elCaribe, SÁBADO 6 DE DICIEMBRE DE 2025 elcaribe.com.do
Los piratas, mercenarios de los mares
El doctor Antonino Vidal Ortega comenta el libro Reyes del corso, de Mayra Moya Sordo, una visión diferente acerca de la piratería. P.6
Navidad del 63 entre guerrillas y levantamientos
La página de OGM trae al presente una época conflictiva que se vivió en el país después del derrocamiento de Juan Bosch. P.7
LAS VAINAS DE MERCADER
Espectáculo en color sin mamotreto Cultura
Reflexiones sobre algunos conceptos básicos de “espectáculos de lanzamiento escolar”
JOSÉ MERCADER
666mercader@gmail.com
Los colores están asociados a las diferentes manifestaciones sociales y culturales, y han sido objeto de estudio desde hace muchísimo tiempo, por allá por la época de Aristóteles, quien hablaba de los colores básicos de acuerdo con el criterio que analizaba los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, agua, cielo y fuego.
Lionardo da Vinci estableció sus colores básicos como el amarillo, verde, azul y rojo. El blanco como receptor de los demás y el negro, ausencia de color.
Un espectáculo escolar, y lo que él implica para lograrlo, no puede ser más importante que el estudio mismo. Convertirse en un vendedor de chucherías y mojigangas que sirvan para realizarlo, puede llevar a que cualquier estudiante descuide el estudio porque se ocupó básicamente de cuestiones secundarias. Es en realidad una moda que sustituye al solemne acto tradicional de graduación. Como monos, ni la bomba.
Pintura
Leonardo da Vinci estableció sus colores básicos como el amarillo, verde, azul y rojo.”
“Quiero que los niños se vean en mis libros”
La escritora domínico-puertorriqueña AlyssaReinoso Morris es autora de una obra sobre el primer día de clases de una niña bilingüe. P.15
Odilon Redon por Mercader. FUENTE EXTERNA
Pero si se va a realizar, hay que evitar las simplezas y plagios y, seguir unas pautas mínimas, tanto de teatro, como su puesta en escena, más el aspecto visual.
Un estudiante que ha cursado las matemáticas, las ciencias naturales o sociales, no conoce prácticamente nada de co-
lor, de vestuario, de actuación, de folklor, de elementos de identidad de arte, salvo aquellos que ha visto de otros espectáculos y que intentará copiar, saltando como chivo borracho, en un escenario. Roman Gubern, en su libro Patologías de la imagen, amplía ese concepto visual
que debe ser único, atractivo, entretenido y educador. Pero Gubern se centra en las obras censuradas de la Historia del Arte y las falsificaciones, las patologías de identidad que sufren las imágenes para devenir en falsas. ¿No serán estos una patología de la actuación?
No solo se falsifica una pintura, los espectáculos pueden trillar el camino del facilismo y repetir lo que se ha hecho. Lo mismo que los plagios en las canciones.
En un planteamiento que servirá de plataforma, para no incurrir en los mamotretos acostumbrados, el director y actor de teatro, Lincoln López, junto a otros artistas, ha preparado un material, que no manual, ni menos guía, pero que será un buen instrumento para que “el espectáculo continúe”. Se propondrá este material, rico en innovaciones o lineamientos, para orientar esos espectáculos.
El arte en general no puede regirse por el aspecto comercial, que es el responsable de todos sus males, cualquiera que sea la rama. La pintura, cuando se torna monótona y repetitiva pasa a ser artesanía. El cine rápido para ganar dinero con guiones facilones… artesanía. La escritura “juyendo” con entregas puntuales semanales para vender a un público que necesita leer el mismo cuento, no es literatura, es una novelita de vaqueros o melcochosa.
Desde el aspecto visual se debe considerar los elementos identitarios para procurar una conexión con el público. El uso de simbolismo, que simplifica texto y blablablás innecesarios, sin que se adopte la modalidad “cine mudo”, el que aportó tanto a pesar de las limitaciones técnicas, en los inicios del siglo XX. l
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historia de la medicina
Francisco Henríquez y Carvajal en París ( II )
CMax Henríquez Ureña. Sobre el 1888 nos dice: En París se encuentra también con el Presbítero Gabriel B. Moreno del Christo. Entre los profesores que más lo distinguen y aprecian se cuenta en primer término Georges Dieulafoy, que lo menciona en el cuarto tomo de su Pathologie, en una nota. En el mes de marzo pasa con éxito su primer examen de medicina en la Facultad de París. Examinadores: Gariel, Regnauld y Blanchard. Asiste con regularidad en el Hospital Necker al servicio clínico del profesor Dieulafoy, con quien mantuvo desde un principio la más cordial amistad. Asiste también a la clínica de enfermedades nerviosas de Charcot. Sale poco, fuera de su diaria asistencia a los cursos de medicina, entregado febrilmente a sus estudios. En 1889 es designado para formar parte de la delegación de la República en la Exposición Internacional que se celebra ese año en París. En junio de ese año y a petición suya, y aprovechando el viaje de su amigo Maximiliano Grullón y su familia, es enviado de Santo Domingo a Burdeos en el transatlántico Vieux Colombier su hijo Francisco Noel, que tiene seis años y medio de edad y ha de permanecer a su lado en París hasta que ambos regresen a Santo Domingo. En 1891 y en concreto el 28 de mayo presentó su examen final para optar al título de Doctor en Medicina y Cirugía de la Facultad de París. Su hijo nos dice: “El profesor Dieulafoy, que tanto lo distinguió con su amistad, presidió el tribunal, integrado por los profesores Brouardel (decano de la Facultad), Chantemesse y Villejean. Tesis presentada y discutida ese día: Des engorgements ganglionnaires dans la rougeole (étude clinique et critique), París, Ollier-Henry libraire-editeur, 1891 (78 págs., en 4º menor). (Hay otra tirada, aprovechando la misma composición tipográfica, con márgenes más reducidos, en 8º mayor)”. La Facultad le expidió ipso-facto
el diploma correspondiente. Ya en junio sale de Burdeos para reintegrarse a su país, en compañía de su hijo Fran, en el trasatlántico Olinda Rodríguez, que lo conduce hasta el puerto de Saint Thomas, donde se traslada a un buque menor de la misma Compañía Trasatlántica Francesa, que hace la travesía interantillana. Hace escala en Puerto Rico, pero no puede bajar a tierra por existir allí en ese momento una epidemia de viruelas.
En Saint Thomas encuentra a su hermano Manuel, desterrado voluntario por causas políticas. También visita allí al general Casimiro N. de Moya, exiliado desde el fracaso del movimiento revolucionario que encabezó en 1886. Y el 6 de julio llega a Santo Domingo. Muchos familiares y amigos acuden a recibirlo al muelle del Ozama. Por la noche su casa se ve invadida por gran número de conocidos, y se improvisa un baile de confianza.
En 1909 acudió a París en gestiones y negociaciones de la deuda externa dominicana. La situación de esa deuda llevaría a la ocupacion militar norteamericana de 1916. En 1919 ejercía como presidente de la Republica en el exilio. Viajó por muchas partes de América y en abril de ese año, dice su hijo: Llega a París. Se hospeda en el Hotel des Deux Mondes. En esos momentos inicia sus trabajos la Conferencia de Paz de Versalles. Empieza por buscar el contacto con las delegaciones hispanoamericanas para cambiar impresiones sobre el caso dominicano. Los informes que recibe a poco son que la Conferencia ha resuelto no tomar en cuenta ninguna cuestión que esté fuera de la guerra europea. Tal contingencia ya estaba prevista, a pesar del llamamiento hecho a todos los pueblos del mundo para que acudieran allí a hacer valer sus derechos; pero era conveniente aprovechar la oportunidad para dar a conocer a las delegaciones el problema dominicano. Como vemos, el doctor Henríquez y Carvajal viajó a París tanto para estudiar como para promover la causa dominicana, como un gran patriota. l DR. HERBERT STERN
salón de la fauna
Pete Hegseth
(DÉCIMA CIBAEÑA)
Llegó ei Secretario de Guerra
A mandai como en su casa
Se cree que ta en la Nasa
O que eta también e su tierra
Aquí le dién hata perra
De guerra dionde Belica
San Isidro ya e su pita
¡Maten a to ej enemigo!
Dice Pueblo, “no cuente conmigo”
Venezuela no e maícita.
¡Qué impoitante e su caigo!
Cuánto problema resueive
Donde hay paz ahí se mueve
“Aquí toy, guerra le traigo”
Eta también va pa’ laigo
La juventú ai matadero
Matan infelice lanchero
Diciendo que e vaina e droga
Ese ej ei cuento en voga
Pa’ engañai ai mundo entero.
l JOSÉ MERCADER
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Los colores y el espectáculo
Cuando los simbolistas franceses de finales del siglo XlX se enfrentaron a los Impresionistas, revolucionaron el arte que pretendía tener una receta de perfección si se realizaba al aire libre. Tanto Odilon Redon, como Gustave Mareau, Puvis de Chavannes y otros pensaron que con los símbolos se podía comunicar mejor con el público. Presentaron el terror, la muerte, el pecado, el sexo, la mujer fatal y otros elementos esotéricos para luego declarar: “El principal objetivo del arte es exponer el mundo interno, las emociones y no la apariencia externa”. El Simbolismo fue una rebelión individual imfluenciada por la poesía de Verlaine y Baudelaire y la filosofía “pesimista” de Nietzsche y Schopenhauer, las ciencias ocultas y otras cuestiones misteriosas. Había que pintar de memoria lo que se les ocurriera sin la rigidez de “pintar lo que se ve”.
Los colores, según las culturas tienen un significado variado y son un magnifico instrumento simbólico para expresar situaciones específicas.
Hablar de colores es, científicamente, hablar del prisma y de la descomposición de la luz, de Newton y sus leyes físicas que luego se aplicaron en la imprenta y en la televisión con sus fórmulas CMYK (cyan, magenta, yellow y key-negro) y RGB (red, green, blue).
Pero eso es en términos físicos, en cambio para el espectáculo, lo importante es el aspecto psicológico que impacta el estado de ánimo del auditorio.
Y hay muchos estudios de este aspecto que se aplican para estímulos específicos. En los restaurantes se usa el naranja para dar apetito, los hospitales colores neutros para tranquilidad de los pacientes y, se sabe que vestirse de negro, sobre todo en las entrevistas, tiene el objetivo de impresionar e imponerse. Y cada uno de la escala de los colores acromáticos (todas las variantes de combinaciones que va desde el negro al blanco, el plomo, gris, plata, ceniza, platino…) tiene un fin que lo caracteriza.
Un espectáculo escolar tomará en cuenta que al graduarse, queda el camino segundo, después de los estudios, trabajar.
¿Tiene el trabajo un color que lo identifique? Delante del estudiante graduado está la esperanza , el verde, que lo representa.
Los países y/o regiones tienen aspecto característicos. El Cibao tiene símbolos tanto en la cultura folklórica, musical y pictórica, como en la producción económica industrial o campesina.
La geografía misma y sus accidentes montañosos son motivos para reflejar, sus ríos, lagos, clima lluvioso o seco.
Un “consenso” de significado expone que el ROJO sube la adrenalina y
energiza. Representa la fuerza, la pasión, la revolución, la virilidad y el peligro. En el contexto europeo y asiático (China, Mongolia, Vietnam) era sinónimo de pueblo, de cambios sociales. En el contexto nuestro posTrujillo, significaba atraso, represión, imposición y asesinatos.
El BLANCO es la pureza y al contemplarlo nos da paz. Significa limpieza, cla-
ridad, honestidad, franqueza y sabiduría.
El AMARILLO es la luz y el oro, la falsedad, la mentira. Representa la riqueza, el poder, la abundancia y por tanto va de la mano con la envidia, la ira y la traición.
El MAMEY (naranja) se asocia al entusiasmo y la acción, pero también con lo divino, en las religiones.
