Un final alternativo

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A partir de este fragmento de la leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer, el alumnado de 4º ESO-B debe inventar un final alternativo a la historia. Se les propone que el giro se introduzca a partir del fragmento siguiente:

“Y cerrando los ojos intentó dormir…; pero en vano había hecho un esfuerzo sobre sí misma. Pronto volvió a incorporarse más pálida, más inquieta, más aterrada. Ya no era una ilusión: las colgaduras de brocado de la puerta habían rozado al separarse, y unas pisadas lentas sonaban sobre la alfombra; el rumor de aquellas pisadas era sordo, casi imperceptible, pero continuado, y a su compás se oía crujir una cosa como madera o hueso. Y se acercaban, se acercaban, y se movió el reclinatorio que estaba a la orilla de su lecho. Beatriz lanzó un grito agudo, y arrebujándose en la ropa que la cubría, escondió la cabeza y contuvo el aliento.”

FINAL 1

Había pasado una hora, dos, tres; la media noche estaba a punto de sonar, y Beatriz se retiró a su oratorio. Alonso no volvía, no volvía, cuando en menos de una hora pudiera haberlo hecho.

- ¡Habrá tenido miedo! -exclamó la joven cerrando su libro de oraciones y encaminándose a su lecho, después de haber intentado inútilmente murmurar algunos de los rezos que la iglesia consagra en el día de difuntos a los que ya no existen.

Después de haber apagado la lámpara y cruzado las dobles cortinas de seda, se durmió; se durmió con un sueño inquieto, ligero, nervioso.

Se despertó por el fuerte ruido de un rayo debido a la tormenta incesante ,aturdida fue a la cocina para beber agua.

Por el pasillo empezó a oír ruidos provenientes del baño, ruidos agudos y metálicos,temblando se acercó para descubrir quién o qué era el emisor de los ruidos.

Abrió la puerta lentamente, asustada, y esperando a un animal lo suficientemente grande como para poder matarla, al abrir, vio una simple rata intentando salir del baño.

Cuando ya bebió agua y ya iba a ir otra vez a la cama escuchó fuertes golpes provenientes de la puerta, debido a la hora que era no estaba muy segura de abrir o quedarse en silencio.

Decidió lo segundo,pasaron un par de minutos y ella pensaba qué ya se había ido, pero volvió a escuchar los mismos ruidos pero esta vez con gritos con la aparente voz de Alonso.

Beatriz se levantó lo más rápido que pudo y abrió la puerta para encontrar a Alonso desangrándose en la puerta con una aparente herida en el estómago, Bea sin saber qué hacer intentó ayudarla pero sin éxito y Alonso falleció en las manos de Beatriz. Beatriz halló su blusa liada en uno de los bolsillos de Alonso, la cúal guardó como recuerdo.

Por Álvaro Aranda Moro, 4º ESO-B

Y cerrando los ojos intentó dormir…; pero en vano había hecho un esfuerzo sobre sí misma. Pronto volvió a incorporarse más pálida, más inquieta, más aterrada. Las finas gotas de lluvia comenzaron a caer y chocaban con los cristales de las ventanas; el viento, cada vez más violento. Un pensamiento atormentaba a Beatriz, y se pronunciaba a medida que pasaba la noche.

- Debería haberme callado. No debería haberle dejado ir.

Dando vueltas en la habitación cada vez más arrepentida la joven decidió salir a buscarlo, pese a las advertencias de las señoras, para poder enmendar su error

Las nubes cubrían el cielo, ocultando la luz de la luna. Los árboles se balanceaban bruscamente, cuyas sombras eran similares a las de espíritus que intentaban atraparla. La lluvia dificultaba la visión y el camino resultaba aún más peligroso.

Un manto frío se abalanzaba sobre Beatriz. La joven llamaba con voz entrecortada y temblorosa a Alonso, una, dos, tres veces, todas en vano.

Su voz se mezclaba con el aullido del viento. Empapada por la lluvia, Beatriz, se adentraba más y más en el monte con la esperanza de salir ambos con vida de aquel lugar sombrío y peligroso.

