propios datos y los de sus clientes, tomar mejores decisiones y, sobre todo, anticipar cambios y comportamientos. Probablemente el cambio más general que ha traído la inteligencia artificial a la industria es que ha incrementado radicalmente las capacidades de predicción, a partir de datos (existentes o generados).

Indudablemente, ha sido gracias a las TICs que estas áreas se

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han desarrollado muchísimo en los últimos cinco o 10 años, al menos comparado con los anteriores 50 (la historia de la inteligencia artificial, sus idas y venidas, sus inviernos y sus empujes es digna de ser contada, pero excede el alcance de este artículo). La asombrosa curva de crecimiento de las capacidades de comunicación y procesamiento en el período, y la tremenda cantidad de datos disponibles, fueron factores clave para ese desarrollo, y probablemente lo sean aún más en los próximos años.

Pero la aplicación de inteligencia artificial a la realidad excede a las TICs, y podría decirse que se trata de una nueva aproximación a los problemas.

Una hoja de ruta para Inteligencia Artificial en Uruguay Desde el Ministerio de Industria, Energía y Minería, y en el marco del Plan Nacional de Transformación Productiva y Competitividad, estamos planteando hacer, entre todos los actores, una hoja de ruta para el desarrollo de la Inteligencia Artificial en Uruguay.

La industria de las TICs se ha desarrollado vigorosamente, generando un ecosistema innovador, con fuerte vínculo entre academia e industria.

Parece ser el entorno ideal para crear nuevas empresas, para mejorar las que tenemos, y para

La inteligencia artificial y la industria, un camino a profundizar

desarrollar todo el sistema productivo. Así de ambicioso.

Estamos trabajando en eso, con algunas líneas estratégicas de guía, porque debemos necesariamente preguntarnos cuál es la posición que queremos ocupar en el futuro (como lo hicimos antes con las energías renovables, o con el desarrollo de las telecomunicaciones): un lugar que elijamos nosotros mismos, a partir de nuestras fortalezas, y de medidas concretas que ayuden a construirlo.

Aquí solo algunas líneas en las que estamos trabajando:

● Mejorar la comunicación entre los diferentes actores que estudian el tema, desde diferentes puntos de vista (matemáticos, informáticos, neurocientíficos, psicólogos, biólogos...). En Uruguay existe ya una cantidad interesante de investigadores académicos en el tema, y una cuantas empresas. Es fundamental integrarlos. ● Extender la formación a etapas educativas más tempranas (enseñanza secundaria, técnica y, probablemente, primaria). La educación en ciencias es clave, porque provee los fundamentos

para que la industria crezca. ● El desarrollo cultura abierta: prácticamente todas las empresas de internet han liberado como código abierto (es decir, que cualquiera puede utilizar, inspeccionar o cambiar) sus bibliotecas de aprendizaje automático; las modificaciones están disponibles rápidamente, y los avances en el área se reportan en general en medios de acceso libre. Esto es, todo lo que el mundo está haciendo hoy en software de inteligencia artificial, está disponible por Internet. El aporte de la sociedad

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civil puede resultar invalorable en el fomento de esa cultura. ● Puente academia-empresas parece un factor clave para el desarrollo. Debemos potenciar la articulación académico/público/ privada (fundamental para el impulso de esta industria), siguiendo experiencias exitosas previas, como la de la industria de las TICs. ● La existencia de empresas públicas sólidas y con equipos profesionales consolidados permitirán (como lo han hecho antes) que actúen como motores de desarrollo, al menos en las primeras etapas. ● Este fenómeno es mundial, y aquí las barreras físicas no existen.

Esto no es nuevo: varias empresas uruguayas (de diferentes tipos y tamaños), así como muchos profesionales, trabajan para el exterior, con las credenciales que le da la reconocida formación que tienen.

En esa línea, debería fomentarse el desarrollo de empresas (de hecho, ya existen varias) que “vendan” inteligencia artificial, como productos y como servicios a industrias existentes, locales o internacionales.

Estamos convencidos que la ola actual de inteligencia artificial es grande, y, aunque incluya muchas palabras vacías, dejará consecuencias. Mucho del futuro depende de que sepamos, o no, incorporarla a nuestra matriz productiva. La industria del futuro es inteligente, o no es. *Subsecretario de Industria, Energía y Minería

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Entrevista con la Directora Nacional de Energía

“Salimos al mundo y no tenemos que presentar a Uruguay; ya nos conocen” La Ing. Agrónoma Olga Otegui destacó que en las misiones al exterior “no necesitamos decir dónde está el país en telecomunicaciones y en energía”, y consideró que es un orgullo que eso suceda, porque eso permite “que seamos un país atractivo para las inversiones”

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a Semana de la Industria para nosotros es como una semana de festejos, en la que de alguna forma podemos mostrar hacia afuera del ministerio cómo venimos trabajando en esa conjunción de objetivos que tenemos en común y no compartimentado, como en algún momento sucedió. Actualmente trabajamos sobre el concepto de que todas las áreas nos potenciamos unas a otras”, comenzó explicando a El Observador la Ing. Agrónoma Olga Otegui, Directora Nacional de Energía, sobre esta instancia tan especial y con valor agregado por su propuesta, que desarrolla por segundo año consecutivo el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) y, al mismo tiempo, la forma en la que trabajan en la cartera.