El color AZUL es la tranquilidad, la frescura y la inteligencia.
El VERDE es la juventud, esperanza, nueva vida, la ecología, la naturaleza. Incita a la relajación y al bienestar.
El MORADO es la sofisticación, el misterio, el secreto maléfico, lo podrido, lo amargo.
El ROSADO es la dulzura, la delicadeza, la amistad, lo femenino y, los helados de fresa.
El GRIS es la indeterminación, la mediocridad, el pesimismo.
El NEGRO es la muerte, la destrucción, la ignorancia, lo malvado, el luto, la negatividad, lo venenoso.
El color TURQUESA es la tranquilidad y el equilibrio que da relajación. Es el azul y el verde, el mar y tierra.
El PLATEADO representa la modernidad, la elegancia y sofisticación, la claridad mental y y objetividad. Se asocia al futurismo tecnológico.
El DORADO es riqueza, lujo, falsa espiritualidad, avaricia, codicia, usura.
El MARRÓN es la tierra, la seguridad y se asocia a la honestidad y la fiabilidad, lo tradicional, lo rústico, viejo, atrasado, caduco. l
Bandera China. F. E. Cuadro rojo de Alphonse Allais. F. E.
Cuadro negro de Alphonse Allais. F. E.
Monje budista en mamey. F. E.
El Yellow Kid por Outcault. F. E.
Cuadro simbolista. F. E.
Caricatura de Alphonse Allais. F. E.
Escala de grises o colores acromáticos. F. E.
<VIENE DE LA PORTADA
4 Cultura
El imaginario fracturado
PEDRO CONDE STURLA pinchepedro65@yahoo.es
El imaginario colectivo de los Estados Unidos, la tierra del libre y del bravo, quedó resentido gravemente a partir de la entrada en escena de los grandes escritores negros a la literatura y muy en especial debido a la irrupción de Richard Wright y de otro portento de las letras usamericanas: Ralf Ellison, el autor de «El hombre invisible».
La publicación de las obras de Richard Wright provocó una fuerte sacudida. No era el libro de un hombre blanco sobre los nativos americanos («El último de los Mohicanos») ni la novela maternalista de una mujer blanca sobre un esclavo fugitivo («La Cabaña del tío Tom»): eran novelas de un negro que contaba y sangraba su historia. La tierra del bravo y del libre era para los negros la tierra de los oprimidos, el país del racismo, de la intolerancia y del hambre, del Ku Klux Klan. Todo el país se había construido sobre la base de la explotación inmisericorde de los negros, no solo durante la esclavitud sino incluso después de la llamada emancipación, pero los negros seguían siendo tratados como bestias. La patria del bravo y del libre solo era posible si el negro no contaba como gente. Era un espejismo. Richard Wright se había establecido en Chicago en 1935, donde sufrió amargas vicisitudes, hasta que encontró, quizás por primera vez, un trabajo digno en el «Federal Writers’ Project», una institución del gobierno que ofrecía empleo a escritores durante la gran crisis. Ahora, por vez primera, le pagaban por hacer lo que le gustaba hacer. En esa misma época se afilió al Partido Comunista, con el que terminaría rompiendo en malos términos al cabo de pocos años. Lo importante es que en 1938 publicó su primer libro, un libro de cuentos, «Los hijos del tío Tom», que recogía historias de linchamientos y otros abusos. Mucho más importante fue la aparición de «Hijo de esta tierra» o «Hijo nativo» (1940) y «Muchacho negro» (1945). Después publicaría «El extraño» (1953), «¡Escucha, hombre blanco!» (1957), «El largo sueño» (1958) y varias coleccciones de valiosos relatos sobre sus múltiples andanzas por España (una descripción desangelada de la vida en la España de los años cincuenta), Africa y Asia.
La aparición de «Hijo de esta tierra» representa un hito en la historia de la literatura usamericana, un punto de inflexión. El libro circuló de una manera escandalosa, se convirtió en un tremen-
do éxito y ganaba cada día una mayor audiencia. Más de doscientos mil ejemplares se vendieron en las primeras semanas, se lo comparó con la celebrada «Viñas de ira» de John Steinbeck. Richard Wright fue catalogado como el mejor escritor negro de los Estados Unidos (el «padre de la literatura afroamericana») y se volvió también el más rico. La obra fue llevada al cine y al teatro.
Dijo Irving Howe, un escritor judío estadunidense, crítico literario y político de izquierdas:
«El día que apareció ‘Hijo Nativo’ la cultura estadounidense cambió para siempre. Por mucho que el libro necesitara aclaraciones posteriores, imposibilitó la repetición de las viejas mentiras. Con toda su crudeza, melodrama y claustrofobia, la novela de Richard Wright sacó a la luz, como nadie antes, el odio, el miedo y la violencia que han paralizado y podrían destruir nuestra cultura.
»Un golpe al hombre blanco, la novela lo obligó a reconocerse como opresor. Un golpe al hombre negro, la novela lo obligó a reconocer el precio de su sumisión. ‘Hijo nativo’ atacó las vanidades estadounidenses más preciadas: la esperanza de que la injusticia acumulada del pasado no traería consigo castigos duraderos, la fantasía de que, en su humillación, el negro conservaba de alguna manera una potencia sexual —¿o era una bondad infantil?— que obligaba a envidiarlo y, aún más, a reprimirlo. Hablando desde la ira negra del castigo, Wright insistió en que la historia puede ser un castigo. Nos dijo lo único que incluso los blancos más liberales preferían no oír: que los negros estaban lejos de ser pacientes o indul-
gentes, que estaban marcados por el miedo, que odiaban cada momento de su represión incluso cuando parecían más quietos, y que con bastante frecuencia nos odiaban a nosotros, los hombres blancos decentes y cultos que, por complicidad o negligencia, compartíamos la responsabilidad de su difícil situación». (Irving Howe, «Black Boys and Native Sons», https://share.google/pS42U0ReB7Ehw8u9a).
«Hijo de esta tierra» es una novela violenta, controversial, transgresora, que dio origen a polémicas, rencillas y rompimientos entre intelectuales blancos, pero también negros. Cuenta la historia de Bigger Thomas, un joven negro de apenas veinte años años que se convierte en asesino y no cualquier asesino. Un asesino brutal: el producto de una vida moldeada en la pobreza, en la violencia barrial y el racismo. Bigger Thomas, sugiere la novela de Richard Wright, es hijo de un sistema opresivo. «El ser social determina la conciencia social», como decía Carlos Marx, y Bigger Thomas es eso: una aberración, un producto directo de la opresión que domina y modela el mundo del hijo negro nativo. Es un Frankenstein construido con retazos de oprobio, de la más oprobiosa condición. El hijo nativo es un hijo del sistema opresivo. La historia que cuenta el libro trastornó de alguna manera las difíciles relaciones raciales en Estados Unidos. El imaginario colectivo sin duda se fracturó. Otra visión del país empezaba a surgir. Paradójicamente, un conocido intelectual negro llamado James Baldwin, que con anterioridad había celebrado la novela como una obra liberadora y reveladora, acusó al autor de haber creado
un personaje simplón, una especie de cliché, un monstruo sin humanidad. A juicio de Baldwin (como dice en un conocido texto titulado «La novela de protesta de todos»), Richard Wright perpetuaba estereotipos y trataba muy superficialmente el tema de la identidad negra. Bigger Thomas sería un descendiente del Tío Tom. El libro no describe una realidad compleja, sino una realidad unidimensional.Todo se reduce un poco a novela de protesta y quizás panfletaria… El juicio, en verdad, parece exagerado, no le hace justicia ni al autor ni a su obra. Baldwin era por cierto un protegido de Richard Wright, mucho menor que él, y Wright nunca le perdonó la filípica. En un memorable encuentro en la memorable ciudad dé París, Richard Wright intentó enmendarle la plana a puñetazos.
Aparte de anécdotas y polémicas, lo cierto es que las obras de Richard Wright amenazaron el orden simbólico de la sociedad, alteraron el equilibrio y causaron alarma en los organismos de seguridad. Richard Wright no saldría mientras vivió de la lista negra ni de la lista roja y estuvo siempre acosado por el FBI, la CIA y el Comité de Actividades Antinorteamericanas.
A pesar de sus múltiples reconocimientos algún día se hartaría del racismo y el segregacionismo y se marcharía junto a su esposa y su hija a Francia, a París de Francia. Allí fue acogido por algunos de los más notables escritores de la su época. Pero no todo en aquel exilio fue color de rosa.
Sin embargo, como él mismo diría en alguna ocasión, en Francia pudo por primera vez ser escritor y ser negro. En París moriría y lo enterrarían. l
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Apuntes de infraestructura
Por los mares del tiempo: América
PEDRO DELGADO MALAGÓN pedrodelgado8@gmail.com
Acaso por ser el último en ‘revelar’ el Nuevo Mundo, la historia reconoce a don Cristóbal, el ardoroso Almirante de la Mar Océana. Mucho antes de las mofas de Salamanca, empero, San Brendan iza anclas hacia el enigma desde las desiertas playas de Aranmor. Y quizá mil años antes de la alborada tibia de Guanahaní, el irlandés ha observado la tierra fértil y abundante de bosques de la Florida. Las huellas de sus botas planas, de piel de vaca sin curtir, topan entonces con una ermita construida por Enda, un santo de sangre real, en el siglo IV de nuestra era. “Aquí vivió y soñó el vidente San Fursa, al que el calendario de santos irlandeses considera precursor del Dante”, ha señalado James Joyce.
II
Copérnico despoja de prestigios al mundo ptolemaico. Ya no habrá sol ni luna ni estrellas girando en torno a la Tierra, en torno a Europa, en torno al hombre... Nuestro mísero planeta será diminutamente una piedra más, apenas otro objeto más que da vueltas y bailotea ingrávidos alejamientos siderales. El mundo medieval pierde su perspectiva geocéntrica. Copérnico es Prometeo que entrega a los hombres el fuego sacro de la verdad.
III
Palos de Moguer es bullicioso y radiante en la alborada del 3 de agosto de 1492, a la hora en que los tres barquichuelos se pierden en el horizonte. Salen ellos a perseguir una ruta más corta hacia el Japón. Cruzarán el mar de lodo, navegarán en la antípoda (“donde se tiene la cabeza hacia abajo”, al decir de aquel tiempo), atravesarán la zona tórrida, caminarán en las riberas del Paraíso Terrenal y llegarán, finalmente, según las cartas náuticas (“cartas de marear”) de Toscanelli, a las tierras fabuladas por Marco Polo.
IV
Al pisar Cuba, en el primer viaje, los ochenta tripulantes juran encontrarse en la China, en el mítico Catai del Kublai Khan: tierra de los bálsamos y las especias, de la seda, del oro, de las perlas y las piedras preciosas. Frente a la urgente vastedad del Orinoco (llamó ‘Dragón’ a una de sus bocas), en su tercer regreso, el Almirante percibe el Ganges, uno de los cuatro ríos paradisíacos. Cuando observa la isla de Trinidad, será absoluta la creencia de es-
Descubrimiento de América (1492). F.E.
Cristóbal Colón (1451-1506). F.E.
tar a las orillas del Paraíso Terrenal, ante la montaña con forma de pera descrita en el Imago Mundi del cardenal Pierre D’Ailly, que “tiene una pelota muy redonda, y en lugar de ella fuese como una teta de mujer, y que esta parte de este pezón sea la más alta y propincua del cielo...”
V
El Renacimiento ha soñado un mundo nuevo, tiempo antes de pisar Las Lucayas. Y el ideal humanístico lo anticipa a imagen y similitud de sus apremios éticos (Marx dirá, después, que a semejanza de sus apetitos económicos). Aún no cae el telón del si-
glo XVI y ya la nueva Europa vislumbra el continente virgen a través del ojo maravillado de Américo Vespucio. Américo es hombre joven, perspicaz, ilustrado y en su cabeza no hay añoranzas. Conoce los clásicos griegos y latinos, tanto como la poesía de Dante y los cuentos de Bocaccio. El Renacimiento y Vespucio no buscan caminos nuevos hacia el Japón, y a ellos poco le importan los hombres con nariz de perro o los unicornios descritos por Marco Polo en Il Millione. Precisan, sí, de un trayecto, de un derrotero hacia el porvenir.