Las horas pasaron. Al fin salió el sol. Aquella mañana los servidores, tras la ausencia de Alonso y Beatriz, buscaron durante horas a estos dos jóvenes, dando con sus cuerpos junto a la banda azul ensangrentada. Una prueba silenciosa que mostraba lo ocurrido en el Monte de las Ánimas.

Por Ángela Blanco Arriaza, 4º ESO-B

Cerrando los ojosintentódormir…;peroenvanohabíahechounesfuerzosobre sí misma. Pronto volvió a incorporarse más pálida, más inquieta, más aterrada. Ya noeraunailusión:…EntoncesBeatrizasustadayconmiedodecidiódirigirse almontedelasÁnimasenbuscadeAlonsosindecirniunasolapalabra.

Mientras tanto Alonso caminaba por el monte aterrado buscando la banda azul de Beatriz. De repente escuchó y un fuerte ruido,y aterrado estremeciendo su cuerposegiró,yviendoelhermosorostrodeBeatriz…

- Prima,¿erestú?-dijoconunnudoenlagarganta.

- Claro,Alonso.Enestemontenohaynadiemás!-exclamólajoven.

Cuando de pronto crujieron las ramas y pasos de escucharon,aterrados se abrazaron y cuando observaron se vieronrodeadosdecadáveresylascampanas delacapillacomenzaronasonar.

Pasaron cuatro,cinco y hasta seis horas llegando el amanecer fueron a casa de Alonsoadarlahorriblenoticia(…)

Por Carmen Espinosa, 4º ESO-B

Y cerrando los ojos intentó dormir…; se levantó temblando, incapaz de resistir aquel miedo,y miró hacia el monte.

A través de la niebla, vió sombras que se retorcía entre los árboles.

Eran ellos, los muertos. Los esqueletos guerreros, cubiertos de musgo y tierra, avanzaban hacia la casa.

Intentó gritar,pero su voz se perdió en la garganta. De pronto en la puerta, se dibujó la figura de su primo Alonso, el mismo que ella había enviado su muerte.

Beatriz muerta de miedo, retrocedió hasta caer al suelo.El corazón le latía descontroladamente, mientras los sonidos del monte se hacían cada vez más cercanos,más reales. Alonso se acercó lentamente,extendiendo una mano fría hacia ella.

-Beatriz, me prometiste que me esperarías -dijo, en un tono que heló su sangre.

Y entonces con un último aliento de vida, sintió como las sombras la rodeaban,arrastrándose hacia el monte, donde la eternidad de los condenados la aguardaba.

Por Carmen González, 4º ESO-B

Y cerrando los ojos intentó dormir…; pero en vano había hecho un esfuerzo sobre sí misma.

Pronto se bajó de la cama y fue en busca de un libro para conciliar el sueño, cogió el que más le llamaba la atención, volvió a su habitación y se sentó en la cama. Así pasó treinta minutos, una hora, dos, los minutos y las horas pasaban, porque la noche aquella pareció eterna a Beatriz. Cuando pensaba que estaba resultando imposible dormir, empezó a escuchar pasos y gritos cerca de la ventana de su dormitorio, se asomó y vio que era Alonso, el cual apareció con la banda azul.

Beatriz salió corriendo de su casa para abrazarlo fuertemente mientras él abría los brazos para abrazarla también. Cuando se separaron del dulce abrazo Beatriz observó que Alonso tenía rasguños y heridas en el cuerpo, por lo tanto lo llevó a casa para curarlo y desayunar juntos.

Por Elena Montero, 4º ESO-B

Ya no era una ilusión… se recostó otra vez, esta vez encendió la lámpara, para ver si esas incesantes molestias desaparecían, no conseguía conciliar el sueño, esos incesantes ruidos, movimientos, eran tan tenebrosos que no la dejaban dormir Intentó de todo, se puso la almohada sobre la cara, encendió todas las luces… Empezó a entrar viento por la ventana, pero un viento escandaloso, golpeaba los cristales, jarrones,etc Desesperada se levantó y corrió hacia la ventana, le suplicó a los ruidos que cesaran, pero estos no pararon.

