Cultura 12 de julio 2025

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Cultura

elCaribe, SÁBADO 12 DE JULIO DE 2025 elcaribe.com.do

La identidad gastronómica dominicana

Pedro Delgado Malagón describe las comidas típicas y los gustos originarios de este país, y alerta sobre la globalización de hamburguesas y pizzas. P.5

La exigencia del retorno de los que Trujillo expulsó

OGM rememora las manifestaciones de 1962 por el retorno de los dominicanos que se vieron obligados a exiliarse durante la dictadura trujillista. P.7

Un matemático dominicano e internacional

Juan Luis Vargas Molina es un investigador que se especializó en Ciencias de la Computación e inventó un sistema llamado Factorn. P.13

Hato Mayor del Rey ha tenido 50 sacerdotes de 1843 a 2025

La parroquia Nuestra Señora Las Mercedes ha sido dirigida por ilustres religiosos tanto dominicanos como extranjeros

MANUEL ANTONIO VEGA atacando10@gmail.com

Desde tiempos inmemoriales los seres humanos se han agrupado formando pequeños o grandes conglomerados, cada uno de estos conjuntos ha tenido sus diferentes líderes. En el caso de la religión, Hato Mayor ha contado con una pléyade de guías espirituales, que han contribuido gran-

demente en la formación religiosa y también hicieron crecer la fe cristiana.

El primero que tuvo la responsabilidad de dirigir los destinos espirituales de esta población fue Manuel Gonzáles Bernal, quien llegó procedente de Monte Plata el primero de noviembre de 1843 durante el período de la dominación haitiana.

A éste le sucedieron Josef Cendra, el 8 de abril de 1844, Alejo Ruiz el 15 de julio de 1844 (este cura fue el diputado que representó a Hato Mayor en la constituyente de 1844). Pedro Carrasco y Cape-

Líder eclesiástico

Manuel González Bernal llegó en 1843 y el canadiense René Désilet es reconocido como el que logró unificar a los hatomayorenses con su labor sacerdotal y social desde 1982”.

ller el 13 de marzo de 1845, Manuel Gonzáles Bernal el 30 de octubre de 1849.

Así mismo también Antonio Gutiérrez el 31 de marzo de 1851, Tomás Barosela el 26 de julio de 1858, Bernardo Pichardo en mayo de 1859, Elías González en mayo de 1860, Francisco A. Pereyra en septiembre de 1862, Miguel Fleto en noviembre de 1882, Rafael García en diciembre de 1865, y J.A. Betancourt en septiembre de 1867. También estuvieron en Hato Mayor los sacerdotes Carlos Cononigo Lafresne en 1871, Pedro Carán y Río en 1872, Zacaría Iraroquien 1873, Antonio Hernández en 1874, Juan Nepomuceno Fernández en 1875, Benito López Gil en 1878, José Veloz Fernández de Castro en 1881, Ignacio Mella Abreu en 1886, Pablo de Benedette en 1887, Tomás Martínez en 1887.

Los líderes religiosos de la postrimería del siglo XIX fueron Emilio Maggiolo en 1891, Manuel A. Montás Miranda en 1891, Miguel R. Hernández en 1897 hasta principios del siglo XX, Melchor Mejía en 1905. Emiliano Camarena en 1911, Juan Alvino en 1913, y José N. Andrickson, Joaquín Gómez en 1913, David E. Santamaría en 1914, Alfredo Peña en 1918, Ignacio Mella en 1919, Alfredo Peña en 1921.

Todos estos grandes líderes estuvieron a su cargo la dirigencia de la parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes desde los tiempos en que ésta era una simple ermita construida a base de maderas y pencas de palma.

Posteriormente llegaron con los mismos fines Esteban Rojas en 1922, Ignacio Mella en 1922, Alfredo Peña en 1924 (este cura murió durante el desempeño de sus funciones en 1925), José Suárez Muñiz en 1926-1929, Bernardo A. Montás Martínez en 1929, Francisco M. Diemert en 1946, Guillermo MC-Nabb en 1948, Juan Fullerton en 1955, Williams J. Matte en 1955, Vicente Murphy en 1955 y Eduardo Mc Carty en 1957. l

Antigua torre de la iglesia en el Parque Mercedes de la Rocha, que fue un símbolo de la arquitectura antiguo. FUENTE EXTERNA

historia de la medicina

La pasantía médica

salón de la fauna

ellas las

das, el desarrollo de estas fue muy tardío en relación con otros países de América. El ofrecer la posibilidad de que un médico recién graduado pudiera acreditar su formación como especialista en lugar de permanecer por un año en el pezara la formación de ese tipo en el exterior. México, España y nos de muchos de esos médicos que aprovecharon la ocasión. Por otro lado, seguía la formación de sidad de Santo Domingo, que en ese

una sección municipal de mil habitantes como mínimo, en las cuales no residan médicos graduados”. Como vemos, la idea de la pasantía era la de ofrecer servicios en donde no hubiera médicos en ejercicio. En muchas ocasiones se trataba de combatir también a los curanderos o no médicos que ofrecían servicios y vendían medicinas a la población, sin ningún tipo de control. En 1945, la Ley fue modificada de nuevo para agregar un párrafo al artículo primero, que decía: “Podrán ser exonerados de las disposiciones de la presente ley, los médicos recién graduados de la Universidad de Santo Domingo, que después de recibir su diploma hayan cursado estudios de postgraduados en alguna universidad o institución extranjera sobre alguna especialidad necesaria y cuyos servicios profesionales sean imprescindibles para el país a juicio de la Secretaría de Sanidad y Asistencia Pública, siempre que posean un Diploma o Certificado expedido por dicha Universidad o Institución que acredite los estudios realizados en la especialidad que se trate”. Esta situación se producía en momentos en que en nuestro país no existían residencias de especialización en las diferentes áreas de la medicina. Debido a la dificultad que la dictadura imponía a cualquier tipo de or-

En estos días se discute en el Poder Legislativo llevar la pasantía médica de ley a seis meses, tal como era en 1943. En 1970, nuestro país tenía cerca de mil médicos y en la actualidad contamos con más de cuarenta mil profesionales. La intención de la pasantía era originalmente proveer servicios de salud a comunidades en donde no existía personal sanitario. Más adelante, en el tiempo, la pasantía servía para que los médicos recién graduados cumplieran con un servicio social en poblaciones poco favorecidas. Al observar la evolución de nuestra salud y los perfiles de los egresados de nuestras universidades, es muy importante que nuestros jóvenes médicos participen en las acciones comunitarias. Es posible ofrecer esos servicios dentro de los años de la formación del médico en las universidades y así evitar que el estudiante tenga que esperar más de un año para poder iniciar su formación como especialista. Necesitamos en nuestro sistema sanitario la presencia de médicos de atención primaria o familiares. Una propuesta sería que los recién graduados pudieran acceder a la formación en medicina familiar inmediatamente y que los que lo deseen realicen una pasantía voluntaria en lo que se preparan para otras especialidades. l DR. HERBERT STERN

Ángel Martínez

(DÉCIMA CIBAEÑA)

Ei deteitive se graduó

De chijme y jabladuría

Pa’ éi ej una manía Y noimai, como tiró Lodo a to ei que engañó privando en americano

¡Qué gigante tan enano!

Con to loj toinillo flojo

Su cerebro tiene mojo

E dañino ete fulano.

Con la boca como un peje Y mirada e saitiadoi

Lengua de gran jabladoi

Se dedicó a mequetrefe

Donde quiera priva en jefe

Pero aquí le echán ei guante

Nadie traga suj puigante

Pue se nota ej allantoso

Dice Hipólito, e baboso

Que pagará puarrogante.

l JOSÉ MERCADER

Ilustres sacerdotes de Iglesia Las Mercedes

Luego llegó Geraldo Donovan, y luego le siguió el sacerdote René Désilets en cuya gestión la parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes obtuvo grandes logros de infraestructuras físicas, así como la multiplicación de la feligresía.

El padre René, como popularmente se le conoció en la población, logró reunir a la familia hatomayorense alrededor de la fuente suprema de la vida (Dios), y llevó a cabo una verdadera obra de evangelización que ha traspasado las fronteras que geográficamente les pertenecen, ya que también ha tenido que evangelizar en varias secciones de El Seibo y San Pedro de Macorís.

La iglesia católica fue dirigida por el padre Alejandro de la Cruz, siguiéndole Vicente Sánchez Burgos y actualmente es timonel católico el párroco Andrés Solano.

Padre René Désilets

Desde sus orígenes mismos la humanidad ha estado orientada y dirigida por sus más dignos representantes, por aquellos a quienes el trabajo y la dedicación los ha llevado a convertirse en guías, orientadores, o verdaderos líderes.

La parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes a la cual se debe –según la tradición- la fundación misma del pueblo que lleva por nombre Hato Mayor del Rey ha sido dirigida por ilustres sacerdotes, tanto dominicanos como extranjeros, que ha hecho cada día que la fe cristiana aumente tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo.

Los primeros que orientaron dicha parroquia empezaron a llegar en 1843, durante el período de la dominación haitiana, siendo el primero Manuel GonzálezBernal, quien llegó exactamente el 1 de noviembre del referido año.

Entre los curas que hemos tenido en los siglos cabe destacar que la iglesia se ha manejado orientando espiritualmente a los hatomayorenses de acuerdo a su jurisdicción.

Hoy, al inicio del siglo XXI, y cuando soplan los vientos del Tercer Milenio de la venida del Señor a la tierra, cada ciudadano de este pedazo de tierra debe sentirse orgulloso de haber sido dirigido espiritualmente por un párroco como el canadiense René Désilets.

René Désilets llegó procedente de su

natal Québec, para llevar a cabo una importante misión ministerial que lo convirtió en testigo de primera línea de sus más importantes hechos históricos de la contemporaneidad.

Nació el 6 de junio de 1936 en Montreal, Canadá, hijo de los señores Philippe Désilets y Aurore Blanc. Desde muy pequeño dio indicios de su gran vocación sacerdotal, ya que su padre como buenos católicos siempre lo llevaban a la iglesia y él nunca puso resistencia, en cambio, disfrutaba toda su plenitud su estadía en la casa de Dios.

René Désilets no fue un simple cura, veamos: se graduó de bachiller en la Uni-

versidad de Montreal, en Québec Canadá en el año 1959, en donde recibió los más altos honores de la institución académica.

Posteriormente, en 1965, se gradúa de licenciado en pedagogía, mención “Administración Escolar” en la ciudad de Montreal, Canadá, pero antes se había graduado de licenciado en teología en la universidad de Antario, Canadá, en 1963 y también había realizado una maestría en la misma universidad en 1964.