De este modo, aunque idéntica la realidad, el Almirante avizora “indios” y Américo descubre “gentes”. El oro embriaga la mente colombina, en tanto a Vespucio lo seducen precisamente esos seres impolutos para quienes “la muerte es como un arrullo”, y aquella vida primordial en la que “cada uno toma las mujeres que quiere […] mujeres de cuerpos gentiles, muy bien proporcionadas [...] y que no se ve en sus cuerpos cosa o miembro mal hecho”.
VI
Don Cristóbal muere en Valladolid en 1506, convencido de haber encontrado un nuevo camino al Cipango, mientras las seis cartas de Américo —particularmente su Mundus Novus— provocan una revolución intelectual en Europa. El Almirante mira, mas no percibe el Mundo Nuevo; Américo, venido tarde a la cita, lo imagina, lo distingue y lo proclama.
Por ello, y dado que las cosas alcanzan a quien las sueña, y no al que las toca con las manos (“Creer es crear”, dijo don Miguel de Unamuno), en Saint Dieu de la Lorena, Martín Waldseemüller, un cartógrafo y clérigo alemán que prepara nueva edición de la antigua cosmografía de Ptolomeo, bautizará el nuevo continente y sobre el mapamundi grabará las siete letras insólitas: América.
Es el 1507, y ahora la luz de Erasmo de Rotterdam acuchilla de claridades una tiniebla de once siglos. l
Mercenarios en el mar
DR. ANTONINO VIDAL ORTEGA
UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE, SEVILLA avidort@upo.es
Los océanos y mares siempre ocuparon un espacio en el límite de la imaginación humana, evocando al tiempo asombro, temor y una atracción irresistible hacia lo desconocido; todo esto incitado por sus insondables profundidades e inmensidad. A lo largo de la historia, como sugiere Dilip M. Menon, los seres humanos se enfrentaron a este desafío: por el comercio y los negocios; por el conocimiento; para conquistar continentes; fundar imperios y someter a otros pueblos. De manera irónica, tanto el colonialismo como los nacionalismos rivales elaboraron imaginarios del espacio y la identidad en gran medida terrestres. Hoy, el océano permanece en la perspectiva de la teorización académica y se considera, en gran medi-
da, como el espacio de lo liminal, lo marginal y lo complementario.
En la actualidad, los nuevos estudios históricos sobre los océanos intentan contrarrestar esta limitada visión de la historia humana, lo que da relieve a la naturaleza simultánea y continua de las conexiones marinas y su profundo entrelazamiento con las historias territoriales; un ejemplo lo obtuvimos de la magistral obra del historiador francés Fernand Braudel, “El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II”, publicada a mediados del siglo pasado, donde elaboró una historia sustentada en lo que denominó la larga duración de la geografía y el medio ambiente, haciendo hincapié en los ritmos del océano y su influencia en los acontecimientos y coyunturas de la historia humana.
El libro que comentaré aquí se enmarca en esta perspectiva y lo escribe la arqueóloga e historiadora mexicana Vera Moya Sordo. Su título, “Reyes del corso: Historia de los corsarios españoles”. En
puerto de Santo Domingo: una ciudad de corsarios, los más afamados de la región, como afirmó en su tiempo el propio Antonio Sánchez Valverde.
El corso, rastrea la autora, tiene su origen en el mundo antiguo. El historiador Tucídides, en el 400 antes de Cristo, hablaba de mercenarios y bandidos del mar que trabajaban para señores y ciudadesEstado a cambio de un botín, como también se menciona en la Odisea. Desde entonces existió ese proceder, aunque la denominación “corsa” no surgirá hasta la Edad Media, en concreto en el siglo XIII, procedente de la palabra “curso” o “carrera”. El principio de la ganancia siempre existió en la mente de estos hombres. Ahora bien, el corso fue un elemento central para mantener las armadas tanto en España como en América desde el siglo XVI y hasta el siglo XIX y hubo escuadras de carácter mixto, por ejemplo, protegiendo a las armadas que cargaban la plata, movilizando tropas, llevando situados…, es decir, una colaboración en operaciones convergentes. Sin duda, el corso se consolida con el Estado Moderno, y en concreto tras la guerra de Flandes, donde fueron utilizados por la Monarquía con normas legales y recursos fiscales del erario real. La armada de Dunkerke estuvo conformada por corsarios. Con la expansión hacia América cumplieron la labor central en la defensa del territorio y en la protección de las rutas del comercio; en general, escoltaban armadas y hacían de guardacostas. El principal rasgo que los caracterizaba era su gran movilidad y cosmopolitismo, navegando de cubierta en cubierta y adaptando muy bien la tecnología naval a las circunstancias de sus misiones. Otro rasgo que los caracterizaba era su carencia de ataduras: cuando estaban en desacuerdo, cambiaban de bandera con bastante facilidad; es decir, eran bastante libres para tomar decisiones. Ahora bien, el Estado negoció con el corso como comunidades ligadas al mar que colaboraban en sociedad y a quienes se les contrataban servicios.
este trabajo la autora se adentra en una historia de mar de larga duración. En concreto, en el proceder de los corsarios, hombres en los que convergieron intereses públicos y privados, pero siempre al acecho de atrapar presas entre abordajes y naufragios. Los corsarios surcaron los mares en nombre de reyes, señores y Estados para hacer fortunas. La investigación propone un recorrido revelador de una de las facetas más olvidadas de la historia naval del imperio español; en definitiva, un fenómeno complejo, profundamente político y cargado de matices. Un corsario era un agente con un permiso oficial que se dedicaba a capturar embarcaciones enemigas. El pirata hacía lo mismo, pero sin permiso y por su cuenta; en realidad, el corsario es un pirata oficial. Más allá de hacer de aprendices o auxiliares de la marina, fueron una estrategia y una política de Estado a finales del siglo XVII y XVIII, y como prueba de ello, en el escenario del mar Caribe, la especialización económica del
Los corsarios eran individuos multifacéticos: pescadores, contrabandistas, financistas, guardacostas con sólidas redes de poder; en definitiva, empresarios marinos que movían grandes influencias. En muchas ocasiones, y en el Caribe se aprecia, fueron usados como un mecanismo para restaurar la economía. La era de las revoluciones atlánticas fue el inicio de su ocaso, pues se dio un periodo de caos con las patentes que, además, ahora eran otorgadas por estados rebeldes y fueron interpretadas muchas veces como carentes de validez. Desde entonces fue más fácil acusarlos de piratas y ajusticiarlos. La liberación del comercio, la aparición del derecho marítimo y la llegada del vapor significó su declive y disolución.
Se trata de un libro formidable, con gran rigor científico y, para deleite de muchos, con una prosa literaria que hace muy agradable y fácil su lectura. Consta de nueve capítulos que explican el desarrollo del corso desde los orígenes de la guerra naval en Occidente hasta el principio de la construcción de los estados nacionales a comienzos del siglo XIX. Un bello ejercicio de investigación que, si les gusta la historia, no deberían dejar de leer. l
Centro estudios caribeños. PUCMM.
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Central de Datos
Diciembre de 1963: La Navidad que estalló entre guerrillas y conflictos (Parte 1)
Después de varios choques con grupos insurgentes, el Gobierno reconoce la presencia de focos guerrilleros y afirma mantener el control de la situación
Fuerzas Armadas establecieron un campamento en el poblado de Los Quemados antes de dirigirse a las montañas para perseguir a los guerrilleros que operaban en esa zona del municipio de Bonao. OGM
LENIN RAMOS lramos@elcaribe.com.do
Aunque la Navidad suele ser una época de celebración para los dominicanos, en aquellos años en que la libertad se deseaba más de lo que se vivía, el pueblo seguía empeñado en conquistarla. La Zona Retro de esta semana recuerda un diciembre marcado por la lucha libertaria.
Primero de diciembre
La mañana del 1 de diciembre de 1963, la portada del periódico El Caribe informó que las autoridades habían detectado focos guerrilleros y que se había producido un enfrentamiento con los insurgentes que dejó bajas.
De manera extraoficial se informó que habían sido detectados dos focos guerrilleros, presuntamente de orientación procastrista, en el interior del país. También se indicó que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional estaban operando de forma conjunta contra los alzados y que la situación permanecía bajo control.
La información seguía siendo escasa. Aunque el Triunvirato se reunió con altos mandos militares, las autoridades mantenían un estricto silencio sobre lo ocurrido.
Una fuente cercana al Triunvirato señaló que, aunque las autoridades civiles estaban al tanto, no podían revelarse detalles por razones de seguridad. No obstante, tras las primeras informaciones, se esperaba que se emitiera un comunicado oficial para orientar al país sobre la situación.
Choque en La Calabaza: la guerra comienza
En la loma conocida como La Calabaza, en las estribaciones de la Cordillera Septentrional, las autoridades entraron en contacto con uno de los grupos guerrilleros y se produjo un enfrentamiento. Se reportaron dos bajas, aunque en ese momento
De izquierda
se desconocía si correspondían a miembros de las Fuerzas Armadas o a los insurgentes.
De acuerdo con reportes de El Caribe, los primeros análisis estimaban que al menos 150 hombres integraban las fuerzas guerrilleras involucradas en las operaciones. En cuanto a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, se desconocía cuántos efectivos participaban en la persecución.
En este sentido, según los datos recabados por el diario, alrededor de 100 hombres actuaban en las estribaciones de la Cordillera Septentrional, en la provincia de Puerto Plata. El resto había sido ubicado en la zona de la Cordillera Central, cercana a la localidad de Bonao.
De los guerrilleros que operaban en la zona de Bonao, fuerzas conjuntas del Ejército y la Policía capturaron a ocho, de los cuales siete fueron trasladados a la capital. Este grupo fue detenido con dos ametralladoras “Cristóbal” de fabricación nacional y dos rifles de perdigón, y, según se informó, se entregaron sin efectuar ningún disparo.
Los detenidos trasladados a la capital eran el doctor Juan José Matos Rivera, Marcelino Grullón Jiménez, Teódulo Rhadamés Guerra, el doctor Bienvenido Aquino Pimentel, Benito Alejo Guzmán Vargas, Arquímedes Pereyra Féliz y Eduardo Rosa Aristy. Aún permanecía en Bonao el ingeniero Manuel Lulo, pendiente de traslado.
Se señaló, de manera extraoficial, que el doctor Aquino ocupaba el cargo de presidente de la sección de Bonao de la Agrupación Política 14 de Junio.
El gobierno no ofreció información oficial sobre la ideología de los guerrilleros. No obstante, de manera extraoficial, los calificó de “extrema izquierda”, sin identificar ninguna agrupación concreta. Se indicó que la detención de un dirigente del 14 de Junio podría sugerir que algunos de los insurgentes podrían pertenecer a esa organización política.
Que el pueblo lo sepa
El Gobierno reconoció la existencia de,
Pereyra Félix y Benito Alejo Germán.
Se incautaron armas, municiones y material ideológico a los insurgentes. OGM
al menos, dos focos guerrilleros: uno en Los Quemados, en la jurisdicción de Bonao, y otro en La Escalera, en la jurisdicción de Altamira, y aseguró que la situación permanecía bajo control.
A través de un comunicado oficial del Triunvirato, se calificó el hecho como una “sublevación comunista” y se afirmó que los insurgentes estaban bajo el mando de los doctores Manuel Tavárez Justo (Manolo), presidente de la Agrupación Política 14 de Junio, y Juan Miguel Román, dirigente de la misma organización.