Al ver que ni esos movimientos aterradores ni esos sonidos macabros cesaban, abrió la puerta de la habitación y se fue a otra, encendió la lámpara, cerró todas las ventanas con sus cerrojos y se metió en la cama, estos ruidos y movimientos tenebrosos parecieron haber terminado, cerró los ojos y por fin encontró un poco de paz.

PorIsabelSánchezBernabéu, 4ºESO-B

FINAL 7

Beatriz no pudo dormir en toda la noche, las sombras de las paredes parecían moverse, y los ruidos de la casa la hacían tener escalofríos, cuando no pudo aguantar más, decidió salir al monte a buscar el pañuelo que había perdido. Se cubrió en su capa y salió con todo el frío y oscuridad de la madrugada.

Caminó hasta el monte, sintiendo cada vez más cerca el sonido de pasos detrás de ella, aunque cuando miraba, no veía a nadie. El viento era fuerte y le parecía oír risas, susurros desde lejos, cuando llegó a la orilla del río, vio el pañuelo sobre unas piedras, pero también... una sombra que se movía entre los árboles, más alta que cualquier persona normal.

Preguntó quién era con una voz temblorosa y la sombra se acercó cada vez más rápido, y era Alonso con un aspecto extraño y loco, Beatriz se disculpó y suplicaba, pero él no decía nada y mató a Beatriz y un ganadero por la noche encontró el cuerpo de Beatriz con el pañuelo ensangrentado.

Después de aquello, el pueblo se embrujo y cada noche del mismo día cada año se escuchan gritos de Beatriz en las montañas.

Por Kaiyuan Liu Ma, 4º ESO-B

Beatriz al ver que Alonso no volvía su nerviosismo crecía a cada segundo que pasaba así que decidida salió a buscarlo,se puso su abrigo, zapatos y cogió un bolso grande con un mechero, caja de cerillas, botiquín y lo necesario para su salida y salió de su casa,los latidos de su corazón se aceleraban a cada paso que daba para adentrarse al terrible monte de las ánimas. Tiempo después seguía caminando había un gran silencio que se podían llegar a escuchar sus respiración y sus pasos que hacían eco por cada pisada que daba,al cabo de varios minutos diviso a una silueta de un hombre a lo lejos con la oscuridad de la noche y su linterna en mano para iluminar su camino se acercó a la figura que tenía similitud a la figura de Alonso pero al colocarse al lado y ver si era él, se dio cuenta que no era él era un señor mayor, este cogio a beatriz del brazo y a rastras se la llevó adentrándose al bosque y desde esa vez no se volvió a ver mas a Beatriz ni a Alonso y no hubo señales de ellos.

Por Lorena Falcón, 4º ESO-B

Beatriz estaba en estado de shock total. ¿La banda azul? ¿En su escritorio? Imposible.

Postrada en la cama, quedó todo el día allí. Cuando sus criadas le sirvieron aquella bandeja repleta de comida, viendo que no podía ni coger los cubiertos para degustar tal festín, la alimentaron Ya era media noche; su hora de dormir normalmente Cerró los ojos y cayó en un profundo sueño.

Una pesadilla.

Alonso, parado delante de su cama se reproducía en su mente mientras dormía. Abrió los ojos como platos, respirando agitada Se levantó de la cama y empezó a mirar por todas partes, en busca de Alonso... o quizás...

Algo llamó su atención. En el baño, tras la puerta, brillaba algo. Una intensa luz, color morado y azul. Se acercó a aquella blanca puerta de madera, quedándose allí delante de esta durante unos pocos minutos, debatiendo si entrar o no Tras mucho tiempo para pensar, acabó entrando. Su mano, temblorosa, se acercaba lentamente al pomo dorado. Cuando su mano tocó el pomo, lo giró. Abierta.

Entró al baño Aquel gran espejo donde alguna vez se reflejaba a Beatriz, ahora era una especie de portal, con una textura como de tela. Quedó impactada ante tal escena. ¿Un sueño? No lo parecía. No para ella al menos.

