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Granizo: Mostrar una Córdoba capital sin maquillaje

La película protagonizada por Guillermo Francella ha puesto ante los ojos del mundo los hermosos paisajes de la provincia de Córdoba. Pero no sólo este rodaje se ha llevado adelante allí, ya que la misma provincia el desarrollo de su Polo Audiovisual para fomentar la participación de la industria en sus tierras.

A estas alturas, referirse a la trama de Granizo en particular –que días después de su estreno en Netflix, a fines de marzo, ya había alcanzado más de 37 millones de horas vistas por públicos de diferentes latitudes–sería improductivo. Sin embargo, cuando Miguel Flores (Guillermo Francella) decide viajar desde Buenos Aires hasta Córdoba capital en taxi para visitar a su hija, Carla (Romina Fernandes), las impactantes imágenes captadas por un dron nos hacen sentir arriba de aquellos buses que andan, se detienen y atraviesan los puntos neurálgicos de las grandes urbanizaciones. Y en ese desplazamiento de cámaras aparecen el emblemático estadio Mario Alberto Kempes, el puente Ramón Mestre, Belgrano y Fructuoso Rivera, la Plaza San Martín y sus alrededores, la impactante iglesia de Los Capuchinos…Y más. Pero frenemos ahí. ¿Son esas locaciones, únicamente, el motivo por el cual los productores se decidieran en filmar en esta ciudad? Seguramente, también llegaron a la capital cordobesa “porque tenemos un Polo Audiovisual (ver “Una ciudad audiovisual”),a través de la Agencia Cultura, que genera beneficios para los que quieren rodar acá. Eso se complementa con otras ventajas de distinta índole”, cuenta Alejandro Lastra, director de jurisdicción de Promoción, Marketing y Productos Turísticos en Agencia Córdoba Turismo. Sin ir más lejos, en 2022, la provincia invirtió más de $50 millones y, desde 2018 en adelante, se realizaron 170 contenidos, entre audiovisuales y videojuegos. Según lo describe el propio organismo, por medio del Polo Audiovisual Córdoba, se generan oportunidades de empleo de calidad y se atrae inversiones. “La propuesta se completa con un plan de promoción y un fondo de fomento que sostenga a las industrias culturales y creativas, limpias y del conocimiento, y aliente la demanda de bienes y servicios de otros sectores de la economía, desarrollando emprendimientos productivos que lleguen a exportarse al mundo”. En ese mismo sentido, según Córdoba Filma, una oficina de promoción audiovisual que depende de dicho Polo y que ayuda con información para que las productoras puedan concretar una película o cualquier otra producción audiovisual en este territorio, la provincia ofrece, entre otras ventajas, vínculos rápidos y directos con toda la Argentina; diversidad de paisajes, como montañas, ríos, lagos, arroyos, áreas verdes y boscosas; su clima templado moderado con las cuatro estaciones bien definidas; 30 años de experiencia en producción audiovisual, más de 100 pymes productoras

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¿Cuál es impacto de que lleguen producciones interesadas en filmar en Córdoba?

El beneficio es lo vinculado a lo audiovisual, en el empleo, en la cultura y en que mucha gente trabaje en esos rodajes; otro es el impacto comunicacional. En algunos casos, como el de “Granizo”, el rodaje y el guión directamente hablan de Córdoba capital. Muestran, en sus locaciones, espacios turísticos y parte de la infraestructura existente, tal es el caso de un bar del barrio Güemes, una zona entre bohemia y de diseños que tiene más de cien bares en ocho manzanas. En ese sentido, mostrar que Francella se toma un café o un trago en uno de esos sitios emblemáticos da puntapié a que la gente, naturalmente, tome ese ejemplo y quiera visitarlo.

Justamente, de eso se encargan, también, las Film Commission en el mundo.

Claro, y cuando se trata de éxitos, generan recorridos turísticos o circuitos sobre la base de distintas acciones que se produjeron a través de películas o series, y que la gente, luego, quiere conocer.

Al respecto, ¿qué otras acciones lleva a cabo el Polo Audiovisual?

Se ha hecho un catálogo de locaciones fílmicas de paisajes sustitutos, por llamarlo de alguna manera, de otros lugares del planeta. Por su geografía, su clima y por un montón de aspectos, Córdoba genera que se puedan simular lugares o paisajes de Europa del Este, por ejemplo, en el Valle de Calamuchita; o el desierto africano, en el norte de la provincia. Las salinas de cualquier lugar del mundo pueden ser también las nuestras. Y si bien un guión puede hablar de que una historia transcurre en Austria o en Hungría, le permite a la productora realizar sus escenas acá. Y, muchas veces, la gente que las ve averigua, luego, dónde son esos paisajes con la intención de conocerlos. Es que las películas son divulgadoras…pero en Granizo, por su trascendencia, fue más allá. Mientras Guillermo Francella estuvo diez días en Córdoba para filmar, comió en un restaurante y, “seguramente, eso se los contó a sus amigos, como también lo linda que encontró a nuestra ciudad. O lo mismo cualquiera de los actores que vienen a filmar acá”, entiende Lastra. Y es verdad: cuando se estrenó “Mi obra maestra”–también protagoni-

