elCaribe, SÁBADO 7 DE JUNIO DE 2025 elcaribe.com.do
No es solo sol y playa, también
se necesita cultura
El turismo y la cultura pueden trabajar en colaboración para crear comunidades más regenerativas y resilientes. P.6
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No es solo sol y playa, también
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Los medios de comunicación nacionales e internacionales se volcaron a nuestro país luego del ajusticiamiento del sátrapa. P.7
“Toda la poesía es en cierta manera, social”
La escritora, editora y poeta Petra Saviñón explica su visión de la poesía y de la creación literaria y habla de sus proyectos futuros. P.11
Melchor Contín permaneció 19 años en el cargo, en tanto que Criseyda Brea de González es la única alcaldesa. El actual se ha reelegido en tres períodos
MANUEL ANTONIO VEGA atacando10@gmail.com
Desde antes de la creación de la República, el 27 de febrero de 1844 hasta el 16 de agosto pasado, 142 aniversario de la Restauración, por la alcaldía de Hato Mayor han pasado más de setenta síndicos municipales o “alcaldes constitucionales”, como antiguamente eran denominados.
Don Pablo Pérez, primer síndico de Hato Mayor conforme a datos documentales extraídos del Archivo General de
la Nación para realizar este reportaje, aparece en funciones de notario en acta escritural fechada el 6 de agosto de 1843. No sabemos si sólo él ocupó la sindicatura durante la terminación de la “Era Haitiana”.
Para entonces los ayuntamientos se denominaban “Consejos de Notables”. El presidente de la República era a la sazón Charles Herad-ainé.
Después de la Independencia Nacional, aparece como síndico el 18 de junio de ese mismo año Dámaso Contreras Griffié; el general Julián Polanco aparece como síndico el 1850, fue sustituido por Elías Camarena, que asume el pues-
Autoridad
Criseyda Brea de González fue la única mujer síndica que ha tenido el municipio de Hato Mayor del Rey, asumió la jefatura municipal en 1970 y concluyó en 1974”.
to el 27 de febrero de 1851.
A Elías Camarena lo sustituyó Pablo Valdez, el 21 de junio de 1852; y fue reemplazado por Donato Bastardo el 12 de diciembre del mismo año; sólo duró en el cargo cinco meses y nueve días.
El 26 de octubre de 1853 asume la sindicatura nuevamente Elías Camarena, quien fue sustituido en julio de 1855 por el intelectual Francisco Albuerme López, quien permaneció un año y once meses en el cargo, fue desplazado el 6 de junio de 1857 por Sixto de Mota.
En 1859, el 21 de noviembre aparece firmando como síndico en actos notariales Andrés Mota Santana, quien permaneció hasta el 12 de marzo de 1861 y es sustituido por Valentín Mejía.
En 1865, el 6 de octubre entra como ejecutivo municipal Andrés Mota; los regidores eran Juan José Reyes, José Antonio Álvarez y Juan Bautista Acosta. Este fue el primer ayuntamiento cuyo personal es conocido; los precedentes no figuran con la lista de sus regidores.
Juan José Reyes es escogido síndico de la común el 16 de noviembre de 1866; lo sustituyó Eduardo Contín el 14 de enero de 1873, aparece junto a Pedro J. Brea (presidente de la Sala); Nicolás Varela, Juan Romero Sierra y Ceferino Piantini, Jacinto Marcano sustituyó a Juan José Reyes.
Para 1877, durante la guerra intestina que se denominó “Montonera”, aparece como síndico Juan Romero Sierra y fungían como regidores Federico Montaño (presidente de la Sala), Ramón Ramírez y Ramón María Gautreaux. l
Ebre la cirugía pediátrica en nuestro país encontramos muchas informaciones valiosas. En sus consideraciones, el doctor Otero expresa su admiración por médicos prominentes como los doctores Rafael Miranda Johnson o Alberto Peguero.
los inicios en la década del 1940 del hospital de niños Ramfis, junto a figuras como los doctores Newton Marten Ellis, Manuel Pastoriza, Eduardo Mejía y Óscar Álvarez Curiel. Era anestesiólogo el doctor Manuel Batlle. En el departamento de ortopedia laboraban los doctores Vinicio Febles, Agustín Rodríguez, Abigail Haché y Hugo Feliz Cariás. Muchos de los médicos que trabajaban en ese hospital pediátrico eran médicos generales interesados en la pediatría. El doctor Feliz Carias había hecho estudios especializados en España y Argentina, y en palabras del doctor Otero tuvo una destacada actuación. Los doctores Antonio Dohse y Raúl Tavarez desarrollaron el departamento de cirugía plástica, y los doctores Pedro Polanco y Luis Alberty, el servicio de radiología. El servicio de urología lo llevaba el doctor Napoleón Perdomo, que también ocupó la jefatura del servicio de cirugía general. Las cirugías las realizaban profesores destacados de la época como los doctores Félix Goico, Francisco Moscoso Puello, Francisco Hernández y Mairení Cabral. El doctor Ney Arias, recién llegado de su entrenamiento en Inglaterra también ofrecía sus servicios en el hospital Ramfis. Al doctor Francisco Hernández se le atribuye haber realizado la primera piloromiotomía en el país, el día 30 de diciembre de 1947. Igualmente, el doctor Hernández llevo a cabo la primera neumectomía en 1950 y la lobectomía en 1951. Este gran cirujano dominicano también realizó en 1956 la primera cirugía de reparación de conducto arterioso persistente y en 1958 la primera opera-
ción de Blalock Taussin en un caso de tetralogia de Fallot. En el servicio de anatomía patológica laboraban los doctores José de Jesús Ravelo y FerSin embargo, la cirugía pediátrica dominicana como especialidad formal se inicia en 1962 con la llegada al Hospital Robert Reid Cabral del doctor Rafael Miranda Borbón, recordado profesor de muchos estudiantes de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. En ese momento el hospital pediátrico tuvo un gran impulso con figuras como el doctor Hugo Mendoza, gloria de nuestra pediatría, o los doctores Josefina García-Cohen, Marianela Castillo o Freddy Aybar. Estos profesores impulsaron todos los departamentos del hospital y desde luego también impulsaron la cirugía pediátrica a la que se incorporaron los doctores Fernando Díaz Espinal, Luis Peralta, Cristóbal Gómez, Ernesto Santoni y Jordi Gastón. Luego llegan los doctores Melvin Andújar y Ludwig Rodríguez, quien se instaló en la región este del país, así como el doctor Peralta que se estableció en Santiago de los Caballeros. Sobre Santiago de los Caballeros tenemos noticias de que desde 1926 el doctor Raúl Fonts Sterling ofrecía servicios a niños en su centro. Y no es hasta 1946 que se inaugura el Hospital de niños Rhadames, en concreto el día 23 de diciembre. Sobre este hospital en abril de ese 1946 aparecía una nota en el periódico La Información en que decía: Este hospital será instalado en un edificio propiedad del estado en la calle Duvergé. Este edificio fue construido originalmente para la clínica del doctor Mariano Rovellat, médico español radicado en aquella ciudad. El doctor Virgilio Almanzar fue el primer director de ese hospital. Y el 18 de septiembre de 1961 se inauguró el Hospital Arturo Grullón, centro pediátrico de gran importancia para toda la región del Cibao. Fue su primer director el doctor Sergio Bisonó. Así de esta manera con la inauguración de nuevos centros fue avanzando la cirugía pediátrica dominicana. l DR. HERBERT STERN
(DÉCIMA CIBAEÑA)
Vinicio Franco fue merengue Acoidión, güira y tambora Que acompañaba la oiqueta Que se oía a cuaiquiei hora.
Muchoj merengue cantó Poi radio y televisión Se oyeron en Montecriti Y también en Dajabón.
••••••
Tocó con Antonio Morel Merengazo poi pipá
Tocó guarachas y mambo Y un poquito e chachachá.
Cantó en la Voz Dominicana
En la era de Petán Quizá fue voluntariamente O taivé lo obligán. ••••••
Se recueida bien su voz Iguai quei deo e su mano Que apuntaba a todo ei público Como si fueran su heimano.
l JOSÉ MERCADER
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Ramón Castro aparece en los libros que aún se conservan en el Ayuntamiento Municipal como síndico en el año 1885; lo sustituyó Juan Bautista de Mota, a mediados del mismo año.
De 1893 a 1894 se desempeñó como síndico Félix María Polonio, que renunció al compromiso por causas o razones que se desconocen. Al renunciar Polonio fue designado Salomón Reyes, quien fue asesinado el 7 de septiembre de 1895.
Tras el asesinato del síndico Salomón Reyes, ascendió nuevamente Félix Polonio, quien permaneció en el cargo hasta la apertura del Siglo XX; en 1901 asume el doctor Lucas Rodríguez.