Sin pensar esta vez, entró en aquel túnel de tela; cuando lo cruzó, volvió a su baño Todo parecía igual, ¿verdad?

Inspeccionando su habitación, algo pareció aterrarle. Alonso. Él estaba ahí. Mirándola. Extrañado.

Pero más lo estaba ella. Cuando se fijó bien en él, algo la aterrorizó aún más. ¿Botones?

¿En los ojos?

¿Qué estaba pasando?

Alonso se acercó, lentamente a ella, tenía algo en la mano.

Una cajita negra con rayas blancas. En ella se encontraban unos brillantes botones, color negro, y a su lado, reposaban una aguja y un hilo blanco Sin previo aviso, Alonso le clavó aquella aguja, para luego empezar a coserle aquellos brillantes botones, sustituyendo así sus hermosos ojos.

Hasta el día de hoy, se dice, que en la que alguna vez fue la casa de Beatriz, en el baño de su habitación, si te quedabas parado durante mucho tiempo frente al espejo, se te aparecía aquel portal, atrayéndote, y una vez entrabas, tus ojos eran sustituidos por botones.

Por Lucía Caamaño, 4º ESO-B

Y cerrando los ojos intentó dormir ; Pero no sirvió de nada ese esfuerzo. Beatriz se levantó de la cama con miedo, angustia y con muy poco color en su piel, viendo que Alonso no volvía, decidió armarse de valor e ir en su búsqueda. Se puso ropa abrigada y fué al monte de las ánimas, y con una voz temblorosa intentaba chillar el nombre de su amigo

Mientras tanto, entusiasmado y feliz, llegó Alonso por otro camino a la casa de Beatriz, este se coló por la ventana para darle el lazo a su amada. Alonso al entrar en la habitación vió que Beatriz no estaba, con la cara desencajada y con una mala intuición que se apoderó de él, fué a preguntar por ella por toda la casa.

- ¿Dónde está la señorita Beatriz? -preguntó Alonso asustado

- La señorita salió hace un rato. -le contestó una asistente

Sin pensárselo dos veces Alonso cogió sus cosas y fue otra vez para el monte de las ánimas

Beatriz asustada y viendo que no encontraba ningún rastro de su primo, decidió volver a casa con la esperanza de que al día siguiente aparecería, pero cuando esta puso rumbo a su casa se cruzó con una manada de lobos rodeandola.

- ¡Fuera!-Le gritaba a los lobos. Beatriz entró en pánico al ver que los lobos cada vez estaban más cerca de ella y no podía hacer nada para que estos se alejaran, y esta decidió salir a correr hacia la cima del monte, hasta que…

- ¡AHHH!

Un chillido llegó a los oídos de Alonso, este corrió al lugar de donde provenían esos chillidos Cuando llegó al sitio, Alonso cayó de rodillas y con los ojos llorosos, al ver el cuerpo de su amada Beatriz sin vida comido por los lobos.

Alonso con rabia fue monte arriba en busca de los lobos Cuando llegó a la cima, la bruma de la noche no le permitía ver el terreno, el sonido de las ramas por el viento no le dejaba oír nada, hasta que de un momento a otro tres lobos se situaron a escasos metros de donde él se encontraba

- ¡Atacarme a mi también!- Exclamó Alonso con lágrimas en los ojos

- ¡Matarme como lo habéis hecho con ella!, si ella no está aquí yo no quiero vivir

Los lobos se fueron acercando lentamente hasta que uno se abalanzó sobre él y le mordió hasta acabar con su vida.

PorLucíaMartín, 4ºESO-B

Cerrando los ojos intentó dormir…; pero en vano había hecho un esfuerzo sobre sí misma. Pronto volvió a incorporarse más pálida, más inquieta, más aterrada. Ya no Era una ilusión, era una presencia, un alma, alguien. En ese cuarto no estaba ella sola.

Beatriz logró dormirse pero a la media hora se despertó de un portazo, busco y busco pero no había nadie y el viento no pudo ser porque no corría para ese lado. Beatriz llegó a un punto en el que no sabía lo que hacer, y de repente, Beatriz cae desmayada.

