43 minute read

Lecturas

Populismo

¿Que es el populismo? ¿Es sinónimo de racismo? ¿Es de derecha o de izquierda? ¿Es lo mismo que el autoritarismo? ¿Siempre está en las antípodas del pluralismo liberal y el respeto de las diversidades? Y sobre todo, ¿es bueno o malo para la democracia? La explosión del concepto no solo en el ámbito académico sino también en la discusión pública ha generado mucha confusión: se lo vincula a las fake news y a las nuevas derechas, a la política de la posverdad y al fascismo. Más allá de las posiciones a favor o en contra, el populismo es una parte medular del mundo contemporáneo que resulta vital comprender. Benjamín Moffitt, uno

Advertisement

Autor: Moffitt Benjamin Editorial: Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A. Precio: $2.500

de los principales expertos en el tema logra desarmar las asociaciones automáticas y construir un panorama magistral, útil tanto para especialistas como para lectores ávidos de entender la política. Valiéndose de ejemplos de los últimos veinte años, del Norte Global y de América Latina.

Responsabilidad en la comunicación estratégica

En estas primeras décadas del Siglo XXI estamos asistiendo a una verdadera revolución en la forma de entender la relación entre la alimentación y la salud. En un nivel inédito en la historia, ha pasado a primer plano la reivindicación del yo, el culto al cuerpo, la aspiración a una imagen de belleza y juventud, el interés por la prevención de enfermedades, un envejecimiento saludable y la idea de cuidarse y quererse a sí mismos. En este contexto han proliferado en el mercado los alimentos funcionales, aquellos que prometen tener características especiales que contribuyen al cuidado de la salud. Este libro se pregunta ¿Se trata de un beneficio real o de una gigantesca operación de marketing por parte de la industria alimentaria?¿Las investigaciones científicas que res-

Autor: Guillermo Bosovsky Editorial: Experimenta Precio: $7.500

paldan a estos productos son fiables y objetivas? ¿Los medios de comunicación están cumpliendo una función divulgativa e informativa, o se limitan a ofrecer entretenimiento, sabiendo que es un tema que despierta interés en grandes audiencias? ¿Las marcas importantes están consiguiendo credibilidad en estas líneas de productos? ¿Qué piensan y sienten los consumidores ante las promesas de estos alimentos?

La nueva sociedad

Después del éxito de La política en el siglo XXI, donde Jaime Durán Barba y Santiago Nieto explicaron las razones del colapso de la política tradicional, en este nuevo y prometedor libro demuestran por qué los profundos cambios tecnológicos que estamos viviendo han creado la nueva sociedad de la red: diversa, se informa en tiempo real y no necesita la mediación de la autoridad. Tras consolidarse una extraordinaria revolución tecnológica, que se aceleró con la pandemia, la forma en la que vivimos se modificó totalmente y los protagonistas dejaron de ser los políticos aferrados a ideologías arcaicas y pasaron a ser los individuos comunes. Basándose en calibrados estudios de campo y en su sólida experiencia como académicos y consultores en comunicación política, los autores se internan en las profundidades de esta nueva sociedad y revelan valiosas claves para comprender un mundo que ya no se comporta según

Autor: Duran Barba, Jaime / Nieto, Santiago Editorial: Debate Precio: $3.500

un patrón fijo, donde la aparición de una app puede desestabilizar a un gobierno, un virus que muta en Sudáfrica ocasiona la clausura de Broadway y un joven humilde tiene millones de seguidores transmitiendo desde su cuarto. Un libro provocativo, que invita a tirar por la borda recetas del pasado para aprender a escuchar a mujeres y hombres empoderados e imprevisibles, a quienes ya no los mueven los discursos ni las pujas electorales sino sus propias ilusiones.

La creación del futuro

Este libro representa la aplicación de la más pura erudición para hacernos comprender la naturaleza de la moderna universidad de investigación y los problemas que confronta. El rector Rhodes es indiscutiblemente elocuente y lúcido. William G. Bowen Presidente de la Fundación Andrew W. Mellon. Una mezcla fascinante de historia, anécdotas, análisis y recomendaciones, La creación del futuro es notable por ser a la vez amplio y detallado en su consideración de los problemas, soluciones y oportunidades. El capítulo sobre el costo de la educación superior vale todo el costo del libro, y más. Stanley Fish Decano, Universidad de Illinois de Chicago. Frank

Autor: Frank H. T. Rhodes Editorial: Nobuko Precio: $4.000

Rhodes narra la historia de la moderna universidad americana con una agudeza intelectual extraída de su profunda experiencia personal. Su tratamiento del tema es optimista, pero no duda en diagnosticar imperfecciones y proponer

Una sociedad en red cada vez más conectada

Creo firmemente que la humanidad ha emprendido un viaje sin retorno tras la creación del Internet. Resulta inconcebible imaginar un mundo completamente desconectado, el presente se muestra inevitablemente digital y el incierto futuro es certero en un sólo aspecto: el avance de la tecnología informática será protagonista en nuestras vidas. El punto de inflexión es claro, no sólo se trata de un invento que hace procesos más eficientes o que facilita la comunicación entre distantes partes del planeta, sino que va más allá. Puede afirmarse que incide directamente en la mecánica cotidiana de la sociedad, tanto a nivel agregado como individual. Su acople con la humanidad lleva a esta última a desenvolverse en un nuevo plano, somos parte de una sociedad en red. Uno de los cambios que hemos visto fue el surgimiento de las redes sociales. Nunca antes en la historia de la humanidad hubo tal nivel de exposición y disponibilidad de información personal a tan fácil alcance. El hecho de que Facebook cuente con 2.4 mil millones de usuarios o que Youtube y Whatsapp cuenten con más de mil millones es verdaderamente impactante. Al poner estos números en relación a la población mundial (7.7 mil millones de personas), vemos que aproximadamente un tercio de la misma hace uso de esta tecnología. Su influencia en el funcionamiento de la sociedad es evidente, la ha dotado de una faceta digital que antes no existía. Pueden verse repercusiones a nivel individual (formas más rápidas de comunicarse, expresarse, informarse, etc.), como a nivel colectivo (se da lugar a agrupaciones por ideas políticas, difusiones de problemáticas comunes, surgimiento de ONGs internacionales, etc.). Otro elemento disruptivo propio de la “revolución digital” son los criptoactivos, que lentamente van tomando relevancia en la sociedad. Lejos han quedado los tiempos en los que el uso de Bitcoin se relacionaba únicamente a la compra de bienes o servicios ilegales, hoy en día su uso -y el de las criptomonedas en general- ha ampliado sus horizontes. Su aporte es único y significativo: permite la compra de activos no fungibles (NFTs), la posibilidad de compra y ahorro del equivalente a una divisa extranjera (stablecoins), así como la fácil y privada forma de transaccionar digitalmente. Su incidencia excede a las fronteras nacionales, vincula a individuos y estados de todas partes del mundo. Esto puede verse en las variaciones de precios de los distintos criptoactivos a partir de las situaciones políticas de los distintos países, desde regulaciones por parte del gobierno chino, hasta el reciente conflicto ruso-ucraniano. Incluso el mundo empresarial comienza a inclinarse a la descentralización, tal es el caso de las DAOs (Organización Autónoma Descentralizada). Ya no sólo se trata de una sociedad en red, sino de un mundo interconectado. Pero, ¿hasta qué punto puede afirmarse que la tecnología digital ha alterado sustancialmente a la conducta del hombre? Es innegable que los avances tecnológicos informáticos han tenido influencia en las acciones y comportamiento de las personas a lo largo de la historia; inciden profundamente en numerosos aspectos, tales como la satisfacción de necesidades o la consolidación de vínculos personales. No obstante, creo que sostener que la esencia de la conducta humana ha cambiado por tal motivo no es del todo correcto.