Fue profesor en la escuela normal en Trois – Rivieres, en su natal Québec Canadá de 1963 a 1967, desde donde pasó a impartir cátedras de la universidad del mismo lugar de 1967 a 1970; también fue director general de la “Comissión Scolaire Regionale du Rivage” con sede en Baeie-Comeau en Québec. Canadá.

Luego fue designado como director general del instituto “Voluntas – Dei” en Trois – Rivieres, en Québec, en 1970 donde permaneció por espacio de 10 años, hasta 1980, año que fue llamado par a ir a labor misionera a la Republica Dominicana.

René Désilets llegó por primera vez a nuestro país en 1981 como cura párroco de la parroquia “San José” en el municipio El Valle, lugar en el que permaneció por espacio de un año.

El 14 de agosto de 1982 René Désilets es llamado para que se haga cargo de la parroquia nuestra Señora de Las Mercedes de Hato Mayor del Rey, la cual se encontraba a acéfala de un verdadero guía que orientara por el verdadero camino del evangelio a una feligresía hambrienta de aumentar su fe ante la eminente venida de Jesucristo.

En su estadía en Hato Mayor René Désilets se granjeó el cariño y el respeto de la mayoría de los hatomayorenses que vieron en él, más que su sacerdote, a un amigo el cual se puede confiar a ciegas, a un hombre que jamás traicionará los principios básicos de la voluntad de Dios, a un ser que honra su sano comportamiento a toda la humanidad.

Al estar aquí orientó un total de 11 barrios y 49 campos entre secciones y parajes, ha rehabilitado un total de 10 capillas, en tanto que construyó otras 37; habilitó 10 centros de catequesis, y tenía bajo su cuidado el Centro de Capacitación y Formación del Distrito Municipal de Yerba Buena, en donde existen un total de 400 Catequistas y 50 animadores de comunidad. l

Parque Mercedes de la Rocha. F. E. La parroquia Las Mercedes lleva más de 200 años celebrando la eucaristía en Hato Mayor del Rey
Uno de los sacerdotes de la parroquia. F. E.
Sacerdotes de la Parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes. F. E.
Sacerdote René Désilets. F. E.
La parroquia obtuvo es logros de infraestructuras físicas. F. E.
<VIENE DE LA PORTADA

4 Cultura

Cuento de camino real sin vereda

PEDRO CONDE STURLA pinchepedro65@yahoo.es

Era el séptimo día que faltaba comida de la nevera y nadie sabía darme una explicación. La comida desaparecía durante la noche. Desaparecía el queso, desaparecía la leche, casi todo desaparecía y los muchachos tenían que ir a la escuela sin desayunar.

Debía ser un intruso o una intrusa porque los muchachos no se atrevían a salir de noche de su cuarto. Le temían a la oscuridad de aquel caserón de madera con paredes que hablaban, que contaban antiguas historias y conversaban con difuntos. Le tenían terror a la noche. Un merecido respeto.

—Podría ser una haitiana o una ciguapa…

—O el chino que vive al doblar.

—O un muerto.

—¿Desde cuando los muertos roban comida?

—Hay muertos que se quedan con hambre y vuelven de la tumba a comer.

—¿Y abren la nevera?

—Los muertos abren hasta las cajas fuertes o se meten sin abrirlas. Mi abuelo encontró uno en la suya, contándole su dinero.

—¿Y que pasó?

—El muerto se puso rojo de vergüenza y se fue. Le dio una vergüenza tan grande que no volvió más.

—No sabía yo que los muertos tenían vergüenza.

—No era un político, era un muerto. Y además tampoco era un muerto, era una muerta, una muerta honrada. Robaba seguramente por necesidad…

El caso es que estaba faltando comida de la nevera y nadie sabía explicar como sucedía.

—Hay que poner polvo talco en el piso —dijo el erudito con su habitual erudición—. Las huellas nos permitirán tener una idea de la naturaleza del perpetrador… Polvo talco o ceniza. Mejor que sea polvo talco…

Esa noche regamos abundante polvo talco en el piso de la cocina y de inmediato apagamos la luz. Al día siguiente aparecieron unas extrañas huellas y el resultado resultó ser desconcertante.

—Las pisadas parecen de chivo.

—Entonces debe ser el diablo.

—O un chivo

—Los chivos no abren puertas ni comen comida de la nevera.

—Mi tío encontró uno, se estaba dando un banquete. Le disparó con la escopeta.

—Para mi es el chino que vive al doblar. Tiene los pies chiquitos, tiene patas de cabra.

—Y se sube por las paredes.

—También podría ser un gitano.

—!Desde cuándo hay gitanos en este país?

— Creo que se trata de una iguana.

—Tan probable es que sea una iguana como un rinoceronte. No diga disparates.

—Y yo sigo pensando que es el diablo o un diablo, uno de los diablejos.

—Un diablejo con apariencia de chivo o de iguana o disfrazado de chino.

—Pero también podría ser un galipote.

—De esos ya casi no quedan en el país —dijo el erudito—. Los fueron exterminando uno por uno.

—Entonces tiene que ser una ciguapa.

—La ciguapa tiene los pies grandes y dejaría unas huellas enormes.

—A menos que no camine en punta de pie como una bailarina de ballet.

—No podría hacerlo, tiene los pies al revés y tendría que caminar de espaldas.

—Las ciguapas caminan hacia alante y hacia atrás, porque pueden darle vuelta a la cabeza.

—Y se meten a las casas por las rendijas o levantan una plancha de zinc para meterse. Quizás entró por el techo.

—Mi padrino se encontró con una, la sorprendió por detrás y cuando volvió la cabeza vio que tenía los ojos como dos carbones encendidos

—La última ciguapa de la que se tiene noticias —dijo el erudito—apareció hace ya muchos años en los alrededores de Pimentel. Desde entonces no se ha produ-

cido otro avistamiento.

—Por esos lugares hay muchas cuevas y muchos sitios donde esconderse y dicen que todavía hay indios.

—Mi sobrino vio uno una vez, tumbando mangos.

—Los indios ya no existen —dijo el erudito—, los exterminaron. Y también a las ciguapas las exterminaron.

—Dicen que hubo una campaña de exterminio cuando se descubrió que transmitían la rabia.

—La ciguapas no muerden y no transmiten la rabia —dijo el erudito—. El peligro es enamorarse.

—¿Enamorarse?

—Hay gente que se enamora y los que se enamoran no vuelven a aparecer.

—A uno de mis nietos le pasó algo parecido.

—Pero dicen que las ciguapas son muy feas. Aparte de los pies torcidos y un agujero en cada mano, tienen unas canillas flacas y largas como las de una garza y además son enanitas y mal formadas. Hay que estar bien borracho para enamorarse de una ciguapa.

—No afirmaría eso si hubiese visto alguna vez una ciguapa a la luz de la luna— dijo el erudito—. Tienen la piel morena, una piel de seda, entre morena y azulada, una cabellera oscura de pelo lacio, una lustrosa cascada que le cubre los hombros, las espaldas, una lluvia envolvente de sedosos cabellos que desciende hasta los pies, le cubre todo el cuerpo. Esa es su única vestimenta… Además son muy

dulces y muy tímidas… o aparentan serlo. Te conmueven con ese dulce sonido, con ese suave y único sonido que saben decir, te seducen con sus rítmicos y engañosos jipidos y su insinuada desnudez … Y después quien sabe qué.

—Yo oí hablar de un compadre que tuvo una familia de ciguapitos y ciguapitas con una ciguapa.

—Esos son cuentos de camino —dijo el erudito—. Las ciguapas sólo tienen hijos con ciguapos.

—De los ciguapos nunca he oído hablar.

—Es una deducción lógica

—En definitiva, dijimos que el perpetrador podía y no podía ser el chino y no podía y podía ser un indio y no podía ser un galipote, ni podía ser ciguapa ni nada parecido. Pero algo tiene que ser.

—Alguna explicación lógica tiene que haber —dijo el erudito—. Un bacá, por ejemplo.

El problema seguía siendo que faltaba comida de la nevera y nadie sabía darme una explicación. La comida desaparecía durante la noche. Desparecía el queso, desaparecía la leche, casi todo desparecía y los muchachos tenían que ir a la escuela sin desayunar.

Otra cosa que también me tenía preocupado era el asunto del gato. Hacía días que nadie había visto al gato, o mejor dicho a la gata, una gata preñada que parecía estar a punto de parir, una gata preciosa de abundante pelaje gris, muy cariñosa, que siempre andaba cerca y ahora se había desaparecido. l

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Apuntes de infraestructura

Itinerarios de la apetencia

Dedicado

a Luis Ros

Cubenas y a

los

integrantes

de la Academia Dominicana de Gastronomía.

PEDRO DELGADO MALAGÓN pedrodelgado8@gmail.com

“Los norteamericanos se comerán hasta la basura, siempre que la rocíes profusamente con kétchup”. HENRY

a historia de la cocina, en última instancia, es una historia del apetito, de las costumbres y del gusto. La cocina procede de dos fuentes: una es popular; la otra, sabia. Existe una comida campesina (plebeya, del ama de casa o de la modesta cocinera doméstica) y una cocina de profesionales que sólo creadores ardorosos, y con dedicación exclusiva, pueden realizar.

La primera tiene a su favor el ser una culinaria del terruño, del mercado, que explota los productos de la región y según la temporada. Todo en estrecha relación con la naturaleza y basada en un ‘saber hacer’ hereditario, transmitido por las vías inconscientes de la imitación y la costumbre. Como decir: fórmulas de cocción ya probadas, pacientemente aplicadas y en estrecha dependencia con cierto instrumental de cocina ya arraigado por la tradición. Este tipo de cocina ‘no viaja’ o ‘viaja mal’, esto es, se corrompe con los desplazamientos culturales y geográficos. La segunda (la ‘cocina de autor’) se basa tanto en los hallazgos y los intercambios como en la experimentación.

La historia de la gastronomía es una sucesión de permutas y dificultades, de abandonos y reconciliaciones entre la cocina corriente y la cocina con arte. El arte, aun si es creación personal, es imposible sin una base artesanal. Si la cocina es un refinamiento de la alimentación, la gastronomía es un perfeccionamiento de la cocina misma. Un chef que no empieza por cocinar y combinar los productos básicos de la cocina, por lo menos tan bien como un ama de casa, es un impostor.