Se despertó aturdida en mitad del bosque, era todo de noche, solo estaba ella, el bosque y el crujir de las ramas de los árboles. Y al girar la cabeza ahí estaba, Alonso estaba inconsciente.

Desde esa noche nadie sabe nada de Beatriz y Alonso, se dice que sus almas deambulan por el monte de las ánimas.

Por Manuel Borrero Martín, 4º ESO-B

Y cerrando los ojos intentó dormir…; pero en vano había hecho un esfuerzo sobre sí misma. Pronto volvió a incorporarse más pálida, más inquieta, más aterrada. Ya no era una ilusión: el brusco giro del pomo, el chirriar de la puerta abriéndose, junto con el suave sonido de unos pasos sigilosos hizo que Beatriz entrará en un estado de pánico.

Beatriz aterrorizada se escondió entre las sábanas de la cama, no quería ver de qué, o quién, se trataban aquellos ruidos.

Poco a poco los pasos se sentían cada vez más cerca y se empezó a oír la brisa que corría por el pequeño hueco entreabierto de la ventana, dando un ambiente aún más tenebroso.

Los ruidos continuaban convirtiendo la noche de Beatriz en una pesadilla, acercándose el final de la noche los ruidos disminuyeron , haciendo que Beatriz se tranquilizara.

Al salir los primeros rayos del sol los ruidos finalizaron por completo.

Beatriz salió de su habitación y en el salón vió una figura la cual era la causante de la terrible noche que pasó.

Se trataba de Alonso, que había regresado del Monte de las Ánimas.

Estaba asustado por la noche que pasó fuera, pero sorprendentemente para Beatriz, Alonso estaba sano y salvo, sin ningún rasguño.

-Hola Beatriz… He pasado toda la noche en el Monte de las Ánimas y aunque pensaba que no sería una noche fácil, he conseguido recuperar tu lazo azul, eso sí, estaba bastante asustado, pero al pasar la noche me di cuenta que no había nada que tener, eran imaginaciones mías.

-¿Entonces no eran ciertos los rumores sobre ese Monte? -dijo ella con voz entrecortada, afectada todavía por los acontecimientos sucedidos horas atrás.

Por María Gómez, 4º ESO-B

Y cerrando los ojos intentó dormir ; pero en vano había hecho un esfuerzo sobre sí misma. Pronto volvióaincorporarsemáspálida,másinquieta,másaterrada.Yanoera una ilusión, veía sombras y escuchaba gemidos de dolor. Beatriz, muy asustada se metiódebajodelassábanashastaquedarsedormida

A la mañana siguiente se despertó feliz creyendo que todo había sido un sueño y Alonso nunca se fue al monte; pero a los segundos se nota algo mojado en el cuello; era su pañuelo azul ensangrentado. Rápidamente salió de su habitación a preguntar por Alonso, nadie sabía de él; al poco tiempo encontraron su cuerpo en el monte, nuncasesupocómomurió.

Hay muchosmitossobreeso,algunosdicenquefueronloslobos;otros,quefueronlos espíritus y otros, que piensan que simplemente fue un suicidio. Pero en lo que todos estabandeacuerdo,eraenquesuespírituantesdeirseledejóelpañueloaBeatriz

Por Norah López Campos, 4º ESO-B

FINAL 14

Intento cerrar los ojos pero no pudo, los sonidos para ella eran como chirrido que no la dejaban dormir oía pisadas y se imaginaba cosas así que sale de su habitación encuentra la banda azul ensangrentada y siente una fuerza irresistible que la impulsa a regresar al Monte de las Ánimas. Al llegar, descubre una cueva oculta donde encuentra la banda impoluta y un pequeño cofre antiguo. Al abrirlo, halla un pergamino que revela un mensaje inquietante donde pone que su destino estaba maldito mucho antes de nacer y que está conectada al monte. Mientras trata de entenderlo, la entrada de la cueva desaparece, dejándola atrapada en la oscuridad. Rodeada por susurros, comprende que ha despertado un poder ancestral, y que ya no podrá escapar de su propio destino maldito.

Alexander Gutiérrez Estrada, 4º ESO-B

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