En palabras de Aristóteles, el hombre es un zoon politikon, un animal político. Esta atemporal definición lo describe de manera representativa tanto para tiempos clásicos, modernos o actuales. Lo que antes era el ágora en donde se discutían oralmente asuntos políticos, en el presente puede ser Twitter, que cumple el mismo rol de espacio para el debate. Los antiguos manuscritos de filosofía hoy en día pueden verse como papers académicos escritos en computadoras y difundidos en foros web científicos. Por su parte, el orden democrático de la sociedad se ha mantenido desde aquel entonces. Si bien los griegos clásicos no contaban con redes sociales o criptomonedas, puede afirmarse que en efecto sí vivían en una sociedad en red; no necesariamente una sociedad en línea, pero si en una cuyos nodos estaban fuertemente vinculados. Sin duda, a medida que la ciencia y la tecnología fueron avanzando, los límites del conocimiento humano se expandieron. Es un hecho que el hombre clásico, moderno o contemporáneo no son el mismo. Incluso en un mismo momento de la historia, pueden verse sociedades muy diferentes entre sí. El análisis del documento no gira entorno a esa clara evolución del hombre en aspectos científicos, tecnológicos u ontológicos; sino a manifestar que, a pesar de ellos, la parte sustancial humana de ser social y político se ha mantenido. En conclusión, es un hecho que el surgimiento del Internet y todos los posteriores avances tecnológicos relacionados han supuesto un cambio en la forma de vida de los humanos. Es indiscutible la influencia de la informática en la actualidad. Si bien es cierto que hay una gran diferencia entre, por ejemplo, transaccionar con oro como en la antigüedad o con Bitcoin como en el presente, en realidad lo distintivo radica en el aspecto digital, tecnológico. Lo sustancial de la conducta humana ha sido y será lo mismo, solo que expuesto a tecnologías cada vez más avanzadas. Vivimos rodeados de bienes y servicios que tornan a ésta más intensa, pero no muy diferente de la de los hombres de hace más de dos mil años. Hoy en día no sólo somos parte de una sociedad en red, sino además de un presente digital que está constantemente en línea.

VALENTÍN VEDDA

ANALISTA ECONÓMICO DEL CENTRO DE PRODUCCIÓN DOCUMENTAL DE GEO ESTUDIO Y OPINIÓN

Somos parte de un presente digital que está constantemente en línea

“Marcos Paz es un municipio disruptivo por sus políticas municipales”

Marcos Paz se hizo famoso en todo el país porque el municipio lanzó su propia marca de leche, a menor precio que las comerciales, y esto desató una serie de críticas y elogios en todo el sector político. AreaUrbana conversó con Ricardo Pedro Curutchet, quien habló sobre su vida, su ciudad y el futuro de la ciudad bonaerense.

La pandemia dejó al desnudo que hay una crisis dirigencial a nivel mundial

¿Qué evaluación hace de la actual situación social y política local?

La situación actual de la ciudad no escapa al contexto nacional y provincial, pero con las particularidades de un pueblo del tercer cordón del conurbano y el primero del interior. El 95 por ciento del distrito sigue siendo rural, y el censo ya nos ha dado unos 76 mil habitantes y cerca de 26 mil hogares. Nosotros queremos seguir manteniéndonos como una ciudad con alma de pueblo, y en ese contexto de gente de clase trabajadora hay asentamientos, hay gente de laburo, es una ciudad con casas bajas sin edificios de alto, y tratamos de mantener ese perfil histórico que ha tenido Marcos Paz. Así vamos transitando con el rol que nos toca como funcionarios públicos, para que les llegue a los ciudadanos los servicios y de poder llegar con la infraestructura escolar y sanitaria. Hacemos un trabajo en conjunto con la Nación y la Provincia, para brindar un servicio acorde a las expectativas de la gente. El 90 por ciento de nuestra producción es alimenticia y tratamos de producir la materia prima, pero con valor agregado, ese plus que permite más puestos de trabajo y una radicación de los ciudadanos en nuestro distrito, tratando de evitar un éxodo de las futuras generaciones tras terminar sus estudios. Aquí tenemos la particularidad de que estamos a unos 70 kilómetros de la Capital Federal, lo que nos da características especiales, y también cuestiones que nos llenan de orgullo. También hay errores y falencias, algunas que hemos podido sortear a lo largo de los años y otras que aún nos quedan pendientes.

¿Qué obras le faltan hoy?