La Directora subraya un concepto que considera importante en el camino que están recorriendo, porque esta exposición en esta semana “es una gran oportunidad para mostrar esa visión estratégica

“Hace muchos años que venimos trabajando para mejorar las tarifas” del ministerio” para el gran público, y destacó que es fundamental expresar “hacia dónde vamos y cómo tenemos una visión integral del ministerio, alejados del concepto de actuar separado y por sectores”.

Consultada sobre los planes y evolución que observó en su área, explicó que el tema energía “es un factor fundamental en el desarrollo productivo y social, porque la energía es un derecho”, definió, y puntualizó: “Esta transformación energética que venimos haciendo con una estrategia que lleva ya más de 10 años, permite ver resultados que hoy están a la vista literalmente porque vamos por cualquier ruta del país y lo podemos apreciar.

Esa transformación que profundizamos en el sector energía se ve y ahora lo que queremos en estos días es que pueda contribuir a la transformación productiva de todo el sector industrial. Es un desafío y tenemos todos los elementos para que se pueda ir concretando”.

Considera la Ing. Agrónoma Otegui que Uruguay tiene toda la infraestructura para avanzar en el rumbo que se trazó. “Actualmente tenemos energía suficiente. Pode-

dónde está en energía. Es relevante que eso suceda y destaca el camino recorrido. Además, y eso se puede comprobar en números, somos ejemplo en muchos casos en América Latina en materia de energía, y por cómo hemos incorporado los procesos para llegar a este nivel.

La energía como parte de un todo, que destacan a Uruguay por sus características en cuanto a la educación, democracia, estabilidad legal y normativa. Todo eso hace que seamos un país atractivo para las inversiones”.

El futuro

La Ing. Agrónoma Olga Otegui destacó el valor agregado que brinda Uruguay en materia energética

El futuro y el transporte eléctrico La Ing. Agrónoma Olga Otegui puntualizó que en el MIEM tenían “algunos debes”, sobre los que en este período están trabajando. Uno de ellos es la eficiencia energética en el sector residencial. También están haciendo un fuerte impulso y actuando con otras instituciones, codo a codo dentro del Poder Ejecutivo, explicó, para desarrollar el transporte eléctrico. “Es el área en la que queremos aplicar mayores esfuerzos por el hecho de que la oferta de energía que que tenemos actualmente nos permite cambiar, porque pasamos de ser un país importador de energía, para transformarnos desde ya hace tres años en un país exportador de energía.

Eso implica que tenemos energía y lo que debemos buscar es generar una demanda genuina. El transporte

eléctrico es una demanda genuina que permite complementar esa oferta y demanda. Evidentemente se plantea un desafío muy importante, que trasciende el sector energético”, subrayó.

Considera que cambiar el transporte implica realizar transformaciones en aspectos ambientales, lo que definió como “una gran responsabilidad” y destacó que el país siempre “trabajó en ese Uruguay sostenible” Entiende la Directora del MIEM, que de alguna forma, salvando las diferencias, se puede llegar a trazar un paralelismo entre el cambio de matriz energética que se proyectó hace 10 años y el transporte eléctrico que se plantea para la próxima década. “Creo que se puede pensar como el desafío que tuvimos hace 10 años incorporando las energías renovables. El desafío del transporte es muy importante, pero también nos

tiene que ayudar la tecnología y los costos, porque son aspectos que no podemos controlar”. ¿Cómo observa la evolución del MIEM en los últimos años? “Se produjo un cambio radical en los últimos 15 años. Un cambio radical que se puede ver en cifras desde cantidad de funcionarios que trabajan en el ministerio hasta los presupuestos. Muchas veces éramos como la cenicienta del presupuesto de los ministerios. Hoy ya no lo somos porque asumimos el rol de un ministerio importante, que ha cambiado su cantidad de funcionarios, por ejemplo. También es muy importante que ha cambiado el posicionamiento y reconocimiento que tiene el ministerio en todas sus ramas en las decisiones políticas del país”.

mos tener distintos mecanismos que permitan que esa energía en cantidad y calidad ayude a contribuir en las transformaciones de la industria. A eso estamos apostando. Trabajamos para eso”, subrayó.

agua y eso nos daba una vulnerabilidad en costo, y también una vulnerabilidad muy grande en cuanto a crecimiento del país.