En enero de 1902 asume el cargo José Antonio Ramírez, quien fue sustituido a los tres meses por Abelardo Ramírez, sustituido a su vez por Emilio Romero (Panano) en mayo de 1903.
Ya para septiembre del mismo año entra Ciprián Alarcón, sustituido por Faustino Echavarría, José Antonio Ramírez sustituyó a Echavarría en diciembre de 1904, y permaneció en el cargo hasta 1906, cuando lo sustituye Juan Reyes.
Para enero de 1907 vuelve como síndico Faustino Echavarría, quien permaneció hasta 1908, cuando asume José A. Ruiz. Este a su vez fue sustituido en 1909 por José Antonio Ramírez, quien asume la sindicatura por segunda ocasión.
El cubano Jaime Rodríguez, distinguido munícipe propulsor del desarrollo industrial, social y cultural de Hato Mayor, y quien instaló la primera planta eléctrica, fue síndico de Hato Mayor en 1910 por varios meses.
En 1910 fueron síndicos además los progresistas munícipes Horacio María Núñez y José L. Oficial.
Bernabé Castillo tomó posesión como síndico el primero de enero de 1912, siendo sustituido para el mes de septiembres del mismo año por José Vélez Garcia.
Eloy Albuerme Mota ingresa como ejecutivo municipal el 28 de noviembre de 1917, y es sustituido por el comerciante Luis Fuentes Puello en 1919, quien renunció al cargo el 14 de noviembre de 1923. Al renunciar Luis Fuentes Puello es colocado como síndico interino el regidor Rafael Zapata, quien permaneció
en la sindicatura hasta el l7 de febrero de 1924, cuando es posesionado el poeta e intelectual Elio Contín Brea.
Contín Brea ocupó el cargo durante tres meses, siendo reemplazado el 24 de mayo de 1924 por Antonio Carbuccia Andrade, quien permaneció al frente del cabildo hasta 1930, cuando asumió Luis Fuentes Puello de nuevo; Julio Lluberes fue síndico en 1930 y Horacio María Núñez en 1932; Aníbal Martínez en 1934. Emilio Pérez vuelve como síndico el 28 de noviembre de 1940, y fue sustituido por Pedro García Mota, que asumió el 15 de julio de 1941.
Félix María Polonio aparece como síndico interino y firma actas de sesiones el
DENUNCIA
Poco avance en cuanto a la recogida de basura
De 1070 a 2025 la alcaldía ha estado dominada por alcaldes de los partidos Reformista Social Cristiano, (PRSC), Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido Revolucionario Moderno (PRM.
A 182 años de vida municipal, la ciudad de Hato Mayor ha avanzado poco en el aspecto urbano y las denuncias por los promontorios de basuras son constantes y es el grito de nunca acabar, al convertirse en el principal reclamo de los munícipes que ven con impotencia cómo se acumulan los desechos sólidos en las principales avenidas y alrededor de las arterias comerciales de Hato Mayor del Rey.
30 de marzo de 1942, cuando se reintegra Pedro García Mota el 18 de mayo del año 1942.
Leovigildo Alcántara fue designado alcalde municipal el 5 de mayo de 1943, quien renunció al puesto, y fue sustituido por el historiador Melchor Contín Alfau.
Melchor Contín Alfau permaneció hasta el 1962, constituyéndose en el síndico que más tiempo permaneció al frente del gobierno local.
Este alcalde fue sustituido por Manuel Antonio Poueriet, quien permaneció hasta 1963, cuando lo sustituyó Alejandro Laureano Ramírez.
Laureano Ramírez fue reemplazado por Sergio Mercedes Núñez Silvestre, y este siendo sustituido en 1965 por César Augusto Caminero Read.
René Castén Jiménez se desempeñó como síndico en 1966. En el período 196668 asumió Víctor Manuel Rosario Zorrilla, y le siguió José Severino, que permaneció hasta 1970.
Primera alcaldesa
Criseyda Brea de González, única mujer síndica que ha tenido el municipio de Hato Mayor del Rey, asumió la jefatura municipal en 1970 y concluyó el 16 de agosto de 1974, cuando asume el hacendado José Pacheco Hoffiz.
En el período 1978-82 se desempeñó como alcalde municipal el fotógrafo Francisco Ramírez Leguisamón (Curro); entre 1982 y 1986 Isidro de Jesús Ramírez Jiménez, desde 1986 a 1990 fue Juan A. Ortega Álvarez y Manuel del Rosario desde ese año hasta el 1994.
Del Rosario fue sustituido por Ramón Benjamín O’Brien (Ramón Colchón), que entregó a Isidro Ramírez Jiménez. Reynato de Jesús Cruz Tineo recibió la sindicatura en agosto del 2002. Ha sido el síndico que más inversiones ejecutó en la ciudad y comunidades rurales.
Luego asumió la sindicatura Amado de la Cruz en el 2006, para luego regresar en el 2010 Cruz Tineo.
A Cruz Tineo lo quebró Odalis Vega en el 2016, quien fue sustituido por Amado de la Cruz, quien regresó al solio municipal.
Amado de la Cruz es el primer alcalde que ha sido reelecto al ganar las elecciones del 18 de febrero del 2024. l
PEDRO CONDE STURLA pinchepedro65@yahoo.es
Ningún hombre puede contar dos veces la misma historia. Nunca es la misma historia. Y también puede ser aburrida y mentirosa. Casi siempre, además, la cuentan desde arriba: El general ganó la batalla. Aníbal cruzó los Alpes… Lo más probable es que a Aníbal lo cruzaron y que la batalla se ganó a pesar del general. Puro cuento. La historia, originalmente, es puro cuento, pura imaginación. No lo digo en sentido despectivo. Una parte de la mejor historia antigua es literatura, una recreación y reconstrucción literaria de los hechos. Lo más sabroso de la historia son las mentiras.
Los grandes historiadores griegos y romanos la sazonaban con cuentos y con chismes, y no se negaban a introducir diosas y dioses en sus relatos. La intervención divina de dioses y diosas que fabricaban guerras y se mezclaban y copulaban con humanos lo explicaba todo. Con Suetonio, el romano, y su libro sobre la vida escandalosa de los césares el chisme alcanza categoría histórica. La historia de Suetonio es puro morbo, delectación morbosa. Julio César se convierte, a partir de Suetonio, en «marido de todas la mujeres y mujer de todos los maridos». Plutarco, el griego, es más comedido y discreto. De hecho, cualquiera es más comedido y discreto que Suetonio.
Lo cierto es que la historia de aquellos tiempos pasados no sería lo mismo sin la imaginación que llena los vacíos, sin la reinvención de los personajes y los hechos, sin adornos literarios.
El primer encuentro entre Julio César y Cleopatra, por ejemplo, sería muy aburrido si el historiador fuese un sicorrígido. Julio César se encontraba en aquel palacio de Alejandría (año 48 AC) y la manda a buscar o quizás es Cleopatra quien toma la iniciativa. De modo que allí se encuentran y hablan de política por largas horas y quizás nunca se atraen ni cometen relaciones sexuales ni tienen un hijo que se llamaría Cesarión.
La versión de Plutarco es más condimentada e interesante. Entre Cleopatra VII y su hermano consorte Ptolomeo XIII había una querella dinástica y se odiaban cordialmente. Cleopatra se juega la vida en el encuentro y hace que la envuelvan en unas telas o un saco de dormir para entrar desapercibida al palacio. De acuerdo con una versión más sofisticada se hizo envolver desnuda en una fina alfombra y así la vio por primera vez Julio César. Pro-
bablemente se le aflojaron las piernas, comenzaría a babear, a balbucear, a tener malos pensamientos. Sentiría quizás un deseo irreprimible de hacer malas palabras. Todo es posible…
Lo cierto es que a Cleopatra, a la Cleopatra de Plutarco, no le hacía falta encuerarse para llamar la atención y despertar la libido. Nadie sabe como era físicamente, pero era una encantadora de serpientes y desde que abría la boca, según lo que dice Plutarco, empezaba a embrujar al auditorio:
ella tenía mil… ».
Aragón,https://share.google/btWQFlKJzXse6ycEL).
Además, según los entendidos, Cleopatra tenía bocio, un agrandamiento de la tiroides que puede manifestarse como un bulto visible en el cuello.