Estamos articulando con provincia y Nación la obra pública. Siempre hemos tenido un buen volumen de obra con gobiernos anteriores, pero en este momento tenemos muy buen nivel. Por ejemplo, había una cuestión histórica con la ruta 40, que es donde se desplaza el 90 por ciento de nuestro tránsito cotidiano, y hoy está en plena ejecución con la doble calzada. También el tema del tren Sarmiento ya está hasta Las Heras, que es pueblo que sigue, remozadas todas las vías, además de la puesta en valor de la estación y un apeadero y que se calcula terminar en algunos meses más, lo que pondrá en valor a nuestro lugar. En cuanto al Ferrocarril Belgrano, que hacía 28 años que no corría, volvió a funcionar en Marcos Paz, lo cual ayuda en la conectividad. También el avance del camino del Buen Ayre y las obras de la ruta 6 que también ayudan a estar mejor conectados. En materia de infraestructura este año vamos a estar en un 100 por ciento en la provisión de agua segura por corriente a todo el casco urbano, también en un 67 por ciento de cloacas a la población de nuestro municipio, y esperamos lograr el 100 por ciento para 2023. Tenemos un 40 por ciento de luminarias en LED, estamos asfaltando muchos caminos y calles del distrito. En materia escolar inauguramos un jardín de infantes, y juntamente con la provincia y la Nación estamos trabajando para poder hacer una escuela primaria, una secundaria para tener bien cubierta la demanda escolar.

¿Cuánto del presupuesto municipal tienen destinado a la obras? Nuestro presupuesto lo “paramos en la cancha” de acuerdo con las circunstancias. Si tenemos muchas obras de la Nación y de la Provincia el presupuesto principal para obra se achica, y hubo años donde no había obras y entonces hubo que aumentar ese porcentaje. En la actualidad contamos con un presupuesto de unos $3.500 millones de pesos y cerca de un 8 por ciento está destinado a obras públicas. Para dar un ejemplo, las obras como las de la ruta 40 que son más de 2.000 mil millones de pesos y la financia la provincia, además tenemos obras de Nación de infraestructura por otros casi mil millones de pesos, todo eso volcado al tema de viviendas donde vamos a estar licitando cerca de 600 a lo largo del año. Entonces nosotros

RICARDO CURUTCHET

Ricardo Pedro Curutchet, actual intendente de la localidad bonaerense de Marcos Paz, nació el 29 de diciembre de 1961. Agrimensor de profesión, está casado con María Isabel Domínguez, y es padre de dos hijos: Santiago y Joaquín. Desde muy joven participó en distintas instituciones intermedias, como la Agrupación Scout de Marcos Paz y Club de Leones. Como afiliado a la UCR, llegó a la intendencia de Marcos Paz en el 2003 con una alianza de partidos denominada Concertación por Marcos Paz. Gobierna desde entonces en coalición con distintas fuerzas como la UCR, el Frente Grande, sectores del Justicialismo, el kichnerismo, Encuentro Popular, sectores independientes, vecinalistas y progresistas. En el 2019 se presentó a una nueva elección en representación del Frente de Todos y obtuvo el 58,29% de los votos contra 31,41% del candidato de Juntos por el Cambio, Anabel Arboledas.

vamos compensando las inversiones de Nación, Provincia y Municipio, lo público y lo privado. Hoy en nuestro presupuesto el mayor porcentaje se lo lleva salud pública, porque tenemos un hospital municipal y siete unidades sanitarias, y ese sistema se lleva casi el 40 por ciento del presupuesto municipal.

Siendo agrimensor... ¿Por qué se decidió a presentarse como candidato a intendente en 2003 si no había incursionado en política?

En cuanto a mi profesión la agrimensura viene de familia, mi padre, mi tío, mi hermano son agrimensores, y todos son apolíticos. Yo vengo del tercer sector o de instituciones intermedias, de movimientos juveniles y algunas participaciones en el radicalismo en mi juventud por una cuestión de afinidad con un profesor que era candidato, pero siempre con una cabeza amplia. Pasado el año 2001 quería participar y hacer, más allá de hablar, algunas acciones concretas. Eran cuestiones que me planteaba a los treinta años y así se fue generando una masa crítica, y armamos un partido local que se llamó “Concertación por Marcos Paz” en el que había gente del justicialismo, del radicalismo, independiente, socialista, de todo un poco. Nos organizamos para la elección de setiembre de 2003, se dio una rara coincidencia y la gente nos eligió. Acá estamos, nos fuimos renovando, y siempre mirando la política desde un sentido amplio. Para que se den una idea mi primera secretaria de Hacienda tenía 22 años, y desde allí instalamos el pensamiento de que a los jóvenes hay que darles la oportunidad de participación. Siempre tratamos de que lo que decimos y pensamos llevarlo a la práctica. Nosotros gobernamos en colisión desde el 2003 con todas las fuerzas políticas. Algunos estarán más contentos, otros menos, pero los problemas son tantos que, si en algún momento nos pusiéramos todos los políticos de acuerdo y gobernáramos todos juntos, seguiría habiendo problemas sin solucionar. Yo hago críticas hacia dentro y hacia afuera, creo que el dialogo siempre tiene que existir, porque uno tiene un sentido de pertenencia de los que es el Frente de Todos, que siempre hemos acompañado, pero con esta mirada autonómica de que hay tantas cuestiones para resolver que tenemos que dejar las diferencias de lado y tratar de mirar más el bosque que el árbol. No caer tanto en la discusión pasional que está más para un quincho, y el vecino necesita que le resuelvan los problemas cotidianos que son la luz, la vereda, la zanja, la calle y otras cosas cotidianas. Marcos Paz en ese sentido es un municipio disruptivo. Por ejemplo, los chicos de las escuelas públicas van de viaje de egresados bancados por el Estado, y salió de una idea que me plantearon los alumnos cuando daba clases. Con los abuelos también hacemos viajes, hay piletas públicas estratégicamente ubicadas, y la gente tiene en el verano la posibilidad de tener un natatorio. Es un modelo donde está fuerte la presencia del Estado que ya es un estilo. Creo además que la pandemia dejó al desnudo que hay una crisis dirigencial a nivel mundial. Para nosotros la palabra imposible no existe y soy un convencido de que la crisis deja oportunidades. Es lo que hacemos desde el 2003 y la gente lo sigue revalidando.

¿Por qué cree que la gente sigue confiando en usted ?