Actualmente salimos al mundo a vender a Uruguay diciendo a cualquier industria: ‘Usted puede instalarse en Uruguay porque hoy se instala y también hoy tiene toda la energía que necesita’. Así lo estamos haciendo en las distintas misiones con las que recorremos otros países. Lo hacemos con esa mirada de que Uruguay está pronto, y que tiene todas las capacidades, toda la infraestructura ya no solo energética, también en telecomunicaciones y en todo lo que refiere a combustibles líquidos, que permiten que las industrias

puedan instalarse en Uruguay y puedan tener esos energéticos para mejorar y crecer en sus servicios y productos”.

Respecto a cuál es la respuesta de los empresarios cuando reciben información para instalarse en Uruguay, donde disponen de todo lo necesario para desarrollar su industria, expresó: “La respuesta la da la cantidad de industrias que se han instalado, por un lado, y la otra respuesta es que nosotros salimos actualmente al mundo y en muchos aspectos no tenemos que presentar a Uruguay, ya nos conocen. Eso nos tiene que hacer sentir orgullosos, porque cuando salimos no necesitamos decir dónde está Uruguay en telecomunicaciones y

“¿Uruguay? Ya nos conocen” Consultada acerca de dónde está posicionado Uruguay hoy en materia de energía, dijo: “En un lugar muy distinto a lo que sucedía hacía 10 años atrás. Hace una década teníamos una situación muy vulnerable y eso hacía que pudiéramos tener una situación de riesgo importante ante determinadas situaciones climáticas.

Dependíamos claramente del

Cuando se proyecta a los próximos años, la Directora Nacional de Energía, valora el hecho que “por suerte plantea muchos desafíos”, algo que considera “es bien interesante para los que estamos trabajando aquí y contribuyendo a pensar en lo que vendrá”.

“Hay un futuro que debemos tener claro que es ya. Las transformaciones y la tecnología avanzan

“La transformación energética tiene una estrategia que lleva ya más de 10 años” muy rápido, pero también debemos pensar a largo plazo porque corresponde. En el sector energético las planificaciones siempre son a largo plazo debido a que las infraestructuras son caras y se deben planificar de esa forma, pero hay otros cambios tecnológicos que implica que rápidamente tomemos decisiones.

En lo que refiere a innovación y tecnología en informática y cómo podemos aplicar estas tecnologías en la industria y en el uso eficiente de energía, el tema es inmediato, es ahora. Porque todo lo que gira en torno a redes inteligentes, es algo que viene rápido”.

Puntualizó que el ministerio tiene distintas líneas para trabajar.

“Hace muchos años que venimos trabajando para mejorar la calidad y las tarifas, por esa razón Uruguay es pionero en América Latina en tener tarifas multi horario. Eso implica utilizar eficientemente la energía”.

En cuanto a la eficiencia energética en la industria, reconoció que trabajan en el sector para que los servicios de la industria “implementen eficiencia energética, con el uso responsable y sostenible de nuestros recursos”.

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Segunda edición de la Semana de la Industria

Una mirada a la industria del futuro L a actividad organizada por el MIEM tiene como objetivo presentar la educación y el empleo para las próximas generaciones

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a Semana de la Industria es un espacio de divulgación e intercambio de ideas acerca de las nuevas tecnologías y las tendencias productivas y sociales de la cuarta revolución industrial”. Con esa frase el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) presentó la actividad que culmina hoy tras una semana que estuvo pautada por una agenda variada y con actividades en distintos puntos del país.

El cierre del programa coincide con el Día de la Industria, que se celebra todos los 12 de noviembre, y le da marco a la semana en la que el MIEM muestra los temas que le importa promover, difundir, desarrollar y trabajar con una mirada hacia el futuro. Por esa razón, el foco está puesto en actividades sobre educación y empleo. ¿Cuál es el objetivo de la Semana de la Industria? El evento busca ser un punto de encuentro para empresarios, profesionales y trabajadores del sector industrial, así como para la ciudadanía en general, en especial emprendedores y jóvenes, protagonistas principales de la industria del futuro. Entre los objetivos se encuentra la pro-

moción de la adaptación del tejido industrial nacional a las últimas innovaciones tecnológicas, explicó el Ministerio en su página web.

Las actividades de la Semana de la Industria tuvieron lugar entre el lunes y hoy en diferentes puntos del país y la asistencia es libre y gratuita.

La primera edición de la Semana de la Industria se realizó en 2016 y a partir de la experiencia recogida, la organización decidió realizar un pequeño giro. El año pasado realizaron más de 20 actividades en todo el país. Para la edición de 2017 programaron menos actividades, y se concentraron en temas cuyo punto de partida se produjo en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), lugar que surge como la referencia en materia de innovación y de calidad.

