SONETOS

Page 1

ALCIRA Y ese fue , el chico bipolar que hace tiempo me enamoró creo que a veces me quiere y otros no no se si página habrá que pasar . Pero de él no me olvidaré jamás porque en mi corazón se quedó de éste todavía no salió y de aquí no lo puedo sacar. Aún de él estoy enamorada es él la persona que quiero más y de la que estoy hipnotizada. Todos los días mensajes me envía diciéndome :es a ti a quien amo. Y yo : ¿serás mi novio algún día?


Un soneto me manda hacer Doña Ana. Un soneto me manda hacer Doña Ana que yo lo hago esta mañana en mi casa; y escribiendo la tarde se me pasa; para ello solo me ayuda mi hermana. Con un pantalón y un jersey de lana y con un brasero lleno de brasa, realizo el soneto de Nicolasa; que es amiga de mi tía Rosana. Pienso y reflexiono con mi perrito aquí toda la tarde trabajando, os gustará este soneto maldito. Ya queda poco para ir terminando creo que he acabado bastante prontito; Por fin me acuesto jugando y saltando.


ELIO Soneto de doña Ana. Un soneto me manda la de lengua, para el viernes lo tengo que entregar, sin darme ni siquiera una tregua y es que si no yo puedo catear. Tengo un gran aprieto para la rima, porque de las vocales no me fío, aunque le pida ayuda a mi prima tengo en la cabeza un tremendo lío. Cambiamos de sentido la poesía, cuando comenzamos con los tercetos y es como darle a esto alegría. Esto no ha acabado, esténse quietos, yo os despido con esta simpatía, lo que sería mi primer soneto.


ELISA SONETO Ese día estudiábamos poesía, con Doña Ana, nuestra profesora, mujer bien formada y trabajadora que siempre enseñaba con alegría. En la hora de mates me aburría, ¡qué lenta estaba pasando la hora! Cuando por fin llegó nuestra tutora y a contar sílabas que nos ponía. Decía:¡amo la literatura, no hay cosa en el mundo más bonita! Para nosotros era una hartura. Al final consiguió hacer más chiquita nuestra tirria a esta asignatura, escribiendo esta poesía bonita.


JESÚS La herida no sana, no cicatriza, está abierta aún, deja pasar de todo. Hay algo, algo en mi mente enfermiza que la destroza de un extraño modo. ¿Qué nombre ponerle? No hallo un apodo. Algo que se esconde y mi corazón riza. Dejarlo sería la mejor opción quizá, y enterrar ese recuerdo bajo lodo. Si me olvido de ella, podrá cerrarse y por fin podré vivir la realidad. Piénsalo, tan solo hay que valorarse. Poder sonreír sintiéndolo de verdad, tu felicidad no puede limitarse, tan solo aprovecha la oportunidad.


LORENA Un soneto me mandan escribir y en mi vida me he visto en tal aprieto. Catorce versos tengo que decir y ya he escrito uno de los cuartetos. Yo pensé que no hallara consonante y estoy a mitad de otro cuarteto; más si me veo en el primer terceto, no hay cosa en los tercetos que me espante. Y el primer terceto voy escribiendo y aún parece que acabé de empezar, pues fin a este verso estoy poniendo. Ya estoy en el segundo, y aún sospecho que estoy los trece versos acabando, contad si son catorce y está hecho.


MARIA JOSÉ Soneto Hay un cerdo amarillo volando lo miro y lo miro queriéndolo ver, sigue ahí, puesto no se quiere caer y de repente veo un pez bailando. Voy a buscar a mi amiga, saltando a su casa corro sin entender porque ya no me lo puedo creer, pero entonces la veo resoplando. Encima de la mesilla tumbada, había un rinoceronte morado comiéndose una tortilla quemada. ¡Alcira! Le grito viendo esa cosa, dame la mano, no estés asustada. Despierta; una pesadilla graciosa.


MARIA REMEDIOS Te fuiste sin decirme adiós, dejándome aquí atrás, en este lugar de sombras oscuras no tendrías que irte. Porque quedé prisionera de todos mis espantos que fueron duros y tantos, que tuve que echarlos hacia afuera. Y es tanta la furia que por mi corrió, pero se que estas en la gloria.

MARINA


Soneto. Cuando un amigo se va queda un tizón encendido que no se puede apagar ni con las aguas de un río. Cuando un amigo se va una estrella se ha perdido la que ilumina el lugar donde hay un niño dormido. Cuando un amigo se va galopando su destino empieza el alma a vibrar porque se llena de frío.


NURIA Un soneto me manda hacer Violante que en mi vida me he visto en tanto aprieto; catorce versos dicen que es soneto; burla burlando van los tres delante.

Yo pensĂŠ que no hallara consonante, y estoy a la mitad de otro cuarteto; mas si me veo en el primer terceto, no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando, y parece que entrĂŠ con pie derecho, pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo, y aun sospecho que voy los trece versos acabando contad si son catorce, y estĂĄ hecho.


SOFÍA Soneto. Toda la tarde la llevo estudiando, aquí en mi habitación bien calentita, y a media tarde me llamó mi tita, útiles consejos que me está dando. ¡Estudia Sofi, que yo estoy cantando! ¡Cómo nos gusta nuestra cancioncita¡ Cuando mañana vuelva de visita, espero encontrarte bien descansando. Por cierto haz algo bueno de comer, que tengo más hambre que un camarón. ¡Se me olvidaba! Ayer me llamó Fer. Parece ser que viene un nubarrón, yo la ropa tengo ya que recoger, porque se avecina un buen chaparrón.


MIGUEL Hoy vuelvo a la ciudad enamorado donde un día los dioses me envidiaron. Sus altas torres, que por mí brillaron, pavesa sólo son desmantelada. De cuanto yo recuerdo, ya no hay nada: plazas, calles, esquinas se borraron. El mirto y el acanto me engañaron, me engañó el corazón de la granada. Cómo pudo callarse tan deprisa su rumor de agua oculta y fácil nido, su canción de árbol alto y verde brisa. Dónde pudo perderse tanto ruido, tanto amor, tanto encanto, tanta risa, tanta campana como se ha perdido.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.