Yo no soy un virtuoso, soy un perseverante. Me la paso casi todo el día en el municipio y recién a las 9 de la noche me voy a mi casa, así que hasta los que me critican me dicen que no pueden dejar de reconocer que le pongo horas al trabajo. Esto lo hago hace 18 años. La gente lo reconoce y me respeta. En la calle me paran

y me comentan sus problemas y ya me pongo en campaña para tratar de solucionarlos. La cercanía con la gente es lo que me permitió llegar y es lo que me mantiene activo. La imagen es una cuestión y el voto es otra. El acompañamiento también viene porque ven que uno, con aciertos y errores, siempre está. Trato de solucionar los problemas cotidianos y cuestiones que no existen en la mayoría de los municipios como por ejemplo plantearnos un municipio con relaciones internacionales. Esto nos permite, por ejemplo, participar desde hace dos años en las ferias internacionales como Estado. Y esto hace que nuestras pequeñas empresas privadas, participen en esos encuentros, para que puedan comercializar, vender sus productos y así pagar a empleados y las tasas municipales. Esa es la concepción de estado que nosotros tenemos. A veces cuesta visualizarlo, pero cuando se empiezan a ver los beneficios, la gente lo entiende y nos acompaña, como lo hace desde el 2003, y la última vez que nos presentamos con un 75 por ciento de los votos. Es eso, trata de solucionar problemas.

Marcos Paz trascendió a nivel nacional por el tema de la marca de leche municipal a bajo precio ¿Cómo surgió esa iniciativa?

Nosotros lo tenemos como una política pública desde hace muchos años. Tenemos el Instituto Municipal de Marcos Paz (IMDEC) que nos mide al nosotros. Hay un área de Nuevas Economías, Feria Municipal, y la marca Marcos Paz Registrada en distintas categorías, el sello de denominación de origen, un portal de e-comerce y una taza por lo que se comercializa en ese portal de comercio electrónico. En función de todas estas herramientas de heterodoxia económica a lo largo de los años, esta no es la primera vez tenemos distintos productos, ya desde el municipio comercializamos productos como arroz, fideos y otros. Cuando se venía toda esta difícil situación económica y altos número de inflación, con una empresa láctea del distrito muy pequeña y con nuestra marca arreglamos como si fuéramos otra empresa. Nos reuniLa hermosa ciudad de Marcos Paz dista a aproximadamente 50 km al oeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y está ubicada en la zona oeste del conurbano bonaerense. No es una localidad más, sino que tiene un perfil histórico donde se entrelazan la cultura de la ciudad y el campo. Cuena con la particularidad de que su intendente Ricardo Curutchet está en el cargo desde el año 2003.

El municipio en pocas líneas

mos con estos privados y convenimos las ganancias de la empresa, e hicimos una estructura de costos. La distribución, como es local es casi cero, y con una marca municipal como la nuestra, porque somos la empresa y no pretendemos ganar sino dar un buen producto, convenimos que la ganancia sería cero. En este sistema el municipio no pone un peso, lo pone la empresa que sigue vendiendo su marca. Arrancamos en diciembre del 2021, donde vendimos 200 litros a 52 pesos, hoy en 2022 estamos vendiendo más de 7 mil litros a casi 60 pesos y podremos mantener ese precio por algunos meses más. Así el almacenero gana cerca de 10 pesos, gana un poco la empresa, gana el tambero porque se le paga de contado, y el municipio gana porque brinda un servicio no gana económicamente. En el día de mañana podría cobrar una regalía, pero por ahora no lo hace. La estructura de costos es transparente y el producto es de calidad. Es una forma más de articulación entre lo público y lo privado donde el estado no está invirtiendo dinero. Lo que hacemos además es que los comercios que quieran compren el producto. Arrancamos presentado esta leche en 8 comercios y ya estamos en más de 50, donde exhiben todas las marcas conocidas y en la góndola aparece también la nuestra a casi 60 pesos para el consumidor. La gran mayoría de la gente tiene comentarios positivos por este producto, y quizás si alguno expresa sus comentarios negativos no entiendo cual es el motivo. Es una política de libre mercado. La gente que critica cree que somos estatistas y yo les digo que “soy más liberal que Milei” porque el consumidor va y se lleva el sachet de leche que quiere. Lo que buscamos en ese momento es una segunda marca que tenga precio y calidad, y que a nosotros en nuestro IMDEC nos ayude a que la canasta familiar esté por debajo de la media nacional. Porque no solo usamos este sistema con la leche, sino que también lo hacemos con pan, verduras, con los huevos, y otros productos.

¿Cómo ve tu familia su participación política? ¿Le reclama por estar 12 horas diarias en el municipio?

Mi familia tiene un aguante bárbaro y estoy eternamente agradecido. Tengo dos hijos varones, que cuando arranqué en política eran muy chicos, pero me siguen aguantando con sus veintitantos años. No les gusta la política, no participan, no están vinculados pero si me acompañan en actos o eventos. Somos muy familieros, con mi mujer estamos casados desde toda la vida, y estos últimos años han fallecido mis padres. Mi mamá siempre me preguntaba por mi accionar en la política, mi papá era más seco, más de los números y frío, pero tenía un buen ojo de análisis y le gustaba tener los domingos de almuerzo familiar que es una tradición familiar que seguimos manteniendo. Mi mamá era más pasional, como buena maestra, llegaba y antes de decirme buen día ya tenía una visión general de todo lo que pasaba en la casa y era mi primera crítica. Toda profesión tiene su parte dura y su parte buena. Cuando se hace con cariño, con pasión, la familia también lo entiende y se puede llevar adelante.

¿Cómo ve a Ricardo Curuchet dentro de 20 años?

Si vivo dentro de 20 años, ya te lo firmo... Espero estar bien de salud, seguir compartiendo con la familia y amigos. La política es una cuestión que uno la toma por hacer un servicio y de corazón. Como te mencioné al principio uno viene del tercer sector y la vocación de servicio la lleva ya impregnada, y la política me sirvió para poder multiplicar las acciones de servicio. No me apasiona, y nunca he aceptado un cargo en la provincia o en la Nación como diputado, por ejemplo. Cinco veces fui intendente, estoy feliz acá y sigo proyectando cosas para mi pueblo, y el día que no tenga ganas no saldré más a la pista porque sino puedo chocar el auto. Siempre digo hay que planificar a treinta años, pero vivir el día a día.

Los desafíos del acceso al agua

El mapa de este recurso irreemplazable para el desarrollo humano y económico ofrece variedad de lecturas y circunstancias a lo largo del país. Infraestructura, salubridad, equidad, disponibilidad, uso responsable y cambio climático; los ejes de un asunto complejo pero urgente.