La inauguró la Ing. Cosse La Ing. Carolina Cosse fue la encargada de realizar la apertura de la Segunda semana de la Industria que se abrió en el LATU. Esta actividad estuvo centrada en la educación para la industria del futuro. Posteriormente avanza-

En el Latu se abrió la segunda Semana de la Industria

ron con el calendario previsto que se desarrolló entre el martes y hoy.

La agenda incluyó la siguientese actividades: Hacia un polo tecnológico nacional, que tuvo lugar el martes en Rivera y la actividad giró en torno a expe-

riencias exitosas en Uruguay y Brasil; Robotización e innovación en la industria alimenticia, en un evento que tuvo lugar en Nueva Helvecia sobre experiencias muy interesantes que ocurren en Uruguay; entrega del Premio Nacional

de Eficiencia Energética; Cuarta revolución industrial: nuevos desafíos productivos, que tuvo lugar en Antel y que consistió en una actividad que se desarrolló durante todo el día con una temática sobre las nuevas tecnologías vinculadas a la producción, para la que llegaron expositores de diferentes países de América.

La programación de la Segunda Semana de la Industria se cerrará hoy con dos actividades, una en Paysandú, que se iniciará a la hora 8.30 y que gira sobre la “Energía para el desarrollo sostenible-III Foro Ciudades”, y uno de los momentos más emocionantes se producirá en el LATU hasta donde llegarán estudiantes de UTU de Melo y Treinta y Tres para hacer una capacitación. Con el objetivo de sensibilizar a este grupo de adolescentes acerca de lo que se viene en el futuro laboral, realizarán una vistia a los laboratorios del LATU. Entre los expositores en esta Segunda semana de la Industria están Michael Härtel (Alemania), Gustavo De Elorza (Argentina), Raúl Katz (Estados Unidos) y Mónica Casalet (México), además de autoridades nacionales.

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Leonardo Loureiro, Presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información

Internalización, innovación y hacer crecer los mercados internacionales El principal de CUTI explicó que están trabajando en esos tres pilares, y que ponen especial énfasis en sus programas para brindar a los jóvenes distintas alternativas de capacitación para que se preparen y a su vez encuentren distintas formas de inserción laboral

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eonardo Loureiro, Presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), brindó su mirada en torno al presente y futuro de la organización que dirige.

“La Cámara en este momento está abocada a tres grandes objetivos: 1) la internalización, porque cada vez tenemos que estar con mayor foco en los países más avanzados y eso se vio reflejado en los números. Hoy, según cifras de 2016, indican que exportamos el 58% a Estados Unidos, lo que significa que el incremento de facturación es notorio y que

logra variar el curso en ese sentido, dijo: “Con mucha difusión, explicar que uno tiene muchas posibilidades en un sector muy dinámico y que son el futuro. La mejor forma de atraer a los jóvenes es mostrándole las cosas fantásticas que se pueden hacer y mostrando qué es la industria del futuro. Porque el futuro va a ir por la inteligencia artificial, la robótica, impresoras 3D, la biotecnología. Al final son muchas las áreas de actividad económica que requiere la tecnología de la información”.

Consultado sobre la actividad que organiza esta semana el

“Trabajamos para que los jóvenes tengan alternativas de capacitación”

“Revertir la tendencia de que las mujeres no estudian ciencia y tecnología”

hemos tomado foco en Estados Unidos. También en la actualidad exportamos a Japón y Suiza, que son mercados exigentes y que demandan tecnología de alto nivel. 2) Hacer crecer los mercados internacionales y trabajar mucho con todo tipo de empresas, de las grandes a las pequeñas, que generen un ecosistema y dinamismo que permita que eso se concrete.

3) La innovación. Por más que somos una de las industrias más innovadoras del país, seguimos con una fuerte apuesta y haciendo un conjunto de actividades para que este aspecto no decaiga y que se transformen en parte del ADN de

Leonardo Loureiro, Presidente de CUTI

las empresas uruguayas”, resumió el Presidente de la CUTI. Atento al futuro, Loureiro explicó que en algo en lo que la Cámara trabaja particularmente desde el año pasado es en distintos programas para apuntalar la capacitación de los jóvenes, para que puedan contar con un “mayor número de interesados en desarrollarse en la industria. Obviamente para ello deben capacitarse, pero es muy importante que se entusiasmen y que vean que se puede hacer, por eso estamos impulsando ese tipo de actividades de sensibilización”.

CUTI está trabajando con el Plan Ceibal a través de un programa que se llama Jóvenes a programar, está analizando con

Inefop un programa de mayor alcance, al tiempo que, según explicó Loureiro, apoyan una iniciativa de incorporar una academia virtual internacional a la UTU que se dictará en seis centros.

