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La primera edición del Encuentro de Arte Decorativo y Utilitario será en distintas casas del Complejo Cultural Los Pinos, cada una estará dedicada a una rama artesanal distinta
Por Marina Núñez Bespalova
Subsecretaria de Desarrollo Cultural de la Secretaría de Cultura cupula@elheraldodemexico.com
Original celebra su primer Encuentro de Arte Decorativo y Utilitario en el Complejo Cultural Los Pinos, que una vez más abre sus espacios a lo mejor del arte tradicional mexicano. Del jueves 12 al domingo 15 de junio, 250 maestras y maestros artesanos, así como 120 colectivos de 28 entidades de la república, representantes de 22 culturas originarias, darán alma a las 7 casas dedicadas a las diversas ramas artesanales, divididas según la materia prima que utilizan.
Serán 10 mil metros cuadrados dedicados al arte decorativo y utilitario, entendido éste como piezas artesanales que combinan funcionalidad, belleza y significado cultural. Cumplen diversos papeles en la vida diaria, pero también en la vida ritual: acompañan celebraciones, ofrendas y prácticas espirituales.
Estos días, Los Pinos se convertirá en el mercado de arte popular más grande de la Ciudad de México, con más de 30 mil piezas elaboradas con barro, madera, piedra, vidrio, fibras naturales, tintes orgánicos, hilos de algodón, lanas, metales, cera y con técnicas tradicionales que han pasado de generación en generación, preservando gran parte de nuestra riqueza cultural.
Original será una gran oportunidad para diseñadores, interioristas, arquitectos y profesionales de la industria de la hospitalidad, pero también para quienes quieran ambientar sus espacios con identidad y tradición mexicana. Entre jaguares de Amatenango y piñas de barro de Michoacán, usted podrá encontrar cerámica de Mata Ortiz, Chihuahua; vajillas de barro de Oaxaca, de talavera de Puebla y Tlaxcala, y las muy conocidas de Capula; cajitas de Olinalá y bules de Temalacatzingo; árboles de la vida del Estado de México y Puebla; tapetes de fibras naturales y de lana; coritas de Sonora; arte wixárika de Jalisco y Nayarit; hamacas de henequén y algodón; barro negro de Oaxaca; retablos de Guanajuato; cristalería de pepita; cazos y utensilios de Santa Clara del Cobre, y una gran variedad de textiles relacionados con la casa: cojines, tapetes, manteles, colchas, caminos de mesa.
El arte tradicional debe entenderse como parte de un universo vital y cotidiano de los creadores de los pueblos originarios, es por eso que a la exhibición de piezas de arte decorativo y utilitario hemos sumado cocina y música tradicional, danzas, saberes y relatos. Si usted nos visita tendrá además una oportunidad para salir de la prisa diaria y tomarse el tiempo para caminar entre las casas, admirar las piezas y preguntar sobre su hechura y origen, comprar con
TOMAR EN CUENTA
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Nuevamente abren Original Escuincles con talleres impartidos por artesanos, para niños de 0 a 14.
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En esta edición suman Original Nanas y Tatas, dedicado a las personas adultas mayores.
MAESTROS. Participan artesanos de Puebla, Chihuahua, Tlaxcala, Jalisco, entre otros. Foto: cortesía Secretaría de Cultura.
ORIGINAL CRECE
OFERTA. Habrá más de 30 mil piezas elaboradas con barro, madera, piedra, vidrio, fibras naturales, tintes orgánicos, hilos de algodón, entre otros.
Foto: cortesía Secretaría de Cultura.