De cualquier manera, con los pocos o muchos encantos que tenía conquistó a Julio César y conquistó a Marco Antonio, con lo que provocó sin querer su propia ruina. Lo de César fue pasajero, pero no lo de Marco Antonio. En la tragedia de Shakespeare («Antonio y Cleopatra»), Marco Antonio está tan enamorado que no parece tener voluntad propia. Cleopatra, como se dice en mexicano, «lo trae cacheteando las banquetas». Borracho de amor: «Entran DEMETRIO y FILÓN. »FILÓN
»Sí, pero este loco amor de nuestro general / desborda el límite. Esos ojos risueños, / que sobre filas guerreras llameaban / como Marte acorazado, dirigen/ el servicio y devoción de su mirar / hacia una tez morena. Su aguerrido pecho, / que en la furia del combate reventaba / las hebillas de su cota, reniega de su temple / y es ahora el fuelle y abanico / que enfría los ardores de una egipcia».
»Clarines. Entran ANTONIO, CLEOPATRA con sus damas [CARMIA y EIRA], el séquito y eunucos abanicándola. Mira, ahí vienen. / Presta atención y verás / al tercer pilar del mundo transformado / en juguete de una golfa. Fíjate bien..
»CLEOPATRA.
»Si de veras es amor, dime cuánto.
»ANTONIO
ara llamar la atención y des bido. Nadie sabe como ente, pero era una a serpienabría g ún lo lutarba a auesu ne n n o omo mo u sar admirau trato era ultaba irse. encantos
«Se pretende que su belleza, considerada en sí misma, no era tan incomparable como para causar asombro y admiración, pero su trato era tal, que resultaba imposible resistirse. Los encantos de su figura, secundados por las gentilezas de su conversación y por todas las gracias que se desprenden de una feliz personalidad, dejaban en la mente un aguijón que penetraba hasta lo más vivo. Poseía una voluptuosidad infinita al hablar, y tanta dulzura y armonía en el son de su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le convenía, los más delicados matices del lenguaje. Platón reconoce cuatro tipos de halagos, pero
nariz que había celebrado cuando Cl u corta hub f do». rí a si h t v sa conf
«Aquell una
La efigie de Cleopatra en una moneda del año 32 AC no es, en efecto, la de una mujer bonita. Los gobernantes de Egipto en esa época eran griegos macedonios, pero Cleopatra no era un modelo de belleza helénica. Su nariz no era la nariz que había celebrado Blas Pascal cuando dijo: «Si Cleopatra hubiera tenido una nariz más corta hubiera cambiado la faz del mundo». Pascal quería al parecer significar que hubiera sido menos seductora y no hubiera conquistado a César y Marco Antonio ni provocado tan sangrientos conflictos entre Egipto y Roma. «Aquella no era precisamente una nariz rectilínea y delicada: no se desprendía del rostro como un apéndice grácil ni tenía la sutileza de las grandes narices, ni era por sí sola un rasgo de hermosura y de poder. Le faltaba elegancia y le faltaba clase, estilo, y le sobraban a cambio dureza y, en cierto modo, vulgaridad. La naricita más famosa de todos los tiempos no era el perfecto monumento al que se ha rendido tributo desde la antigüedad hasta nuestro tiempo. Todo apunta a que Cleopatra estaba lejos de lucir semejante don». (El Periódico de
»Mezquino es el amor que se calcula. »CLEOPATRA.
»Mediré la distancia de tu amor. »ANTONIO
Entonces busca cielo nuevo y tierra nueva».
Lo cierto es que Cleopatra fue una víctima de la celebridad. Ninguna otra mujer rivaliza con ella en este aspecto. Por eso hay tantas versiones de Cleopatra. Fueron principalmente los romanos los que más contribuyeron a deconstruir su imagen. La llamaron de mil maneras despectivas, groseras. Casi la convirtieron en prostituta, en una peligrosa e insidiosa embaucadora. Una promiscua.
Cleopatra, en cambio, parece haber sido una mujer de recio carácter, con una gran personalidad y una sólida formación humanista. Escribió libros que se perdieron en el incendio de la biblioteca de Alejandría y hablaba numerosos idiomas. Fue una de las pocas o quizás la única monarca griega de Egipcio que hablaba su lengua, sabía interpretar jeroglíficos y conocía los idiomas de partos y hebreos y de los romanos y los persas, incluso los de los etíopes y de los árabes. Era una intelectual, una erudita y era además una científica, una investigadora que poseía conocimientos avanzados de química, medicina, toxicología… Esa es otra Cleopatra, quizás la más auténtica de todas. Una Leonarda de Egipto. l
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PEDRO DELGADO MALAGÓN pedrodelgado8@gmail.com
En los albores del siglo XIX, cuando los imperios se desmoronaban como castillos de arena y las ideas de la Ilustración cruzaban el Atlántico con la arrogancia de quien se sabe heredero de una nueva fe, América —esa palabra que no define un territorio sino una promesa— comenzó su largo, tumultuoso y contradictorio camino hacia la independencia. Fue una empresa heroica y trágica, empujada por hombres que, en nombre de la libertad, levantaron ejércitos, cruzaron cordilleras, derramaron sangre. Y que, a menudo, fueron devorados por el monstruo que crearon.
La independencia, esa bella palabra Los primeros en romper las cadenas no fueron los criollos ilustrados de Caracas o Buenos Aires, sino los esclavos de Haití. En 1804, después de una guerra espantosa, fundaron la primera república negra libre del mundo. Louverture, Dessalines… nombres que no suelen figurar en los libros que escribieron las élites blancas del continente, tal vez porque recordaban que la libertad no es siempre un asunto de buenos modales ni proclamas retóricas, sino de insurrección, machete en mano y cuerpo mutilado.
Después vinieron los nombres célebres, esos que adornan avenidas, plazas, estatuas ecuestres: Simón Bolívar, José de San Martín, Miguel Hidalgo, Morelos, Sucre, O’Higgins, Artigas. En el norte y en el sur, los virreinatos se agrietaban. El orden imperial, corroído por las guerras napoleónicas y la codicia de los burócratas peninsulares, se derrumbaba. Los criollos (ricos, ilustrados, impacientes) vieron su oportunidad. Querían autonomía, sí, pero también conservar el poder. Libertad, pero sin igualdad. República, pero sin indios ni negros en la asamblea.
El drama se desató: San Martín cruzó los Andes con una hazaña que parece novela, liberó Chile y fue a Perú. Bolívar, ese Quijote trágico, venció en Boyacá, en Carabobo, soñó una Gran Colombia que se disolvió como agua entre los dedos. En México, Hidalgo y Morelos alzaron la voz por los pobres y los marginados, pero fueron decapitados. La independencia llegó, finalmente, por obra de un militar pragmático: Iturbide, que se hizo emperador y terminó fusilado por sus propios compatriotas.
De la victoria a la desilusión
El precio de la emancipación fue alto. Pue-
blos arrasados, economías deshechas, analfabetismo endémico. La libertad proclamada en los congresos de Tucumán o Angostura no se tradujo en un orden nuevo, sino en un desorden fértil para el caudillismo. Surgieron los hombres fuertes: Rosas, Santa Anna, Páez, Carrera. Gobernaban con sable y con látigo. Decían amar la patria mientras la vendían, la troceaban, la humillaban.
Las nuevas repúblicas —como tantas veces Vargas Llosa ha narrado— no fueron el triunfo de la razón ilustrada, sino una prolongación disfrazada del despotismo colonial. Una clase dominante sustituyó a otra, conservando intacta la estructura de privilegios. El indio siguió siendo bestia de carga; el negro, un fantasma sin voz; el mestizo, sospechoso por naturaleza. El sufragio era restringido; la justicia, decorativa; y la república, un teatro donde los mismos actores cambiaban de uniforme.
El espejo del norte
Mientras América Latina se desangraba en guerras civiles y pactos espurios, los Estados Unidos vivían su propio bautismo de fuego. Habían ganado la independencia casi un siglo antes, pero la contradicción de su historia —libertad y esclavitud— estalló en 1861 en una guerra bru-
te al imperio. Pero la promesa se volvió dogma, y el dogma, represión. Un régimen de partido único, sin libertad de prensa, sin elecciones, con presos políticos y delaciones cotidianas. La revolución devoró su espíritu, y hoy es una triste caricatura de sí misma.
En Venezuela, Hugo Chávez sedujo a millones con su verbo ardiente y su cruzada contra la oligarquía. Pero el bolivarianismo, en lugar de liberar, sofocó. Bajo Nicolás Maduro, el país se convirtió en una distopía: inflación demencial, éxodo bíblico, represión de estudiantes, elecciones amañadas, violencia como norma. El petróleo, que pudo financiar el desarrollo, terminó en manos de una casta corrupta. Y en Nicaragua, donde alguna vez un poeta (Ernesto Cardenal) soñó una república socialista y tierna, el sandinismo derivó en una dictadura grotesca. Daniel Ortega, que luchó contra Somoza, se convirtió en Somoza: reprime, encarcela, perpetúa su poder con pactos vergonzosos. Hasta la Iglesia calla o huye.