En ese sentido, el comunicado indicaba que tanto las Fuerzas Armadas como la Policía Nacional se habían enfocado en “localizar y aislar a las guerrillas”. Además, señaló que, con el fin de preservar
“la paz pública y la soberanía de la nación”, se había dado instrucciones para llevar a cabo una operación conjunta destinada a rodear y neutralizar los focos insurgentes.
Además, se informó que fueron capturados otros dos guerrilleros que operaban en la región de Bonao: Julio Lora Genao, originario de la zona, y Antonio Mirabal Jiménez, comerciante de La Vega. Este último, según se indicó, era pariente de las hermanas Mirabal, asesinadas en noviembre de 1960 por la dictadura trujillista. Con la captura de estos dos últimos, el total de prisioneros en el área de Bonao ascendió a diez.
Según datos de la Policía Nacional, los insurgentes vestían uniformes verde oliva y portaban brazaletes negro y verde, colores distintivos del 14 de Junio. Por su parte, el comunicado del Triunvirato señaló que los preparativos para las acciones subversivas, tanto en áreas rurales como urbanas, habían estado en marcha durante aproximadamente un año.
Fuerzas del Estado descubren planes de insurgentes
Los documentos incautados a los rebeldes detenidos en “El Quemado” indican que sus acciones buscaban, según ellos, restaurar el estado de derecho, que consideran ha sido “pisoteado por los militares trujillistas y los políticos serviles”. En este sentido, uno de los documentos describía los objetivos del movimiento, mientras que el otro detallaba cómo los alzados planeaban administrar la justicia tras asumir el poder.
El documento, denominado “Reglamento del Ejército Revolucionario”, indicaba que los juicios se realizarían mediante un “procedimiento verbal sumarísimo” y contemplaba la pena de muerte para determinados delitos. Por su parte, el otro documento era descrito por los rebeldes como su “Código de Honor”.
En este sentido, el denominado “Código de Honor” afirmaba que las acciones de las unidades guerrilleras, tanto urbanas como rurales, “constituyen la defensa de la juventud y del pueblo frente a la traición, el terror y la violación de los derechos establecidos por el trujillato, el consejato, el triunvirato títere y sus cómplices”.
Además, el documento señalaba que sus operaciones estaban guiadas por los altos ideales de servicio a la Patria de Duarte, Sánchez, Mella y Gregorio Luperón, con el objetivo de restaurar el estado de derecho. Asimismo, se prometía respetar las propiedades de comerciantes, industriales, agricultores e intermediarios que no hubieran participado en los crímenes cometidos contra el pueblo por el trujillato, el consejato o el triunvirato. l
Grupo de insurgentes (de izquierda a derecha), Ricardo Estévez, Rafael Armando Ascona, Ramón Peralta y Alejandro Aiginio Estévez. OGM
a derecha: Marcelino Grullón Jiménez, Manuel Lulo Yitt, Juan José Matos Rivera, Bienvenido Antonio Aquino Pimentel, Eduardo Rojas Aristi, Teódulo Radhamés Guerrero, Arquímedes
8 Cultura
crítica arte
LILIAN CARRASCO
lilycarrascor@hotmail.com
Mentes Brillantes: Salomé Ureña
En el marco de “Los Jueves en Dos Calles”, el pasado 20 de noviembre en Dos Calles, Espacio Creativo, se presentó el audiovisual “Brillant Minds: Salomé Ureña” (Mentes Brillantes: Salomé Ureña), una obra que rinde tributo a la poeta y educadora dominicana en el marco del 175 aniversario de su natalicio. La actividad se integró al programa educativo de la muestra “Siempre Salomé”, iniciativa de la Fundación Conexión LiLeón que enlaza arte, memoria histórica y comunidad.
La velada reunió a destacadas voces de la diáspora y del ámbito cultural local. En el panel participaron la Dra. Ramona Hernández, directora del Centro de Estudios Dominicanos de City College of New York; Adriana Bosch, cineasta independiente y productora del audiovisual; y la reconocida escritora Chiqui Vicioso. La moderación estuvo a cargo de la productora artística Aidita Selman, quien también introdujo el encuentro junto a las palabras de bienvenida de Li-
dia León, presidenta de la Fundación y anfitriona del espacio.
La proyección del documental —una iniciativa del Instituto de Estudios Dominicanos de City College— permitió adentrarse en la vigencia del pensamiento de Salomé Ureña, su influencia en la identidad nacional y su rol en la apertura de la educación superior de las mujeres. Durante el conversatorio, las panelistas destacaron la profundidad intelectual de la autora y la necesidad de revisitar su figura desde miradas contemporáneas.
La Dra. Hernández subrayó los avances y los retos pendientes en materia de igualdad de género, especialmente en relación con brechas salariales, liderazgo y acceso equitativo a oportunidades. Bosch, por su parte, compartió los hallazgos de su investigación, entre ellos el impacto de reconocer en el Panteón de la Patria a una mujer no blanca, evidencia de los silencios persistentes en las narrativas históricas del Caribe.
Chiqui Vicioso enfatizó la fuerza política y emocional de la obra de Salomé, así como la oposición que enfrentó su poesía íntima en un contexto patriarcal marcado por conflictos nacionales.
El encuentro concluyó con un animado diálogo entre público y panelistas, reafirmando la relevancia de Salomé Ureña como figura indispensable para comprender la cultura dominicana contemporánea.l
crítica cine
ETZEL BÁEZ etzelbaez@gmail.com
Fatma
En RD, el servicio doméstico era de 260,620 personas en el 2019 (entre hombres y mujeres); era el 5.5% de la ocupación total, según datos oficiales. Dentro de la fuerza laboral femenina, el trabajo doméstico empleó al 12.5% de las mujeres. Las domésticas son mujeres invisibles con trabajo infravalorado, cuasi tiranizado, que no reconocen derechos laborales, y el seguro médico se remite a una ayuda humanitaria, cuando hay. Imagínese usted lo que pasa por su cabeza cuando quiere devolver el golpe, o cómo reacciona ante las malaventuras que le toca aguantar debido a su categoría laboral oprimida. FATMA es una miniserie turca que nos habla de conductas y reacciones de una limpiadora común que cierto día comete un asesinato impensado. Resulta que ella ha estado buscando a su esposo desaparecido que, por una desesperanza que no la deja aceptar que las cosas sigan así como así, va cometiendo asesinatos que resultan empáticos porque se trata de execrables individuos relacionados con su esposo desaparecido: hombres abusadores, machistas, violadores, ladrones y sicarios a quienes mata de tú a tú, y, claro, hay una
el libro vive
FRANK NÚÑEZ fnunez01@gmail.com
Los valores de María Eugenia
Acosta
Una lectura exhaustiva de la obra Administración por valores en las cooperativas, de la empresaria y escritora María Eugenia Acosta, arroja la conclusión de que el sector económico que trata el ensayo no ha sido lo suficientemente conocido por la dominicanidad interesada en el desarrollo pleno de la nación. Página tras página, se descubre un mundo de gran impacto en una parte importante de la población, pero que en el plano mediático opera de manera prácticamente silenciosa. Acosta, quien tras una carrera ascendente de más de dos décadas ocupa la gerencia general de la Cooperativa Vega Real, escribe su minucioso manual auxiliada de las estadísticas nacionales e internacionales, con las que demuestra la pujanza económica y social del sector cooperativo, y resalta la importancia que presta a los valores éticos y morales, en una sociedad vapuleada por el relativismo axiológico.
desde mi ventana
SANTIAGO ALMADA
motivación vengativa implícita –eso se puntualiza con efectividad en la actuación, las miradas, los ángulos de cámara, el montaje de las acciones violentas y una conceptualización en el guion bien definida en la exposición del machismo–. De todo lo que he visto, este proporciona una inmersión de causa y efecto del machismo: que desconstruye a la mujer como ser y lo reconstruye como objeto, como una cosa de multiuso… Uno se pregunta: ¿es así cómo reacciona alguien a quien le niegan derechos y dignidad? ¿Que cuando el odio les gobierna y se convierte en combustible, quema mejor que cualquier otra cosa? Pues bien, la narrativa se lanza sobre una concepción que puede ser obtusa debido, sobre todo, a la normalización de la violencia, del asesinato como respuesta al machismo. Esto de la exaltación de la venganza —que es parte del instinto humano tanto para defensa como para la maldad pura y simple que se da en individuos desprovistos de humanidad—, como el caso de esta mujer a la que le han borrado cualquier signo de empatía, es tema narrativo superreciclado por la sabida conexión que logra con nosotros. Interesante cómo está colocada la tragedia de su hijo autista, primero que nada para buscar nuestra empatía con la historia y con Fatma Yilmaz. En Netflix con ese título. l
El cooperativismo administrativo planteado por la autora, egresada en Administración de empresas de la Universidad Católica del Cibao, La Vega, además de describir las organizaciones como creadoras de riqueza, también establece valores como la solidaridad, lealtad, honestidad, responsabilidad, democracia, equidad y ayuda mutua, con argumentos de respetables teóricos entre los que se destacan Douglas McGregor, Peter Drucker, Stephen Cowey, John C. Maxwel, Warren Bennis, Robert Greenleaf, Daniel Goleman, Edgard Schein, Mary Gentile y Rosabeth Moss Kanter.
La sencillez, enumerada entre las actitudes propias del auténtico cooperativista, aparece en el libro de María Eugenia Acosta al dedicarlo a su padre, hijos y esposo, mientras en los agradecimientos empieza con Dios “por iluminar mi camino y trayectoria”, para seguir con familiares y compañeros a los que expresa cálidamente su gratitud. Quienes tengan la oportunidad de leer Administración por valores en las cooperativas, podrían coincidir con el catedrático y escritor Dionisio Hernández Leonardo, prologuista, cuando resalta que el pensamiento filosófico de la autora “habla desde la profundidad de su alma”, para concluir recordando: “Aportar al conocimiento es la manera más efectiva de construir una mejor sociedad”. Un texto agradablemente sorprendente. l
salmada@elcaribe.com.do m.ddo
Leyendas negras
Una leyenda negra es una concepción negativa de un proceso o de un hecho histórico, particularmente aplicado a la conquista de América, pero también aplicable a otros conceptos, como por ejemplo la superioridad del extranjero sobre el criollo o del hijo del inmigrante sobre el hijo del nativo. Hemos visto en los medios de prensa españoles, y en los ámbitos académicos, cómo en los últimos años se manifiesta una reacción contra esa supuesta leyenda negra sobre la conquista española, al tiempo que crece en Latinoamérica un saludable revisionismo histórico sobre ese proceso que va reemplazando términos impuestos como “descubrimiento” por invasión, conquista por genocidio, colonización por esclavitud y saqueo.
Pablo Neruda dice en la introducción de sus memorias que los españoles se llevaron el oro y nos dejaron el oro, es decir, la conquista impuso el idioma castellano con el que Hispanoamérica se identifica ante el mundo, pero esa imposición es precisamente parte de una transculturación por la fuerza que sepultó lenguas nativas, exterminó etnias enteras como los taínos, los caribes y los charrúas, que sobreexplotó yacimientos como Potosí en Bolivia, de donde se llevaron una cantidad de plata como para pavimentar el Madrid del siglo XVI.
Nada de eso es leyenda, es una realidad histórica comprobada mediante la investigación, crónicas y relatos debidamente analizados. El descubrimiento de América es el hecho capital del Renacimiento, marca el comienzo de una nueva Edad histórica y, a su vez, trasciende la importancia que torpes humanistas europeos le asignan al cisma protestante, pero también es innegable que se impuso una religión, que se obligó a trabajar hasta el agotamiento y el exterminio a poblaciones enteras, que trajeron la sífilis cuyo efecto fue muy parecido al del sida.
Lo único que diferencia a la colonización hispana de otras como la inglesa o la belga es el menor nivel de crudeza, porque el exterminio por parte de los españoles fue más bien un daño colateral y no un propósito expreso, acaso el daño fue menor, pero existió y tampoco es leyenda.
No fue un encuentro de culturas, fue un proceso de invasión y saqueo.
