LOS QUICHUA-OTAVALO: ECONOMÍA E IDENTIDAD Productores artesanales y comerciantes de Otavalo* Mario Conejo, José Yamberla, Imbaya Cachiguango
INTRODUCCIÓN Queremos compartir Nuestra historia, como la de todos los pueblos indígenas de este continente, es milenaria, pero en esta oportunidad pretendemos compartir con ustedes, y con nuestras nuevas generaciones, la experiencia vivida por nosotros en las seis últimas décadas, esto es, a par- tir de los años cuarenta. Los quichua-otavalo somos considerados un pueblo de características singulares, por algunas cualidades que nos destacan y que “explican el éxito alcanzado” en los aspectos materiales y culturales. Con frecuencia nos nombran en los discursos de los políticos, en las disertaciones de los analistas y en los medios de comunicación, para ponernos como ejemplo a seguirse por otros pueblos. Se ha dicho y escrito mucho sobre nosotros, a veces, exagerando en las generosas apreciaciones y análisis, otras, llegando incluso a tergiversar la realidad. Ésta es una primera oportunidad en que, a partir de nuestras propias percepciones y vivencias, nos autodescribimos y analizamos. Queremos contarles a nuestros hermanos indígenas, tanto nuestras potencialidades, cualidades y virtudes, como nuestros problemas, defectos y debilidades. De esta manera, si nuestra experiencia ha de servir de algo, sea en la medida en que nuestra versión va dirigida de hermano a hermano. No pretendemos decir con esto que nuestra versión sea acabada, completa, pero sí es la apreciación de un equipo de trabajo conformado por artesanos y comerciantes quichua-otavalo, que hemos estado involucrados en esta experiencia y que, en el proceso de reflexión, hemos logrado involucrar a muchos runas de tres generaciones, que han podido contarnos sobre los últimos sesenta años.
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Coordinación: José María Cabascango (ECUADOR RUNACUNAPAC RICHARIMUI) Asesoría: Natalia Wray
Cierto que una parte de nuestro pueblo ha alcanzado un relativo éxito económico y que sus condiciones de vida han mejorado notablemente. Hablamos de un sector minoritario, pero significativo, que a partir de la década de 1940 inició un proceso nuevo, digamos moderno, en la medida en que nos vinculamos más estrechamente a la economía capitalista. Este proceso ha sido una experiencia difícil, decepcionante, llena de tropiezos y fracasos que, en alguna medida, han podido ser superados, gracias a la perseverancia, al gran espíritu de lucha, a la gran capacidad de adaptación y a la autoestima de nuestra gente, así como a ciertas condiciones y circunstancias históricas que hemos aprovechado al máximo. En la primera parte de este trabajo, nos proponemos analizar la situación de nuestras familias en los años cuarenta y cincuenta, período en el cual se inició un proceso migratorio desde nuestras comunidades hasta las principales ciudades del país y a los países vecinos, marcando una etapa fundamental y decisiva para el posterior desarrollo de la producción y comercialización de los tejidos. En este contexto, analizamos un segundo flujo migratorio que se produjo en la década de 1970, esta vez, los quichua-otavalo nos proyectamos a nivel internacional, incursionando en los mercados de Norteamérica y Europa. En la segunda, intentamos explicar los factores que, desde nuestro punto de vista, posibilitaron el “éxito” económico alcanzado, para luego realizar un diagnóstico de la presente situación, referido a las condiciones actuales de la producción y del mercado. Finalmente, hacemos una aproximación a la significación y al impacto que este proceso tiene en la economía y sociedad del cantón Otavalo, la provincia y el país; una comparación del Otavalo de los años setenta y el actual, tanto en términos socioeconómicos como políticos y culturales. Esto nos permite observar el alcance de los profundos cambios experimentados por la ciudad de Otavalo, su conformación económico social, sus actitudes y comportamientos en virtud del proceso
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