Estas derivas autoritarias no son anomalías. Son síntomas de una enfermedad crónica: instituciones débiles, educación precaria, ciudadanía pasiva o humillada. Vargas Llosa, en tantas novelas y ensayos, ha denunciado esa pasión triste del latinoamericano por delegar su destino a un padre severo que lo proteja y lo castigue al mismo tiempo.
El futuro que asoma: 2050 Y sin embargo, hay luces. Hay países que han avanzado: Chile, pese a sus crisis, logró una modernización notable. Uruguay ha consolidado una democracia estable. Colombia, tras décadas de conflicto, intenta una paz duradera. México, con sus contradicciones, posee una vitalidad cultural y económica innegable. Y Brasil, pese a su caos, sigue siendo una potencia viable.
tal. El Norte industrial y abolicionista se enfrentó al Sur esclavista. La Guerra de Secesión fue una carnicería, sí, pero también un punto de inflexión: al final, ganó la unidad y se abolió la esclavitud.
El contraste con América Latina no puede ser más elocuente. Mientras en el sur del continente las repúblicas se disgregaban, en el norte surgía una nación moderna. Es cierto que no todo fue progreso: el racismo persistió, la segregación se institucionalizó, y los derechos civiles tardaron un siglo más en llegar. Pero allí, a diferencia de nuestros países, el Estado se consolidó. El capitalismo floreció, la ciencia se promovió, la educación se convirtió en política de Estado.
El fantasma autoritario: una maldición repetida
Y mientras el siglo XX avanzaba con sus guerras mundiales y su bipolaridad ideológica, América Latina seguía tropezando con la misma piedra: el poder absoluto. La tentación del caudillo salvador, del redentor de uniforme, del tribuno que promete pan, justicia y dignidad… para luego sembrar miedo, hambre y servidumbre.
En Cuba, la revolución de 1959 deslumbró al mundo: barbudos en la Sierra Maestra, alfabetización masiva, dignidad fren-
La juventud latinoamericana ya no cree en los mesías. Sale a las calles, exige derechos, cuestiona lo heredado. Las mujeres, los pueblos indígenas, los ambientalistas, los nuevos movimientos cívicos están creando una ciudadanía distinta. Si esa energía se traduce en reformas estructurales —educativas, judiciales, fiscales—, es posible que el 2050 no sea un déjà-vu del pasado, sino un punto de inflexión real.
Pero para eso hará falta algo que aún escasea: cultura democrática. Una educación que forme ciudadanos libres, no súbditos. Una economía que distribuya sin destruir. Y una política que no prometa el paraíso, sino que administre con decencia este mundo imperfecto.
Epílogo: la república pendiente La historia de América es la historia de una república que aún no se funda del todo. Tuvimos independencia, pero no emancipación. Tuvimos constituciones, pero no justicia. Tuvimos elecciones, pero no democracia profunda.
La tarea es ardua, pero no imposible. Porque si algo enseña la literatura es que el ser humano puede elegir. Puede resistir, puede cambiar, puede negarse a obedecer. Puede, en suma, ser libre de verdad. Y tal vez, si esa libertad deja de ser un eslogan y se convierte en una práctica cotidiana, entonces América —esa palabra maltratada y gloriosa— merezca al fin su nombre.l
DR. VÍCTOR W. BOHÓRQUEZ LÓPEZ
victorbohorquez@pucmm.edu.do
La República Dominicana es reconocida internacionalmente por ser uno de los principales destinos turísticos de sol y playa, particularmente por sus zonas costeras como Punta Cana, Puerto Plata y La Romana. Sin embargo, este modelo ha sido cada vez más criticado por sus vulnerabilidades ambientales, excesivo desperdicio energético y de comida, redistribución económica limitada y dependencia excesiva de infraestructuras turísticas a gran escala. Estudios previos han encontrado que el turismo denominado coloquialmente como “todo incluido” no necesariamente beneficia a las comunidades donde se desarrolla localmente, porque muchos de los empleos generados son intensivos en mano de obra con sueldos relativamente bajos. Además, otros estudios argumentan que los ingresos recibidos de las actividades turísticas, si bien se reflejan a nivel macroeconómico, no necesariamente se traducen en beneficios tangibles a nivel local y comunitario, debido a que muchos de estos grupos hoteleros son internacionales y no contribuyen al ecosistema empresarial dominicano. Específicamente, en República Dominicana se analizaron los ingresos percibidos por la actividad turística al inicio del siglo XXI, usando un análisis econométrico y asociando las variables de ingresos por turismo con índices de pobreza per cápita, de intensidad/presión de la pobreza, entre otros. Los resultados mostraron cómo el aumento de los ingresos por concepto de la actividad turística no está directamente relacionado con la disminución de los indicadores de pobreza, sino todo lo contrario, el aumento de los ingresos del turismo en el periodo analizado está causalmente relacionado a incrementos moderados en los indicadores de pobreza muestreados en ese mismo periodo. Otros estudios han encontrado que la oferta turística de todo incluido también impacta negativamente a las poblaciones locales como resultado del aumento del consumo de energía y agua, así como por el aumento en la producción de residuos orgánicos e inorgánicos. Por este motivo, es fundamental que se diversifique la oferta turística, promoviendo el turismo cultural como alternativa estratégica capaz de contribuir a un desarrollo más sostenible, inclusivo y diversificado.
Samaná, una provincia del noreste caracterizada por sus exuberantes paisajes y una sólida herencia afroamericana, sigue siendo relativamente poco explorada en términos de desarrollo del turismo cultural. La Fiesta de la Cosecha es una emotiva conmemoración celebrada por los descendientes de los afroamericanos liberados que llegaron
y se asentaron en Samaná a partir de 1824. Es una expresión cultural que une gratitud, libertad y herencia. Para la comunidad, esta celebración marca la temporada agrícola y simboliza la libertad y el agradecimiento por la nueva tierra donde sus antepasados pudieron cultivar sus sueños de libertad. Con bailes, canciones, comidas tradicionales y ceremonias de agradecimiento, esta celebración se convierte en un poderoso homenaje a la resiliencia de un pueblo que transformó el dolor en esperanza.
A pesar de su riqueza cultural, la Fiesta de la Cosecha aún no se ha integrado sistemáticamente en la estrategia turística de la región. Sigue siendo principalmente una celebración interna, centrada en la fe, la cohesión comunitaria y la memoria cultural. Sin embargo, esta festividad tiene el potencial para impulsar la transición del turismo de sol y playa hacia una economía turística más diversificada y resiliente, arraigada en la identidad local y los activos culturales.
Es importante involucrar a los actores culturales no solo como proveedores de experiencias, sino también como co-diseñadores y guardianes del proceso turístico. El Festival de la Cosecha ofrece un sólido ejemplo de cómo las
prácticas culturales locales pueden contribuir a modelos de turismo regenerativo que priorizan el bienestar comunitario, la integridad histórica y la gestión ambiental. En este contexto, las iglesias y las organizaciones religiosas emergen como instituciones culturales cruciales, no solo como lugares de culto, sino también como guardianas de la memoria, el idioma, la música y los rituales. Su papel como mediadores entre la tradición y la posible participación turística es especialmente significativo en entornos donde el desarrollo turístico estatal ha ignorado históricamente a las poblaciones marginadas. Por lo tanto, hay que destacar el papel de los actores culturales en zonas marginadas y su capacidad para moldear narrativas, significados y experiencias turísticas, y hacer hincapié en modos de interacción experienciales y participativos que se alinean con los principios de sostenibilidad cultural mostrando cómo los festivales con raíces históricas pueden fomentar el orgullo, el diálogo y la resiliencia si se gestionan adecuadamente.
La Fiesta de la Cosecha debe ser considerada no solo como un evento patrimonial, sino también como un elemento que fomenta el sentido de pertenen-
cia, formando parte de la tradición local y de los recursos turísticos, desempeñando un papel fundamental en la regeneración cultural y la construcción de valores, comportamientos e identidades, ya que este tipo de eventos culturales puede servir como instrumento para revalorizar los sistemas de conocimiento local, restaurar el orgullo por identidades históricamente subordinadas y activar economías culturales latentes. Por lo tanto, es necesario posicionar no solo la Fiesta de la Cosecha en Samaná, sino también otras festividades culturales que ocurren en diferentes comunidades, como oportunidades para impulsar el turismo cultural sostenible en la República Dominicana. Al enfatizar la capacidad de acción de los actores culturales locales, la integridad del patrimonio inmaterial y la importancia de la diversificación de la oferta turística podemos resaltar cómo el turismo y la cultura pueden colaborar para promover economías locales más regenerativas y resilientes, resaltando el potencial transformador del desarrollo económico impulsado por la cultura y el patrimonio inmaterial.l
Centro estudios caribeños. PUCMM.
elCaribe, SÁBADO 7 DE JUNIO DE 2025 elcaribe.com.do
Central de Datos
Tras el ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, la prensa asumió un rol protagónico en la investigación de los hechos, así como en el seguimiento y la divulgación de las informaciones, tanto en el país como en todo el mundo
y camarógrafos
LENIN RAMOS lramos@elcaribe.com.do
Al poco tiempo del ajusticiamiento de Trujillo, periodistas provenientes de diversas partes del mundo arribaron al país con el propósito de investigar lo sucedido la noche del 30 de mayo, cuando tuvo lugar el atentado que le costó la vida al dictador. Esta semana la Zona Retro rememora la labor periodística mediante publicaciones del periódico elCaribe
Periodistas en la escena Pocos días después del atentado que resultó en la muerte del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, alrededor de treinta representantes de destacados medios de comunicación entre ellos periódicos, agencias de noticias, cadenas de radio y televisión, así como revistas procedentes de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Canadá y Puerto Rico, inspeccionaron y captaron imágenes del vehículo utilizado por el tirano la noche del ataque.