• Marina Núñez Bespalova ¦ Proyectos culturales
conciencia, deleitarse con los aromas y sabores de la oferta gastronómica de Tlaxcala, Oaxaca, Hidalgo, Estado de México, Guerrero, Guanajuato y barrios tradicionales de la Ciudad de México; recorrer las áreas verdes y descansar en el pasto mientras se escucha música o bien unirse a un fandango. Desde 2023, Original apostó por la formación de una nueva conciencia alrededor de las prácticas tradicionales. Para ello se creó, fundamentalmente, Original Escuincles. En esta ocasión tendremos cinco espacios donde los maestros artesanos darán talleres a primera infancia, niñas, niños y adolescentes, es decir, de los 0 a los 14 años. Tendremos el enorme privilegio de que los artesanos compartan directamente su conocimiento con niños que no pertenecen a su comunidad, así como lo hacen con sus propios hijos y nietos, a quienes transmiten sus saberes. A este programa se suma uno nuevo: Original Nanas y Tatas, dedicado a las personas adultas mayores, a quienes involucraremos en el quehacer de la artesanía, también orientados por la mano de maestras y maestros artesanos. Estos talleres están pensados para que desarrollen sus habilidades motrices, así como su creatividad, y seguramente varios de ellos volverán a estar en contacto con sus propias raíces. El registro para todos los talleres ya está abierto en la página de Original.
ALGO ESTÁ CAMBIANDO
Original es un movimiento que nació en 2021 desde la Secretaría de Cultura como una respuesta ante el uso indebido de los iconos y técnicas que son patrimonio de los pueblos originarios de México.
Los Encuentros de Arte Textil Mexicano, y ahora de Arte Decorativo y Utilitario, son la parte más visible de un movimiento profundo y extendido, que tiene al centro a quienes preservan gran parte del patrimonio de nuestro país y dan signo a nuestra identidad. Original proporciona espacios de encuentro, posibilidades de colaboración y diálogo entre comunidades creadoras, basadas en principios más éticos y justos, donde los artesanos se reconocen como portadores, creadores y representantes de un derecho comunitario, actualmente normado.
Hoy hay más conciencia social sobre el trabajo artesanal y un Estado que en sus principios de gobierno tiene como políticas fundamentales el apoyo a los creadores tradicionales. Hoy se sabe que detrás de cada pieza hay una historia viva, un territorio, una lengua, una cosmovisión. No se trata solo de preservar técnicas o materiales, sino de sostener un modo de estar en el mundo.
CRECE ARTE
ANÓNIMO ERA UNA MUJER
#OPINIÓN
MELISSA MORENO CABRERA
@melissototota
SUSAN BROWNMILLER, PIONERA FEMINISTA, CAMBIÓ LA MANERA EN QUE CONCEBIMOS LA VIOLENCIA Y DEJÓ UNA HUELLA PROFUNDA
LA MUJER QUE ENSEÑÓ A NOMBRAR EL MIEDO S
usan Brownmiller falleció el 25 de mayo a los 90 años. Aunque no es una figura ampliamente conocida, su obra dejó una huella profunda en quienes reflexionamos sobre el poder y el miedo. Su libro más emblemático, Against Our Will, publicado en 1975, marcó un parteaguas en la comprensión de la violencia sexual. No solo cambió miradas: también influyó en leyes, debates públicos y coberturas mediáticas.
Against Our Will ayudó a cambiar leyes en Estados Unidos. Se crearon centros de ayuda para víctimas, y se abrió paso a otra forma de contar lo que pasaba: no como un “crimen pasional”, sino como una expresión de poder. Pero Brownmiller no fue solo esa autora de los años setenta. Escribió muchos otros libros. En Femininity (1984) habló de cómo se construye la idea de ser mujer: desde cómo vestimos, cómo sonreímos. Cuestionó qué tanto de eso es elección real y qué tanto es lo que nos enseñan que “debe” ser femenino. Susan Brownmiller incomodó.
VOLVER A SUS IDEAS HOY NO ES SOLO UN ACTO DE MEMORIA, ES UNA NECESIDAD
Algunas autoras, como bell hooks, la criticaron por centrarse demasiado en las experiencias de mujeres blancas y por cómo abordó ciertos casos raciales. Ella respondió con argumentos, reconoció sus límites. No fue perfecta. Pero tampoco quiso serlo. Volver a sus ideas hoy no es solo un acto de memoria, es una necesidad. Porque aunque han pasado casi 50 años desde que publicó Against Our Will, muchas de sus preguntas siguen vigentes. ¿Por qué seguimos normalizando la violencia? ¿Por qué se sigue culpando a las víctimas? ¿Por qué sigue siendo tan difícil hablar del miedo?