“Estamos trabajando activamente para que los jóvenes tengan distintas alternativas de capacitación y a su vez buscando distintas formas de inserción laboral”, subrayó.

¿El futuro?

Ante la consulta de lo que se viene, Loureiro fue muy directo: “Lo más importante es la formación. Tener cada vez más talento. Cuando hablo de formación me refiero al

sentido amplio, porque necesitamos más doctores, más másters, más ingenieros. También necesitamos la participación de gente de otras áreas del conocimiento como escribanos, sicólogos, médicos, contadores, economistas. Muchas de nuestras empresas emplean profesiones de ese estilo, pero no para lo que se considera el trabajo natural de esas profesiones”.

También el Presidente de CUTI planteó una inquietud. “El otro fuerte foco está puesto en revertir la tendencia de que las mujeres no estudian ciencia y tecnología. ¿Por qué sucede? No hay una respuesta concreta, pero debemos buscar torcer esa tendencias”.

Consultado acerca de cómo se

Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Loureiro destacó la importancia de esta segunda edición.

“Este año se puso un fuerte foco en un tema en el que estamos nosotros. Como Cámara estamos congratulados que exista una semana como la que plantea el Ministerio en coordinación con varias organizaciones”.

Acerca de cómo evalúa la gestión con del MIEM, explicó que tienen una relación “muy fluida”, que acaban de cerrar una misión a Estados Unidos en conjunto con el Ministerio y que tienen “una agenda en particular común”.

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La historia del Ministerio de Industria, Energía y Minería

De sus orígenes a comienzos del siglo XX a estos 110 años de plena vigencia A lo largo de su recorrido, el MIEM que nació como Ministerio de Industrias, Trabajo e Instrucción Pública, fue viviendo diferentes etapas de transformación y se adaptó a las exigencias de cada época, hasta que en 1991 recibió la estructura y denominación actual

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a idea de la creación de un Ministerio de Industrias no surgió de la nada, no fue una idea que nació por generación espontánea a principios del siglo XX. Fue la culminación de todo un proceso de acción y de pensamiento que respondió a las necesidades de esa época en la que los organismos que hasta ese momento se encargaban de las mismas cosas, y tenían los mismos o parecidos cometidos ya no eran suficientes. Es necesario pues rescatar del olvido todo un período institucional y productivo anterior que puso los cimientos ideológicos sobre los que se edificó

El MIEM cambió cinco veces de nombre, en 1911, 1935, 1967, 1974 y 1991 el actual ministerio. Para que en la actualidad haya un Ministerio de Industrias antes de su creación debió haber, y de hecho lo había, un desarrollo industrial, más o menos importante, por lo que es necesario hacer una breve reseña de la actividad industrial desde el comienzo de los tiempos hasta la creación de ésa, y la actual Secretaría de Estado. Remontándonos en el tiempo hasta donde nuestros conocimientos lo permitan, iremos tejiendo el tapiz de la historia de la actividad industrial en el Uruguay y de los organismos, oficiales o no, creados para su promoción y control”. Así resumía sus comienzos

que es hoy ha sido en respuesta a los desafíos que en cada una de sus etapas históricas le ha impuesto el desarrollo de la economía y de la sociedad uruguaya”, destaca la publicación que resume los comienzos de la institución que está celebrando sus 110 años de la creación.

Del Ministerio a este MIEM En 1907, cuando se creó este Ministerio a partir del de Fomento de 1891, su denominación era la de Ministerio de Industrias, Trabajo e Instrucción Pública, y entre sus

Sede del Ministerio de Industria, Energía y Minería

el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) en una publicación especial que realizó en el marco de la celebración del 100° Aniversario de su creación.

En la misma publicación, destaca “no podemos tener cabal conocimiento ni comprensión de la historia y de las tareas encomendadas al actual Ministerio de Industrias, Minería y Energía si no conocemos el desarrollo industrial del país a lo largo de su historia y de los organismos que, antes de 1907, controlaban esan actividades productivas. Es por ello que, a pesar de que como hemos señalado, formalmente serán 100 años (en 2007) de una parte de la historia del país, ello no es óbice para que tengan cabida,

es más, es necesario que la tengan, sucesos que anteriores a 1907 son imprescindible consignarlos para una mejor comprensión del tema central, pues si bien es cierto que el impulso creador e industrializador uruguayo es anterior al actual Ministerio de Industrias, ni hoy se los puede, ni en el futuro se los va a poder concebir si no es formando un todo, un conjunto integral en el que el uno no puede existir si no lo es en función del otro. Hoy (hacía referencia en 2007) no se puede pensar en el Ministerio sin la industria, pero tampoco se puede pensar en el desarrollo industrial sin el ministerio.