La inspección tuvo lugar en la residencia del Cuerpo de Ayudantes Militares en Santo Domingo, desde donde los periodistas documentaron el automóvil desde todos los ángulos posibles.
En la residencia del Cuerpo de Ayudantes Militares, los comunicadores fueron recibidos y asistidos por el mayor general Santos Mélido Marte, jefe de dicha institución; el teniente coronel Marcos Antonio Jorge Moreno y otros oficiales del mismo organismo. También estuvo presente el embajador Leland Rosenberg, quien les proporcionó información y respondió las preguntas formuladas por los periodistas.
El embajador Rosenberg se encargó de traducir al inglés los datos técnicos ofrecidos en el lugar, con el propósito de facilitar la comprensión a la prensa internacional.
Detalles del vehículo
El vehículo en cuestión era un Chevrolet Sedán Bel-Air del año 1957, con pla-
Fotógrafos y corresponsales de medios internacionales inspeccionan el automóvil en el que se trasladaba Trujillo la noche del 30 de mayo de 1961, cuando fue ajusticiado. OGM
ca número 0-1823, pintado en azul claro con techo blanco. Las múltiples perforaciones causadas por los disparos evidenciaban la intensidad y brutalidad del ataque ocurrido.
En el costado izquierdo del automóvil se contabilizaron aproximadamente 35 perforaciones, cada una de cerca de media pulgada de diámetro. En la parte frontal, los disparos causaron diez perforaciones en el parabrisas, además de impactos visibles en el capó, el guardabarros izquierdo y la bocina.
En ese mismo orden, se identificaron trece perforaciones en el lado derecho de la carrocería. El vidrio de la ventanilla trasera estaba totalmente destruido, con numerosos fragmentos de cristal aún presentes, y las cortinas posteriores también presentaban impactos de bala.
En lo relativo al estribo de la puerta trasera derecha del vehículo, adyacente al asiento que ocupaba el Generalísimo Trujillo, se hallaron rastros de sangre y pequeños fragmentos del vidrio de la ventanilla. Asimismo, tras revisar el motor, se constató que uno de los proyectiles, luego de atravesar el capó, quedó incrus-
tado en la batería.
Detalles del asalto
Tras consumar el atentado, los agresores arrancaron de forma violenta el acolchado del asiento trasero del automóvil. Fotógrafos de medios internacionales, así como reporteros gráficos de los periódicos El Caribe y La Nación, capturaron numerosas imágenes del vehículo, documentando tanto su interior como su exterior. Además, camarógrafos de agencias de noticias y cadenas de televisión provenientes de distintos países grabaron cientos de pies de película sobre la escena.
Principales dirigentes
Además del seguimiento a los hechos y su contribución a la investigación, los periodistas también cubrieron el rastreo de los responsables del atentado, lo que culminó con la aparición de los cuerpos sin vida de dos de los principales involucrados en el magnicidio.
Los cuerpos de Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza Vásquez, identificados como dos de los principales responsables del atentado que acabó con la vida del
dictador Trujillo, fueron presentados ante medios de comunicación tanto nacionales como internacionales. Aproximadamente treinta corresponsales de destacados periódicos, agencias de noticias, emisoras de radio y televisión, revistas y otros medios provenientes de Estados Unidos y otras naciones, inspeccionaron los cuerpos durante un lapso de treinta minutos. Además, los periodistas verificaron la identidad de los cuerpos y realizaron una minuciosa observación de las heridas de bala.
Por otra parte, los fotógrafos y camarógrafos, tanto locales como internacionales, capturaron numerosas imágenes y grabaron cientos de pies de película de los cadáveres en una habitación adyacente a la sala de autopsias.
Acontecimientos
Díaz y De la Maza fallecieron el 4 de junio, dos días antes de que las noticias se difundieran en el periódico, durante un tiroteo con agentes de seguridad frente a la antigua ferretería Read.
La persecución de los responsables fue llevada a cabo por cuatro agentes que los rastrearon desde la calle Espaillat, tras recibir una llamada en la oficina de seguridad informando que Díaz y De la Maza habían solicitado asilo en ese lugar, pero les fue denegado.
En ese contexto, los agentes se dirigieron al lugar señalado y continuaron la búsqueda de los fugitivos a lo largo de la calle Espaillat, luego por la calle Las Mercedes, posteriormente por El Polvorín y nuevamente por Las Mercedes, donde identificaron un vehículo que transportaba a dos individuos sospechosos en el asiento trasero.
En ese momento, los agentes iniciaron el despliegue de sus posiciones cuando Díaz abrió fuego con una pistola, seguido por De la Maza, quien disparó con un revólver. Los agentes respondieron con ametralladoras, resultando en la muerte inmediata de Díaz. De la Maza, herido, fue trasladado al hospital militar Profesor Marión, donde falleció posteriormente. l
LILIAN CARRASCO
lilycarrascor@hotmail.com
El Senado de la República Dominicana celebró el pasado 3 de junio un emotivo acto de reconocimiento a la familia Nader, por su valioso aporte a la promoción del arte y la cultura dominicana. En la misma ceremonia fueron también reconocidas otras destacadas personalidades: Ellis Pérez, César Olmos y Salvador Pérez Martínez.
La ceremonia fue presidida por el presidente del Senado, Ricardo de los Santos, acompañado por el senador Franklin Romero, presidente de la Comisión de Cultura.
El homenaje incluyó una producción audiovisual realizada por el equipo técnico del Departamento de Comunicaciones del Senado, integrado por Jesús Frías, Erick Padilla, Alan Rogers, Robinson Ro-
sa, Junior Silverio, Yojanny Hernández y Robinson Gómez.
La historia de la familia Nader en el ámbito artístico se remonta a inicios de la década de 1970, cuando George Nader, propietario de la Galería Nader en Haití, invitó a su hermana Yvonne a representar sus obras en una feria de arte latinoamericano celebrada en Santo Domingo. El éxito de esta experiencia motivó la fundación de una galería formal en la ciudad.