Los que hemos trabajado a las órdenes de españoles tenemos comprobado que perviven en algunos, no en todos por suerte, la misma actitud colonizante y a veces aplastante. l
elCaribe, SÁBADO 6 DE DICIEMBRE DE 2025 elcaribe.com.do
CERTIFICO Y DOY FE
Adviento es espera, conversión y esperanza cristiana
Introducción
Cada año, al acercarse el final del ciclo litúrgico, la Iglesia nos invita a entrar en un período singularmente precioso: el Adviento. Este tiempo se convierte en un verdadero ejercicio del corazón cristiano que anhela, espera y prepara la venida del Señor. No se trata de un simple preámbulo festivo a la Navidad, ni de un espacio vacío que antecede la celebración del Nacimiento de Jesús. El Adviento es, más bien, un camino interior que reclama de cada ser humano vigilancia, conversión y una apertura sincera al misterio de Dios que se encarna en nuestra historia.
Estamos en medio de un mundo saturado de ruidos, prisas, consumismo y distracciones. El Adviento, entonces, irrumpe como un firme recordatorio de lo verdaderamente importante: que Dios está cerca; que el Emmanuel, el “Dios con nosotros”, viene a renovar la creación y a iluminar el corazón humano. La Iglesia, sabia maestra, dispone este período para despertar en nosotros la virtud de la esperanza en Aquel que viene a salvarnos.
A través de cuatro semanas que progresan en medio de gran intensidad, un conjunto de lecturas, signos y prácticas que nos van configurando para recibir al Mesías que llega humilde. Aquí deseo reflexionar sobre el sentido profundo de este tiempo litúrgico y ofrecer algunas herramientas para vivirlo con abundantes frutos espirituales de modo que nuestra Navidad sea un tiempo de gracia donde Cristo pueda nacer en cada corazón.
1- Un tiempo de doble mirada El Adviento tiene una singularidad que lo distingue dentro del año litúrgico: es un tiempo con dos direcciones. Por una parte, nos orienta hacia el pasado, hacia el acontecimiento histórico del nacimiento de Cristo en Belén, hecho que cambió el rumbo de la humanidad. Pero, simultáneamente, nos impulsa hacia el futuro, recordándonos la promesa del Señor: su Venida gloriosa al final de los tiempos. Esta doble mirada purifica de manera profunda nuestra visión cristiana de la historia. El nacimiento de Jesús no debe quedarse en un recuerdo piadoso; es la actualización de una presencia viva. Y la segunda venida del Señor no debe ser
un tema de miedo, sino de confianza. El Adviento nos enseña a vivir en esperanza, mirando con gratitud lo que Dios ya ha hecho y lo que aun promete realizar. Por ello, cada año la Iglesia nos hace escuchar pasajes proféticos y exhortaciones claras a estar en vigilancia. El Señor que vino y vendrá es también el que viene hoy, en cada acontecimiento de gracia, en cada gesto de amor, en cada sacramento. Así, el Adviento nos sitúa en una disponibilidad constante.
2-La espiritualidad de una espera activa y confiada Esperar no es un acto pasivo. El Adviento nos viene a recordar que la espera cristiana es dinámica, comprometida y fecunda. Los profetas del Antiguo Testamento son maestros de esta espera. Ellos mantuvieron viva la llama del deseo mesiánico en medio de dificultades, persecuciones y noches oscuras. Hoy, la Iglesia nos invita a cultivar esa misma actitud. Esperar al Señor implica preparar el corazón, ordenar la vida interior, desprendernos de lo que nos distrae y disponernos a recibir a Cristo con un espíritu renovado. La prisa moderna, los compromisos frenéticos y la superficialidad que caracteriza gran parte de la vida contemporánea hacen que esta espera sea un auténtico desafío.
Pero, paradójicamente, es esa misma realidad la que hace más necesario el Adviento. En medio de un mundo, como ya hemos dicho, ansioso, apresurado, sin silencio y sin recogimiento, el Adviento nos educa en una espera que nos pacifica y nos lleva a centrar la mirada donde realmente importa, en el Dios que viene para salvarnos.
3- El llamado urgente de Juan el Bautista
Si hay una figura clave del Adviento, esa es sin duda la de Juan el Bautista, el precursor del Señor. Su voz resuena cada año en este tiempo litúrgico como un eco que atraviesa los siglos: “Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos”. Su mensaje es claro, concreto y actual: no es posible acoger al Salvador si
no hay conversión del corazón. La conversión no es únicamente abandonar algunos comportamientos negativos; es un cambio de dirección, un nuevo enfoque de la existencia, un reordenamiento profundo que nos orienta hacia Dios y hacia el prójimo. Juan el Bautista denuncia las estructuras de pecado, llama a la práctica de la justicia y exige autenticidad.
Hoy se relativizan los valores y se diluyen las exigencias éticas. La palabra del Bautista nos exige claramente una coherencia de vida para tener un verdadero encuentro con Cristo. El Adviento, por tanto, es un tiempo privilegiado para el sacramento de la Reconciliación.
4-María, modelo de acogida y disponibilidad
No se puede comprender plenamente el Adviento sin contemplar la figura de la Virgen María. Ella es la mujer de la espera, la mujer del “sí”, la que recibe la Palabra, la custodia, la medita y la ofrece al mundo. En su seno se realiza el misterio de la Encarnación, y en su corazón se nos revela la actitud perfecta del discípulo que se abre a la voluntad de Dios.
María viene a mostrarnos y enseñarnos a tener apertura en la escucha de la Palabra, y a tener la humildad para reconocer nuestras fragilidades, así Dios hará en nosotros su obra.
Invocar a María en Adviento es un camino seguro para preparar la Navidad. La liturgia nos la presenta como la nueva Arca de la Alianza, como la Estrella de la mañana, como la Madre de la esperanza. 5-Los signos litúrgicos del Adviento La Iglesia, consciente de la riqueza espiritual del Adviento, nos ofrece una serie de signos que ayudan a la vivencia profunda de este tiempo. Entre ellos destacan la corona de Adviento, los colores morados y rosados de la liturgia, las lecturas proféticas, los himnos de esperanza y los “grandes prefacios” que anuncian la venida del Salvador.
Todos estos signos son pedagogía. La corona de cuatro velas, que se encienden progresivamente, expresa el avance ha-
cia la luz plena de la Navidad. El color morado invita a la conversión, al recogimiento y a la sobriedad. El domingo Gaudete, de la alegría, con su color rosado, anticipa el gozo que se avecina. Las lecturas, cuidadosamente seleccionadas, nos conducen desde la promesa hasta su cumplimiento.
Vivir el Adviento con atención a sus signos nos enseña bastante. La liturgia nos habla.
6-La caridad es signo concreto de la preparación cristiana El Adviento también es un tiempo para la caridad activa. La venida de Cristo no puede prepararse sin gestos de amor concreto hacia los más necesitados. Debemos tener siempre presente que el Mesías nace en un pesebre para recordarnos que Dios se hace solidario con los pobres, los humildes y los olvidados. Por ello, la Iglesia nos exhorta a practicar obras de misericordia y a compartir con generosidad con quienes más necesitan. La caridad es la expresión más auténtica de la preparación para la Navidad. Caemos en la tentación de hacerlo como un acto de temporada, sin estar del todo conscientes de lo que hacemos. El Adviento nos llama a preguntarnos: ¿Qué puedo hacer por el hermano? ¿A quién puedo visitar? ¿Con quién puedo compartir? ¿Qué injusticia puedo aliviar? Así la espera de Cristo se traduce en obras concretas.
7-El Adviento como escuela de esperanza
El Adviento, con su sobriedad y su belleza, es una escuela de esperanza. En este tiempo se aprende a mirar la historia desde Dios, a preparar el corazón, a convertirnos con sinceridad, a practicar la caridad y a abrirnos al rico misterio de la Encarnación.
Si lo vivimos con autenticidad, la Navidad dejará de ser una fecha marcada por el calendario para convertirse en un acontecimiento de gracia, donde Cristo encuentre un lugar digno para nacer en nosotros. Que estas semanas sean, por tanto, un tiempo de reconciliación, de escucha y de apertura al amor de Dios.
El Señor vino, viene y vendrá. Que el Adviento nos conduzca, de la mano de María, a una Navidad verdaderamente cristiana.
Conclusión
CERTIFICOque estamos llamados a vivir el Adviento como el tiempo de gracia que es, preparando el corazón para recibir a Aquel que nos trae la salvación.
DOY FEen Santiago de los Caballeros a los seis (6) días del mes de diciembre del año del Señor dos mil veinticinco (2025). l
RAMÓN DE LA ROSA Y CARPIO ARZOBISPO DE SANTIAGO
10 Cultura
ATEMPO: cuando la voz dominicana descubre un nuevo tiempo
ANDRÉS TOVAR
Especial para elCaribe
Hay proyectos musicales que nacen como una respuesta. Otros nacen como una pregunta. ATEMPO, el nuevo ensamble vocal de Fundación Sinfonía, pertenece a esa segunda categoría: la de los gestos artísticos que se atreven a cuestionar qué puede ser un coro, cómo puede sonar la voz dominicana y qué sucede cuando once cantantes deciden convertir el aire en arte contemporáneo.
Su presentación oficial tuvo lugar el pasado miércoles 3 de diciembre, en el Banco BDI, bajo la lluvia suave de una noche que parecía diseñada, como en las mejores óperas, para poner a prueba la concentración del artista. Y, sin embargo, algo se volvió evidente desde los primeros compases: estábamos frente a una agrupación que, más que interpretar, respira junta.
Volver al tiempo original
En música, la indicación a tempo significa volver al pulso inicial. Pero aquí sucede lo contrario. Este ATEMPO no regresa: avanza. Es un recordatorio de que la voz humana, ese instrumento que todos llevamos puesto desde que nacemos, todavía tiene mundos por revelar. Fundado por Sinfonía con la intención de explorar la voz desde una perspectiva contemporánea, el proyecto nace para tender puentes: entre la tradición y la búsqueda, entre la disciplina coral y la libertad creativa, entre el canon clásico y las formas más actuales de hacer música.
La pregunta que ATEMPO parece hacerse, y hacernos, es simple y fascinante: ¿Qué ocurre si dejamos que la voz deje de ser solamente técnica, para convertirse también en experiencia?
La brújula de Nadia Nicola Para responderla, Sinfonía convocó a una maestra cuya trayectoria combina rigor, sensibilidad y una intuición artística poco frecuente: Nadia Nicola. Formada en
la Escuela Nacional de Artes de La Habana y con certificaciones avanzadas por The Royal Schools of Music del Reino Unido, Nicola pertenece a esa estirpe de directoras que comprenden que la voz es un misterio. Que dirigir un coro no es cuadrar entradas, sino esculpir aire.
En sus manos, ATEMPO encuentra dirección pero también espacio. No se siente un coro disciplinado “hacia adentro”, sino un ensamble que canta “hacia afuera”, buscando resonar en el mundo. Quizá por eso, cada una de las once voces que lo integran (Paola Prado, Gabriela García, Melissa Moya, Paloma Núñez, Silvia Avilés, Claudia González, Beatrice Mota, Isaac Segura, Rubén Ventura, Jens Linden y Yohansel Villegas) parece actuar como una pieza única de un reloj musical donde cada engranaje tiene movimiento propio.
Porque un coro no es la suma de voces afinadas. Es, como decía el gran Claudio Abbado, una manera de escucharse mutuamente.
Un proyecto musical… y estético
El lanzamiento de ATEMPO no solo fue sonoro, sino visual. La casa de diseño Jenny Polanco, representada por Carla Quiñones Polanco y Carolina Socias, creó una propuesta escénica que acompañó la visión del proyecto: sobria, esencial, elegante sin imposiciones. La estética no fue un accesorio, sino un código: el mensaje de que este ensamble entiende la música como un acto de totalidad. Y que la innovación también se expresa desde la presencia.