En México, donde siete de cada diez mujeres han vivido algún tipo de violencia, las palabras de Brownmiller hacen eco. Nos recuerdan que el miedo no es algo que inventamos. Es un sistema. Y para desmontarlo, primero hay que nombrarlo.
• Luis Carlos Sánchez y Azaneth Cruz ¦ Proyectos culturales •
BELLO, FRÁGIL
E IRREPETIBLE
Primero se trata de perderle el miedo al fuego. Después, surge una especie de complicidad con el material que llega hasta el orgullo. A Cintia Bonizu Corona Hernández le cuesta definirlo: “Es muy difícil de explicar, pero a mí me da mucho gusto ver el trabajo, es como de orgullo o algo así. El vidrio es algo que nos enorgullece y nos hace sentir como valiosos”.
Cintia pertenece a la cuarta generación de una familia de artesanos que encontró en el vidrio no solo el sustento diario, sino, sobre todo, una manera de expresarse. En la localidad de San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, fundaron Guicho Corona. Taller Estudio, espacio que continúa el legado del abuelo don Luis (ahora octogenario y recientemente retirado), quien les enseñó a enfrentarse al fuego, a conocer el vidrio y a tratarlo con delicadeza para crear figuras y utensilios.
Desde hace 15 días, el taller se prepara para participar en el primer Original: Encuentro de Arte Decorativo y Utilitario, que se celebra del 12 al 15 de junio en el Complejo Cultural Los Pinos. A la Ciudad de México, los Corona traen desde dijes en forma de corazón y pequeños vasos que venden en 40 pesos, hasta floreros de 800 pesos o juegos completos de jarras y copas de vidrio soplado, ya sea natural o coloreado, o con tallado de pepita.
Los colores del vidrio, cuenta la artesana, “se dan a partir de óxidos, usamos el óxido de cobalto, óxido de cobre, óxido de manganeso, óxido de zinc, son puros óxidos, o sea, metales oxidados” que se mezclan en el horno con el vidrio mientras se funde hasta quedar maleable. Pero se trata de actuar rápido: todo comienza soplando una burbuja de cristal incandescente con una barra larga, esa base será el inicio de posibilidades infinitas e irrepetibles a las que el artesano da vida antes de que el material se enfríe.
Hace ya varias décadas, cuando el abuelo tenía 16 años comenzó a trabajar en otra fábrica de vidrio soplado de Tlaquepaque: “Empezó como aprendiz y ahí fue agarrando experiencia y fue aprendiendo otras técnicas. En su tiempo lo hizo ser muy reconocido el vidrio estirado, esas figuras que hacían en los años 80, 90”. Más tarde, aprendió el padre de Cintia y sus tíos, luego llegó el turno para ella y su hermana, “ahora somos unas 13 personas en el taller”, incluido su hijo. Con los hornos hasta a mil 200 grados de temperatura, todo es artesanal en el taller: “Todo se hace manualmente porque entre más va avanzando la tecnología se va eliminando eso y muchas fábricas ya no lo hacen. Cada parte de una pieza va pasando por varias manos, pero ya hay muy pocos maestros que saben darle el acabado a la pieza, quedan muy pocos artesanos con ese nivel de sabiduría”.
Artesanos de distintas regiones del país participan en Original. Encuentro de Arte Decorativo y Utilitario; presentamos a tres familias con una larga trayectoria
DATOS CLAVE
EL ALMA DE UNA REGIÓN
Juan Vázquez Menor, artesano náhuatl de Temalacatzingo, Guerrero, lleva seis décadas dedicado al arte de la laca sobre madera. A sus 69 años mantiene viva una tradición heredada de sus abuelos: transformar la madera del colorín —un árbol de flor roja— en cajas, jícaras y juguetes adornados con pigmentos naturales y un brillo delicado. “Desde niño aprendí mirando cómo bruñía la madera y aplicaban los colores con el corazón”, recuerda. Para él, su taller no sólo produce objetos, también resguarda historias, memoria y formas de entender el mundo, por lo que, además de cultivar maíz y frijol para consumo, Juan dedica largas jornadas a lijar, lacar y pintar, a veces hasta de 14 horas diarias: “Cada pieza lleva nuestra historia, nuestra identidad. No es sólo madera pintada, es algo que tiene alma, que busca permanencia”.