Según informa la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento, actualmente, más del 80% de la población de nuestro país tiene acceso a agua potable y un 56% a saneamiento. Pero la equidad brilla por su ausencia: si segregamos por nivel socioeconómico, en los barrios populares el acceso formal a servicios de agua y cloacas alcanza sólo al 11,6% y al 2,5% de los habitantes, respectivamente. La Dirección, que depende del Ministerio de Obras Públicas, elaboró el Plan Federal de Agua y Saneamiento, que administra las inversiones en el sector bajo un criterio integral. Para esto, aplica una “gestión coordinada en un sistema de información que cuente con indicadores para el seguimiento y el monitoreo de las metas de los prestadores de los servicios de agua potable y saneamiento, con la intervención de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) en el AMBA y del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA) en el resto del país y el aporte de los prestadores públicos, cooperativos y privados de las diferentes provincias, municipios y comunas” según detallan. El ENOHSA ejecuta con presupuesto del Tesoro nacional las obras y para ello articuló varios programas, como el Programa Federal de Saneamiento (PROFESA) que se propone alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030: 100% de la cobertura en acceso al agua potable y el 83% en saneamiento. El ente depende de la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica. Todos trabajan bajo la órbita del Ministerio de Obras Públicas de la Nación. El subsecretario de Obras Hidráulicas, Gustavo Villa Uría, habló con AreaUrbana y brindó un panorama de dónde estamos parados. “Depende de varias situaciones. Argentina tiene casi al 80% de la población en regiones húmedas, que a su vez ocupan menos de un 30 por ciento del territorio nacional. El otro 70 es territorio árido y semiárido. Es decir, la concentración se da en el litoral y la pampa húmeda, donde hay disponibilidad de recursos. Esto implica que el agua no es suficiente para la actividad que se desarrolla, tanto para consumo humano como usos productivos (riego, limpieza, higiene, por ejemplo). Esa es la realidad a nivel país”.

¿Cómo es hoy la distribución de agua potable?

Tal como la conocemos en las ciudades, presenta disparidades y desorden. En los años 90, los servicios de Obras Sanitarias de la Nación se privatizaron y descentralizaron; con lo cual pasaron a municipios y provincias, sin el presupuesto correspondiente para tratarlos. Eso generó un gran problema de falta de infraestructura, y de recursos, sobre todo para la ampliación de las redes y servicios. Solo se paga la operación de mantenimiento y no de reinversión. Esa es la situación de base.

¿De qué manera se está trabajando en el área?

Se intenta revertir esto a partir de ampliar las redes y tener más agua disponible en las ciudades teniendo en cuenta las características de cada caso. Algunas tienen la fuente cercana, otras no tienen fuente cercana ni disponible: ni cantidad ni calidad. Así como el agua no se distribuye de la misma manera en todos los periodos del

año, tampoco pasa con las diferentes localidades. Algunas son mayormente secas, incluso hay años en que los ríos tienen caudal y llueve mucho, otros que no. Esto requiere mayor intervención y recursos derivados al agua y saneamiento.

¿Cómo se piensa el impacto al medio ambiente en sintonía con las obras necesarias?

Es algo muy importante desde varias perspectivas. Una de ellas es la generación de energía. Pasa por un cambio de usos y costumbres de todos los habitantes del país. ¿Cómo puedo contribuir yo? Gastando menos energía se genera menos gas invernadero. Usando transporte público en lugar de ir siempre con el auto propio es muy válido. Lo que contamino, luego tengo que “descontaminarlo”. Desde el ENOHSA estamos haciendo redes a través de distintos programas, pero si a la par de hacer las obras no abordamos el uso eficiente del agua, y en vez de usar por día casi 400 litros de agua por habitante (como sucede en Buenos Aires) se usaran unos 70 como en otras ciudades del mundo, las instalaciones serían más eficientes, podríamos llegar más lejos y abastecer a más personas que en las zonas más alejadas se quedan sin agua durante el verano.

¿Cuánto influyen los factores topográficos en la equidad del acceso a los recursos hídricos?

Mucho. Hay una gran inequidad. Cuando comenzamos nuestra gestión, no se abordaba la problemática de las zonas rurales dispersas. Allí la gente conseguía agua donde podía. Muchas localidades del interior del país no tienen un servicio de agua potable eficiente. Estamos muy lejos de alcanzar los estándares internacionales que piden los organismos de desarrollo sostenible. Tenemos entonces a la población más rica del país con los servicios de agua y cloacas completos, y del resto, una gran parte no tienen cloacas, y pocos agua potable. Esto hace que esas personas tengan que arreglarse con agua de mala calidad y posiblemente contaminada, lo que trae problemas de salud. Por ejemplo, en la zona central y norte del país, las aguas subterráneas son la fuente permanente de abastecimiento para los pobladores, y ese agua tiene arsénico, que es un efecto natural, por las cenizas volcánicas que hace miles de años se depositaron allí. Eso ha producido una enfermedad; el hidroarsenicismo crónico, que genera cáncer de piel con el uso habitual durante años. Por eso estamos haciendo acueductos, para llevar agua de otras fuentes a lugares con fuerte presencia de arsénico en el agua que se consume.

¿Las obras ayudan a descomprimir las concentraciones urbanas?

Sí. En zonas donde hay estación seca, si cuando llueve no se puede almacenar el agua también es complejo el abastecimiento de agua de origen seguro. Todo esto se tiene en cuenta cuando se decide ampliar las redes de agua, hoy por hoy el ENOHSA ejecuta más de mil obras y no como se hacía antes, sólo en el área portuaria, con ese viejo modelo para nada federalista. Es más económico que un poblador se desarrolle en su lugar de origen y no que venga a Buenos Aires a aumentar los bolsones de pobreza. El estado inteligente trabaja para que ese poblador pueda desarrollarse en el lugar donde nació. En ese punto estamos trabajando, para que la situación cambie.

¿Cómo está plantada la Argentina de cara a los objetivos de la Agenda 2030?

En primer lugar, el mundo ya ve que no se va a poder llegar a las metas, que son muy ambiciosas. Se está considerando incluso modificarlas, la UNESCO está trabajando para prorrogar los plazos. De todas formas, todo lo que nos podamos acercar va a ser altamente beneficioso. Nosotros necesitamos diagnósticos fidedignos, datos para tomar decisiones útiles sobre el agua. La meta más compleja en nuestro país es la de los efluentes cloacales porque es una obra más cara, que requiere más tiempo, y si bien estamos avanzando mucho con todos los proyectos, estamos lejos de lo que necesitaríamos. Hemos trabajado en las brechas de agua y saneamiento; calculamos los recursos necesarios para cubrir esas brechas porque, independientemente de lo que planteen los ODS, estamos convencidos de que tenemos esos obstáculos para superar. Entonces, hay que gestionar los fondos, buscar los recursos. Las gestiones con el BID han sido muy fuertes y muy trabajosas para avanzar en esta línea. Pero el BID tiene sus complejidades, como hemos visto estos días.

