2 minute read

UN MONTÓN DE PLATA

#OPINIÓN

El Mito De Defender La Soberan A

Pareciera que ser soberano implica contraponerse a todo lo que propongan los estadounidenses, aunque su propuesta sea sensata na persona de alto rango en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador me dijo hace poco que la instrucción más relevante que el Presidente da a sus colaboradores y cercanos es, además del encargo puntual de cada cartera de gobierno, defender la soberanía de México.

Cuando le pregunté a la persona qué era específicamente lo que se tenía que defender, o qué acción de qué gobierno extranjero quería violentar nuestra soberanía nacional, no me supo responder. No supo decir en qué específicamente consiste el riesgo de que perdamos la soberanía.

Cada colaborador del Presidente puede entender el concepto de defender la soberanía como quiera, ya sea en el tema migratorio, en materia comercial, en cuestión energética o en seguridad nacional.

Puede haber tantos ámbitos para defender nuestra soberanía como temas en los que interactuamos con el mundo. El problema, empero, es que no existe una definición unificada de qué estamos defendiendo.

#MERCADOBANCARIO

SEGMENTO IMPORTANTE

467

MIL 416 MDP, LA CARTERA DE CRÉDITO DE TARJETAS.

MILLONES DE PLÁSTICOS TIENE BBVA. 7.9

Un país no se convierte en soberano sólo por rechazar infantilmente lo extranjero

La soberanía es un concepto muy manoseado, que parece resumirse en que nadie de otro país (particularmente de Estados Unidos) nos imponga alguna decisión o mande sobre nosotros. Suena romántico, pero es una falacia. Por ejemplo, en el tema energético, el Presidente ha aceptado que 46 por ciento de la energía la generan empresas privadas, muchas de ellas extranjeras. ¿Eso significa que no somos soberanos energéticamente en 46 por ciento del país?

Ayer, el canciller Marcelo Ebrard se enfrascó en un diferendo público con la exembajadora Martha Bárcena sobre el programa migratorio Quédate en México, con lo que se evitó signar la aceptación para que nuestro país se convirtiera en Tercer País Seguro. El subtexto de ese diferendo era la soberanía. Pero, ¿acaso alguien cuestiona que países como Canadá, España, Francia o Alemania sean soberanos? Todos tienen ese estatus y nadie se escandaliza.

La soberanía entendida como en México es una maldición, un conjuro que se cierne sobre nuestro pragmatismo.

Pareciera que ser soberano implica contraponerse a todo lo que propongan los estadounidenses, aunque su propuesta sea sensata, basada en datos, ciencia, o simplemente conveniente para las partes.

Estamos tan preocupados por nuestra dignidad nacional que confundimos el contenido con el continente, malentendiendo nuestro ego colectivo y vinculando la soberanía a insensateces, incluso a activos físicos como el petróleo del subsuelo o el litio arenoso.

Recapacitemos. Un país no se convierte en soberano sólo por rechazar infantilmente lo extranjero. Hace unos días, un avión bombardero estadounidense derribó un objeto volador intruso sobre el cielo de Canadá, y nadie se escandalizó porque ese país hubiese perdido su soberanía. Aquí habría sido un escándalo. ¿Por qué? Porque nadie entiende la soberanía tan limitadamente como lo hacemos en México.

TIKTOK: @SOYCARLOSMOTA

This article is from: