Flash Internacional (30 junio - 7 julio)

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6B EL NUEVO SIGLO l DOMINGO 30 DE juniO de 2013 l www.elnuevosiglo.com.co

EL PESO DEL INCONFORMISMO DEL PUEBLO

Brasil o los goles de la protesta ciudadana l Construir un mejor país y donde se prioricen las necesidades de los gobernados es la exigencia de los indignados brasileños

DOS SEMANAS de masivas movilizaciones, muchas de las cuales degeneraron en violencia, ha vivido el gigante sudamericano: Brasil./Foto Xinhua Por Freddy Cante (*)

C

ualquier mirada a Brasil es una vía hacia el éxtasis, en particular por la armoniosa combinación entre lo grande y lo bello: sus mujeres hermosamente corpulentas; su gigantesca porción de la amazonia; su tamaño semi-continental; su fútbol de gigantes y la grandiosidad de sus ritmos musicales. En el ámbito de lo político y lo económico (en particular en materia de justicia social y bienestar), las marcas de este gigante suramericano son más bien comparables a mediocres huellas de pigmeo. No ha cambiado significativamente la historia, pese a que en las últimas dos décadas han gobernado izquierdistas: Lula el ex sindicalista, D. Roussef la ex guerrillera. En particular se destacan dos vergonzosos indicadores, a saber: Primera, la persistente y enorme desigualdad, expresada en un índice de Gini que supera el 0.5 (entre más grande sea este índice más desigual es el país) y que, al igual que Colombia, sitúa a esta nación entre las más desiguales e injustas del continente y del mundo; segunda, la política económica de carácter neo-extractivista, que significa la exportación de unos pocas materias primas de origen mineral o agrícola, y Brasil lidera exportaciones mineras de hierro y se destaca en la producción de biocombustibles.

En Brasil, como en Colombia, y como en el resto del mundo, los espectáculos (eventos deportivos, reinados y carnavales), se presentan como unos seductores paraísos (aunque artificiosos) que, al menos por un tiempo, generan fiesta, felicidad, pasiones gregarias, esperanzas (aunque sea en el triunfo de todos modos ajeno) y, en especial, distracción de los sufrimientos cotidianos públicos y privados. Por estas semanas y al menos durante los próximos dos años, Brasil figura en la agenda deportiva mundial como anfitrión y estrella de tres grandes eventos: la Copa Confederaciones (que en estos días culmina), el Mundial de Futbol de 2014 y las Olimpiadas de 2016. Sumando estas seductoras competencias a los majestuosos carnavales (en particular el tan exclusivo de Río de Janeiro) y al atractivo turístico brasileño, los cálculos de empresarios optimistas arrojarían nada más que un derroche de toneladas de felicidad, placer, adrenalina, con su correspondiente traducción en colosales márgenes de rentabilidad económica y política. Además en Brasil el fútbol es una institución: Seguramente el público, en Brasil como en el resto del mundo, ama al fútbol porque es más transparente que el juego de la política: castiga las tácticas sucias, y porque —a diferencia de lo que ocurre con líderes políticos y económicos— los directores de este deporte son destituidos cuando pierde su equipo.

Sin embargo se está aguando el festín de Pan y Circo, pues ni los más bellos espectáculos calman necesidades básicas. Desde hace pocas semanas el mundo ve hacia las calles y plazas brasileñas y empieza a conocer la historia no oficial, y a entender la voz de los que no han tenido parte en el festín. Los pueblos y, de vez en cuando algunos deportistas, tienen la sabiduría y la habilidad política para desnudar al emperador, esto es, para mostrar las falencias del país que luce condecoraciones por ganar en eventos deportivos o, en este caso, por ser el escenario de magníficos espectáculos deportivos, eróticos y festivos. La historia deja ver los aprendizajes de sectores sociales que se movilizan contra las injusticias: algunos atletas negros norteamericanos (simpatizantes del “Black Power”) hicieron un gesto de irreverencia y rebeldía en una justa olímpica a fines de los sesentas; las Madres de la Plaza de Mayo y algunos futbolísticas críticos, señalaron al mundo los horrores de la dictadura militar en Argentina en pleno mundial de futbol del año 1978. En los casos mencionados y en otros, se destaca que los sectores críticos, inconformes y tradicionalmente excluidos de una sociedad, pueden aprovechar las oportunidades políticas y mediáticas que brindan los espectáculos para exponer al resto del mundo sus reivindicaciones y, por ese camino,

lograr una presión internacional que sirva para que sus gobernantes hagan las reformas necesarias para promover justicia y avances democráticos. La protesta brasileña es más social que política, los protestantes suelen gritar que su partido político es su patria. Pese a los tímidos amagues de violencia típicos de multitudes congregadas, se resalta el carácter no violento de las manifestaciones. En particular quedan grabados en la memoria dos gestos épicos: el de un policía que arrojó su arma al fuego, se arrodilló y se unió a la protesta social; y aquel entierro simbólico del fútbol, consistente en unos balones con un crucifijo

pintado, y sembrados en una playa brasileña. Lo que hasta el momento se ventila es que una enorme masa de la población brasileña está inconforme con sus gobernantes: no se limitan a exigir una rebaja importante en las tarifas del transporte urbano (que son muy altas) sino que, además, cuestionan la construcción de pomposos y suntuarios estadios (a la larga elefantes blancos) y, en lugar de tan cuestionable inversión, piden más inversión pública para salud y educación. También se quejan contra la corrupción de sus gobernantes. Quizás los agravios son más profundos (lo que hemos visto podría ser apenas la punta del Iceberg) y, seguramente, con menos timidez y ambivalencia que la del legendario Rey Pelé, otras luminarias del deporte y de la farándula manifiesten alguna voz de apoyo a este movimiento de inconformes. Las modernas comunicaciones (radio, televisión, internet y, en particular, las redes sociales) son la autopista por la que hoy circula la voz de los inconformes y críticos de la sociedad. Mientras que en tiempos de la Revolución Francesa los aprendizajes sociales y los mensajes de inconformidad viajaban con la lenta travesía de barcos y caballos, hoy estos se transforman en mensajes que viajan con la celeridad del sonido y con la velocidad de la luz. Casi en simultánea el resto del mundo puede al menos contemplar lo que unas personas indignadas, críticas e inconformes hacen en cualquier rincón del Planeta. A la par de los mundiales de balompié y los reinados universales hoy se presentan ante nuestros ojos las protestas globales. (*) Profesor de las Facultades de Ciencia Política y Gobierno y de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario.

Las victorias de lo Tras dos semanas de protestas, las mayores movilizaciones en dos décadas, los manifestantes ya han conseguido varias victorias. Estas son algunas de ellas. No al PEC37: La Cámara de Diputados rechazó (430 votos en contra, nueve a favor y dos abstenciones) el proyecto de enmienda constitucional PEC37, que limitaba el poder de investigación de la Fiscalía en favor de la policía federal y civil. El rechazo a este proyecto era una de las principales demandas de los manifestantes, que consideraban que favorecía a los corruptos. Petróleo x educación: Tras bloquearlo durante dos años, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto para destinar un 75% de las regalías del petróleo a educación y un 25% a salud. El proyecto deberá pasar al Senado y hay tramos

que pueden ser vetados seff, que quería 100% p Diputado a prisió ordenó este miércoles del diputado Natan D fondos públicos, en la este tipo contra un le desde que fue aproba 1988. Plebiscito para refo denta afina los detalles hacer una reforma polí en vigencia para las ele de octubre de 2014. Se no a una Asamblea Con tiempo. Mejor transporte, y des de Sao Paulo, Rio d


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