¿Cómo interactúan los estados, por ejemplo, en el uso del Río de La Plata?

Nuestra infraestructura es más compleja que en otras ciudades. No todas tienen un río como ese al lado para tomar agua; eso requiere que el río esté en condiciones y sea preservado también por otros. Entonces para eso tenemos que negociar con Brasil, evaluar, medir el río, porque si en Brasil lo “mandan” contaminado es un problema para nosotros. No hay legislación para los ríos internacionales, dependen de tratados y negociaciones entre países. Con Brasil, negociando sobre la bajante del Paraná hemos logrados cambios beneficiosos; si no, hubiéramos tenido el año pasado más de 7 millones de personas sin agua en Corrientes, Chaco... hubo que gestionar un pulso de agua adicional de sus embalses para abastecer las tomas de agua de nuestras localidades. Villa Uría concluye: “Nuestra forma de captar agua y de devolver los efluentes a los ríos debe ser eficiente. Aysa está haciendo la obra de saneamiento más grande el mundo que es el colector Margen Izquierdo. Pero también es necesaria la obra de Humahuaca para que el poblado no contamine el curso de agua que por debajo toman otras 20 localidades de Argentina. Son todos temas complejos para un país federal donde las provincias son dueñas de los recursos naturales y la articulación de programas nacionales se torna complicada. Pero lo más importante sigue siendo la voluntad y la gestión para dejarle a las generaciones futuras un recurso hídrico disponible suficiente y de calidad”.

EL SUELO BONAERENSE De amplia experiencia en la dirección y ejecución de obras hidráulicas, el ingeniero Diego Fillia brindó a este medio su visión sobre qué se hace, cómo y qué necesidades hay en este campo. “Desde siempre, las inversiones para infraestructura vienen detrás del crecimiento demográfico, sobre todo en las grandes áreas urbanas. Se están consolidando grandes ejidos urbanos, tal es el caso de La Plata - al sur de la Región Metropolitana de Buenos Aires- donde las redes cloacales vienen demoradas por un par de décadas, lo que trae aparejados vertidos domiciliarios que terminan en los cauces y por ende, haya contaminación. Es muy necesario mejorar eso” analizó. Siguiendo con el caso de la capital bonaerense, Fillia acotó que en ese municipio “se está trabajando en una mega planta de tratamiento, que tanto necesita. Actualmente se vierte todo en 'crudo' al Río de la Plata”.

¿A nivel pluvial, cómo observa la infraestructura en la provincia?

Con las últimas catástrofes hídricas que tuvo Buenos Aires se ha invertido, si bien tales magnitudes de lluvia no se pueden controlar ni con obras (como la famosa inundación en La Plata de 2013) eso impulsó la planificación y ejecución, pero al mismo tiempo la población sigue creciendo, entonces todo lo que refiere a saneamiento, insisto, “viene de atrás”. Ojo, pasa en el Primer Mundo también, pero necesitamos acelerar porque la obra privada y pública mejora la vida de todos.

Teniendo en cuenta esto...¿ En cuanto al abastecimiento de agua potable?

Si bien tenemos una fuente tan importante como el Río de la Plata, nuestro gran drama es que la gente no termina de tomar consciencia que el agua es un recurso finito. Hay que trabajarla para que se pueda consumir, nadie considera el desperdicio de este recurso. Por otro lado en el interior de la provincia hay zonas con arsénico, la sobreexplotación de pozos está generando que la calidad del agua no alcance los parámetros de consumo. En ese sentido veo que se está buscando financiamiento del estado para hacer obras que lo solucione. Hay mucha agricultura que no siempre controla el uso de agrotóxicos, si bien está reglamentado. Quizás hace falta mayor fiscalización de esos temas.

¿Cómo se aprovechan y/o cuidan los muchos afluentes que hay en la provincia?

Todos los que vierten hacia el Río de la Plata, desde San Nicolás hasta Magdalena, pasan por zonas urbanas más o menos densas. Claro que los más “complicados” son el río Reconquista, Matanza, Luján. A medida que la mancha urbana va avanzando, va teniendo mayor impacto hidrológico -las lluvias escurren más al caer sobre cemento, al no ser absorbida- y por otro lado, desde el punto de vista del vertido, en zonas que no tienen redes colectoras de tratamiento todo es pozo absorbente y cuando se colma por distintos motivos, termina en zanjas, arroyitos, y de ahi a un arroyo principal. Por eso son tan necesarias las obras de vertido. Desde el punto de vista estructural, Filia concluye que “la regulación de cuencas en cuanto a la industria, la instalación de barrios nuevos, todo eso también requiere obras a tiempo. Hay que cambiar el paradigma, porque se está degradando nuestro medio ambiente”.

EL CASO DE CHIVILCOY A 160 kilómetros al oeste de la Ciudad Buenos Aires, Chivilcoy se destaca por su actividad agrícola y ganadera. Además de su ciudad cabecera homónima, el municipio está compuesto por 10 localidades rurales o de campaña, por lo cual la infraestructura del agua es bien diferente a la del AMBA y las problemáticas tardan mucho más en resolverse. El secretario de Obras y Servicios Públicos, Eduardo Alonso, manifestó a AreaUrbana que “son necesarias obras cloacales. Ahora se está haciendo el Segundo Colector Cloacal, que va a permitir aumentar el acceso. Y por otro lado, el problema con el acceso al agua potable es que no hay mucha presión; se hizo un segundo anillado pero las instalaciones domiciliarias son tan frágiles que tampoco nos podemos arriesgar a meter demasiada presión, sería un desastre. Ese es un problema de siempre en Chivilcoy. Hay barrios enteros sin agua en el verano”.

¿Cuál es la situación en cuanto a clocas y tratamiento de efluentes?

Es complicado. La planta potibilizadora no está trabajando, está abandonada, las aguas servidas se van por la cañada y terminan, así como vienen, sin tratamiento, en el Río Salado.

¿Cómo trabaja el campo los excesos hídricos?