La gran cocina no pertenece imperiosamente a los privilegiados. Las clases ricas, las naciones ricas, no siempre son las que mejor comen. En muchos pueblos pobres se elaboran platos exquisitos y asombrosos, como la ‘barbacoa’ de los indios de México (cabrito cocido lentamente bajo tierra caliente), o el ‘mole poblano’, también de México (guiso de pavo al chocolate). Con la nación más opulenta del planeta como paradigma, Octavio Paz ha dicho: “La cocina norteamericana tradicional es una cocina sin misterios: alimentos simples, nutritivos y poco con-

dimentados (...) El placer es una noción (una sensación) ausente de la cocina yanqui tradicional”.

Pero si el nivel de vida no basta para suscitar el gran arte, tampoco una tradición gastronómica es capaz de resistir una miseria muy dura y prolongada. La tradición no puede perpetuarse sin una práctica cotidiana, y no habrá consagración de los hábitos sin un mínimo de bienestar o desahogo.

“La comida del dominicano —una vez dije— no es la ‘cocina de palacio’, sino un producto de la etnología, o de una mezcla de biología y etnología”. Desde el siglo pasado, el dominicano de clase media almuerza cotidianamente lo mismo: arroz, habichuelas, carne (de pollo, de cerdo o de res) y plátano: los cuatro cuarteles de la voluntariosa ‘bandera dominicana’. El arroz y la habichuela se ligan, en ocasiones, para producir el ‘moro’. El arroz y la carne también hacen mezcla y provocan un sabor obstinado: el arroz con pollo. Una o dos veces a la semana, si acaso, se prepara el ‘sancocho’: de ‘víveres’ o de habichuelas rojas. Comerse un pato o una guinea guisada al vino es cada vez más infrecuente y exótico. Salvo en las poblaciones costeras, los dominicanos de clase acomodada ingieren muy poco pescado. La preparación del pescado frito, de la ‘minuta’ o del ‘pescado con coco’ resulta habitual únicamente en Samaná, Sabana de la Mar, Miches, San Pedro de Macorís, Barahona y otros pueblos a orillas del mar. El chivo guisado con orégano es un plato corriente tan sólo en las mesas del noroeste o del sur profundo. Cerca de la frontera, el chivo se hace acompañar de ‘chenchén’, suerte de engrudo que los haitianos fabrican con harina de maíz muy gruesa. El ‘puerco asado a la puya’, tradicional o ‘chilin-

gen popular o campesino. Es el caso, por ejemplo, de la pizza napolitana, de la lasagna a la boloñesa, del cus-cús marroquí y argelino, de la paella española, de la feijoada brasileña, de los tacos y moles mexicanos, del roast-beef a la inglesa, de las berenjenas a la turca, del chofán y el chop-suey del Chinatown californiano, de los sushi y sashimi japoneses. Estas comidas regionales, en tanto satisfacen los apetitos globalizadores de la clase media nacional —sus veleidades internacionalistas—, ahogan el florecimiento de una verdadera gastronomía cimentada en los productos y usos del país. Imposible pasar por alto, además, que las revoluciones gastronómicas son igualmente revoluciones en la terminología. Como fuera el caso de la ‘nueva cocina francesa’ —la nouvelle-cuisine—, se trató más de un aparato verbal, de una necedad prosopopéyica, que de una verdadera transfiguración gastrológica. El periodista Honoré Bostel se burló, en 1978, de las innovaciones retóricas de esta escuela (poco menos que extravagante e insípida en sus resultados). Escribió él:

“Veamos cómo hay que proceder para disfrutar de estos últimos gritos de la moda si se desea proponer un menú ‘in’: 1-Bautizar las entradas con nombres de postres. Por ejemplo, para empezar, Sorbet de fromage de tête (sorbete de cabeza de jabalí).

drón’ (relleno de moro), aparece como un manjar para ocasiones especiales y, claro está, en las Navidades. La dominicana —sencilla, estática; aunque, en ocasiones, mágica— es una cocina con líneas rezagadas de la culinaria medieval. Así, la fuerza de las especias, de los azúcares y de los ácidos (y más que nada su mezcla) tiende a matar todo gusto diferente. La revolución gastronómica ocurrida en Europa durante los siglos XVII y XVIII supuso, en principio, una búsqueda de sabores más refinados —del verdadero sabor natural de cada producto— frente a esa voluminosa artillería gótica. Los primores de aquella subversión coquinaria no llegaron, por desdicha, hasta un islote que sobrevivía entonces gracias a la limosna bochornosa del ‘situado’. Es evidente que la gran cocina ‘sabia’ surge y se desarrolla en aquellos lugares donde existe ya una buena cocina tradicional, deleitable y variada, que le sirve de fundamento. Nuestra cocina cotidiana —aquella que se basa en los productos del suelo y aparece vinculada a una sabiduría patrimonial— ha evolucionado muy poco en los últimos cien años. Los grandes cocineros nacionales (que los hay, y estupendos) consagran su arte preferentemente a la elaboración de platos para entendidos, para gourmets, con un pronunciado sesgo hacia la gastronomía francesa, italiana o española. Salvo excepciones no siempre honrosas, carecemos de restaurantes y establecimientos donde la tradición culinaria nacional sea objeto de innovación y ensayo, bajo la tutela de grandes artífices.

El deseo de remediar una cierta pobreza, una determinada monotonía en la culinaria propia, nos ha llevado a importar platos extranjeros de marcada sapidez. Pero estos no solamente representan comidas exóticas, sino también fabricaciones de ori-

2-Invertir el nombre del plato principal, sobre todo en lo que concierne a carnes y pescado. Ejemplo: Rumsteak de sole (Solomillo de lenguado) o Darne de boeuf mode (Zarzuela de vísceras).

3-No olvidar que los pasteles sólo pueden ser de legumbres o pescado (y preferiblemente pequeños).

4-Reconvertir el nombre de los postres en nombres de entradas. Por ejemplo: Soupe de figues o de fraises (Sopa de higos o de fresas).

De esta forma no será el plato sino la sutileza de la sintaxis la que llamará la atención”.

Nuestras flamantes élites económicas concurren asiduamente a restaurantes franceses, italianos y españoles. En ocasiones se procura tan sólo la excitación del menú, la provocación del nombre, la musicalidad ocasionada por el título de un plato: lengua de ternera en gelatina, áspics de crestas y riñones, chaud-froid de faisán, darnes de salmón, galantinas de merluza en mantequilla de Montpellier.

Henri Bergson escribió: “Así, cuando yo degusto un plato de reconocido prestigio, su nombre, además de su éxito, se interpone entre mi sensación y mi conciencia, hasta creer que el sabor me agrada, mientras que un mínimo esfuerzo de atención quizá me probaría lo contrario”.

La gastronomía, como toda costumbre, cambia y ordena sus valores con el tiempo y las situaciones. La cocina nuestra, la entrañablemente propia, de verdad, muy poco ha variado y muy poco levanta hoy la cabeza. Recluida inapelablemente en el hogar, casi desterrada de los lugares públicos, la culinaria nacional exige de brotes lozanos, de renuevos iluminados por el talento y la fantasía. Porque con tanto fast-food en las calles y plazuelas, con tanta pizza y hamburguesa trashumantes, vivimos el riesgo de perder lo poco que aún nos queda, custodiado en la memoria, seguramente, por la fragancia misteriosa de aquella mesa servida otrora en casa de la abuela. l

La Vega Vieja. La “Pompeya” olvidada del Caribe Insular

DR. ALFREDO BUENO JIMÉNEZ

PROFESOR INVESTIGADOR, UNIVERSIDAD ANÁHUAC MÉXICO alfredo.bueno@anahuac.mx

Hace más de quinientos años, la villa de Concepción de la Vega fue uno de los principales centros económicos y demográficos del Caribe, capaz de rivalizar en importancia con la ciudad de Santo Domingo. Hoy, sus ruinas permanecen en el abandono, sumidas en un silencio tan profundo como el olvido que las envuelve. La ignorancia colectiva sobre este enclave es alarmante. La mayoría de los dominicanos, ubicar sus restos en el mapa es casi imposible. Quienes lo intentan, lo hacen guiados por intuiciones erróneas, asociándolo con la capital provincial de La Vega, sin conocer su ubicación precisa.

A esta falta de conciencia se suma el deterioro por el paso del tiempo y la intervención humana: edificaciones contemporáneas han sido erigidas sobre importantes vestigios arqueológicos, como ocurre en el caso del complejo catedralicio de la Virgen de su Concepción Inmaculada, que incluía residencias de los religiosos y laicos. Lamentablemente, gran parte de estas estructuras se encuentran

hoy en terrenos de propiedad privada, lo que obstaculiza las investigaciones arqueológicas y limita la intervención institucional.

Una confusión habitual entre los visitantes consiste en atribuir las ruinas conservadas al primer fuerte levantado por Cristóbal Colón entre 1494 y 1495. Sin embargo, lo que actualmente se conserva corresponde a una segunda fundación, establecida entre 1504 y 1564, conocida como Pueblo Viejo o La Vega Vieja. Esta ciudad fue abandonada tras el devastador terremoto de 1562, y sus habitantes se trasladaron posteriormente a las orillas del río Camú, donde fundaron la actual ciudad de La Vega. El paradero exacto del asentamiento original de 1494-1504, sigue siendo desconocido. No obstante, las fuentes históricas lo sitúan en las proximidades del Río Verde, cerca de donde se encontraba Guaricano, principal enclave del cacicazgo de Maguá.

Las investigaciones arqueológicas que se han desarrollado en La Vega Vieja entre 1976 y 1996, han permitido identificar el núcleo urbano de la antigua ciudad, revelando estructuras fundamentales, como una de las torres de mampostería de la fortaleza. Se trata del edificio mejor conservado del sitio, contando con las aspilleras o ventanas para ballesteros más intactas de la América colonial tem-

vo acceso a este acervo, con los debidos permisos de la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental. El objetivo era realizar un análisis morfológico de algunos artefactos metálicos europeos de carácter bélico. Las condiciones del ‘museo’ eran precarias: sin iluminación interior, con ventanas obstruidas por tablones de madera. Fue necesario llevar a cabo la documentación en la entrada del edificio, buscando la escasa luz natural. En ocasiones, me veía obligado a trabajar bajo la sombra de un gran árbol de mango contiguo al edificio. Pese a las dificultades, se logró documentar piezas excepcionales, asociadas a prácticas ecuestres y elementos bélicos, que permiten reconstruir aspectos fundamentales de la vida militar en la villa.

Entre los restos arquitectónicos conservados en el lugar, destaca el mencionado complejo catedralicio, símbolo de la importancia religiosa y política del asentamiento. La catedral de La Vega Vieja fue una de las primeras sedes episcopales del Nuevo Mundo, junto con Santo Domingo y San Juan de Puerto Rico, establecidas oficialmente en 1511. Al otro lado del arroyo Medranche, en el límite meridional del núcleo urbano, se encuentran los vestigios del Monasterio de San Francisco, a una distancia aproximada de un kilómetro del centro de la ciudad colonial.