FRANK NÚÑEZ fnunez01@gmail.com
ETZEL BÁEZ etzelbaez@gmail.com
Thriller al estilo road movie que florece como metáfora de un secuestro que muestra la lucha por la hegemonía en un sistema que oprime a los más vulnerables. Comienza de una manera serena pero propulsiva. Hay un aire de tensión que flota sobre el secuestrador, in crescendo durante los siguientes noventa minutos colmados de pequeños eventos que van descubriendo como capas a cada personaje, por lo que, a medida que avanza el filme, se hace más complejo. Dicen, y es verdad, que retrotrae a Dog Day Afternoon y The Sugarland Express de Steven Spielberg. Desde siempre hemos visto estos filmes de secuestros y la toma de rehenes con todas las características de road movie: la historia se organiza como un viaje en auto con escalas. Generalmente son muy pocos personajes (en este caso tres), donde cada uno tiene un objetivo –y este es el punto que lo hace incomparable y fascinante–. Hay un conflicto sobre la tenencia de un hijo, el drama de la inmigración en Europa que le agrega un matiz ideológico y político bastante singular, y la maldición del racismo mezclado con diferencias socioculturales y de cómo la mal-
Inicialmente representaban arte haitiano y se instalaron en el Centro Comercial Roble, en la avenida Lope de Vega. Posteriormente, tras el anuncio del presidente Joaquín Balaguer sobre la reconstrucción de la Ciudad Colonial, la familia Nader —con el apoyo del arquitecto Manuel del Monte Urraca, entonces director de Patrimonio Cultural— se instaló en el edificio número 9 de la calle Atarazana, y consolidó su presencia en el corazón histórico de Santo Domingo. La Galería de Arte Nader se distinguió por su política de adquisición directa de obras, evitó el sistema de consignación, lo que constituyó un mayor apoyo a los artistas locales. Figuras como Plutarco Andújar, Cándido Bidó, Clara Ledesma, Ramón Oviedo, Iván Tovar, así como muchos otros han encontrado en la galería un espacio para proyectar y consolidar su ora. l dad corroe y saca al sol los trapitos del subhumano. El filme, en su temática central, escoge un acontecimiento real ocurrido en Suecia y se imbuye en las consecuencias de la inmigración con el incremento de la competencia laboral a partir de bajos salarios que se paga a un inmigrante que engrosa los bolsones de pobreza, aumenta la discriminación, y la xenofobia que es aprovechada por sectores fascistas de extrema derecha para sus narrativas de odio. Pues bien, el filme empieza con la exposición de un conflicto familiar de tenencia de un hijo, rápidamente pasa al secuestro en la sala de una clínica y sigue en una bola de absurdos con decisiones erráticas del secuestrador, pero ojo, esas acciones del villano van descubriendo las que parecen ser el origen del conflicto de la pareja por la custodia de un hijo: ha sido visiblemente provocado de manera inhumana y depravada. La narrativa del filme no lo señala ni lo condena, pero sí vemos lo equivocado que está, como igual cada uno de los demás personajes. Por tanto, los plot twists (giros argumentales) cohesionan la trama y las subtramas con gran originalidad para llevarnos a un final intrigante y a la vez muy creativo que se corona con la imagen insospechada del secuestrador. Por ese final justificado merece ser visto. En Netflix. l
HHHH GÉNERO: Thriller . DURACIÓN: 94 minutos
En la edición del miércoles de El Caribe el periodista cubano nacionalizado dominicano, Alfonso Quiñones, se refirió a las imágenes deformadas del patricio Juan Pablo Duarte en recintos y plazas públicas, tema del que hemos sido reiterativos en estas entregas. El comunicador reaccionó de manera crítica a la fotografía de un busto subida en la red social Instagram, que calificó como “una afrenta a la historia heroica dominicana”. El Instituto Duartiano, cuya pasividad cuestionamos, protestó hace un tiempo por una efigie expuesta en un parque municipal de Pedernales, que distorsionaba la figura del prócer. Aquella vez observamos que la imagen que la misma entidad promueve como la de Duarte tampoco se corresponde con el personaje histórico.
Reiteramos que la auténtica fotografía de Duarte la tomó el fotógrafo venezolano Próspero Rey, en Caracas, tres años antes de su muerte en 1876, y es la que debe mostrarse a las nuevas generaciones. Pero ocurre que el mismo Instituto Duartiano, al denunciar la falsedad de su imagen, la que promueve es el retrato dibujado por el pintor Abelardo Rodríguez Urdaneta, que como demuestran varias investigaciones, la realizó mirándose al espejo.
Los escritores e investigadores Ilonka Nacidit y Manuel Núñez coinciden en que la imagen más difundida de Duarte es un autorretrato de Abelardo, mientras la auténtica, la de Rey, hasta la retiraron de la moneda en que se mantuvo por décadas. “Duarte es Abelardo”, llegó a escribir la autora. El falso Duarte pintado en Pedernales se origina en el de Rodríguez Urdaneta. La protesta del Instituto Duartiano provocó la sustitución de una imagen tan falsa como la primera. Lo conveniente es que todas las ilustraciones del padre de la dominicanidad presenten la auténtica.
Insistimos en que a todos los que nos duele este país, debiéramos promover el verdadero rostro de Duarte. Una mirada comparativa a los rostros de Rodríguez Urdaneta y Rey, revela que no se trata de la misma persona. Uno es mofletudo y el otro enjuto. Respetar a los padres fundadores es un deber ciudadano. l
SANTIAGO ALMADA salmada@elcaribe.com.do o
La palabra quilombo tiene un origen africano, proviene del dialecto quimbundu, que se hablaba en Angola, y significa aldea o campamento. Llega a Latinoamérica con los esclavos que poblaron las plantaciones de café en Brasil, los cañaverales caribeños y otros lugares. En Brasil se usaba para nombrar a los asentamientos que se formaban en la selva donde se agrupaban los esclavos que escapaban de los cafetales y de las “fazendas”. Posteriormente pasa al Río de la Plata para incorporarse al lunfardo de los barrios bajos, considerado de mal gusto por las clases altas. Su significado en este caso es lupanar o prostíbulo, pero también se usa como sinónimo de lío, pelea, enfrentamiento, discusión o desastre: “Se armó un quilombo en la cancha”, “la mujer lo vio con la otra y le hizo un quilombo”… La palabra despelote, muy usada en Argentina y Uruguay, se origina en el verbo reflejo despelotarse, que significa quitarse la ropa, pero esa acción de “despelotarse” que origina el sustantivo “despelote” se usa también en sentido figurado como sinónimo de lío, desorden y hasta para referirse a escritos o discursos complicados, como los pizarrones llenos de fórmulas químicas o matemáticas, o los escritos filosóficos de Kant, por ejemplo.
Ambos términos, quilombo y despelote, hasta ahora se consideran “malas palabras”, obviamente por su alusión al desnudo o al tráfico sexual según sea el caso, pero si tenemos en cuenta que algunas de sus acepciones no tienen un carácter eminentemente pornográfico no debiera combatirse su uso, al menos eso es lo que aconsejan algunos lingüistas y hasta profesores de literatura del nivel medio o bachillerato.
Pipirijaina en cambio, significa compañía de cómicos de la legua, es un término medieval castellano, que se refería a esas agrupaciones de saltimbanquis, payasos y comediantes que recorrían la España feudal de pueblo en pueblo con sus espectáculos.
En la República Dominicana actual, lo más parecido a una pipirijaina suele darse en las campañas electorales, cuando los candidatos recorren los poblados y organizan actos, llevan a bachateros y merengueros, reparten fundas de mercaderías, y en esos repartos se arman despelotes y quilombos entre la gente que se pelea por el “dao” y grita “¡Dame lo mío, cxñx!”. l
CERTIFICO Y DOY FE
Introducción
Vivimos tiempos en que la Tierra, nuestra casa común, como ha proclamado con tanta fuerza el Papa Francisco en Laudato Si’, levanta su voz. Y lo hace con signos visibles: climas extremos, especies desaparecidas, tierras infértiles, comunidades desplazadas por el agua o por la sequía. Frente a este clamor de la creación, la indiferencia no es una opción cristiana. La crisis ecológica, además de ser un problema técnico o político es, ante todo, una cuestión espiritual, una prueba de la calidad de nuestra fe y de nuestra caridad. En esta columna quisiera reflexionar sobre cinco dimensiones de este desafío ecológico, que interpelan profundamente nuestra conciencia de creyentes y nuestro compromiso como discípulos del Señor.
1-La creación como don de Dios Toda la Sagrada Escritura está atravesada por una profunda conciencia de que el mundo no es fruto del azar, ni una materia inerte para ser explotada. Es creación: “Vio Dios cuanto había hecho, y todo era muy bueno” (Gn 1,31). El universo es obra de un amor desbordante que ha querido compartir la existencia, la belleza, la armonía. Así lo reconoce el salmista cuando proclama: “Señor, ¡cuán variadas son tus obras! Todo lo hiciste con sabiduría” (Sal 104,24).
Este reconocimiento no es una poesía piadosa. Es la raíz teológica de toda actitud ecológica auténtica. Si el mundo ha sido creado por Dios, y no por nosotros, entonces no somos dueños, sino administradores. El Génesis nos recuerda que fuimos puestos en el jardín “para cultivarlo y cuidarlo” (Gn 2,15), no para destruirlo. La creación es una herencia confiada a nuestras manos, pero también una hermana. San Francisco de Asís, patrono de la ecología, lo expresó bellamente llamando al sol “hermano” y al agua “hermana”. Esta mirada fraterna y contemplativa transforma completamente la forma en que vivimos sobre la tierra.
Desde esta perspectiva, el daño a la naturaleza es también una herida al corazón del Creador. Cuando contaminamos, agotamos o malgastamos los recursos, estamos rechazando el don que Dios nos ha confiado. Por eso, proteger el medio ambiente no es opcional para el cristiano, ni una moda ideológica. Es una expresión de gratitud, de fidelidad y de amor a Dios.
2-El grito de los pobres y el grito de la tierra
Uno de los aportes más profundos del magisterio reciente ha sido vincular inseparablemente el cuidado del medio ambiente con la justicia social. La devastación ecológica no golpea a todos por igual. Son los más pobres quienes sufren primero y más gravemente sus consecuencias. Son ellos quienes viven en zonas vulnerables al cambio climático, quienes no tienen acceso al agua potable, quienes deben emigrar cuando sus tierras se vuelven estériles o inundables.