El agua que sobra se va por los canales, no tenemos campos inundables porque hay hechas obras hidráulicas suficientes; salvo en La Rica donde tenemos planeado un canal para sacar el agua que sobra y genera problemas a esos campos. Allí hacen falta desagües para interceptar los excesos hídricos de la Cuenca del Salado, y lograr un escurrimiento más eficaz. Pero lamentablemente, son obras proyectadas y anunciadas que aún no comienzan. En Chivilcoy existe una Asamblea por el Agua, agrupación de vecinos que desde hace 12 años trabaja para solucionar la problemática del arsénico mencionada anteriormente. Ana María Benedetti es una de las referentes de este espacio, que sigue de cerca las obras y proyectos y asesora a los funcionarios del área. “El tema del agua se complejiza con el paso del tiempo. Necesitamos el agua con un nivel de arsénico de 00,1” sostuvo. A propósito del Segundo Colector que mencionaba Alonso, Benedetti explicó a un medio local: “era una obra que se necesitaba, nosotros obtuvimos a través de la justicia una resolución para que se construyeran los módulos requeridos para el abatimiento del arsénico. Pero no se puede poner en funcionamiento pleno porque no hay lugar físico para recoger el agua de desecho, o sea el arsénico. Esto mejorará mucho la calidad del agua, pero todavía falta”.

HACIA UNA SOLUCIÓN DEFINITIVA PARA EL AMBA En sintonía con lo que señalaba Villa Uría sobre la concentración de habitantes en la pampa húmeda, de esa gran masa poblacional la mayor parte se encuentra en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) que es la zona urbana común conformada por CABA y 40 municipios. Esta “megaciudad” se extiende desde Campana hasta La Plata, con límite físico en el Rio de la Plata e imaginario en la Ruta Provincial 6, y recorre una superficie de 13.285 km2. Según el censo de 2010 -los datos del último censo aún no están disponibles en detalle- cuenta con 14.800.000 habitantes, que representan el 37% de los habitantes de la Argentina. En constante crecimiento, su expansión genera gravísimos problemas relacionados no sólo con el acceso a redes de agua potable sino, y especialmente, con el vertido de efluentes cloacales que terminan contaminando arroyos urbanos y distintos acuíferos. El Río Matanza Riachuelo nace en la Provincia de Buenos Aires (Las Heras y Cañuelas), constituye el límite sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y desemboca en el Río de la Plata. A lo largo de su curso por el AMBA, recoge todo tipo de desperdicios y su saneamiento es un enorme problema que lleva décadas sin resolverse. La concentración de muchas personas en pocos metros cuadrados, más la gran cantidad de viviendas precarias y asentamientos informales agrava la situación. Pero hay una obra titánica que cambiará de manera contundente este cuadro. Aysa (Agua y Saneamiento Argentinos) se encuentra ejecutando el Sistema Riachuelo: la primera gran ampliación del sistema troncal de cloacas que se realiza en el área, en más de 70 años. Según informa la empresa estatal, “esta mega obra de infraestructura va a permitir solucionar integralmente la capacidad de transporte de los desagües cloacales, mejorando la calidad del servicio y evitando la contaminación del Riachuelo por efluentes cloacales. Permitirá mejorar la prestación del servicio a más de 4.3 millones de personas y, en un futuro, incorporar a 1.5 millones de habitantes a la red de cloacas”. Se trata de un emprendimiento faraónico, que “por cuestiones administrativas y de gestión de contratos” se divide en tres partes llamadas lotes: el Mega Colector -más de 30 km de túneles que recolectarán los desagües cloacales a lo largo de la margen izquierda del Riachuelo y los transportarán hasta la Planta de Pretratamiento- que se está construyendo en Dock Sud, (Avellaneda) y tratará los líquidos recibidos- y el Emisario -un túnel que irá por debajo del agua, volcará los líquidos ya tratados al Río de la Plata, a 12 km de la costa, completando el proceso de depuración. La obra beneficiará directamente a la Ciudad de Buenos Aires y a los municipios de Avellaneda, Esteban Echeverría, Hurlingham, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Morón, San Isidro, San Martín, Tres de Febrero y Vicente López. Fuentes de Aysa señalaron a AreaUrbana que “esta es una obra única, no tiene igual en el mundo, va a cambiar la vida de un montón de gente y a beneficiar al medio ambiente. En paralelo estamos haciendo las redes primarias y secundarias para que una vez terminada la obra, podamos inyectar en esas redes el agua”. Está previsto que el Sistema Riachuelo se inaugure a mitad de 2023. “También trabajamos en el Sistema Agua Sur, que va a asegurar el abastecimiento de agua potable en los partidos de Almirante Brown, Esteban Echeverría, Ezeiza, La Matanza, Lomas de Zamora y Quilmes. Esta obra la activamos este año así es que calculamos que tendrá para dos años más. Va a tener 46 kilómetros de cañerías primarias, 23 kilómetros de ríos subterráneos y tres estaciones elevadoras” agregaron. ¿Se trabaja en línea con los ODS? “Absolutamente. Todo el trabajo de Aysa está orientado al cuidado del medio ambiente. Ya tenemos construidos más de 2.000 kilómetros de cañería entre agua y cloacas. Esperamos hacer cuatro mil en estos cuatro años (hasta 2023). Hoy es una política de estado hacer obras de agua y cloacas, está en agenda y eso se replica en el presupuesto. Y no se trata sólo de Aysa, ya que trabajamos coordinados con todos los organismos provinciales y municipales. Antes no se hacía y las obras quedaban truncas”. En coincidencia con los especialistas antes consultados, desde Aysa también destacan la importancia de adquirir una verdadera consciencia ciudadana sobre el uso responsable del agua, que hoy no existe: “No está ese entendimiento en la gente. Aún no está incorporado que el agua será el

eje de las próximas guerras en el mundo, esto es así. En muchos países los servicios básicos van a escasear. Argentina los tiene, pero carece de la cultura para preservarlos y valorarlos”. Acerca de la calidad actual del agua que llega a los hogares del AMBA, aseguraron: “es de una muy buena calidad, está regida por más de 10 normas internacionales que avalan y certifican el agua de Aysa. Los próximos desafíos son instalar los medidores en cada casa que falte, para cuidar mejor este recurso y concientizar sobre la importancia que puede tener Argentina en materia de exportación de agua”.

