La Katana de Toledo

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Lecturas

Adolescentes

Nivel 2

Las Lecturas ELI son una serie de lecturas graduadas, magníficamente ilustradas, que van de originales historias actuales a los clásicos de siempre.

Raquel García Prieto “¡Los demonios, los demonios!” gritaba la madre de Gonzalo, en plena noche. El muchacho descubre así que unas extrañas sombras se han llevado a su padre, maestro forjador de espadas... ¡y lo buscan también a él! Va a esconderse en casa de Jorge, que es hijo del famosísimo pintor El Greco. Gracias a la sabiduría del pintor y a la valentía de Neire, se descubre que el maestro está en las ruinas del castillo y que el motivo del rapto es una misteriosa espada. Pero, ¿cómo lo salvarán sin poner su vida en peligro?

Raquel García Prieto

En esta publicación vas a encontrar: - Reportajes - Glosario con las palabras difíciles - Actividades de comprensión - Actividades DELE - Test final

La katana de Toledo

Aventura

Amor

Nivel 1

600 palabras

A1

Nivel 2

800 palabras

A2

Nivel 3

1000 palabras

B1

Original

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www.elireaders.com

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Con CD audio

Lecturas ELI Adolescentes

Temas Historia

Nivel 2

La katana de Toledo

ELE A2

Lecturas

Adolescentes


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Capítulo 1

Una muchacha misteriosa 2

La luna todavía no era completamente redonda, pero su luz permitía ver todos los detalles: el laberinto de tejados de la ciudad, las ventanas nuevas del majestuoso Alcázar*, las hojas de los árboles, el movimiento de la rueda del molino, que estaba impulsada por las aguas del río Tajo... y también los gestos de la bella muchacha misteriosa. Gonzalo y Jorge la espiaban escondidos entre los árboles. —Igual que ayer. ¿Adónde crees que lleva el agua a estas horas de la noche? —susurró Jorge. La muchacha estaba cargando agua en los cántaros que transportaba en su mula. Este era su duro oficio: subía agua desde el río hasta las casas de la ciudad, allá arriba, y por ello recibía unas monedas. Jorge la vio un día sonreír mientras daba agua a una anciana y desde entonces pensaba siempre en ella. La gente solo sabía que vivía con su abuela en el molino del nordeste*. Decían que era dulce, fuerte y trabajadora pero también Alcázar palacio fortificado nordeste lugar que está entre el norte y el este

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reservada y muy sagaz*: sabía defenderse muy bien ella sola. Gonzalo miró a su amigo y se encogió de hombros*. Se conocían desde pequeños porque aprendieron a leer y hacer* cuentas con el mismo maestro y jugaban juntos por las calles de Toledo. Ahora eran casi unos hombres y aprendían el oficio* de sus padres para sustituirlos en el futuro y tener su propia familia. Gonzalo solía ser muy alegre y revoltoso. Pero cuando pensaba en la fragua* de su padre, uno de los espaderos* más famosos de la ciudad, se sentía desgraciado. No quería pasar allí toda su vida: Toledo ya no era la capital del Imperio, el rey Felipe II con todos los nobles y ricos estaban ahora en Madrid. ¡Qué vida tan triste se imaginaba! Su futuro era golpear el acero con el martillo, seguir el monótono ritmo de aquella canción que cantaba siempre... ¡y pasar calor día tras día! Quería viajar por todo el mundo como el padre de Jorge, que era pintor de reyes y papas, que nació en Grecia, que vivió en Italia, que hablaba muchas sagaz inteligente, aguda encogerse de hombros gesto para decir: “no lo sé” hacer cuentas hacer cálculos matemáticos

oficio profesión, trabajo fragua taller con un horno donde se trabaja con metales espaderos artesanos que fabrican espadas

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lenguas y era famoso en todo el mundo. ¡Quería ser como el Greco! En cambio, Jorge no tenía estas preocupaciones: era un chico sensible y paciente que ya usaba muy bien los pinceles. ¡Iba a tener una vida llena de viajes y aventuras, como el Greco! La muchacha cerró los cántaros, tomó un saco y desapareció entre los árboles. ¿Por qué no entraba en su casa? ¿Adónde iba? —Tranquilo Jorge, amigo mío, mañana vamos a escondernos detrás de ella, al otro lado del río, para poder seguirla. Ahora vamos a recorrer el río, hasta el otro lado de la ciudad. No tengo ganas de volver a casa. Tú tienes suerte, mañana te espera tu sabio padre y un trabajo que te apasiona. Por eso tienes tiempo para pensar en muchachas — dijo Gonzalo, enfadado. —Eres injusto con tu padre: Maese* Gonzalo es un artesano magnífico, fabrica espadas admiradas en todo el Imperio —contestó Jorge. —Mi padre me deja un negocio que para mí es una prisión. Y que además pierde dinero año Maese (antiguo) artesano que es un maestro en su trabajo