La conformación institucional del Ministerio de Industrias, Mi-

nería y Energía es el resultado de los cambios, transformaciones y exigencias que se han ido dando en el transcurso del tiempo a partir de aquel novel Ministerio de Industrias Trabajo e Instrucción Pública creado en 1907, que además tenía a su cargo y se ocupaba de la Ganadería y de la Agricultura. La creación de aquel primer Ministerio fue consecuencia del incremento que la actividad industrial estaba teniendo en la República desde el final de la última guerra civil con la Paz de 1904 y de la proyección que el gobierno batllista quería darle a esa rama de la actividad como motor del desarrollo del nuevo país que tenía en mente. Su evolución hasta convertirse en la estructura

el primer ministerio fue consecuencia del incremento de la actividad industrial competencias además tenía a su cargo en direcciones específicas: la ganadería y agricultura, la policía sanitaria animal y la inmigración y colonización.

En 1911, pasa a ser Ministerio de Industrias, Trabajo y Comunicaciones. Nueva reorganización ministerial y en 1935 se ocupa de Industria y Trabajo, hasta que en 1967 pasa a ser Ministerio de Industrias y Comercio.

En 1974 se lo vuelve a reorganizar pasando a ser Ministerio de Industrias y Energía, y en 1991 recibe su estructura actual y pasa a denominarse Ministerio de Industrias, Energía y Minería.

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Washington Corallo, Presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay

“La industria de hoy no es la de 1970, la actual debe ser moderna” El titular de la CIU expresa que se debe pensar en “una industria disruptiva en todos los aspectos que atañen a la tecnología, una industria que no va tanto en la cantidad de gente empleada sino en la calidad y en la innovación de los productos”

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o existen países desarrollados sin una industria eficiente, moderna y activa. Para tener países activos y dinámicos, hay que tener una industria activa y dinámica”, reflexionó Washington Corallo, Presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), acerca de la industria en la actualidad.

Corallo, que desde hace tres años es Presidente de la CIU, institución que en 2018 celebrará sus 120 años, explicó la importancia de celebrar esta Semana de la Industria. “Ló-

importante”. Además, Corallo explica que ve en el presente “luces y sombras”, destaca que hay aspectos positivos, pero no quiere dejar de marcar que existe cierta incertidumbre entre los actores del trabajo y los empresarios.

“En estos tiempos es muy difícil planificar a largo plazo porque el mundo cambia rápidamente. Obviamente una inversión como la de UPM es bienvenida dentro de los parámetros que pueda significar el aporte para el trabajo uruguayo, pero me gustaría que se siguiera

“En estos tiempos es difícil planificar a largo plazo por los cambios”

“La industria es la que paga los mejores salarios del país, salvo la informática” Washington Corallo, Presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay

gicamente la industria de hoy no es la de 1970, la industria actual debe ser moderna, pensando en una industria disruptiva en todos los aspectos que atañen a la tecnología, una industria que no apunta a la cantidad de gente empleada sino a la calidad y a la innovación de los productos, en los emprendedores en el concepto moderno de derechos-obligaciones, y también en otro concepto que es sostenible a las empresas. Esto quiere decir: crear empresas, generar emprendedores y dar un marco cuantitativo y cualitativo en aspectos técnicos y de mano de obra que permitan que las mismas se desarrollen”.

El Presidente de la CIU hizo particular hincapié en el valor de

la industria, porque “es la que paga promedialmente los mejores salarios del país salvo, por estos días, la tecnología de la informática”.

Considera que los tiempos actuales exigen modernización y actualización y lo resume de la siguiente forma. “No es lo mismo una persona que manejaba un tractor hace 40 años al que lo maneja hoy, o la que manejaba una máquina hace cuatro décadas a una máquina a control numérico, con integración de datos, impresión 3D, o la propia robótica. Hoy el mundo requiere visión y emprendedurismo y, al mismo tiempo, eso requiere un apoyo del gobierno en las leyes de la competitividad para que más industrias se radiquen en

el país y puedan tener acceso a otros mercados desde Uruguay”.

Mirada actual Corrallo tiene una mirada crítica sobre la actualidad en Uruguay.