En términos dimensionales, los vestigios culturales abarcan aproximadamente 430 metros de norte a sur y 650 metros de este a oeste, lo que genera una superficie total de 279.500 m2. Los datos arqueológicos sugieren que la ocupación de La Vega Vieja fue equiparable, e incluso superior, a la observada en Santo Domingo durante el mismo periodo.

prana. En sus inmediaciones, junto a la plaza principal, se localizaron restos de una edificación conocida como la ‘casa de fundición’, que algunos han identificado como una posible casa de moneda, aunque esta hipótesis no ha podido ser confirmada.

En 1996, con el objetivo de delimitar la extensión y estructura urbana del asentamiento, se realizó un levantamiento sistemático dirigido por la arqueóloga Kathleen Deagan, como parte del proyecto “Conservación y desarrollo de los recursos rurales, físicos y humanos en los parques nacionales de la República Dominicana: La Isabela y Concepción de la Vega”. El proyecto contó con el respaldo de la Dirección Nacional de Parques, la Universidad de Florida, USAID y el Fondo Pro-Naturaleza (Pronatura). Fruto de estas investigaciones, se recuperaron numerosos artefactos actualmente bajo custodia en una sala expositiva del sitio, generosamente denominada ‘museo’. En realidad, el espacio se asemeja más a una bodega improvisada, sin condiciones adecuadas de conservación, seguridad ni acceso público. Las piezas permanecen cerradas al público general. En julio de 2024, como parte del proyecto de investigación “Historia militar del contacto temprano en las Antillas Mayores, 1492-1533” (PI0000155), se tu-

Junto a la evidencia arqueológica, las fuentes históricas refieren la existencia de un hospital -el Hospital de la Concepción- ubicado cerca del centro urbano de La Vega Vieja, y elaborado con materiales perecederos, al igual que otros hospitales coloniales como los de Santiago, Puerto Real y Lares de Guahaba. Estos elementos ponen de manifiesto el carácter estratégico, económico, religioso y simbólico de la Vega Vieja. Pocas ciudades coloniales del siglo XVI en el Caribe cuentan con un volumen comparable de vestigios arqueológicos. En este sentido, La Vega Vieja podría ser considerada la “Pompeya” del Caribe insular: un yacimiento excepcional que ofrece una cápsula del tiempo sobre la vida en la primera mitad del siglo XVI en América. No obstante, a diferencia de su homóloga italiana, este sitio ha sido víctima de la negligencia institucional, la indiferencia ciudadana y el desinterés político.

En otro contexto geográfico o cultural, La Vega Vieja sería un parque arqueológico plenamente musealizado, con rutas interpretativas, señalización, guías especializados y medidas de conservación profesional. En cambio, hoy lucha por sobrevivir entre la maleza, la construcción informal y la burocracia. La falta de voluntad para proteger este es un reflejo preocupante del desarraigo con la historia colonial temprana. l

Centro estudios caribeños. PUCMM.

elCaribe, SÁBADO 12 DE JULIO DE 2025 elcaribe.com.do

Central de Datos

Gran manifestación de 1962: clamor por el regreso de los exiliados

Muchos opositores al régimen dictatorial de Trujillo fueron obligados a exiliarse y, al concluir la llamada “Era de Trujillo”, expresaban su deseo de retornar al país.

los

LENIN RAMOS lramos@elcaribe.com.do

Ha la

oy, al cumplirse 63 años de aquel acontecimiento, Zona Retro evoca ese episodio que dejó una huella imborrable en la historia política de la República Dominicana y su lucha por la soberanía.

Manifestación Pro Regreso Exiliados

Desde temprano en la mañana, el 8 de julio de 1962, comenzaron a congregarse en los alrededores del parque Colón los asistentes a la manifestación, y su cantidad fue aumentando conforme se acercaba la hora establecida para realizar el piquete frente a la Embajada de Estados Unidos. Varias banderas rojas y negras fueron desplegadas en el parque, y algunas incluso colocadas en la estatua del Gran Almirante. Asimismo, se fijó en la escultura un cartel con mensajes referentes al regreso de los exiliados dominicanos, firmado por la Zona Socialista del Movimiento Popular Dominicano (MPD).

La consigna “¡Viva la Revolución!” era repetida con frecuencia por los asistentes, muchos de los cuales vestían camisas rojas, pantalones negros y boinas a juego.

Uno de los dibujos en los cartelones representaba al canciller Bonilla Atiles entregando la República Dominicana al presidente de los Estados Unidos.

Otros cartelones decían “Quisqueya sí!, ¡Yanquista no!” “Fuera la ley de emergencia engendrada del imperialismo Yanqui”. “El M.P.D. demanda regreso de los exiliados. Viva el Frente Unido de Liberación Nacional”. “Patria o Muerte, MPD”. Inician desfile

Alrededor de las 10:00 de la mañana, los manifestantes iniciaron su marcha desde la plaza Colón, recorrieron la calle El Conde y otras vías hasta llegar frente a la Embajada de los Estados Unidos, donde se posicionaron en ordenada y pacífica formación.

Los manifestantes hicieron una pausa en las inmediaciones de la Embajada de los Estados Unidos. OGM

Disturbios

Manifestantes reunidos en el parque Colón, frente al Consulado de los Estados Unidos.

Al llegar frente a la Embajada, la multitud se encontró con un fuerte cerco policial. Los agentes estaban equipados con ametralladoras, largas macanas, así como bombas lacrimógenas y de estruendo.

Una vez que los piqueteadores estuvieron organizados y en formación, entonaron el Himno Nacional. Al concluir, el doctor Héctor Cabral Ortega se dirigió al grupo a través de los micrófonos de una guagua anunciadora que formaba parte de la manifestación.

En este sentido, el doctor Cabral se refirió, entre otras cosas, a la entrada al país de los exiliados antitrujillistas, cuyo derecho les había sido negado.

Varios representantes de la prensa, tanto nacional como internacional, captaron en imágenes el desarrollo de la manifestación. Aunque algunos de los asistentes profirieron expresiones inapropiadas hacia los policías que custodiaban el lugar, estos mantuvieron una actitud de notable serenidad.

Los manifestantes permanecieron frente a la Embajada durante aproximadamente 40 minutos, tras lo cual se dirigieron en marcha hacia el Palacio Nacional.

Otra imagen de gente con cartelones frente a la embajada norteamericana. OGM

Hacia el Palacio Nacional

A lo largo del recorrido, los manifestantes entonaban himnos revolucionarios y avanzaban con los brazos entrelazados, siguiendo el ritmo de sus canciones.

Entre los participantes en la manifestación se encontraban personas de diversas edades, desde adultos mayores hasta niños, y también varias mujeres. No obstante, predominaban los jóvenes y menores. Además, se reportó la presencia de representantes de diferentes organizaciones políticas, entre ellas el Movimiento Popular Dominicano.

Al llegar al frente del Palacio Nacional, cerca del mediodía, los manifestantes se toparon con un estricto despliegue policial, que posteriormente fue reforzado de manera significativa. Los primeros en arribar lo hicieron coreando consignas como “¡Paredón para Bonilla!”.

Frente a la entrada principal del Palacio Nacional, el doctor Cabral Ortega volvió a tomar la palabra, centró su discurso, una vez más, en la demanda por el retorno de los dominicanos antitrujillistas que vivían en el exilio.

Algunos individuos no identificados arrojaron piedras de forma aislada, lo que provocó un leve disturbio. Desde las escalinatas del Palacio Nacional, numerosas personas observaban el curso de la manifestación.

Los agentes levantaron sus largas macanas, y algunos manifestantes respondieron lanzando piedras recogidas en los patios de las casas cercanas al Palacio, transformando el piquete en un caos de confusión.

En ese contexto, miembros de la policía lanzaron dos bombas y se escucharon algunos disparos de fusiles y pistolas; sin embargo, en ese momento no se reportaron personas heridas.

Demandas y exigencias

El doctor Miguel Arcángel Vásquez Fernández, uno de los participantes en la manifestación, expresó a un reportero de El Caribe: “Esta protesta se realiza en rechazo a la evidente y abierta intervención del imperialismo yanqui, que constantemente intenta desviar la revolución democrática y nacionalista del pueblo dominicano. Un pueblo que ya ha despertado su conciencia cívica y revolucionaria, y que está dispuesto a hacer cualquier sacrificio para alcanzar su independencia política, social y económica”.

El comité central de la Agrupación Pro Regreso de los Exiliados Antitrujillistas emitió un comunicado en el que reiteró sus demandas: la derogación de la “ley fascista” de emergencia, el retorno de todos los exiliados antitrujillistas y la destitución del “canciller de la indignidad”, Bonilla Atiles.

La declaración sostuvo que, a lo largo de toda la manifestación, la multitud mantuvo una conducta patriótica y cívica. Indicaron que tanto frente a la Embajada de Estados Unidos como ante el Palacio Nacional, los participantes se limitaron a entonar el Himno Nacional y a corear consignas en demanda del fin inmediato de la intervención estadounidense en el país, así como del retorno de todos los exiliados antitrujillistas al territorio nacional. l

Sostienen
cartelones frente
sede de la Embajada de los Estados Unidos. OGM
Bomberos mientras intentan apagar una camioneta incendiada durante los sucesos de las manifestaciones. OGM

Un hombre de éxito

JOSÉ MERCADER

Llovía torrencialmente, como si la cresta de una ola gigantesca cayera sobre La Habana.

Me refugié, corriendo con pasos de chivo, en una casona que parecía abandonada, como casi todas. Sus puertas, de almacén antiguo, estaban abiertas y desde el fondo apareció una niña con carita de Alicia en el País de las Maravillas.

- Entre señor, no se moje- ya la invitación que yo mismo me había dado, quedaba legalizada en su declaración de ternura que solo se aprende en un hogar de amor y respeto, y, en una escuela de verdad. Suena a Moral y Cívica, pero es así.

- ¡Lucía!… ¡¿Quién es?!

- ...es que llueve, y un señor…

- Buenas tardes. Tome asiento... como en su casa. Lucía me sonrió desde sus 10 añitos, confundiéndome, quizás, con su abuelo.

- Esteban Roa- me presentó su mano.

- Yo soy su papá.

Me senté en una de las mecedoras que mecía desde el siglo pasado, de la misma edad de las puertas.

- Era de mi abuelo. Fue un viejo luchador contra la dictadura de Machado, pero cuando fue traicionado por Javier, lo encerraron en el Castillo del Príncipe. Era el mismo Javier de la película.