La ecología auténtica es siempre una ecología integral, como lo ha enseñado insistentemente el recordado papa Francisco. No podemos proteger los árboles y al mismo tiempo olvidar a los niños desnutridos. No podemos defender las especies en peligro mientras aceptamos
4-El pecado ecológico
Durante mucho tiempo, la teología moral se ha enfocado en los pecados que afectan directamente a las personas. Pero hoy, a la luz de los acontecimientos, comprendemos que también hay pecados que dañan la creación. El Papa Francisco ha hablado con claridad del “pecado ecológico”, definido como una acción o una omisión contra Dios, contra el prójimo y contra el ambiente. No se trata, hermanos, de una novedad doctrinal caprichosa. Se trata de una profundización de la enseñanza tradicional. Cuando una empresa contamina un río y enferma a un pueblo, hay pecado. Cuando una nación destruye selvas en nombre del lucro, hay pecado. Cuando un ciudadano elige la comodidad y la indiferencia sabiendo que su conducta daña a otros, también hay pecado.
Nombrar el pecado es necesario para poder sanarlo. En nuestras catequesis, en nuestras confesiones, en nuestras predicaciones, debemos recuperar este lenguaje. No para culpabilizar, sino para iluminar. El reconocimiento del pecado abre la puerta a la gracia y a la reconciliación. Así como Cristo vino a restaurar todas las cosas, también vino a redimir nuestra relación con la creación.
5-La esperanza cristiana en medio de la crisis ecológica
que millones vivan en condiciones infrahumanas. Todo está conectado.
Esto nos obliga a superar visiones fragmentadas. El cristiano no puede encerrarse en una devoción intimista, ni en una espiritualidad desconectada del dolor del mundo. Como Iglesia, estamos llamados a escuchar el doble grito, el de la tierra y el de los pobres, y a responder con una conversión profunda. Ello implica cambiar estilos de vida, promover políticas públicas responsables, y sobre todo, estar junto a las comunidades más vulnerables en su lucha.
3-Una conversión ecológica
Ante la crisis ambiental no basta la conciencia intelectual o el lamento piadoso. Hace falta conversión. Así como la fe cristiana llama a la conversión del corazón, también pide una conversión ecológica. ¿Qué significa esto? Significa adoptar una mirada nueva, dejar de ver la creación como un objeto de consumo, y comenzar a verla como un misterio a cuidar. Esta conversión tiene una dimensión personal y comunitaria. En lo personal, implica revisar nuestros hábitos: el uso excesivo de energía, el desperdicio de alimentos, las compras compulsivas, el abuso del automóvil, la indiferencia ante el reciclaje. Cada gesto cuenta, aunque parezca pequeño. Como decía Santa Teresa de Jesús: “También entre los pucheros anda el Señor”.
Pero la conversión no es solo individual, bien lo sabemos. Las parroquias, las diócesis, las escuelas católicas y las no, los movimientos eclesiales y sociales… todos están llamados a ser abanderados de una nueva cultura ecológica. ¿Por qué no enseñar a los niños a amar la naturaleza con la misma pasión con que les enseñamos a rezar? ¿Por qué no organizar campañas de limpieza, de siembras de árboles, de ahorro de recursos? La conversión ecológica se demuestra en gestos concretos.
Aunque el panorama ambiental sea sombrío, no nos está permitido caer en la desesperanza. El cristiano es, por definición, portador de esperanza. No una esperanza ingenua o evasiva, sino arraigada en la fe en un Dios que no abandona su obra. Como dice San Pablo, “la creación entera gime con dolores de parto” (Rm 8,22), pero esos dolores anuncian un nacimiento, no una ruina definitiva.
La esperanza nos mueve a actuar, a comprometernos, a no rendirnos. Sabemos que no todo depende de nosotros, pero también sabemos que Dios obra a través de nuestras manos. Cada árbol plantado, cada río limpio, cada niño educado en el respeto a la vida es una semilla del Reino. Y como enseñó Jesús, esas semillas, aunque pequeñas, tienen una fuerza capaz de llegar a transformar.
Además, la liturgia cristiana es una escuela de ecología. En cada Eucaristía, ofrecemos “el fruto de la tierra y del trabajo del hombre”, reconociendo que la materia puede volverse sacramento. El pan y el vino nos recuerdan que la creación, aparte de ser útil, es algo santo. Y en cada bendición, en cada alabanza, proclamamos que todo lo creado canta la gloria de Dios.
Por tanto, no dejemos que el miedo o la impotencia nos paralicen. La historia no está condenada al desastre. El Espíritu sigue soplando, la gracia sigue actuando, y nosotros somos parte de esa esperanza encarnada.
Conclusión
CERTIFICO que estos cinco puntos los he realizado pensando en la urgente necesidad que tenemos de cuidar y preservar el Medio Ambiente.
DOY FE en Santiago de los Caballeros a los cinco (5) días del mes de junio del año del Señor dos mil veinticinco (2025). l
JOSÉ MERCADER
666mercader@gmail.com
Eliazar llegó al Museo Horacio Vásquez con más aire del inspector Clouseau o Kojak, que de un encargado de protocolo. Cambiamos las sillas con rueditas no fuera que, en aquella tarima improvisada, fabricada con las puertas viejas, se rodara el ministro y se llevara de paso a sus acompañantes.
- El ministro entra por aquí, se sienta y usted habla, luego visitamos el Museo. Y así fue, apareció Robertico, como cariñosamente se le llama desde sus roles infantiles en la televisión. Me saludó desde lo alto de su estatura altísima con una sinceridad y naturalidad que parece un émulo del propio presidente.
Este muchachón, grande, que se me confunde con cualquiera de mis hijos, ha elegido un método propio para dirigir tan importante ministerio sin que existan familias de apellido Médici, Borgias o Sforza.
Antes de él, la imposición, caprichos y sorderas reinaron para no hacer nada y que por suerte solo nos queda cenizas de recuerdos.
Roberto, al que hay que ponerle el Ángel, para no confundirlo con su padre, casi homónimo, recibió con humildad y agradecimiento un sencillo pergamino que lo declara visitante distinguido del Museo Horacio Vásquez de Tamboril, a donde vino a parar en su recorrido por el país recogiendo opiniones y propuestas para armar su programa cultural.
Es la primera vez que un ministro no viene a amenazar a empleados para que voten por el candidato chueco de su partido. Es la primera vez que nos oyen y ojalá que tenga el tiempo y los recursos para ejecutar las obras que son necesarias para que la Cultura deje de ser la barbaridad a la que hemos llegado por el descuido acumulado y la visión de hormigas en piyama de funcionarios, cuya existencia lo explican muy bien los sicólogos Dunning and Kruger.
Cuando Roberto llegó a la Alcaldía fue recibido por el Alcalde Anyolino con quien intercambió compromisos de cooperación, siempre para mejorar el aspecto cultural. Anyolino de su parte le mostró La Biblioteca Tomás Hernández Franco poblada de obras pictóricas del autor de estas líneas y del pintor local Tony Gó-
Personalidades que acompañaron al Ministro de Cultura y al Alcalde de Tamboril. F.E.
mez. Allí, me cuentan, que Carlos José dio un discurso de Ministro, diría Papo, un amigo de Gaspar Hernández. Le explicó sobre el esfuerzo que hemos realizado para rescatarla y solicitó revitalizarla en libros, computadoras, personal calificado y con un buen proyector que nos permita volver al cine, aunque de vez en cuando, tal y como lo hizo en su pasado después de ser la Estación del tren que construyó el propio Horacio Vásquez, cuando fue nombrado administrador del Ferrocarril Central Dominicano y se convirtió en una máquina del tiempo para que pudiésemos viajar por numerosos
países y épocas en las películas que colmaron a varias generaciones. Hoy es un espacio patrimonial y la única estación de tren, junto a la de Puerto Plata (donde está la Defensa Civil ). Antes de finalizar el acto sencillo de entrega del reconocimiento, Robertico se dirigió al público, muchos que vienen a buscar y otros, los menos que vienen a traer. De estos últimos menciono a Icelsa Collado y a Víctor Polanco filántropos tamborileños a carta cabal que nos acompañaron.