LOS DESAFÍOS DEL CHACO La región chaqueña sufre alternativamente ciclos de sequías muy prolongados y de inundaciones. Esto genera que haya dos áreas diferentes respecto de la estación de lluvias: la oriental, con precipitaciones durante todo el año, aunque mayores en verano, y la occidental, con un período seco invernal hasta de ocho meses. El Chaco se encuentra en el centro de la región; y el gobierno provincial rubricó varios convenios con el ENOHSA para la realización de redes de agua potable y saneamiento que ejecuta el Servicio de Agua y Mantenimiento Empresa del Estado Provincial. El gerente general del SAMEEP, Ricardo Requena, lleva 40 años trabajando allí y dialogó con este medio sobre los desafíos particulares de la provincia en materia de acceso al agua y saneamiento. “La provincia tiene casi 10.000 kilómetros cuadrados, con aproximadamente 1.250.000 habitantes, 69 municipios. Y tiene una política de estado respecto de este tema” comenzó el funcionario.

¿Cuándo comenzó a ser una verdadera política de estado?

En 2007, cuando asumió el gobernador Jorge Capitanich. A partir de entonces, por primera vez estuvieron alineados el gobierno nacional y provincial, lo cual realmente impulsó que las obras y la coordinación se mantuvieran. En ese proceso quedó “grabado” tanto en funcionarios como en los empleados de SAMEEP que la meta es la universalización de los servicios de agua y saneamiento. Esto implicó un enorme paquete de obras estructurales que hizo que el agua llegara a los lugares más recónditos de la provincia. Cuando se inauguró el SAMEEP (1981) había 280 kilómetros de acueductos en el Chaco, hoy hay funcionando 1.200 kilómetros.

¿Qué trabajos importantes se hicieron?

Esta provincia está rodeada de ríos – Bermejo, Paraguay, Paraná- entonces toda nuestra cuenca hídrica corre desde el noroeste hacia el sureste, hacia los ríos. Y nuestros acueductos van desde los ríos hacia el centro del Chaco. A lo largo de todo el Bermejo y el Paraguay fuimos ejecutando nuevos acueductos; plantas tomadoras y potibilizadoras. Esto nos permitió alcanzar cerca del 90% de cobertura de redes domiciliarias de agua potable. Hay que tener en cuenta que casi el 70 por ciento de la población se encuentra en el área metropolitana.

¿Cuál es la situación en El Impenetrable?

El acueducto con abastecimiento del Impenetrable es quizás la “perlita” para mí, un orgullo. Allá en “medio de la nada” lo inauguramos y tiene canillas, redes y abastece a un montón de localidades como Nueva Pompeya, Fuerte Esperanza y El Sauzalito, que están a más de 500 kilómetros de Resistencia y que jamás habían tenido agua. También, 60 parajes en el monte ahora son abastecidos desde ese acueducto con redes dispersas, de las cuales también se abastecen las comunidades originarias de la zona. Lo más complicado en esos lugares es conseguir espacios de vuelco. Hay que recolectar el líquido, tratarlo con algún sistema, y volcarlo. En esos lugares hay ríos interiores, pequeños, es difícil tratarlos.

¿Dónde hacen falta más obras?

En el suroeste, la pampa húmeda, la zona rica. Allí se encara la obra “maestra”: el Segundo Acueducto ya está en un 90% ejecutada. Tiene 512 kilómetros (están terminados unos 460) y una toma a la vera del puente que va a Corrientes, que va a abastecer a toda el área metropolitana, es una obra gigantesca. La planta ya está funcionando en un 35 % de su capacidad, estamos habilitando tramos a medida que vamos llegando a las distintas ciudades. Serán en total unas 26 localidades y alrededor de 400 mil personas que se verán beneficiadas directamente porque tendrán la misma calidad y cantidad de agua que en la región metropolitana. El 87 % de la provincia tiene buena cantidad de agua, aspiramos a llegar al 98% con la misma calidad ya que el resto tiene agua de pozo, por ejemplo.

¿Y el plan director de cloacas en Resistencia?

La situación general es que todo el sistema cloacal de Resistencia, al igual que los de las ciudades que están a la vera del Paraná, no tienen tratamiento. Sucede también con Posadas, Goya, Bella Vista, Reconquista; todos tiran crudo el líquido cloacal al río. A través de la planta que vamos a hacer, seremos el primer conglomerado urbano grande que va a tratar el líquido cloacal de manera integral: para eso se hizo un sistema de colección en toda la zona sur de la capital que es trasladado a una planta de tratamiento. Esa planta es de tipo reactor anaerobio de flujo ascendente, que logra una depuración de la materia orgánica casi total por lo cual ese vertido tiene mucho menor impacto en el medio ambiente.

CUANDO EL AGUA SOBRA TAMBIÉN ES UN PROBLEMA

La infraestructura hídrica que está a cargo de los estados no puede soslayar los efectos palpables del cambio climático a la hora de la planificación. Gustavo Villa Uría explica respecto de esto que “las modificaciones en las condiciones del ciclo natural del agua también impactan en todo el sistema; el efecto invernadero, las tormentas... actualmente tenemos una bajante del río Paraná similar a la del año 1944 y eventos que se produjeron en el 1800. Entonces, el clima es naturalmente variable, sobre todo entre periodos húmedos y secos. Los extremos hoy son “más extremos”.

¿Qué sucede con el efecto invernadero?

Las concentraciones urbanas, con su cemento y construcciones, favorecen el aumento de la temperatura promedio y atraen las tormentas. Hay medidas que se toman con obras y otras sin, como la forestación de espacios en ciudades. Eso ayuda a disminuir las temperaturas y por ende, la vulnerabilidad de los centros urbanos ante las lluvias.

¿Los desagües pluviales son suficientes?

No, y las precipitaciones abundantes son causantes de las mayores pérdidas en infraestructura pública y privada en las ciudades. Tenemos ejemplos contundentes como la inundación de La Plata (2013), del arroyo Medrano en Buenos Aires y en varias ciudades del país producidas por los extremos del clima: lluvias intensas y eventos extraordinarios para los cuales, en algunos casos, no había obras suficientes.

A nivel obras ¿cómo estamos?

Hay un plan fuerte de inversión, tenemos más de 200 obras en marcha de distinto tipo que buscan adaptar la infraestructura a los extremos climáticos para que en eventos usuales no haya inundación ni pérdidas, y que a los extraordinarios podamos resolverlos con otros sistemas, por ejemplo dando un alerta con radares metereológicos. Ya instalamos 10 y estamos instalando diez más para anticipar los procesos de lluvias intensas, algo importante porque si bien no evita los daños sobre viviendas, puede evitar situaciones graves para las personas. Debemos hacernos resilientes a los fenómenos que el cambio climático nos trae: tanto crecidas como sequías.