Aquella casa me parecía conocida, o tal vez era el ambiente de “La novela de mi vida” de Padura que me hacía una jugada.

- No, no. Padura no ha vivido aquí… es un pretencioso que se cree la reencarnación de Hemingway.

Lucía apareció con una tacita de café y una sonrisa del tamaño de Cuba.

- Mire mi socio, si a esto le ponemos una gota de ron, podría caminar por las nubes, pero anoche pasaron unos compañeros y me vaciaron la reserva… te lo debo.

- No hace falta, gracias – respondí sin saber cómo corresponder aquella amabilidad.

Él hablo como 10 codos y ella lo complementaba. Al descubrir que yo era pintor, me fusilaron con una metralla de colores de Lam, Menocal, Fabelo, Portocarrero, Carreño, Kamyl y la colección de Sorolla en el Museo Nacional de Bellas Artes, unos 30 cuadros que recientemente los cubanos se negaron a prestarle a España, no fuera que corrieran la misma suerte que el oro venezolano en los bancos ingleses.

- Que idiotas no somos – dijo la niña. Entonces la lluvia se detuvo. Solo el sentimiento de usurpador, de entremetío, me hizo salir de aquel espacio cargado de cultura. Mi timidez me soplaba al

oído “estás estorbando” … pendejadas de formalismos que habitan en uno desde la niñez.

Seguí el rumbo de los turistas, pero un eco de enjambre de abejas chismosas me perseguía con las voces de Esteban Roa y Lucía.

En un parquecito, una señora con un envase en las manos, se inclinaba para darle la ración correspondiente a cada gato que se le acercaba y algunos hasta le exigían, con sus patitas, que era su turno.

- Somos pobres, pero aquí no se muere de hambre ni un solo gato – me dijo como si yo le hubiese preguntado. Sonreí con la mejor de mis sonrisas, la que ningún turista le hubiese ofrecido.

Al llegar a la calle Cuba 159, entre Tejadillo y Empedrado, leí aquel letrero: CAFÉ SOLÁS. Por un momento me pasó por la cabeza, que por el pecho no iba a ser, que allí se podía uno beber un café a solas o que solamente vendían café.

Entré y el enigma se resolvió en las paredes. Los afiches de Raquel Revuelta o Lucía, me hicieron reír. ¡Claro! Qué Sola ni qué soledad, ¡Solás!, Humberto Solás.

El nieto se me apareció como si hubiesen frotado alguna lámpara iraquí, con una sonrisa mayor que la de Lucía, la niña de la casona de la lluvia, como la llamaba.

Me atreví a preguntarle que cuál le había gustado más, señalando los afiches.

- Un Hombre de Éxito – me respondió sin titubeos.

- … de hecho, es de la que más hablaba mi abuelo – precisó.

Después de pedir un par de Stella y, como no había un alma aquel lunes, me acompañó en la azotea y fue como la continuación del conversao en la casona de la lluvia.

Pero el nieto, más que vendedor de “trapos sucios”, cervezas y vinos, resultó ser un filósofo.

- El éxito de la Revolución no es la pobreza en que vivimos, como irónicamente dicen en Miami… es el orgullo de saber que estamos rodeados como cuando aquel general español, Valeriano Weyler, para hacernos rendir por hambre y sed, y no pueden, porque tenemos la razón.

- ¿Y de qué viven? – otra vez me atreví, ya en confianza.

- El principal alimento son los libros, la inmensa cantidad que logramos distribuir a 5 centavos en cada casa del país; las viejas películas que siguen proyectándose en los mismos cines: “La muerte de un burócrata”, “Las 12 sillas”, “Se permuta”, “Conducta”, “Retrato de Teresa”, “La carga al machete”, “El Brigadista”, “Los pájaros tirándole a las escopetas”, “El Hombre de Éxito”… Nadie quiere ser un traidor y tenemos una deuda muy grande con El Caballo.

Aquí –continuó– el éxito es poder caminar con la frente en alto. Lo que se logra tiene que ser ganado, no robado ni usurpado. No es como en otros países que los títulos se compran y los puestos son

despojados por el clientelismo político. En el entusiasmo del nieto, que remataba con Martí, volvía a ver aquella película, mientras me hablaba en blanco y negro. ¿Fue en el Capitolio, frente a La Catedral, o en el Leonor?

Solo me faltaba una fundita de palomitas de maíz y los comentarios de Funfa, para hacer el viaje completo, que no lo borran los que se creen hombres de éxito porque volvieron a sus barrios con más cadenas que un esclavo africano de la colonia, porque poseen apartamentos de lujo, o se van, cuando les dé su gana, a New York a ver los Yankees, ni los que presenten pergaminos de homenajes que nunca fueron, o tengan grandes cantidades de dinero en alguna Whirlpool, y la alta posibilidad de no haber leído un solo libro en su inútil vida; que solo tengan cómplices y asociados en vez de amigos y que no exista, en su “existencia”, una Eva que le brinde, sin miedo ni amenazas, una miserable manzana. l

Roberto Fabelo. F.E.
René Gonzalez y José Mercader en el Cafe Solas en La Habana Vieja. F.E. Humberto Solás por Mercader F.E.
Afiche por Bachs. F.E.
Sorolla Habana. F.E.
Martí por Kamyl B. F.E.
René Portocarrero. F.E.

CERTIFICO Y DOY FE

El maligno

Introducción

El maligno, también llamado Satanás o el demonio, no es una fuerza impersonal ni una idea, es una criatura espiritual real, con voluntad e inteligencia, enemiga de Dios y de la humanidad. Así lo afirma con claridad la Sagrada Escritura, lo enseña sin ambages el Magisterio de la Iglesia y lo confirma la experiencia.

Frente a la confusión doctrinal que caracteriza a muchos ambientes actuales, y al olvido sistemático de las realidades invisibles, es imperativo recordar a los fieles la existencia y actividad del maligno. No por miedo ni por obsesión, sino por verdad y por vigilancia evangélica. La Iglesia es madre y maestra también en esta dimensión, enseñando a sus hijos a evitar el pecado y a resistir activamente al tentador, fortalecidos por la gracia de Cristo.

En un mundo que relativiza la verdad, disuelve la noción del pecado y ridiculiza la vida espiritual, el demonio ha encontrado terreno fértil para operar de forma encubierta. Pero la Iglesia, fiel a su misión, no ha dejado de alertar a los fieles sobre la acción real, personal y concreta del maligno. Más aún, nos recuerda que Cristo ya lo ha vencido, y que esta victoria es también nuestra, si permanecemos firmes en la fe y unidos a la gracia de Dios.

En este artículo presento siete aspectos clave sobre el maligno, desde su origen hasta los medios que la Iglesia nos da para hacerle frente, deteniéndome especialmente en la figura de San Benito Abad, cuya fiesta celebramos ayer, 11 de julio, y cuyo legado espiritual es particularmente elocuente en el combate contra las insidias del diablo.

1-Criatura caída

El primer error frecuente sobre el demonio es verlo como una especie de “fuerza cósmica” que rivaliza con Dios. Esto es una herejía de raíz dualista que la Iglesia ha rechazado desde sus orígenes. Satanás no es eterno ni omnipotente. Es una criatura, un ángel que fue creado bueno pero que por su soberbia se rebeló contra Dios. El Catecismo enseña claramente que el demonio es “un ser espiritual, que fue creado por Dios, pero que se ha vuelto malo por su propia elección” (CEC 391). El Concilio de Letrán IV (1215) lo expresa así: “El diablo y los otros demonios fueron creados por Dios buenos en natura-

leza, pero ellos se hicieron malos por sí mismos”. Esta caída fue un acto libre, definitivo e irrevocable. El pecado del demonio fue el de querer ser “como Dios”, sin Dios, antes que Dios.

Es bueno destacar que el demonio tiene un conocimiento y poder superiores a los del ser humano, pero absolutamente inferiores a los de Dios. El temor desordenado hacia él no tiene fundamento para quien vive en estado de gracia. Aun así, ignorar su existencia o minimizar su acción es caer en su más astuto engaño: “El mayor truco del diablo es convencernos de que no existe”, se ha dicho con razón.

2-Su acción en el mundo es tentar, confundir y dividir

La manera más frecuente en que el demonio actúa es a través de la tentación. San Agustín enseña que el demonio “es como un perro atado: ladra, muerde si puede, pero sólo si tú te acercas”. No puede forzar nuestra voluntad, pero sí insinuar, seducir, sugerir. Su herramienta predilecta es la mentira, como dijo Jesús: “Es mentiroso y padre de la mentira” (Juan 8, 44).

La tentación no siempre es burda. Puede venir disfrazada de bien, de autonomía, de compasión mal entendida. El demonio conoce nuestras debilidades y las explota. En tiempos de confusión, como los actuales, su acción se manifiesta también en el ámbito doctrinal. Cuando se relativiza la verdad, se desacralizan los sacramentos o se difunde una “misericordia” sin justicia, el demonio aplaude.

Otra táctica muy suya es la división. Divide a los esposos, a las comunidades, a los presbíteros, y hasta intenta dividir el Cuerpo Místico de Cristo, la Iglesia. La palabra “diablo” viene del griego diabolos, que significa “el que divide”. Allí donde hay discordia, desobediencia, murmuración y sospecha, hay también una grieta por la que se cuela el tentador. La unidad eclesial, en cambio, es signo claro de la presencia del Espíritu Santo.

3-La posesión y otros fenómenos extraordinarios

Aunque menos frecuentes, existen formas extraordinarias de acción demoníaca: posesión, obsesión, opresión. En la posesión diabólica, el maligno llega a tomar control por voluntad y decisión de la propia persona, del cuerpo de una persona (aunque nunca de su alma), provocando a veces manifestaciones físicas, como fuerza desmedida, conocimiento de lenguas desconocidas, aversión a lo sagrado, y más.

La Iglesia, con gran prudencia, establece que antes de declarar una posesión se descarte toda causa médica o psiquiátrica. Sólo el obispo puede autorizar un exorcismo, y debe encomendarlo a un sacerdote sabio, piadoso y formado en la teología espiritual.

El rito del exorcismo no es magia, como muchas veces se piensa. Es ora-

ción oficial de la Iglesia, fundada en la autoridad de Cristo. El exorcista actúa “in persona Ecclesiae”, y su autoridad no radica en su santidad personal, sino en la potestad conferida por la Iglesia. En la mayoría de los casos, sin embargo, las personas sufren influencias ordinarias del demonio, más que posesiones, y necesitan sobre todo dirección espiritual, sacramentos, vida interior o asistencia médica.