OTROS PUNTOS
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Por ello, “participar en Original, ha significado mucho para mí, no sólo en ventas, sino en dignidad. Como artesanos valoramos estos espacios porque permiten que nuestra comunidad, el oficio y nuestra voz se reconozcan en un país diverso, donde muchas veces los saberes indígenas quedan relegados”, cuenta el artesano, quien también forma parte del comité del Encuentro de Arte Decorativo y Utilitario, que se lleva a cabo del 12 al 15 de junio, en el Complejo Cultural Los Pinos. Y reflexiona: “Antes las artesanías de madera se ocupaban en fiestas religiosas, se colocaban ofrendas y formaban parte de los hogares y de las memorias y recuerdos familiares. Ahora, con el plástico, ese sentido se ha ido perdiendo”.
Temalacatzingo es reconocida como la comunidad productora de laca más importante de México.
Los artesanos de esta región utilizan colorantes naturales extraídos de flores, hojas y diferentes minerales.
Parte del trabajo del taller de los Corona se exporta principalmente a Estados Unidos.
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Actualmente, experimentan con diferentes piezas y colores en el vidrio.
Por último, Vázquez comparte que sueña con que las autoridades también faciliten los caminos para que su trabajo cruce fronteras: “Quiero que nuestros saberes sean conocidos en otros países y que nuestras culturas hablen por sí mismas, más allá del mercado. Deseo que algún día obtener una visa no sea un obstáculo y que los artesanos tengan el apoyo necesario para viajar y mostrar lo que saben hacer”.
Por Luis Carlos Sánchez y Azaneth Cruz cupula@elheraldodemexico.com
En San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, Guicho Corona. Taller Estudio se ha dedicado al vidrio soplado a lo largo de cuatro generaciones; Juan Vázquez Menor, artesano náhuatl de Temalacatzingo, Guerrero, lleva seis décadas trabajando con laca sobre madera y María de los Ángeles Carrillo Silva, artesana kumiai, es heredera del tejido de junco y salsa, legado de sus ancestros. Los tres alistan su participación en Original: Encuentro de Arte Decorativo y Utilitario que se lleva a cabo del 12 al 15 de junio en el Complejo Cultural Los Pinos.
BALLET FOLKLÓRICO DE MÉXICO
● La compañía fundada por la coreógrafa Amalia Hernández presenta su temporada regular con algunas de las más de 120 coreografías originales. La agrupación con 73 años de historia es una de las mejores en su género.
¿DÓNDE Y CUÁNDO?
Todos los miércoles y domingos hasta el 29 de junio. Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
• Tema ¦ Sección
ERRANTES
● La obra indaga acerca de la fragilidad humana. Explora de manera poética por medio de la sublimación, el ingenio y la fantasía, el proceso de transitar hacia la muerte. La transformación como un viaje mágico.
¿DÓNDE Y CUÁNDO?
Hasta el 22 de junio. De jueves a domingo. Teatro El Galeón.
MIL VECES NO
● Miranda lleva cuatro años encerrada en su departamento aislada del mundo y odiándolo de lejos; Baltasar acaba de escapar de una secta ultra religiosa. Sus vidas se cruzan y surge una muy inesperada amistad entre ellos.
¿DÓNDE Y CUÁNDO?
Todos los miércoles hasta el 2 de julio. Teatro Orientación. Luisa Josefina Hernández.
El navío de los ingenuos
UN ANTIGUO NAVÍO HABITADO POR SERES CASI EXTRAÑOS INICIAN UN VIAJE EN BÚSQUEDA
DE UNA NUEVA RUTA HACIA TIERRAS LEJANAS. ENVUELTOS POR LAS TEXTURAS DEL HUMOR, SERÁN ARRASTRADOS HACIA TERRITORIOS DESCONOCIDOS Y DESAFIANTES.