Ese gesto fue posible gracias al apoyo de Sofratesa, que se suma así a un movimiento artístico que busca que lo contemporáneo no sea una moda, sino una forma de cuidar el futuro.
Un repertorio que mira hacia afuera y hacia adentro
Aunque se trataba de un concierto inaugural de temporada festiva, el programa ofreció más pistas de las que aparentaba. Obras tradicionales como La primera navidad, Dormi Jesu o Niño Rey convivieron con clásicos anglosajones como White Christmas, Santa Claus is Coming
to Town y Jingle Bells. A primera vista, podría parecer el repertorio habitual de diciembre. Pero lo esencial estuvo en la forma, no en los títulos.
ATEMPO cantó estos arreglos como quien revisita un lugar conocido desde otra ventana. Donde suele haber dulzura, encontramos transparencia; donde suele haber grandilocuencia, hallamos sutileza; donde suele haber efecto, apareció intención. En otras palabras: el proyecto mostró que incluso las piezas más conocidas pueden revelar matices nuevos cuando se trabaja con pulso contemporáneo.
Y eso, para un país cuya tradición coral ha estado históricamente asociada a lo litúrgico y a lo académico, es una revolución en miniatura.
Por qué ATEMPO importa En República Dominicana existe una larga historia vocal, pero rara vez se había planteado un proyecto que abordara la voz desde la exploración estética. ATEMPO abre una puerta poco transitada: la del ensamble vocal conceptual, ese formato donde la voz no solo canta, sino que dialoga con el presente.
Su existencia es un mensaje para los jóvenes músicos: que la tradición no está reñida con la innovación; que la técnica puede convivir con la curiosidad; que la formación clásica no es un corsé, sino una plataforma.
Para Fundación Sinfonía, ATEMPO es la continuación natural de un camino que ha privilegiado la excelencia, pero también la creación de nuevos espacios. Durante décadas, la institución ha impulsado orquestas, concursos, encuentros educativos. Ahora da un paso decisivo hacia una estética coral del siglo XXI.
Un “tempo” nuevo ATEMPO es, en esencia, una invitación a escuchar de otra manera. A abrir la puerta al sonido como si fuera una conversación íntima. A descubrir que la música coral puede ser tradicional y, al mismo tiempo, profundamente moderna. Si algo deja claro este proyecto es que la voz dominicana tiene fuerzas que aún no hemos explorado. Y que cuando una institución decide apostar por la innovación, cuando una directora entiende la voz como un universo, cuando un grupo de cantantes acepta el desafío de reinventarse, entonces ocurre lo que solo sucede en la música: el tiempo cambia, y nosotros cambiamos con él. l
Celebración de Jane Austen ConCierto Sentido
Para conmemorar el 250 aniversario de Jane Austen, la pianista Jeneba KannehMason lanza un fascinante EP con música que, casi con certeza, la autora inglesa conocía. Abre con una sonata para piano de Joseph Haydn, interpretada con sensibilidad y precisión.
Haydn era muy apreciado por pianistas amateurs de la época y, de forma fascinante, existe una copia de esta sonata escrita a mano por Austen en la colección musical de la familia Kanneh-Mason. También figuran piezas de Händel, tomadas de sus suites para teclado.
Jane Austen’s Piano también incluye música mencionada específicamente en las novelas de la autora. El tema y variaciones Robin Adair, de George Kiallmark, aparece en Emma, y Kiallmark era un intérprete destacado en el “Hampshire Music Meeting”. Otro compositor presente es el inglés Johann Baptist Cramer, el único mencionado por nombre en las obras de Austen, descrito en Emma como “algo completamente nuevo”. Su breve Estudio No. 3 en la menor, accesible para pianistas amateurs, combina elementos de Schubert y Beethoven, con un aire romántico que probablemente resultaba atractivamente moderno para Austen durante su juventud.
El EP concluye con un extracto de la banda sonora de Dario Marianelli para la adaptación cinematográfica de 2005 de Orgullo y prejuicio (protagonizada por Keira Knightley y Matthew Macfadyen). Este guiño celebra el impacto de las novelas de Austen en el cine y el 20º aniversario de esta película nominada al Oscar. Altamente recomendado. l
ATEMPO abre una etapa experimental en la música coral dominicana. FUENTE EXTERNA
ANDRÉS TOVAR EDITOR DIGITAL
elCaribe, SÁBADO 6 DE DICIEMBRE DE 2025 elcaribe.com.do
Poemas de Raynaldo Pierre-Louis
VALENTÍN AMARO
Especial para elCaribe
Esta semana en “Espejo de tinta”, nuestro invitado es el poeta, editor y docente Raynaldo Pierre-Louis, nacido el 7 de diciembre de 1990 en Jacmel (Haití). Titulado en Ciencias de la educación con opción en literatura y filosofía, es autor de seis libros de poesía, entre ellos Astéroïdes fulgurantes, publicado en París por Éditions du Pont de l’Europe. Fue mencionado en 2014 en el Premio Mundial de Poesía Nosside por su poema Le vent exotique de l’outre-mer, galardonado en 2017 en el concurso de la Asociación de Escritores de Provenza, y finalista en 2023 del Premio de Poesía Léopold Sédar Senghor por Rébellion. Coordinó una antología de poesía femenina contemporánea que reúne a 35 autoras de diversas nacionalidades y es cofundador, junto a otros miembros de Plimay Éditions, del Premio Évelyne Trouillot de Poesía en Haití. Desde hace varios años, anima talleres de poesía en Jacmel, en una dinámica de compromiso artístico, transmisión y valorización de voces emergentes. En su turno de poeta, Pierre Louis nos mete en su universo visceral y visionario donde la palabra se debate entre el delirio, la rebeldía y la búsqueda de sentido. Se articulan paisajes oníricos, islas heridas, identidades desgarradas y cuerpos convertidos en refugio. El aeda confronta opresión, exilio, violencia y absurdo, pero también celebra la potencia imaginativa que transforma la realidad. Entre sombras, astros y mareas simbólicas, el poema aparece como único espacio posible de revelación y resistencia. Me alegra servir de vehículo para que esta poesía de la República de Haití se de a conocer. Celebremos la palabra honda y precisa en este tiempo de tantas incertidumbres y desvaríos.
PAÍS DE JAUJA EN REHENES
El astro transita en los sótanos del olvido, y el azul corta su trayectoria. El ave nocturna marchita devora los pulmones de la tormenta, ilusión palpable del alba, una rama de amanecer entre nebulosas. Visión que se acurruca lejos, lejos, lejos de la virtualidad, onirismo despojado de sus estiércol-estimulantes, pero aún...
Verdadero país de Jauja en rehenes, repetición de un estribillo rancio de un viejo canto marcial, coro que se confunde y se corrige en tonos diversos. Canto viejo, coro que se purifica en el delirio extático de ojos diminutos, ojos circularmente abiertos que se abren a medio cerrar sobre nubes de pálidas esmeraldas.
El ave agita sus alas de polvo sobre el espacio-tiempo, pica el trueno de un picotazo detrás de la puerta del jardín que se abre
a medias.
REBELIÓN
Todas las ciudades sangran en mí
mis frases escupen sangre sobre la faz mórbida del mundo
mi encéfalo reventado salpica los altos muros del tiempo en los cruces del espacio oh escena siniestra de estrangulamiento un olor a gas asciende por la garganta seca del poema
mi palabra encerrada hace su salto mortal al vacío sobre las barricadas del alba secuestrada sobre neumáticos ardiendo de una multitud en cólera
tengo el corazón hinchado como una bestia insolente llevada al matadero
mi palabra encerrada despierta de su letargo invernal lanzando flemas pegajosas sobre la faz mórbida del mundo Toufffff !
CUANDO ES UN CRIMEN SER ISLEÑO
Pueblo de cucarachas bajo el yugo de santos negros, babas de perros podridos sobre los pechos de mi isla... cuervos y buitres invadiendo el espacio, espacio que abraza toda obscenidad… La subversión ha llegado a su clímax, la isla sentada sobre el pedestal de la estupidez, la carroña gira sobre sí misma, como rotación absurda, sobre los ejes flexibles e invencibles del sinsentido…
No conozco el canto que arrulla al mar, ni el canto que adormeció los ríos... llevo el canto salvaje en mis venas rojas.
Pueblo de cucarachas sobre las aceras de los perros, entre vómitos y heridas, fracturas macabras, prolongando el ciclo de la noche. ¿Pero qué hacer con el espacio desgarrado?
Es la raíz la que apesta a rama.
¿Peregrinación, errancia o aventura?
Los poetas-funámbulos caminan sobre cuerdas del exilio, idilio perdido, zarandeado entre dos mares indomables…
¿Pero cómo habitar su isla cuando es un crimen ser isleño?
EL PARAÍSO DE LOS SORPRENDENTES VIAJEROS
Amo la geometría de tu cuerpo y el trazo artístico que lo delineó.
Tu cuerpo… cuerpo brillante, adornado con piedras que relucen.
Tu cuerpo… es la isla de los Hiperbóreos, soñada por náufragos perdidos sobre escollos marinos.
Y yo, en mi búsqueda de bienestar, en mi búsqueda de locura y lujuria, habito en él eternamente, como único templo salvador desde que los pies tocaron la luna.
¡Ohé!
por los huevos de arcoíris que me traes en las puertas abiertas del deseo loco.
Mi vida partida en dos, te ofrezco la mejor mitad, como por haber llevado en tu cuerpo el inmenso país de Jauja de los sorprendentes viajeros.
OXIMOROS GIRATORIOS
Oxímoros giratorios en mi cabeza, imágenes cilíndricas y metafóricas, llantos de cristal estallando de júbilo, ¡oh granos de arena pudorosos, lúdicos, que juegan sobre mis manos parlantes! mi carabela quemada por astros migratorios, ¡oh mirada migratoria tan densa! sin embargo... mi poema está escrito sobre fondo gris, en la bodega brumosa y tormentosa del océano.
poeta perdido en la turbulencia de las palabras, sueño el cielo rajado por relámpagos, asteroides luminosos deslizándose sobre mi cabeza.
artesano burlesco del siglo, malabarista-trapecista, nube exótica,
arte caduco o monumento gótico, hago eslalon en la deslumbrante fantasmagoría del poema.
¡oh Tetis, ninfa marina de la hermosa cabellera, dame la llave del océano! pero el océano, dicen, nunca tiene llave ni cerradura. ¡oh sirenas monstruosas! maldigo a los dioses del mar, pinto los colores de mi paleta mística.
EFERVESCENCIAS DE MAGOS
Efervescencias jubilosas de magos, destellos de imágenes insólitas cinceladas en el rayo, ¡oh zona de sombra o luz fantaseada por gestos…! de puntos suspensivos en suspenso latente, el poema es esa barca de cristal que flota sobre mares azules.
Almohadas de espuma blanca luminosa, demasiadas chispas nadando en los ojos del poeta, arcoíris felices cantando sobre sus hombros de sombra, telón de flores matizadas de colores-faroles, reflejos caleidoscópicos llenos de sentido y esencia, iluminuras de azul, dulces heridas, paletas de colores de fuentes frescas y limpias, leitmotivs-magnetismo del cosmos metálico y giratorio.
El poema no conocerá la cara devorada del abismo, ni las luciérnagas, nebulosas ni protuberancias lunares.
El poema sueña la mágica constelación sobre su cabeza de esfinge. ¡oh psicópata-coco o vampiro horrendo! No soy poeta por ser poeta, sino para caminar sobre el abismo.
Sísifo se sienta sobre la roca no muy lejos, alquimistas-descarados rondan los alrededores, evasión de bisontes o transmigración suprema, crepúsculo de tótems o tabúes absurdos, la trashumancia ocurre a distancia insular.