4-San Benito, escudo espiritual contra el demonio

San Benito Abad, patriarca del monacato occidental, fue un verdadero maestro en el arte del discernimiento espiritual y la lucha contra el diablo. Su vida, relatada por San Gregorio Magno, está llena de episodios donde resplandece su autoridad espiritual frente al demonio: visiones, milagros, resistencia a las tentaciones, y una paz invencible ante las asechanzas del maligno.

La célebre medalla de San Benito, como toda cruz, con la cruz y las palabras Crux sacra sit mihi lux, non draco sit mihi dux (“La santa cruz sea mi luz, no sea el demonio mi guía”), se ha convertido en signo de protección. No tiene valor en sí misma, pero es eficaz como signo de fe en Cristo crucificado y en la intercesión del santo.

San Benito enseñaba a sus monjes a “no anteponer nada al amor de Cristo”, y a “mantener siempre ante los ojos la muerte” como forma de vigilancia espiritual.

Su vida de oración, silencio, trabajo y obediencia fue una escuela perenne de resistencia contra el enemigo. En este tiempo, más que nunca, necesitamos redescubrir esa sobriedad espiritual.

5-Las armas del cristiano

San Pablo nos exhorta a revestirnos “con la armadura de Dios” (Efesios 6, 11), porque nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra “los espíritus del mal”. Esta armadura está compuesta de elementos espirituales: la fe, la Palabra de Dios, la oración perseverante, la caridad, y especialmente los sacramentos.

La confesión frecuente rompe las cadenas del pecado, expulsa al demonio y fortalece la voluntad. La Eucaristía es el alimento de los fuertes: quien comulga en gracia de Dios se vuelve templo del Altísimo y fortaleza inexpugnable contra el mal. El demonio odia la Eucaristía porque es Cristo real, presente y victorioso. El Santo Rosario ha sido, en manos de los santos, un arma invencible. San Pío de Pietrelcina lo llamaba “el arma contra Satanás”. La lectura orante de la Palabra de Dios ilumina y deshace las tinieblas. El ayuno, practicado con rectitud, libera de ataduras espirituales. Todos estos medios están al alcance de cada cristiano.

6-La Virgen María, terror de los demonios

La Virgen María, la llena de gracia, es enemiga irreconciliable del maligno. Desde el Génesis (cf. Génesis 3, 15), la Escritura anuncia una enemistad radical entre la mujer y la serpiente. Esa mujer es María, la nueva Eva, que con su “sí” reabrió las puertas de la salvación.

Los exorcistas lo atestiguan: cuando se invoca a la Santísima Virgen, el demonio tiembla. A veces la insulta, la teme, se retuerce al oír su nombre. ¿Por qué? Porque ella es todo lo que él no puede ser: pura, humilde, obediente. En María no hay ninguna sombra de pecado, y por eso brilla con toda la claridad de Dios.

Consagrarse a Ella, invocar su auxilio, rezar el Rosario, y vivir en comunión con su corazón inmaculado, son formas de hacer de nuestra vida un bastión inexpugnable contra las artimañas del diablo. “Ella te aplastará la cabeza”, dice la Escritura. Y así será.

7-El discernimiento entre lo espiritual y lo psicológico

No todo lo que nos perturba espiritualmente viene del demonio. El discernimiento es necesario para distinguir entre una tentación espiritual, una condición emocional, o una situación psicológica. Una espiritualidad madura sabe identificar los movimientos interiores y no atribuir todo al enemigo.

San Ignacio de Loyola, en sus reglas del discernimiento, enseña a detectar cuándo el buen espíritu actúa y cuándo lo hace el mal espíritu. El demonio puede disfrazarse de ángel de luz, susurrar falsas consolaciones o promover escrúpulos disfrazados de piedad.

El acompañamiento espiritual, la confesión frecuente, la obediencia a la Iglesia y el estudio del Evangelio ayudan a afinar este discernimiento. En una época como la nuestra, donde abundan los gurús, lo esotérico y las falsas soluciones espirituales, urge volver a las fuentes limpias de la tradición católica.

Conclusión

CERTIFICO que si quieres continuar profundizando en este tema, puedes acudir a mis libros Discernimiento de espíritus, El combate contra el maligno, El maligno en el Nuevo Testamento y Así lo dijo el Papa Francisco sobre el maligno.

DOY FE en Santiago de los Caballeros a los doce (12) días del mes de julio del año del Señor dos mil veinticinco (2025). l

RAMÓN DE LA ROSA Y CARPIO ARZOBISPO DE SANTIAGO

crítica arte

LILIAN CARRASCO lilycarrascor@hotmail.com

Prats-Ventós, un centenario en tono mayor

El Museo Bellapart celebra el centenario del artista visual Antonio Prats-Ventós (Barcelona, 24 de junio de 1925 – Santo Domingo, 13 de abril de 1999). Esta exposición no solo honra su legado, sino que lo sitúa, con rigor y sensibilidad, en el lugar que le corresponde dentro de la historia del arte.

“Prats-Ventós. Un itinerario en tono mayor”, es el título que sustenta la propuesta antológica, compuesta por 81 obras realizadas entre 1950 y 1999, elaboradas con madera, metal, mármol, ónix, cemento, cerámica y pintura. La diversidad de lenguajes y materiales confirma el dominio técnico del creador y su inquebrantable búsqueda estética.

Organizada con obras provenientes de la Colección Bellapart Álvarez y de la familia Prats García, esta muestra nos invita a recorrer los múltiples itinerarios

del artista: desde la experimentación escultórica hasta una pintura profundamente arraigada al entorno tropical y a la memoria colectiva.

Pero hay que reconocer que Prats-Ventós no solo fue un escultor y pintor excepcional, sino también un educador que dejó una gran impronta en artistas formados en la Escuela Nacional de Bellas Artes y en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). Su trayectoria, marcada por una profunda conexión con todo lo vernáculo, lo posiciona como una figura de primer orden en las artes visuales en la República Dominicana.

Bajo la dirección de Myrna Guerrero, el Bellapart reafirma su vocación de rescate, estudio y puesta en valor del patrimonio artístico, con una programación que incluye visitas guiadas, tertulias y talleres para niños, y propone un acercamiento intergeneracional y pedagógico a la obra de este gran maestro.

Decir “enhorabuena” es poco. Nos toca agradecer y celebrar esta exposición que nos recuerda que el arte -cuando nace del alma y del compromiso- trasciende el tiempo y las fronteras.

La exposición estará abierta al público hasta el 30 de septiembre de los corrientes de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. y sábados de 9:00 a.m. a 12m. Edificio de la Honda en la John F. Kennedy. l

crítica cine

ETZEL BÁEZ etzelbaez@gmail.com

The big short

Es un filme sobre chanchullos financieros de capitales del eje del capitalismo financiero y que retrata la forma en cómo varias personas (¿…?) advirtieron hacia dónde iba el negocio de las hipotecas que desaguaba en la debacle financiera de inicios del siglo XXI. Hay una escena en la que el personaje de Brad Pitt es preguntado por dos individuos por qué los ayuda para tener ganancias. Les responde: “Ustedes querían ser millonarios” y lo fueron en esa historia que llevó a la quiebra a miles que vivían el “sueño americano”. La narrativa del filme compone escenas de momentos para la reflexión, señalar culpas y responsabilidades sobre lo que obviamente todos buscamos, que es ganar. Sabemos bien que en los negocios alguien pierde donde uno gana, y que miramos hacia otro lado y nos hacemos los chivos locos. El filme nos retrotrae a un caso similar ocurrido en RD cuyo crecimiento económico en los años 90 terminó con recesión económica provocada por fraudes bancarios (más de 89.000 millones de pesos, equivalentes a US$4.900 millones), y se destaca el fraude del Banco Intercontinental (Baninter) (RD$55.000 millones, equivalentes a US$3.100 millones) y una fuga de capitales de las reservas internacionales del Banco Central Dominicano.

el libro vive

franknunez463@gmail.com

La crueldad alegre de Darío Tejeda

Con solo observar detenidamente la portada de La crueldad alegre: La música y el poder; Una historia sonora de la dictadura de Trujillo, ensayo de investigación publicado por el laureado académico Darío Tejeda con el patrocinio del Archivo General de la Nación, el lector crítico recibe la impresión de que disfrutará de un enfoque novedoso sobre la compleja realidad que vivió el país durante la dictadura de Trujillo (1930-1961), tema que la intelectualidad dominicana ha tratado con una serie de prejuicios que impiden llegar a conclusiones saludables sobre sus causas y consecuencias.

mi ventana

SANTIAGO ALMADA

salmada@elcaribe.com.do o

Los poetas y la soledad

HEste filme atrae bastante bien hacia el retrato de una historia real que, viéndola hoy, es absolutamente absurda y uno no se explica que USA y sus instituciones no accionan mecanismos para detener este fraude colosal que se hacía a la vista de todos. Cuesta mucho creer que apenas unos vivos se dieron cuenta de eso y que se aprovecharan del modo que lo hicieron y que ni los medios de comunicación dijeran nada sabiéndolo todo. Quizás esa absurdez la vieron los creadores del filme y el director eligió una narrativa cargada de sarcasmo y eligió contarla como una tragedia al estilo slapstick y bellamente abonada con el efecto brechtiano de distanciamiento. El slapstick es un subgénero que hoy forma parte inseparable del cine estadounidense. La estrategia se adapta a un potente proceso de transmisión de las indecencias de un sistema económico sin restricciones que premia. Montaje y edición se valen de herramientas tales como spotlight, textos en pantalla, explicar complejidades del sistema financiero habladas directamente al espectador, es todo un ejemplo de pedagogía sin igual. Pues bien, el filme condensa tragedia y humor para denunciar el absurdo financiero. Con estilo pedagógico, sarcasmo visual y conciencia histórica, educa y cuestiona un sistema que premia la codicia sin consecuencias. En Netflix. l

HHHH GÉNERO: comedia dramática.. DURACIÓN: 130 minutos

En medio de una democracia melancólica, como la que se ha vivido tras la caída de la dictadura, el investigador Tejeda descubre “la crueldad alegre” de la Era, con la musicalización de la sociedad que acompañó a bailar al dictador, cuyo régimen dio importancia a la música popular, como parte de su estrategia para conservar el poder personal y su proyecto de nación.

Sin ignorar las crueldades de un modelo gubernamental que surgió tras un largo desorden social, el autor del enjundioso ensayo demuestra que Trujillo no fue un “lobo estepario” como el de Hermann Hesse, sino un “lobo gregario” que disfrutaba del baile, lo mismo que quien fuera su yerno, el play boy Porfirio Rubirosa, con quien se encontrara en una de esas parrandas y luego lo nombrara en la embajada de Alemania, con su hija Flor de Oro como su primera esposa en la larga lista de millonarias conquistadas.