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tras año porque ahora los ejércitos necesitan más armas de fuego —protestó Gonzalo. —Amigo mío, ahora hay menos riqueza que antes porque el rey abandonó Toledo hace años. También abandonó a mi padre: el rey no entiende su arte. Por suerte aquí es apreciado, pero pocos le pagan como se merece. Sí, a lo mejor nuestro futuro no está aquí... —El mío no, sin duda —comentó Gonzalo. Gonzalo y Jorge caminaron en silencio a lo largo del río, hacia el oeste. A los dos les gustaban estos paseos nocturnos; se movían ágilmente ya que conocían todos los rincones de la ciudad y del río. A veces, Jorge miraba la otra orilla* en busca de la muchacha. Pasaron junto al puente de Alcántara, recorrieron todo el gran meandro* que rodeaba el sur de la ciudad, de este a oeste, y mucho más tarde llegaron al gran puente de San Martín. Entraron de nuevo en la ciudad; subieron por sus estrechas y empinadas calles y pronto llegaron a casa de Jorge. —Hasta mañana, Gonzalo. ¡Alégrate, mañana nos esperan nuevas aventuras! orilla borde, ribera de un río meandro curva muy pronunciada que forma un río

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—¿Como por ejemplo conocer a tu futura esposa? ¡Qué gran honor! —bromeó Gonzalo, mientras empezaba a andar hacia su casa. Pasó por delante de la catedral, que a la luz de la luna parecía aún más alta y llena de sombras. Más allá, de nuevo en la parte nordeste de la ciudad, estaba la plaza Zocodover; ¡qué rara parecía tan vacía! De día estaba llena de gente que compraba, vendía, comía y bebía, robaba, se enamoraba... como su buen amigo Jorge. Estaba distraído en estos pensamientos, cuando oyó pasos que corrían hacia él. Desde la calle en la que estaba su casa llegó su madre a la carrera, despeinada y vestida solamente con el camisón que llevaba para dormir. Tenía una terrible expresión de espanto* en la cara. —¡Oh, hijo mío! ¡Gracias a Dios estás bien! — exclamó la aterrada mujer, y se echó a llorar. —¡Mamá! ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? —dijo Gonzalo. La abrazó muy fuerte. —¡Los demonios! ¡Los demonios! —Pero mamá, ¿qué dices? ¡Cálmate, vamos a casa! espanto terror, miedo

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—¡No! A casa no, Gonzalo. ¡Ve a esconderte! ¡Los demonios te buscan también a ti! ¡Quieren llevarte con ellos, como a tu padre! —decía la mujer y miraba a Gonzalo con ojos horrorizados*. —¿Como a papá? ¿Pero qué dices? ¿Dónde está? —Hijo mío, ¡unos demonios han entrado en casa durante la noche! No había luz pero vi sus sombras, eran unos extraños seres con el cuerpo duro como el caparazón de las tortugas, una cabeza grande y ojos pequeños y brillantes... de sus bocas salían extraños sonidos, y se movían rápidos y silenciosos como gatos. ¡Entraron en nuestra alcoba* y tomaron a papá por los brazos y las piernas! Luego te buscaron por toda la casa, debajo de la cama, en la fragua... ¡eran horribles! Papá intentó defenderse pero ellos eran muy fuertes... Hijo mío, ¡corre y escóndete! —No, ¡no voy a dejarte sola! —No querían nada de mí. Te buscaban a ti, y a papá. ¡Corre a casa del Greco! Allí vas a estar a salvo... él nos puede ayudar, estoy segura. ¡Corre hijo, corre! Gonzalo dio un beso a su madre y corrió calle abajo hacia la casa del Greco. horrorizados llenos de terror alcoba dormitorio, habitación

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Actividades

Comprensión lectora 1 Marca la respuesta correcta. 1 El trabajo de la muchacha era: A ■ cuidar ancianos B ■ transportar agua C ■ muy misterioso 2 Gonzalo no era feliz porque: A ■ siempre discutía con su padre B ■ quería ser pintor C ■ deseaba una vida llena de aventuras 3 El padre de Jorge: A ■ no recibe el dinero que merece por sus cuadros B ■ es muy estimado por el rey C ■ es italiano 4 La plaza Zocodover: A ■ siempre estaba vacía B ■ era un lugar muy frecuentado C ■ tenía la catedral en su centro 5 La madre de Gonzalo: A ■ tenía miedo B ■ tenía sueño C ■ estaba cansada 6 Los demonios buscaban a: A ■ el Greco B ■ la madre de Gonzalo C ■ Gonzalo

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Vocabulario 2 Di a qué personajes se refieren estos adjetivos que has leído en el texto. sabio • paciente • veloz • revoltoso • famoso • sagaz • despeinada • bella • sensible • aterrada • enfadado • extraño 1 Gonzalo 2 Jorge 3 El Greco 4 Madre de Gonzalo 5 Demonios 6 Muchacha

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DELE – Expresión oral 3 Mira la ilustración de la página 13. Durante tres minutos, describe el lugar, las personas y las acciones. Habla sobre las características físicas de los personajes. Es una escena nocturna. En la ilustración se ve/se ven... y hay... Hay tres personajes: dos chicos y una chica. Los chicos.... La chica...

