El Grupito De Atrás Illustrated by Franzi Published on December 09, 2022 © Storybird 2022 All rights reserved
Sara, era una chica simpática y buena, y quería mucho a su perrito Coco
Además, es una gran aficionada a la lectura, y pasa horas y horas leyendo libros sobre animales y fantasía
Esta es su mejor amiga, se llama Julia, y la quiere mucho. Llevan juntas desde el colegio, ya que se criaron en el mismo vecindario desde pequeñas.
Después de la cena, tanto Sara y Leo, como su perrito Coco, se fueron a la cama a descansar
De repente, Sara se encontraba corriendo colina abajo, perseguida por su fiel amigo Coco, rodeada de naturaleza y una gran variedad de animales diferentes
Sara continuó explorando ese magnífico lugar, descubriendo animales preciosos y que no había visto antes. Cuando de repente...
¡Vio a lo lejos un hombre misterioso pintando el cielo!
- ¡Es increíble! ¿Quién será ese hombre? - Pensó Sara, y justo cuando se acercó a preguntarle, se desvaneció.
Tras eso, continuó su camino en busca de nuevos animales, aprovechando el cielo tan bonito que coloreó el pintor.
Sara encontró un ciervo, con el que se quedó jugando un rato. Sin embargo, algo le resultaba extraño, de repente comenzaba a tener frío.
Y justo en ese momento... el cielo se oscureció, ¡y comenzó a nevar! - Parece ser que ese hombre misterioso, no solo cambiaba el aspecto del cielo, ¡Sino también el clima! - Se dijo Sara a sí misma.
Fue corriendo a casa a por ropa para la nieve, y jugó con Coco lo que quedaba de tarde.
Cuando entró en casa, Sara descubrió que su hermano había cogido su libro favorito, el cual lo tenía guardado con mucho cariño para que no se estropeara, por lo que le comenzó a echar la bronca.
Cuando de repente, al mirar el título del libro, le entró un mal presentimiento.
Al igual que aquel pintor extraño hizo que comenzara a nevar, en cualquier momento podría empezar a llover.
Lo que haría que todos los animales de aquel bosque misterioso se mojaran.
Es por eso que Sara le pidió ayuda a Leo, para construirle a los animales un refugio por si eso pasara.
Al rato de terminar de construir el refugio, cayó un estruendo, y una poderosa tormenta azotaba el lugar.
Los animales del bosque, asustados, se adentraron entre los árboles buscando un sitio seguro para refugiarse de la tormenta.
Con suerte, encontraron el refugio de Sara y Leo, y pasaron allí toda la noche, a salvo de la tormenta.
Esa misma noche, Sara, ante la incertidumbre de si los animales habían logrado refugiarse no podía dormir, y pasó el rato haciendo tonterías con la baraja de cartas. Hasta que el sueño se apoderó de ella, y quedo profundamente dormida.
De repente, la luz del sol se asomaba por las rendijas de la persiana, y Sara se despertó, un tanto desconcertada.
- Venga, que ya es hora de levantarse dormilón - Le dijo a su hermano Leo, que se regocijaba en la cama.
Se asomó a la ventana y volvía a ver su vecindario, a sus vecinos, los gatos de la calle maullando a la mañana, el cartero repartiendo el periódico...
En ese momento, Sara se dio cuenta, de que ese maravilloso bosque solo fue producto de sus sueños, y todavía, con la brisa de la mañana acariciando sus mejillas, se seguía preguntando que fue de ese pintor misterioso.