Por más propagada que esté la narrativa maniquea sobre la dictadura trujillista, obras como la de Tejeda demuestran que la música, disfrutada por la población junto al “Jefe”, jugó un papel trascendental para el ascenso, consolidación y duración del régimen. Nombres como Luis Alberti, Francis Santana, Rafael Solano, Guandulito, Joseíto Mateo, Casandra Damirón y Elenita Santos, junto a otros grandes artistas nacionales y extranjeros brillaron en el cielo multicolor de la dictadura.

Una basta bibliografía de autores universales sustenta la tesis convincente de “La crueldad alegre”, apegada al rigor histórico científico. l

ace no mucho tiempo, durante la presentación del poemario de Alfonso Quiñones titulado Segundo libro de los olvidos, en la Feria del Libro de Santo Domingo, el intelectual dominicano Rafael Lantigua comparaba el papel del poeta con el del arquero del fútbol (soccer), y explicaba que el arquero (portero), pese a formar parte de un equipo de once jugadores, en la práctica estaba solo, porque su papel era defender esa “ciudadela” llamada arco, formada por tres palos y una red, y cuando el balón traspasa la línea y entra en el arco se produce un gol del equipo contrario, cuyo único responsable es precisamente el portero. Pese a que en este país la pasión futbolera todavía está en pañales, pocas imágenes sobre la soledad del poeta han sido “pintadas” con tanta eficacia como las que Rafael Lantigua trazó en aquella tarde memorable. Sucede que escribir un poema es una acción que surge de un espíritu que en el momento de volcar sobre el papel o en la pantalla esa estructura de versos, de imágenes sensoriales, aliteraciones, metáforas y comparaciones obra en soledad de cuerpo y alma, si es que el alma existiera.

Pero además, cuando el poema después de ser corregido, editado y puesto a circular entre los amigos, entre los lectores desconocidos una vez que es colocado en un libro, queda sujeto a la interpretación de los demás, que no necesariamente le otorgan el mismo significado que el poeta le imprimió originalmente. Sucede que el lenguaje de la poesía tiene un significado multívoco, alejado de la unicidad que les impone a las palabras el diccionario y el poeta es el disparador de esa magia que duerme en cada término y la despierta para que la realidad se vista de ropajes diferentes ante los ojos del lector.

Así, el poeta ecuatoriano Alfonso Barrera Valverde, en un coloquio de elevada tonalidad lírica, definió a la nostalgia con dos versos impecables: “Como si por los árboles un niño/ buscara las señales de su casa”, otro ejemplo, este del poeta nicaragüense Joaquín Pasos, que finaliza su “Elegía de la pájara” de esta manera: “Y que tu cuerpo tibio descanse para siempre/ en mi dolor que tiene la forma de tu nido”… Los poetas no son específicamente seres solitarios, pero suelen mudarse al territorio de la soledad cada vez que escriben.l

Vivir con sentido, una lectura a los aforismos de León Tolstói

Lev Tolstói fue un escritor ruso nació en 1828 y falleció en 1910. Es reconocido mundialmente por sus novelas Guerra y Paz y Anna Karénina, pero en la última etapa de su vida se volcó por completo a una búsqueda espiritual y ética. Durante esos años escribió textos breves, reflexiones y aforismos donde desarrolló su visión sobre temas como el amor, la muerte, la fe, la libertad, la educación y el sufrimiento. Su pensamiento, profundo y exigente, propone una vida basada en la sencillez la compasión.

Una parte esencial de esa etapa está recogida en su libro Aforismos (2004), donde se reúne una selección de pensamientos que sirven como guía espiritual. Es importante saber que no todos los aforismos son de autoría directa de Tolstói. En la nota del autor, él mismo lo aclara.

“Los pensamientos aquí reunidos pertenecen a los más diversos autores [...] han sufrido una modificación tan grande, que me resulta incómodo calzarlos con la firma de sus autores” (Tolstói, 2004, p. 19).

Tolstói tomó ideas de sabios orientales, filósofos occidentales, textos religiosos y autores clásicos, y los mezcló con su propia voz. El resultado es una obra coherente, que refleja su forma de ver el mundo y de vivir.

Uno de los aforismos más conocidos de este libro dice: “Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo” (Tolstói, 2004, p. 37). Esta frase tan fuerte y contundente nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la transformación personal. Tolstói nos invita a revisar nuestros actos antes de exigir cambios a los demás. Según él la base de una sociedad justa comienza en el interior de cada persona. Si no nos comprometemos a vivir de acuerdo con nuestros valores, cualquier reforma social será superficial, algo muy cierto.

Su crítica a la violencia es otro eje clave. En uno de sus pensamientos escribe: “La violencia nunca puede destruir el mal; solo lo multiplica” (Tolstói, 2004, p. 92). Rechaza toda forma de violencia, incluso la que se justifica como medio para alcanzar el bien. Para él cada vez que respondemos al mal con más agresión, lo único que hacemos es perpetuar el sufrimiento. Esta enseñanza sigue siendo actual en un mundo donde la guerra, el castigo y el odio parecen ser grandes soluciones, enseñan a reaccionar y responder con el doble de fuerza.

También reflexiona sobre el amor como una herramienta de conocimiento. En sus palabras “Todo lo que entiendo, lo entiendo porque amo” (Tolstói, 2004, p. 56). Este pensamiento nos lleva a una idea profunda y es que para comprender

algo o a alguien, hay que mirarlo con amor. No basta con observar desde afuera o juzgar. El amor permite una conexión verdadera con la realidad. Cuando amamos, dejamos de lado el egoísmo y nos abrimos al otro, cuando amamos podemos empatizar. Según Tolstói, el amor no es solo afecto, es también una forma de sabiduría.

Otro de los temas recurrentes en sus aforismos es la libertad. En el libro escribe: “Cuanto más te acostumbres al lujo, más te expones a la esclavitud. La libertad absoluta consiste en no tener necesidad de nada” (Tolstói, 2004, p. 160). Aquí se pone en duda la idea moderna de éxito basada en la acumulación de bienes. Aquí nos propone una libertad inte-

rior que nace del desapego. Ser libre no es tener mucho, sino necesitar poco. Esta idea puede parecer un poco contradictoria, pero nos invita a cuestionar si realmente somos dueños de nuestra vida o estamos atrapados por deseos impuestos desde fuera, desde las tendencias, sobre todo en estos tiempos.

Además de estos temas, Tolstói aborda otros aspectos de la vida cotidiana. Por ejemplo, sobre la educación escribe: “Educar no es llenar la cabeza de conocimientos, sino enseñar a vivir” (Tolstói, 2004, p. 73). Para él la educación debe centrarse en formar personas conscientes, honestas y responsables, no solo en transmitir datos. Esta visión tiene un valor enorme en una época en la que muchas veces se confunde la inteligencia con la capacidad de repetir información, pero el educador forma y eso es mucho más que vaciar conocimientos en alguien mas.

Sobre la muerte, Tolstói también ofrece una mirada serena y reflexiva: “No hay mayor sabiduría que prepararse para la muerte desde la juventud” (Tolstói, 2004, p. 189). Esta frase no invita al pesimismo, aunque es difícil de digerirlo. Para Tolstói, pensar en la muerte no es deprimente, sino liberador. Nos permite valorar el presente, las relaciones y nuestras decisiones. Quien vive sabiendo que va a morir, vive con más verdad. Todos estos aforismos, aunque breves, están llenos de sentido. Cada uno nos empuja a detenernos y pensar. No son fórmulas cerradas, sino preguntas abiertas. no impone, pero se hace imposible no interiorizarlo. Nos hace sentir el peso de la responsabilidad de vivir. Su filosofía no busca imponer dogmas, sino despertar la conciencia. Por eso, incluso cuando cita a otros autores, el tono es siempre personal. Nos habla con sencillez, pero con firmeza.

Desde el punto de vista literario, los aforismos también muestran una conexión con el realismo. Nos hablan de la vida tal como es. Tolstoi no idealiza, no exagera y escribe con claridad, sin adornos, directo al alma. Sus frases no solo son profundas también son hermosas, son palabras que se recuerdan, que se pueden aplicar en cualquier momento. En un mundo como el actual, en el que muchas veces se valora lo inmediato, lo superficial o lo espectacular, o lo icónico como decimos, los aforismos de Tolstói nos ofrecen otra perspectiva. Nos invitan a vivir con profundidad, con sentido, con humildad. Nos recuerdan que la sabiduría no está en lo complicado, sino en lo esencial.

Los aforismos de Lev Tolstói son una fuente rica de sabiduría. En ellos encontramos una filosofía de vida clara y honesta. A través de sus frases, el autor nos invita a vivir mejor, con menos violencia, con más amor, con más libertad interior y con una conexión real con nosotros mismos y con los demás. Su pensamiento no solo fue revolucionario en su época, también es profundamente actual. Leer a Tolstói es abrir una puerta a una vida más plena, más sencilla y más verdadera. l

La autora del artículo es estudiante de la Licenciatura en Lengua y Literatura en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)

Espejo de tinta

Poemas Ramón Gil

Especial para elCaribe

El propósito de esta página es tender puentes entre culturas, por encima de las barreras geográficas y lingüísticas, y celebrar la riqueza inmensa de las voces literarias que existen más allá de nuestras fronteras. Cada entrega será una invitación a explorar nuevos horizontes, a descubrir autores, géneros y movimientos de otros espacios del Caribe y del mundo, para que la curiosidad se encuentre con el asombro y cada página leída sea como una puerta que se abra a la vasta y fascinante literatura mundial.

El primer invitado es Ramón Gil, narrador y poeta dominicano. Actualmente reside en la provincia de Puerto Plata. Finalista en el renglón poesía del concurso Eugenio Deschamps 2006 de la biblioteca Alianza Cibaeña de Santiago por su poemario “Poemas obsoletos” y en el renglón cuento del concurso Juan Bosch de la Funglode 2007 por su cuento “Desidia”. En 2008, ganó segundo lugar con el cuento “Movimiento elemental” y en marzo de 2009 resultó finalista del concurso de novela infantil de la Editora SM con su novela “Los cazadores de nubes”. En 2012, fue ganador del Premio Único de cuentos por su libro “Nimiedades y otros cuentos neorrealistas” de la Sociedad Cultural Renovación en Puerto Plata. Ha publicado también “Nimiedades y otros cuentos neorrealistas” en mayo de 2013.

“Nuestros nombres son la metáfora del nombre perdido al nacer” Octavio Paz “Convergencias”

¿Cuál es tu nombre?