“La Cámara va a cumplir 119 años, es una institución muy antigua, y desde hace muchos años nuclea la principal fuerza industrial y productora del país. Lamentablemente la industria no tiene el peso que logró hace 30 años atrás, ni siquiera el peso de hace unos pocos años. Hemos visto que en los últimos tiempos la industria ha perdido puestos de trabajo, porque las condiciones no han sido favorables. De cualquier manera, dentro

del escenario negativo, de tres años atrás, hoy estamos empezando a ver algunas luces en el futuro que nos permiten vislumbrar que algunos sectores de la economía, en la parte industrial, comienzan a tener alguna mejoría y esperemos que con las futuras medidas -que se anuncian y que estamos esperando- mejore la competitividad, como la baja de las tarifas tanto para la energía eléctrica como combustibles. También estamos insistiendo con la posible rebaja de los aportes patronales, que es un impuesto al trabajo y es un impuesto que no favorece a las empresas. Creemos que todo eso es clave para la industria del futuro y para que podamos celebrar los 120 años con un crecimiento más

profundizando más en las leyes, particularmente en los conceptos modernos sobre la legislación laboral. Sería conveniente tener una legislación laboral que permita que los funcionarios puedan establecer las pautas que mejor les convengan para trabajar de común acuerdo con las personas que dan el trabajo, una pauta moderna, dinámica, que sea proactiva. Lo que buscamos es que se generen puestos de trabajo y que la relación entre los que dan el trabajo y quienes trabajan sea una relación moderna, de diálogo, de permanente innovación, de buscar también el aporte a las tecnologías y el conocimiento que cada una de las partes tiene que dar para lograr cada vez un país más industrial”.

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Ing. Fernando Fontán, Presidente del Laboratorio Tecnológico del Uruguay

“Uruguay debe redoblar su apuesta por la calidad y por la innovación” El MIEM viene marcando un camino muy claro por dónde viene la oportunidad de desarrollo en Uruguay, y el LATU –como actor principal– asume un rol protagónico, que lo avala su historia, su aporte y como proveedor de confianza en las relaciones comerciales

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l LATU va rumbo a sus 53 años y está posicionado como un referente en sus funciones, como proveedor de confianza en las relaciones comerciales desde las dimensiones en las que está ubicado: por sus evaluaciones de la conformidad de sus clientes, por sus servicios de análisis y ensayos, como garantes en asegurar que las mediciones sean confiables en Uruguay por la vía del rol que tenemos en metrología científica, industrial y legal”, explicó el Ing. Fernando Fontán, Presidente del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), sobre la labor que desarrolla la organización que encabeza y que fue la anfitriona de la actividad inaugural de la Semana de la Industria.

con MGAP, que lidera el proceso, Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias, Instituto Nacional de Carnes, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación y nosotros, una agenda en temas de investigación que hacen a lo que son potenciales riesgos que puede encontrar la producción de alimentos del país en su inserción en el mundo. No estamos resolviendo problemas, porque la producción uruguaya tiene niveles de calidad muy altos, sino que estamos viendo riesgos a futuro. Allí generamos un ámbito y se logró una convocatoria, que avanza bien, para que investigadores trabajen en ese menú de temas de inocuidad que se entienden son demandas de la industria.

¿Con ese rumbo recorrió el camino siempre?

Desde su creación, LATU fue pensado para apoyar a los exportadores en su inserción internacional por medio de ayudarles a evidenciar la calidad de lo que producen y

¿Cómo imagina LATU en el futuro?

Como garante de la calidad en esos procesos de interacción comercial, en los que ayuda al que va a posicionarse o al que tiene que traer al país algún producto de los que corresponde a las competencias del LATU demostrar que lo está haciendo bien. En eso somos claros que las demandas van a ser crecientes. Probablemente en el mundo veamos cambiar las barreras comerciales y que se les dé cada vez más lugar a las condiciones técnicas de acceso a mercados. Se va a poder exigir más y si uno quiere llegar a los lugares de mejor precio la calidad será un aspecto imperativo.

Si cuando en los años 1960 se creó LATU visualizando que el mundo iba a demandar eso, hoy está más que claro que la diferencia viene por ahí y que Uruguay debe jugar a la calidad. Apostar a la calidad. Es el camino que ha recorrido Uruguay y es el que debe consolidar, y lo que está claro es que las demandas van a crecer, por tanto esa situación se transforma para Uruguay en una oportunidad, porque puede seguir diferenciándose en ese sentido. Tiene espacios para hacerlo, condiciones ambientales, conocimiento de su gente. Lo acompañaremos desde el rol que nos compete. Esa es una mirada; la otra es que para que eso sea posible hay que sumar conocimiento. No pasan las cosas por sí solas, y un desarrollo sostenible es generar una forma de interactuar con la naturaleza con el objetivo que en el balance tomemos lo mismo que dejamos, y en el futuro el que venga va a tener las mismas posibilidades que nosotros.

Cuando se habla de duplicar la producción de alimentos para 2030 también implica preocuparnos por asegurar la calidad y por intensificar sosteniblemente la producción. Esto último pasa por llevar innovación.

“La relación con el Ministerio es de plena complementación” luego a incorporar innovación y conocimiento, tecnología, buenos procesos y buenas prácticas para lograr la mejor inserción internacional posible. Ese es el cometido sustantivo y la razón de su creación.