¿DÓNDE Y CUÁNDO? Este sábado y domingo ofrece sus últimas funciones. Teatro del Bosque. Julio Castillo, en el Centro Cultural del Bosque.
UN MOUNSTRO QUE NO VUELA
● Un día, sin previo aviso, la mamá de Ele lleva a vivir a casa a un No Monstruo que no vuela. A partir de ese momento, la vida de Ele da un giro inesperado y, con la ayuda de Be, su mejor amiga, descubrirá todos los misterios que encierra ese ser.
¿DÓNDE Y CUÁNDO?
De sábado a domingo, hasta el 15 de junio. Teatro El Granero. Xavier Rojas. Niños mayores de 8 años.
ECONOMÍA. En el siglo XIX se construyó el mercado; en en el XX se alzaron cinco más en el área. Foto: cortesía INAH.
HOY.
Además de los mercados, el comercio informal es una de sus características principales. Foto: Cuartoscuro.
Un barrio La Merced
LOS
LPor Redacción cupula@elheraldodemexico.com
a Merced es uno de los barrios más antiguos de la capital del país, tiene su origen en dos de los cuatro barrios o calpullis en que estaba dividida la Ciudad de México-Tenochtitlán: el de Atzacoalco o Atzacuapan, al noroeste, y el de Zoquipan o Zoquiapan, al suroeste. Aquí se encuentran casi la mitad de los monumentos históricos del centro, por ejemplo, existe una joya arquitectónica erigida por Hernán Cortés: la Capilla del Señor de la Humildad que cuenta con todos los elementos para ser considerada una iglesia: coro alto, coro bajo, dos torres y una cúpula, la única sobreviviente de las siete ermitas que mandó construir el conquistador, aunque su arquitectura, tal como la conocemos actualmente, es del siglo XVIII. Si bien La Merced se conformó por 54 manzanas, actualmente no tiene sus límites definidos en la zona ubicada en torno a la intersección de la avenida Anillo de Circunvalación con la avenida San Pablo; desde sus inicios se ha caracterizado por ser un importante centro de abasto de la Ciudad de México, actividad que comenzó en el siglo XVII con la fundación de la alhóndiga de la ciudad y posteriormente se desarrolló y tuvo su auge en torno al mercado de la Merced, establecido desde mediados del siglo XIX en la zona.
Los investigadores Lucía Alvarez y Luis Etelberto San Juan, en “Identidad y tradición en el Barrio de la Merced, en el siglo XXI” escriben que durante todo el periodo colonial las actividades económicas se diversificaron en la zona, dando lugar al despliegue de talleres manufactureros, numerosos gremios y oficios varios.
“Los gremios se formaron por especialistas que desde esos años imprimieron cierta identidad a la zona y generaron un fuerte arraigo entre sus miembros: sastrerías, cererías, velerías, confiterías, bizcocherías, mielerías, talabarterías, talleres de pintura y de escultura, curtidurías, además de fábricas de cola, molinos de aceite, locerías, hornos de vidrio, tejedurías y obrajes, entre otros”, detallan.
Los autores establecen que fue hasta 1880 cuando se construyó el mercado de La Merced, el cual debe su nombre al hecho de haber sido erigido en el predio del antiguo convento de los mercedarios, fundado en el seno de esta zona en el siglo XVIII. A este convento debe su nombre tanto el mercado como el propio barrio y, desde entonces, es considerado “el principal centro de abasto de la ciudad”.
EL CAMBIO
OFICIOS, LA RIQUEZA ARQUITECTÓNICA, LA CÉNTRICA UBICACIÓN Y SU GRAN TRANSFORMACIÓN HAN MARCADO A LA ZONA económico e
Su carácter histórico y su vida económica lo convirtieron en un barrio importante para la Ciudad. Sin embargo, a mitad del siglo XX, con la apertura de Avenida Circunvalación, La Merced se partió en dos y no volvió a ser la misma.
La Avenida Circunvalación significó partir en dos el barrio y se dividió en la zona pobre y la rica. De tal suerte, el comercio cambió significativamente.
La modernización de solo una parte de la zona también dio pie a un despoblamiento que derivó en una creciente ola de delincuencia que persiste.