El verdadero. No Elena o Marta, sino el otro, el oculto, el que te cambiaron al nacer. ¿Qué nombre era?

¿Recuerdas su música?

¿Su significado secreto?

¿Cómo te llamabas, realmente? No, no Elena o Marta, sino tu verdadero nombre.

II

No es normal que le duelan a uno los días jueves ni que un hombre se derrumbe sin aviso sobre su sombra. Es también inconcebible que uno arrastre tras de sí el silencio como pago único a las palabras.

Y es para no creer que a uno le quepa de igual modo, una bala y toda la esperanza del mundo entre los ojos.

III

¿De qué soy dueño, además de mis doscientas libras y mi color moreno?

¿Qué tan mío es, por ejemplo, el niño que fui, el anciano que quizás seré?

¿Puedo inventariar, acaso, la esperanza y el asma entre mis posesiones?

¿Qué es, por fin, realmente mío entre mi nacimiento y mi sombra?

IV

Es tan fácil convertirse en una cifra, en un simple número ciego perdido en un mar de números, o simplemente ser tocado por un rayo de esperanza

o por el blanco filo de un cuchillo mientras se espera de espaldas a la mujer amada.

Realmente es tan fácil convertirse en una cifra.

V

¿De qué oscuro rincón procedo o cuál de mis antepasados luchó a favor

o en contra de esto que soy?

¿Qué batallas perdí en ellos o qué enemigo nos pisó los talones mientras

huíamos asustados en la noche? ¿De dónde provengo, realmente?

VI

Confía en Dios, Pero no olvides Tu cuchillo.

VII

¿Quién aceptará ser testigo de mi paso por las letras y afirmará por gozo o capricho que dije o pensé tal cosa o que un verso mío dio pie al nacimiento de una filosofía?

¿Quién o quiénes atestiguarán que éstas son mis letras, éste mi pensamiento, aquél mi poema favorito?

¿Quién devendrá en testigo clave de lo que deberá ser mi existencia?

VIII

Cierro los ojos o me levanto. Es igual. Contra mí mismo es imposible otra mentira. He aprendido a no creerme y desconfío de este

aparente sentirme bien. Algo escondo que de tanto mentirme ya no sé qué es.

¿Acaso la mesa es una superficie y cuatro patas o algo innombrable y anterior a la palabra mesa?

O más simple aún: la mesa es la mesa y punto. ¿Es tal vez incognoscible la mesa y mis palabras la crean? ¿Podría ser la mesa una utopía?

Al día sin hablar contigo, le falta algo, quizás un hueco para colocar la risa o una larga lista de palabras sin pronunciar.

Al día sin hablar contigo, le suceden minutos interminables, pequeñas caídas del ánimo, todas cosas tristes y extrañas.

Al día sin hablar contigo le sobreviene una escasez de alas, y el mundo se vuelve insoportable, terrenal y cotidiano. Al día sin hablar contigo se le detienen susperfectas manecillas del canto y la alegría, y hay un vacío que nada fuera de ti llena, como si el día naciera y muriera en tu voz.l

Juan Luis es un matemático dominicano de 33 años, especializado en Ciencias de la Computación. Amante de los libros e incansable lector, asegura que las obras literarias y filosóficas de la escritora rusoestadounidense Ayn Rand le permitieron darse cuenta de su capacidad para pensar de manera lógica y

descubrir su curiosidad sobre el mundo de los números; que aumentó al aprender sobre la vida del matemático ruso Georg Cantor, quien postuló que los infinitos tienen tamaño y jerarquía. Vargas Molina es el inventor de Factorn, novedosa tecnología criptográfica por la que recibió US$100,000 por par-

13 Cultura

te de Coinbase, la mayor plataforma de criptomonedas de Estados Unidos; y trabajó para la Agencia de Seguridad Nacional de ese país. Será postulado por la Fundación Naar al Premio Nacional de la Juventud 2025 y a la séptima edición del Premio al Emigrante Dominicano Sr. Óscar de la Renta.

“Los libros de la escritora y filósofa

Ayn

Rand despertaron al matemático en mí”

LUCHY PLACENCIA

FOTO: FUENTE EXTERNA

l ¿Cuál fue su primer acercamiento al mundo de los números?

l Empecé a darme cuenta de la importancia de los números a los cinco o seis años, cuando me percaté de que mi papá, el agricultor José Bolívar Vargas, tiene el superpoder de contar al ojo, sin tocarlos, los plátanos agrupados en grandes montones. En mi campo, El Naranjal, de Cutupú, La Vega, la gente lo felicitaba por esa rara habilidad suya. l ¿Dónde se formó usted como matemático e informático?

l Todo comenzó cuando, en Santo Domingo, la arquitecta Rosa Molina, mi tía, hizo hasta lo imposible por enseñarme las tablas de multiplicar; y mi tío, el ingeniero Pedro Molina, comenzó a prestarme su computadora, una que yo descomponía a menudo por “punchar” el sistema operativo MS-DOS. Hasta entonces, yo había sido muy mal estudiante; pero las cosas comenzaron a cambiar: no es que las matemáticas y la informática comenzaran a ser fáciles; pero mi curiosidad por ellas aumentó y preguntaba con insistencia lo que otros niños cuestionarían años después. Me gradué en la Universidad de Charlotte, en Carolina del Norte, EE. UU., como licenciado en Matemáticas especializado en Ciencias de la Computación. Posteriormente, gané la beca de posgrado conocida como “NSF RTG Graduate Student Fellowship”, del Programa de Matemáticas de la Universidad de Georgia.

l ¿Cuáles libros han transformado su vida?

l En el verano de 2007, leí varios libros que me reorganizaron la mente. Uno de ellos, The Ultimate Secrets of Total SelfConfidence, (Los secretos definitivos de la confianza total), del doctor Robert Anthony, hizo que me dejaran de importar las evaluaciones académicas. Paradójicamente, cuando empecé a dar lo mejor de mí sin pensar en las notas, mi desempeño mejoró y comencé a obtener “A” en todas las materias.

l ¿Cómo ha incidido la escritora y filósofa rusoestadounidense Ayn Rand en su forma de interpretar la realidad y verse a sí mismo dentro de ella?

l Yo tenía 16 o 17 años, cuando devoré cuatro libros de Ayn Rand que definieron mi formación: We the Living (Nosotros los vi-

vientes, su novela más autobiográfica), Atlas Shrugged (La rebelión de Atlas), Anthem (Himno) y The Fountainhead (El manantial). Me pasaba los días en una hamaca, leyendo. Rand tenía una visión del mundo extremadamente lógica, por lo que sus obras reforzaron mi habilidad de pensar racionalmente. Luego, encontré un libro sobre la vida del matemático George Cantor, quien postuló que los infinitos tienen tamaño y jerarquía; y esto despertó en mí mucha curiosidad, pues me parecía imposible que a un ser humano se le ocurriese que puede existir más de un infinito y, para colmo, que esos infinitos tienen tamaños diferentes.

l ¿Cuándo se dio cuenta de su habilidad excepcional para los números?

l No se trata de habilidad excepcional, sino de curiosidad. En la secundaria Zebulon Vance, tomé clases de Programación y Cálculo. En Cálculo, materia que me fascinó, encontré por primera vez el Problema de Basilea: determinar el valor exacto de la suma de los inversos de los cuadrados de los enteros positivos, cosa que el profesor

y los alumnos no logramos resolver en el aula. Propuesto originalmente por Pietro Mengoli, fue resuelto en 1735 por Leonhard Euler: converge a 2/6. Me resultaba curioso que la suma de los inversos de los cuadrados enteros positivos fuese tan difícil de hallar por métodos convencionales; hasta que, con enorme alegría, encontré un libro que le dedica un capítulo entero a su solución. El único estudiante que le dio seguimiento al problema después de ese día fui yo. ¿Cómo podía olvidarme de una incógnita matemática tan sencilla y, al mismo tiempo, tan difícil de resolver en clase?

l ¿Qué se necesita para aprender matemáticas?

l Es fundamental el apoyo familiar (fue mi tía Rosa quien me ayudó inicialmente); buenos profesores, como las estrellas que me dieron clases en la secundaria Zebulon Vance y en las universidades de Charlotte y Georgia; y tener claro que, por sus aplicaciones universales, los matemáticos cambiamos el mundo a cada minuto.

l ¿Cómo se sumerge usted en el mun-

do de la criptografía, las criptomonedas y la ciberseguridad?

l Pasé 2006 y 2007 factorizando polinomios en la escuela, con intensidad y rigor extremos. Se trata de descomponer expresiones matemáticas en factores más simples. Ya en la universidad, aprendí factorización con métodos avanzados, lo cual me llevó a su aplicación en criptografía, criptomonedas y ciberseguridad. Tengo ya 20 años factorizando, académica y profesionalmente. Como dijo uno de mis magníficos profesores: “Lo más importante de las matemáticas es factorizar”.

l ¿Cuáles invenciones matemáticas ha realizado usted?

l Mi logro público más destacado (hay muchos de los que no puedo hablar, por acuerdos de confidencialidad con la Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU. e instituciones billonarias) es Factorn, un proyecto de cadena de bloques (“blockchain”) que permite la creación y la gestión descentralizada de mercancías, productos, servicios, consorcios, empresas e instrumentos financieros. Esta invención resolvió un problema criptográfico al que las matemáticas no habían encontrado solución y, por ella, recibí en 2022 un premio de US$100,000 por parte de Coinbase, plataforma de criptomonedas que opera en más de 100 países.

l ¿Cuáles aplicaciones prácticas tienen sus descubrimientos matemáticos?

l Mis invenciones criptográficas tienen diversas aplicaciones en la banca, los fondos de inversión, las empresas privadas, las instituciones gubernamentales, las universidades y los equipos académicos de investigación.

l ¿Cuáles consejos daría a la juventud dominicana interesada en las matemáticas aplicadas a las Ciencias de la Computación?

l Lo fundamental es tener una sólida red de apoyo familiar. Mis padres, Yilda Molina y José Bolívar Vargas, lo han dado todo para que yo estudie; y muchos en mi numerosa familia también han colaborado. Lo segundo es dejar fluir la curiosidad a través de la lectura y la investigación sobre el mundo que nos rodea; así como exponernos al pensamiento de mentes brillantes como las de Rand y Cantor. Lo tercero es contar con buenos profesores, con centros de estudios de calidad; y, no menos importante, colocarnos donde prestigiosas empresas e instituciones puedan vernos y apreciar nuestro talento. l

Juan Luis es un premiado matemático y especialista en Ciencias de la Computación.

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