¡oh sobredosis, metempsicosis o nirvana! teatro de sombras o impulsos vertiginosos hacia la luz, culminación astral que señala con el dedo… paréntesis abiertos, comillas abiertas no cerradas, velas mágicas-místicas encendidas en la sombra, las almas se reúnen allí por vía/voz onírica, fragmentos de voces divididas, segmentadas, en la convergencia-complicidad de un complot que atrapa, complicidad de palabras, signos o vocablos para embaucar a Cronos. l
El racismo y la negritud desde una visión fantástica en la poesía de Manuel del Cabral
MIGUEL RIJO
Especial para elCaribe
La poesía de Manuel del Cabral (1907–1999) constituye uno de los soportes más destacados de la lírica social y afroantillana del siglo XX. Poeta dominicano, diplomático, narrador y ensayista, Cabral es reconocido por su capacidad de representar la condición humana del hombre negro y del trabajador oprimido con un tono profundamente simbólico y universal. En su obra, la negritud se convierte en metáfora de lo marginal, lo ancestral y lo cósmico, mientras que el racismo y la esclavitud adquieren dimensiones fantásticas que trascienden la mera denuncia social.
Durante la primera mitad del siglo XX, las Antillas vivían una transformación cultural marcada por los movimientos de la negritud y el realismo mágico, que reivindicaban las raíces africanas como fuente espiritual y estética. En este contexto, Cabral no solo denuncia la esclavitud y el racismo, sino que mítica y cósmica la figura del hombre negro, otorgándole un lugar central en el universo poético caribeño.
En los poemas de Cabral, el color negro deja de ser una marca de inferioridad para transformarse en sustancia cósmica: la materia de la tierra, la noche, el mis-
terio y el origen de la vida. En “Aire negro”, por ejemplo, la negritud es una fuerza natural que se mezcla con el sol, el tambor y la selva. El poema describe un ambiente donde la música y el rito transforman la realidad:
“Sale ya del vientre del tambor la selva. / Ya la piel del toro muge en el tambor.”
Aquí, la naturaleza cobra vida de manera sobrenatural: la piel del tambor respira, la selva nace del sonido, y el cuerpo negro se convierte en una voz primordial. Este tipo de imágenes invoca un universo fantástico donde lo africano es un principio creador y no un elemento exótico. Desde esta perspectiva, el “negro” no es solo un ser histórico, sino una presencia mitológica que representa el alma de la tierra. El sudor, la carne, la voz y la risa del negro aparecen como fuerzas que fertilizan y renuevan el mundo. Tal como afirma el crítico Franklin Gutiérrez (2008), Cabral “construye una ontología del negro como semilla cósmica, un símbolo del dolor que da vida”. En ese sentido, el racismo y la esclavitud se resignifican dentro de una cosmovisión poética donde el sufrimiento humano tiene valor mítico.
En “Negro sin nada en tu casa”, el poeta presenta al hombre negro trabajando en minas, plantaciones y campos, pero siempre sin tierra ni posesión. Sin embargo, el poema eleva ese sufrimiento a un plano casi mágico:
“Tu sudor tan antiguo, pero siempre tan nuevo, / tu sudor en la tierra. / Agua
de tu dolor que fertiliza / más que el agua de nube.”
Aquí, el dolor del esclavo se convierte en un ritual de creación. Su sudor tiene poder sagrado: hace brotar vida donde antes había muerte. Desde la mirada fantástica, Cabral convierte la explotación y la injusticia en fenómenos casi alquímicos, donde el sufrimiento del negro engendra la fertilidad del mundo.
La esclavitud, por tanto, no es solo un hecho histórico, sino una maldición mítica que ata al negro a la tierra, al trabajo y al silencio. En “Negro sin zapatos”, la falta de calzado —símbolo de pobreza— se transforma en signo espiritual:
“Tú ganas diez centavos, diez centavos por día. / Sin embargo, tú las ganas tan limpias...”
La pureza del trabajador contrasta con la corrupción del mundo, creando una dialéctica moral que recuerda al realismo mágico de Gabriel García Márquez o Alejo Carpentier, donde la dignidad humana resiste las leyes de la opresión como una fuerza milagrosa.
Uno de los rasgos más fascinantes de Cabral es la animación fantástica del cuerpo negro. En “Aire negro”, el tambor se convierte en criatura viva y la mujer negra se funde con la selva:
“Sube por su cuerpo de bestia divina / fuerte olor a tierra. Su respiración / viene como un viento del ciclón del Cosmos.”
El cuerpo afrodescendiente no es carne degradada por la esclavitud, sino ins-
trumento cósmico que comunica con las potencias del universo. La sensualidad, el ritmo y la danza son expresiones de una espiritualidad ancestral que desafía las jerarquías raciales.
En este sentido, el elemento fantástico aparece en la fusión entre lo humano, lo animal y lo natural, donde la frontera entre los mundos se disuelve. Tal recurso recuerda lo que Alejo Carpentier definió como lo real maravilloso americano, es decir, la percepción de lo sobrenatural como parte natural de la vida cotidiana del Caribe (Carpentier, 1949).
Mientras que otros poetas sociales se limitan a la denuncia, Cabral transforma el racismo en un mito de origen. En “Negro manso” y “Negro siempre”, el negro es presentado como símbolo de paciencia universal:
“Tú que siempre eres el grano que no siembran nunca.”
Esa semilla no sembrada representa el potencial eterno del hombre marginado. En clave fantástica, la injusticia deja de ser solo tragedia para convertirse en una profecía cósmica: el negro, aunque oprimido, contiene el ADN de la humanidad futura.
El poeta logra, así, una inversión simbólica: el color negro —asociado culturalmente a la oscuridad o al mal— se convierte en fuente de espiritualidad. Lo fantástico sirve para romper la lógica racista, revelando que el dolor tiene poder creador y que lo oscuro es el verdadero principio de la vida.
La poesía de Manuel del Cabral ofrece una lectura del racismo y la esclavitud que trasciende la historia y entra en el territorio de lo mítico. Desde una visión fantástica-realista, el negro aparece como entidad sagrada, raíz cósmica y símbolo de resistencia. La explotación y la pobreza se transforman en rituales de creación, y la música, el sudor y el cuerpo adquieren dimensiones sobrenaturales.
Cabral no se limita a denunciar: espiritualiza el sufrimiento y mítica la negritud, convirtiendo el dolor en fuerza generadora. En ese universo poético, el racismo no destruye, sino que revela la profundidad de lo humano. Su obra es, por tanto, un puente entre la realidad social caribeña y el imaginario fantástico de América Latina.
Como escribió Gutiérrez (2008), “en Cabral, la negritud no es un color, sino una eternidad”. Esa eternidad es la de los pueblos oprimidos que, a través del arte y de la palabra, transforman su dolor en mito y su esclavitud en canto.
Referencias:
Camacho, J. (2015). Manuel del Cabral y la poética del hombre antillano. Santo Domingo: Editora Nacional. Carpentier, A. (1949). El reino de este mundo. México: Fondo de Cultura Económica.
Gutiérrez, F. (2008). La voz del negro en la poesía caribeña. San Juan: Editorial Isla Negra. l
Cándido Castellanos, honor a quien honor merece
Fue uno de los fundadores del sinfonismo en la República Dominicana.
ANTONIO GÓMEZ SOTOLONGO
Especial para elCaribe
En la historiografía de la República Dominicana rara vez se menciona a Cándido Castellanos (1871-1947), uno de los músicos más relevantes del siglo XX para la cultura musical de este país. Quizás las únicas referencias las escribieron Américo Cruzado, en su libro El Teatro en Santo Domingo (1905-1929); el pianista Manuel Rueda (1921-2000), en el prólogo a la Memoria de la Orquesta Sinfónica Nacional; y el tenor, historiador e investigador Arístides Incháustegui (1938-2017) quien hizo una reseña biográfica de él en su libro Por Amor al Arte.
De acuerdo con lo que estos tres autores mencionan no tengo dudas de que su labor en Santo Domingo incidió absolutamente en lo que sucedió después: La fundación de la Orquesta Sinfónica Nacional en 1941 y el Conservatorio Nacional de Música y Declamación en 1942. Según Cruzado, el Maestro Cándido Castellanos llegó en 1908 a la capital del país como concertino de la compañía de Adelina Vehi y junto a la tiple Esther Laclaustra se quedó después que terminó la gira por el país.
El Maestro Manuel Rueda, quien debió conocerlo personalmente porque coincidieron en el Liceo Musical, escribe:
La casa No. 115 de la calle 27 de febrero, donde se reunió la Orquesta por primera vez y siguió desarrollando sus actividades hasta el final, era el hogar del Maestro español radicado entre nosotros, Cándido Castellanos, quien en un gesto de altruismo brindó su saber y su cooperación al naciente movimiento, llegando a crear una escuela para instrumentistas de cuerdas. Se beneficiaban de ella los mismos componentes de la Orquesta en la cual él era primer cellista. Asombra el desinterés en que el maestro se entregaba a esas labores pedagógicas siendo un verdadero padre y guía para todos.
Fue en la casa del Maestro Castellanos donde el día 13 de febrero de 1932 se reunieron los 27 miembros fundadores de la Orquesta Sinfónica de Santo Domingo para elegir la Junta Directiva de la Sociedad Sinfónica Dominicana que estuvo integrada; entre otros, por Enrique Mejía Arredondo, quien sería unos años después subdirector de la Orquesta Sinfónica Nacional; Julio Alberto Hernández, destacado compositor y pedagogo; Ernesto Leroux, músico fundador de la OSN; Enrique de Marchena, también fundador de la OSN, diplomático y crítico musical; y como Director Técnico y Presidente Honorario, el Profesor Don Cándido Castellanos.
Según la reseña biográfica que publicó Arístides Incháustegui, el Maestro Cándido Castellano Montoya, había nacido en Granada, España, se había graduado del Real Conservatorio de Madrid como maestro de violín y viajó a los Estados Unidos donde tocó con orquestas de teatros en grandes espectáculos. Llegó a La Habana con una compañía de ópera, que se disolvió en la capital cubana, pero el maestro granadino permaneció allí hasta que fue reclutado por la compañía de Adelina Vehi, la que andaba de paso por la mayor de las Antillas y con la que viajó a Santo Domingo.
José de Jesús Ravelo le ofreció la plaza de maestro de instrumentos de cuerdas en el Liceo Musical, que recién había fundado en ese año 1908 y que dirigió hasta su desaparición en 1942. Además, Castellanos estableció una tienda de música donde vendía partituras y cuerdas, donde también impartía clases privadas de música y violín lo que significó el inicio del aprendizaje sistemático de los estudios de violín en Santo Domingo. Entre sus alumnos estuvieron Luis Beltrán, Ernesto Leroux, Victor B. Pichardo, Petronio Mejía, Luis Cernuda y José Dolores Cerón, quienes serían en el futuro integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional y músicos destacados en el panorama musical dominicano.
Aquella Orquesta se presentó por primera vez en la Catedral, bajo la dirección de Enrique Mejía Arredondo y aunque la vida de la institución no fue larga, sí realizó conciertos que demostraron que «la Orquesta Sinfónica de Santo Domingo había penetrado en las necesidades de nuestro conglomerado social realizando conciertos benéficos, conmemorativos y con destacadas figuras extranjeras como el cellista Bogumil Sykora», y sí expuso las premisas que han de cumplirse para que una orquesta sinfónica exista y realice un trabajo de provecho espiritual, sostenible y a largo plazo.
Entre aquellas metas inalcanzadas hasta hoy está la construcción de un moderno auditórium que sirva de alojamiento a la orquesta y a la música sinfónica. Esta idea aparece consignada en el acta de la sesión extraordinaria del 12 de mayo de 1934, que en su punto tercero dice lo siguiente:
Preparar un plano del proyecto de auditórium de la Sinfónica para (enviar) una copia a varios filántropos en los Estados Unidos con el objetivo de ver si se obtiene una donación que permita realizar esta obra. Fue designado el Ing. Caro (José Antonio) para efectuar la preparación del plano, quien con mucho gusto ofreció su valiosa cooperación. Y muy probablemente fue Cándido Castellanos quien impulsó aquella idea,
por haber sido el único en aquel grupo que ya había recorrido medio mundo, había conocido los teatros de Europa y América y había tocado en muchas de sus orquestas, era, probablemente, el único que estaba en capacidad de comprender que no hay orquesta sin un auditorio apropiado para ensayos y conciertos.