zada por Guillermo junto con Luis Brandoni–tuvo mucha repercusión aquel imponente paisaje que aparece en la escena final, en Maimará. Más de uno se preguntó en qué parte de Jujuy, exactamente, estaba ubicada esa maravilla que, hasta entonces, no formaba parte del típico recorrido turístico de quien visitaba el Norte. Y hoy la bien denominada y antes anónima Paleta del Pintor, más allá de su dificultoso acceso, es cada vez más visitada. Aunque hay otra historia, también con tintes costumbristas, protagonizada por Francella, pero no ficcionada, luego de que la plataforma de streaming estrenara “Granizo”. El actor realizó un video para en canal de Netflix de YouTube en el que cuenta que, durante el rodaje, se tomó unos “fernecitos” (SIC). Pero que también le gustó su preparación. Tanto es así que quiso aprender la receta. A esto, se suma su declaración en los diferentes medios acerca de que “en Córdoba me han atendido tan pero tan bien, disfruté tanto el lugar, la calidez que tienen... hay una cosa afectiva, amorosa, toda la ciudad estuvo metida con nosotros”.

VAMOS A LA RUTA Fuera de la Córdoba capital, el desarrollo de “Granizo” muestra montañas que pertenecen a La Cumbre y San Esteban, pero también a Villa Allende, cuando el exitoso meteorólogo Miguel va en la búsqueda de Alfonso (Pompeyo Audivert), un personaje misterioso que dice saber la hora exacta de una próxima fuerte lluvia. “Es que las sierras de Córdoba tienen un poco esa historia vinculada a ese tipo de situaciones. El guión es un correlato de hechos que se presentan acá en lo cotidiano. En algunos lugares de nuestra provincia hay un trabajo de mucha gente, vinculada o no a los aspectos climáticos, pero sí a muchas cuestiones de índole místicas. La zona donde se llevó parte de la filmación, el Valle de Punilla, pero también Capilla del Monte, San Marcos Sierra, tienen particularidades respecto a tipo de oferta turística. Y, de hecho, entre otros motivos, mucha gente viaja a nuestras sierras porque existe el turismo astronómico”, opina Lastra. Y cuenta que “el primer observatorio que hubo en Sudamérica de realizó acá, el Observatorio del Clima; en Córdoba capital, y a 45 km del camino a Falda del Carmen y San Clemente, el Observatorio Astronómico Provincial”.

SENTIMIENTOS LOCALES

¿Y cuál fue la repercusión de los vecinos mientras se rodaba la película?

Por la popularidad de Francella, en un principio no se advirtió a la población que se llevaría adelante la película. Y, de golpe, apareció el centro de la ciudad todo cortado, la Catedral, el Cabildo… y ahí empezó a llamar gente de distintos lugares para saber dónde se estaban realizando las filmaciones. Incluso, algunos prestadores para ver si podían sacar algún beneficio. Tuvo mucha repercusión.

¿Participaron extras o actores locales?

Sí, participaron muchísimos extras y actores locales. E independientemente de que esto sea una oportunidad para los actores cordobeses, también trabajan un montón de técnicos que forman de una producción (N. de la R.: la Universidad Provincial de Córdoba fue una de las locaciones elegidas y participaron estudiantes de las carreras de la Tecnicatura Universitaria en Escenografía, la Tecnicatura Universitaria en Iluminación de Espectáculos y el Profesorado de Teatro). Sean nacionales o internacionales, se apoyan en productoras locales. Entonces, no se ven obligados a traer cámaras de México o Francia, sino que, directamente, contratan y alquilan acá.

¿Cómo repercute esta clase de acontecimientos culturales en la ciudad?

Es múltiple. Repercute en lo mediático, en las redes, en la promoción turística indirecta que tiene. Hoy no existen circuitos para recorrer las locaciones de “Granizo” en Córdoba; pero no se descarta que se terminen haciendo, en lugares que son atractivos y que la gente ya los visita.

CÓRDOBA: DESTINO AUDIOVISUAL

Dentro de una larga lista, durante el verano pasado se rodó “Ángeles”, de Paula Markovitch, una coproducción entre las cordobesas Isla Bonita y Gualicho Cine, con Cuevas de Altamira y Avanti Cinema. Como también la serie “Gastón. Mujeres que nunca me amaron”, que justamente fue galardonada en un concurso de Polo Audiovisual de la provincia, dirigida por Santiago Sgarlatta y Ramiro Méndez Roy, que utilizó locaciones reconocidas de la ciudad, como el Parque Sarmiento, el Paseo Marques de Sobre Monte, Parque de las Tejas. Otras que ya concluyeron su rodaje durante este primer semestre fueron el largometraje “Almamula”, que continúa en Santiago del Estero; “El verano más largo del mundo”, que se filmó en Carlos Paz; el documental “Trinchera”, para canal Encuentro, dirigida por Leopoldo Obligado; la serie “Camioneras”, en Río Cuarto. Por otro lado, desde abril se está llevando adelante en la provincia la filmación de “Recursos humanos” –dirigida por Jesús Magaña–, una coproducción que cuenta con el apoyo del Gobierno de Córdoba, protagonizada por Juana Viale y los mexicanos Giuseppe Gamba, Pedro de Tavira y Daniel Tovar, pero donde, además, participan actrices y actores locales. Para contar esta ficción se estuvieron utilizando lugares como El Faro, el edificio de Tarjeta Naranja y el Hotel Quorum. También, comenzó el rodaje de “La noche que luché contra Dios”, de Rodrigo Fernández Engler, y, en septiembre, “Hora mágica”, una nueva película de Eugenio Zanetti en la que participan Luciano Cáceres y Geraldine Chaplin, nada más y nada menos.

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