Actividad de prelectura

Vocabulario 4 Busca seis partes del cuerpo que aparecen en el capítulo

C

1 y descubrirás cuál es el tesoro más valioso del Greco.

A

Z BE

ABIB

R A Z O B LO J O

IOH

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OM

B R OT

O E P I E R N AC A B

CA


Reportaje

Toledo, ciudad Patrimonio Toledo es una bellísima ciudad de unos 80.000 habitantes. Es la capital de la provincia de Toledo, en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. Situada sobre una colina, está rodeada en sus tres cuartas partes por el río Tajo, que es el más largo de la Península Ibérica. Esta posición estratégica la convirtió en un lugar de gran importancia desde la antigüedad. Es Patrimonio de la Humanidad desde 1986 por sus calles estrechas y tortuosas, su aspecto medieval bien conservado, sus numerosísimos monumentos y espectacular geografía.

Ciudad de las tres culturas En el año 1085, Alfonso VI, rey de León y Castilla, entra en Toledo tras llegar a un acuerdo con el soberano musulmán de esta Taifa, Yahia-al-Cadir. Son los años de la reconquista: los reyes cristianos expulsan a los reyes de los reinos árabes (taifas) en los que se divide la península ibérica. Con aquel tratado de capitulación, se concede libertad de culto a los mozárabes, musulmanes y judíos que la habitaban. Gracias a ello, empezó uno de los períodos más florecientes de Toledo, sobre todo desde el punto de vista cultural. El sobrenombre de “La ciudad de las tres culturas” se debe al nivel de coexistencia y calma que existió durante los siglos XI, XII y XIII entre cristianos, judíos y musulmanes. Gracias a este ambiente, surge en el siglo XII la “Escuela de Traductores de Toledo”. No se trata de una verdadera escuela, sino de un grupo de personas que, a través de un trabajo y un método comunes,

pretendían introducir en Europa la sabiduría de Oriente, especialmente la de los antiguos griegos y los árabes. Su momento más importante llegó en el siglo XIII con Alfonso X “el Sabio”: este rey impulsó la traducción del árabe al latín (y también al castellano) de obras filosóficas (Aristóteles) y religiosas, y también tratados de física, alquimia, matemáticas y astronomía.

Alfonso X el Sabio con los traductores.

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Felipe II

La artesanía

La leyenda

La historia de Gonzalo y sus amigos se sitúa en los últimos años del siglo XVI, durante el reinado de Felipe II: entonces, el Imperio español era enorme (incluía España, Portugal, Países Bajos, Cerdeña, Sicilia, Milán, Nápoles, Túnez, Filipinas, la parte descubierta de América y, a partir de 1580, Portugal y su imperio en África y Asia).

Los maestros espaderos mantenían en secreto la técnica del temple de las armas; cada uno tenía fórmulas especiales como recitar ciertas oraciones o canturrear ciertas canciones para medir el tiempo que duraba la inmersión de las hojas en el agua. Se decía que las aguas del río Tajo, que eran usadas para enfriar el acero, eran mágicas y gracias a ellas las espadas eran indestructibles.

Pero Toledo ya no era la capital del Imperio, por lo que su economía sufrió enormemente. Sin embargo, la Iglesia tenía una gran importancia, y además era una ciudad famosa por sus artesanos, sobre todo en la forja del acero. El acero de Toledo ha sido uno de los más prestigiosos del mundo desde la época visigoda (s. VI), sobre todo por su flexibilidad, ideal para las espadas. Lo que las distingue es que sus hojas no son de acero puro, sino que están formadas por un núcleo interior de hierro, envuelto completamente en acero. De esta manera, las espadas eran duras (acero) y flexibles (hierro): ¡no se rompían nunca! Un forjador de espadas trabajando

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En la época medieval las espadas eran tan importantes, que algunas tenían un nombre propio. ¿Recuerdas Excalibur del rey Arturo? Tizona y Colada eran las dos espadas del Cid Campeador, héroe medieval español. El lugar donde fueron forjadas estas espadas es incierto.


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