Roberto habló brevemente de su propósito de oír para luego hacer. En su dis-
curso no hay poses, ni autoalabanzas, tampoco promesas de campaña. Hay sí un lenguaje que percibimos en sus palabras y sus gestos corporales que transmite confianza, seguridad, buenas intenciones y alguien que entiende que la Cultura sí es importante para cualquier gobierno y, quizás, esta siembra le dé cosechas al país, como nunca y , ¿quién sabe?, esta reemplace la estupidez que se instaló cuando cerramos los ojos y los libros. ¿Quién dice que los resultados de su política cultural no lo lleven de la mano de su pueblo, más arriba? ¿Quién dice que él no pueda seguir en su cartera junto a la primera mujer presidente? ¿“No verdad Raquel”? Robertico no es un Quijote, como tampoco Pastor sea un Sancho al que se le envía a freír tusa o a cocer casabe. Pastor es una parte importante de ese ministerio que puede fortalecer “el uso de la buena palabra” con la publicación de textos para jóvenes y niños que los entusiasmen por el saber. Le hemos presentado un listado de personajes locales, cuyas biografías son necesarias y obras de autores regionales de obras agotadas. Esperamos también, aquí en Tamboril, la realización de la segunda etapa del Museo que consiste en un Centro Cultural, una escuela de Bellas Artes con su auditorium y aulas para pintura, las que hasta el momento hacemos al aire libre debajo de un samán; clases de música que bien pudieran impartirse, mientras tanto, en la Biblioteca, claro, con previo acuerdo mutuo entre el Ministerio y la Alcaldía.
Y, Pastor, podría dedicarle una feria del libro a Tomás Hernández Franco, sin hacerle caso a la cantaleta habitual de chantaje e hipocresía de que fue un escritor de Trujillo y bla, bla, bla…
Al final nos trasladamos a 1930, hablamos con Don Horacio, cuya estatura facilitó la conversación con Robertico. Él le contó sobre cómo Abelardo Rodríguez Urdaneta lo convenció de aquel imponente retrato que está en la sala, cómo consiguió aquel lavamanos en porcelana fina, y cómo hizo para derrocar a Lilís y a Juan Isidro, “ese bolo de la porra”. Le mostró con orgullo la banda presidencial, el busto cuyo autor borró y, su legado de 40 mil y pico de pesitos.
Roberto y yo oíamos atentamente mientras que Pastor se había quedado en el cuarto de los rezos con Doña Trina, quizás calculando la reedición de su obra literaria completa. l
Petra Saviñón
Autora de varios libros de poemas, ávida lectora y editora, asistente del jefe de redacción de uno de los periódicos más antiguos de este país, Petra Saviñón es una creadora que exhibe en sus obras una madurez y un es-
tilo que sobresale por su capacidad de hilar frases que pueden parecer crudas por lo ceñidas y desnudas con que las intercala en sus poemas, pero que sin embargo tienen una profundidad que lleva al lector a compartir
ese diálogo íntimo, esa inquietud del espíritu que aparece como un remolino que sacude las ramas y después se calma para dejar una reflexión, un cuestionamiento, y la belleza que duerme en las palabras.
NOMBRE APELLIDO
FOTO: XXXXXXXXX
l ¿Dónde naciste y dónde pasaste tu infancia?
l Nací en Azua, y a los seis años mi familia se fue a vivir a Neiba, allí hice la escuela primaria y también el bachillerato y después vine a la capital a estudiar en la universidad, de Azua no tengo muchos recuerdos porque en esa época vivimos muchos cambios, varias mudanzas, fuimos a vivir en un pueblito que se llama Arroyo Salado.
l ¿Qué recuerdas de tu escuela primaria?
l Bueno… el primer día de clases la maestra me dio una “pela” porque rompí una ilustración de un burro que ella tenía pegada en la pared… tengo otros recuerdos también, pero ese es el más nítido.
l ¿Y en el momento en que vienes a la capital, viviste sola o con alguna familia?
l Vine a vivir con unos tíos, que ya habían terminado la universidad, ellos habían decidido quedarse aquí, en Santo Domingo, estuve viviendo con ellos más o menos seis años, al principio estábamos con una prima, luego se sumó otra prima, la prima mayor se casó y la otra se fue a vivir sola, no fue una convivencia muy saludable porque… era una tía con sus “situaciones” por decirlo de alguna manera.
l ¿En qué año te graduaste y cuándo comenzaste a trabajar?
l Yo me gradué en 2003, pero comencé a trabajar antes de graduarme, después pasé a ser reportera en el mismo periódico, que es precisamente El Caribe, y en ese tiempo comencé a estudiar también la carrera de derecho, que todavía está en pausa…
l ¿Qué recuerdas de tu paso por la universidad?
l Recuerdo a muchos profesores, un profesor de filosofía que era un verdadero pedagogo, hubo otro que fue el que me ayudó a despertar ese interés por la literatura, que era una vocación que yo siempre había tenido, pero que terminé de descubrir en esos años.
l ¿Cuándo comienza tu interés en la lectura y en la literatura?
l En mi infancia yo leía, no mucho, porque mi mamá también lee, aunque ella no tenga la formación académica que tengo yo, y ya en la capital me tocó vivir con
x. X
esos tíos que te comenté, que ellos sí leían mucho, pero también desde muy niña comencé a escribir, eran pensamientos que iba escribiendo en mi cuaderno, me tocó después cuidar la biblioteca de la iglesia, así que en esa época empecé a escribir cuentos, una novela, y muchos poemas, pero como en esa biblioteca me permitían llevar libros a mi casa, esa fue la época en la que más leí, y era una cosa que me encantaba, hasta hoy, aunque ahora no tengo el tiempo que tenía en esos años,
El primer día de clases la maestra me dio una pela porque rompí una ilustración de un burro que ella tenía en la pared”
Entre brumas fue una carta de presentación y algo más, porque en esa obra yo quise incluir todas mis incuietudes...”
pero nunca he dejado de leer.
l ¿Cuál es el primer proyecto de libro que tú encaras?
l Es un libro de poemas que se titula Entre brumas, que fue una especie de carta de presentación y algo más, porque en esa obra yo quise incluir todas mis inquietudes y toda la temática que abordo en mi poesía, por eso es que ahí aparecen desde poemas eróticos, otros más bien intimistas, hasta los llamados “poemas sociales”, un término con el que no estoy muy de acuerdo porque toda la poesía tiene en cierto modo un carácter social…
l ¿Qué otros libros has publicado?
l A ese le siguió Duelos, con una temática más definida, que trata de las pérdidas, y cómo las personas afrontan esas situaciones de dolor, y después sigue Retazos, es otra compilación que también se compone de trozos, de vivencias, y tengo otros libros inéditos que esperan ser publicados alguna vez.
l ¿Cuáles fueron los autores que más te han influido a la hora de escribir?
l No reconozco en mis poemas, al menos a nivel consciente, ninguna influencia como decir que trate de escribir de manera parecida a determinado autor, pero sí te puedo hablar de los que más me gustan, como Franklin Mieses Burgos,
Norberto James Rawling, Manuel del Cabral, y entre los extranjeros, Alejandra Pizarnik, Walth Withman… Hojas de hierba lo leí cuando tenía trece años, y no lo he vuelto a leer porque en cierto modo me da miedo de que los cambios en mis gustos me los hagan ver de otra manera diferente, también Mario Benedetti. l ¿Y en la narrativa?
l A mí me gusta mucho Juan Bosch, por su lenguaje crudo y al mismo tiempo tan cercano a lo que somos como dominicanos, Marrero Aristy, aunque después me enteré de que su novela Over fue escrita por encargo de Trujillo en realidad, pero eso no quita que él sea un excelente narrador, Tulio Cestero con su novela La sangre, de los latinoamericanos, obviamente García Márquez, Noberto James Rawlings, de Vargas Llosa he leído algunas novelas pero no me parece tan bueno o quizás no me gusta tanto como los que te he nombrado, Miguel Ángel Asturias, Ernesto Sábato, Augusto Roa Bastos con su obra Yo, el supremo, y hay muchos más que sería demasiado largo de enumerar.
l ¿Qué significó para ti la experiencia de la maternidad?
l En mi caso fue una sorpresa, porque mi hija llegó sin ser planificada y obviamente fui yo la que tuvo que hacerse cargo, lo cual fue una situación muy difícil, pero finalmente, al cabo de tantos años, más de quince, yo digo que mi hija fue lo mejor que me ha pasado, ahora que ya ella ha dejado atrás esa primera etapa de la adolescencia nos entendemos mucho mejor, así que me siento afortunada porque ahora que tengo cierta estabilidad disfruto mucho de mi hija.
l ¿A qué tipo de lecturas te inclinas ahora que eres más madura?
l Cuando leo a Esopo o a los clásicos siento que no han pasado de moda, leo ficción, también me he puesto incluso a leer la biblia porque me parece un libro fascinante porque te transporta, al margen de que tú creas o no en su carácter sagrado, pero la biblia como literatura a mí me parece fascinante y hasta motivadora.
l ¿Tú crees que para ser un buen escritor hay que ser un buen lector?
l En la literatura hay dos cosas, el talento es lo primero, sin eso no se puede ser buen escritor, y la lectura puede servir como punto de apoyo, como una ayuda para el desarrollo de ese talento, el talento necesita constancia y estudio y eso te lo da la lectura. l