A través del tiempo, cuando una institución va consolidando esos procesos, va adquiriendo otras funciones. Incluso al LATU -evidenciando que esas capacidades técnicas que acompañaban al sector exportador eran apropiadas para otros cometidos nacionalestambién se le confió, y lo viene realizando hace más de 35 años, el control de importaciones, en particular en control de alimentos y bebidas que llegan al país y van a los consumidores. Eso nos lleva a tener muchas relaciones con la industria, con los exportadores, porque los ayudamos a evaluar la conformidad de lo que producen y, por otro lado, los ayudamos a incorporar tecnología cuando hay oportunidad.

Marca una impronta muy fuerte.

Sin dudas, pauta una impronta muy fuerte del LATU que va en consonancia con la Semana de la Industria, con lo que impulsa el Ministerio de Industria, con lo

El Ing. Fernando Fontán preside el LATU desde abril de 2015

La Semana de la Industria “La Semana de la Industria es un hito. Además de aprovechar el simbolismo de culminar la actividad en el Día de la Industria (hoy, 17 de noviembre), tenemos una razón para generar una serie de actividades que instalan no solo en el colectivo de la industria sino a todos los involucrados, con dos valores agregados: la oportunidad de escuchar en referentes hacia dónde se va, y la otra es el encuentro. Esas actividades que se realizan esta semana son puntos de encuentro en las que convergen los actores complementarios y se está en un estado de pensamiento que condiciona el planteo de la temática

que se está discutiendo en el evento y que genera intercambio”, explicó el Ing. Fontán.

“Esta movida del MIEM por segundo año será exitosa por su forma. Porque se puede traer a una persona a hablar, pero generar una serie de acciones coordinadas durante un período de tiempo en el que la gente pone en su agenda que viene a atender esto, le da valor. La concentración de expertos para hablar sobre una temática brinda ese valor”, subrayó el Presidente del LATU. Explicó que en esta semana hay un hilo conductor y que apunta a los temas de fondo en la transformación industrial.

Dijo que “hay una agenda muy bien pensada, hay una selección muy acertada de las personas que vienen a alimentar esa agenda, y estas situaciones generan una fuerte convocatoria de todos los actores, entonces tiene el valor agregado del contenido y del encuentro. La prueba del éxito es que instala nuevos temas en Uruguay, que antes no estaban. Estos encuentros van regando y ese efecto es perdurable, por eso se destaca la evaluación tan positiva de la primera Semana de la Industria. Porque estas instancias hacen pensar y nos permiten juntar a todos”.

que promueve el sector industrial a través de la Cámara de Industrias, que trabaja con nosotros en el directorio y también siente que se debe impulsar la incorporación de más conocimiento e innovación a la matriz productiva y en particular al entramado industrial uruguayo. Una acción muy importante que materializamos este año fue la creación de una fundación de investigación y desarrollo, denominadaLatitud. Está en nuestro parque tecnológico, así enriquecemos el parque con un centro de desarrollo, investigación e innovación para la industria, complementando lo que ya está instalado aquí, donde hay numerosas empresas de tecnología. No es casual instalar en el Parque una organización de este tenor.

¿Cómo se logra eso?

Trabajando cercano con la industria y la academia, con las dos partes. De alguna forma una institución como esta tiene también un cometido de ser puente entre el ámbito de generación de conocimiento e investigación que a través de la innovación hay que llevarlo a la aplicación. Por eso la investigación e innovación van en cadena. La investigación permite crear conocimiento nuevo, valioso si se hace con sentido –es lo que sucede en Uruguay- para la resolución de desafíos. El tema es cómo se conecta, a través de la innovación, asociados a oportunidades comerciales nuevas. Porque tampoco es crear por crear porque lo que importa es identificar lo que el mundo demanda. Por eso la sensibilidad al trabajar con el sector exportador y lo que el mundo demanda.

¿Es entender las dos partes y potenciarlas?

Es de ida y vuelta, porque al trabajar con la industria para ver dónde están las oportunidades y trabajar con ellos para desarrollarlas, tenemos una mirada. Esa mirada nos permite promover demandas a los generadores de conocimiento, porque a través de los hallazgos que pueden salir de ese proceso de interacción ven las mejores oportunidades para trabajar. En este caso le puedo plantear un ejemplo interesante: una acción con el Ministerio de Ganadería, que tiene competencia en la inocuidad alimentaria en el país por la seguridad en los alimentos.

Se puso en marcha un comité de coordinación en todo lo que tiene que ver con investigación para el análisis de riesgo de inocuidad alimentaria. ¿Qué implica eso en términos sencillos? Que logramos generar interinstitucionalmente

El imperativo de estos tiempos es incorporar más innovación.