Fue probablemente el maestro granadino quien primero presentó a los estudiantes de música un método y una metodología como la que se utilizaba en los Conservatorios de Europa y América. Fue quizás una de las primeras pruebas de lo agreste que puede ser el camino hacia las altas cumbres de la educación artística profesional. Después de aquellos intentos llegaron al país, dos grandes maestros del violín: Willy Kleinberg, quien llegó en 1938 y el Checo Emil Friedman, quien llegó al país en 1940 y pudo preparar algunos alumnos, entre ellos Carlos Piantini y Nidia Mieses, pero Kleinberg debió emigrar nuevamente, esta vez a Venezuela, donde fundó la escuela que lleva su nombre y aún existe. Por esto, y mucho más que pudiera descubrirse en una investigación más profunda, Cándido Castellanos ocupa un lugar notable en la conformación de la vida cultural dominicana, especialmente en la divulgación de la educación musical y la música sinfónica. Honor a quien honor merece. l
NOVELA POR ENTREGAS
El gobernador de Soconusco
BASILIO RODRÍGUEZ CAÑADA
ESPECIAL PARA elCaribe
III. La casa del gobernador
La vivienda que le asignaron en la cabecera del Soconusco no era palacio, pero sí casa principal: muros encalados, amplios corredores de madera oscura, patios interiores con fuentes sencillas, huertos de naranjos y un solar al fondo donde criaban aves y caballos. Cervantes, que había conocido el desamparo de la pobreza en Castilla y la estrechez de los calabozos de Argel, sintió que aquella morada era una promesa de dignidad y de reposo.
Consciente de la importancia de mantener su autoridad no solo en la plaza pública, sino también en el ámbito privado, decidió afianzar su posición con un matrimonio oficial. Entre las familias criollas de cierto linaje, halló a doña Leonor de la Cueva, hija de un encomendero sevillano establecido en la región desde hacía décadas. Era mujer joven, instruida en conventos de Guatemala, de carácter fuerte y mirada perspicaz. El enlace, celebrado con discreta solemnidad en la iglesia principal, unió conveniencia con respeto mutuo, y dio a Cervantes la legitimidad social que necesitaba para gobernar sin ser visto como mero forastero.
La casa del gobernador se transformó pronto en un centro de actividad. Allí se celebraban recepciones en las que acudían encomenderos, mercaderes de cacao, capitanes de galeras, frailes dominicos y franciscanos que discutían sobre la evangelización de los naturales. Cervantes escuchaba, conversaba y observaba con la paciencia de quien reconoce que, en cada banquete, se libra también una batalla de poder.
Pero no todo era protocolo. Miguel encontraba tiempo para refugiarse en su despacho, donde había instalado su biblioteca portátil: Ariosto, Garcilaso, Séneca, Plutarco y algunos volúmenes de crónicas indianas que hojeaba con voracidad. Allí escribía cartas a España, informes al Consejo de Indias, y comenzaba a llenar páginas de un cuaderno íntimo donde registraba no solo asuntos de gobierno, sino también apuntes de costumbres, descripciones de paisajes y reflexiones sobre la condición humana en aquel Nuevo Mundo.
El matrimonio le trajo estabilidad, pero no contuvo del todo su espíritu inquieto. En los pasillos de la casa y en las calles del Soconusco, Cervantes no dejaba de reparar en rostros y destinos diversos: mujeres mestizas que comerciaban en los tianguis, jóvenes indígenas que servían en las casas españolas, viudas criollas que administraban haciendas con mano firme. El contraste de culturas lo fascinaba: era como vivir en una comedia de mundos entrecruzados, donde cada personaje llevaba consigo una historia secreta.
De noche, en el lecho compartido, do-
ña Leonor dormía pronto. Miguel, insomne, escribía a la luz de una vela. Sabía que estaba destinado a algo más que a gobernar con justicia: en aquellas tierras bullía un caudal narrativo que lo atraía con la fuerza de un río desbordado.
“Tal vez aquí —pensaba— nazca la obra que no pude escribir en España, la que hable de hombres libres y cautivos, de pasiones y temores, de los que mandan y de los que obedecen.”
Y mientras el canto de las ranas y el murmullo de los ríos acompañaban sus desvelos, Cervantes empezaba a imaginar un relato que sería hijo del Soconusco tanto como de su propia experiencia.
IV. Las primeras pasiones ocultas El Soconusco, con su aire denso y fragante, parecía propicio para que los afectos se encendieran con rapidez. A pesar de su matrimonio con doña Leonor, Cervantes pronto descubrió que la vida de gobernador traía consigo un cortejo de miradas, susurros y oportunidades que difícilmente un hombre de su talante, curioso y sensible, podía ignorar.
La primera de esas pasiones llegó de modo inesperado. Isabel de Sandoval, mestiza de padre español y madre indígena, administraba con notable destreza una estancia de cacao cercana a la villa. Su belleza no era ostentosa, sino serena: ojos oscuros y hondos, cabellos recogidos con descuido, voz grave que imponía respeto. Lo que atrajo a Cervantes no fue sólo su porte, sino su inteligencia práctica: conocía cada tramo de tie-
rra, cada arroyo que regaba sus plantíos, cada jornalero que dependía de ella. Se encontraron primero en el mercado, luego en un banquete en su propia casa, y finalmente en el silencio de un corredor donde los murmullos del cacao fermentando les sirvieron de cómplice. Con ella descubrió una pasión ardiente y terrenal, mezcla de deseo y admiración por una mujer que representaba la fuerza del mestizaje.
La segunda pasión fue distinta, más peligrosa. En sus visitas al convento de la Merced, donde se organizaban juntas con las autoridades eclesiásticas, conoció a María de Alvarado, sobrina de un oidor de Guatemala, recién llegada de la capital para pasar una temporada en casa de un tío sacerdote. Era joven, altiva, con la piel clara y los modales pulidos de la nobleza criolla. María leía poesía, y una tarde, mientras Cervantes recitaba unos versos de Garcilaso en el claustro, ella le respondió con otro en latín, con voz temblorosa y firme a la vez. Entre ambos se encendió un vínculo hecho de palabras, de miradas prolongadas, de cartas que se deslizaban entre libros de misa. Con María, el amor fue idealizado, literario, casi imposible, pero tan intenso que marcó en Cervantes un sentimiento de juventud tardía.
La tercera historia fue aún más arriesgada. En las ferias del puerto conoció a Yaretzi, hija de un cacique local que había sido bautizada, aunque mantenía vínculos fuertes con la tradición de su pueblo. Era enigmática, de belleza exótica, con adornos de jade y un andar que pa-
recía danzar sobre la tierra. Sus encuentros eran secretos y breves, entre chozas y huertos, y en ellos descubrió un amor libre y desafiante, que lo conectaba con la tierra profunda del Soconusco, con esa raíz indígena que sobrevivía bajo las estructuras coloniales.
De estas pasiones nacieron hijos. Algunos reconocidos, como la niña que tuvo con Isabel y que más tarde se integró en la casa oficial; otros ocultos, como el hijo de Yaretzi, criado entre los suyos con el orgullo de descender de un gobernador español; y un tercero, de María, que sería enviado a un convento en Guatemala, protegido por la familia materna. Cervantes vivía así en un torbellino de afectos, deberes y secretos. Cada mujer representaba un mundo distinto: la mestiza que lo conectaba con la riqueza productiva de la tierra, la criolla noble que lo situaba en la élite, la indígena que lo acercaba al corazón oculto de aquellas tierras. Y en el cruce de esas experiencias, su pluma comenzaba a trazar escenas, diálogos y personajes que algún día cristalizarían en una gran obra americana, mezcla de historia, pasión y sátira social.
En las noches solitarias, al repasar sus cuadernos, Miguel se preguntaba si su vida no era ya, en sí misma, una novela. Una novela tejida con cacao, con suspiros prohibidos, con voces que hablaban en castellano y en lenguas antiguas, con un trasfondo de poder y de fe. Y, quizá sin advertirlo del todo, el Soconusco se había convertido en su escenario literario más fecundo. l
15 Cultura
Alyssa Reynoso-Morris
AUTORA DOMINICANA-PUERTORRIQUEÑA
La domínico-puertorriqueña Alyssa Reynoso-Morris, radicada en EE.UU. busca que a través de sus libros infantiles los niños se sientan vistos y representados, con la certeza de que son importantes y de que pueden ser lo que quieran ser sin limitaciones. Su más reciente obra,
Gloriana presente, galardonada con la Medalla de Plata en los Premios Internacionales del Libro Latino (ILBA) 2025, nace de su propia experiencia como niña bilingüe que enfrentó el reto de aprender inglés en un nuevo país. Ilustrada por la artista dominicana Doris Ro-
dríguez, se ha convertido en un recurso significativo para familias y educadores, pues retrata con sensibilidad el primer día de clases desde la mirada de una niña entre dos mundos: la República Dominicana que dejó atrás y los Estados Unidos donde debe abrirse paso.
“Quiero que los niños se sientan vistos y representados por mis libros”
MARÍA TEJADA LORENZO
SERVIDA
FOTO:
l ¿Qué te inspiró a escribir el recién galardonado con medalla de plata “Gloriana Presente”?
l Mi inspiración es mi historia. Sus desafíos fueron mis desafíos. Su triunfo fue mi triunfo. Como estudiante de inglés que solo hablaba español en casa antes de empezar la escuela, me costaba entender a mi maestra y a mis compañeros. En los Estados Unidos, miles de niños van a la escuela con ansiedad porque también están aprendiendo inglés. Quería que se sintieran menos solos y que supieran que podían ser valientes.
l ¿Cuál fue el mayor reto al escribir sobre un tema como el primer día de clases desde una perspectiva infantil?
l El mayor reto fue encontrar un equilibrio entre la emoción y la autenticidad. Quería capturar cómo se siente realmente una niña en su primer día de clases, esa mezcla de nervios, curiosidad y esperanza, sin que la voz sonara demasiado adulta o simplificada.
Para lograrlo, tuve que reconectarme con mi niña interior, con la Alyssa que llegó a la escuela sin hablar inglés y se sintió fuera de lugar. Recordé mis propios miedos.
Otro reto fue representar la transición cultural y lingüística de Gloriana de una manera que los niños pudieran entender, pero que también resonara con los adultos que la leen con ellos. Quería que los lectores sintieran que hablar dos idiomas, tener dos culturas y extrañar tu hogar no te hace menos, sino más.
l ¿Cómo recibiste la noticia de ganar medalla de plata en los Premios Internacionales del Libro Latino (ILBA) 2025?
l Estaba emocionadísima y muy honrada. Cada categoría recibió decenas de solicitudes, y las categorías de libros ilustrados son especialmente competitivas. Tenía esperanzas, pero no quería hacerme demasiadas ilusiones porque sabía que también se habían presentado muchos otros libros preciosos.
l ¿Qué esperas que los niños y niñas aprendan o sientan al leer este libro?
l Quiero que los niños aprendan que hablar más de un idioma es un superpoder, y que se sientan valientes cuando lean mi libro.
Alyssa Reynoso-Morris, autora domínico-puertorriqueña fue galardonada con la Medalla de Plata en los Premios ILBA 2025 por Gloriana Presente.
Influencia
Mi abuela dominicana era la mejor narradora del mundo. Podía hacerte reír, animarte o llorar...”
l ¿Cómo fue el proceso de colaboración con Doris Rodríguez para llevar la historia a la vida visualmente?
l Me encantó trabajar con Doris. Ella es una ilustradora increíblemente talentosa. Vi sus hermosos y cálidos murales y supe que haría un trabajo excepcional. Sus raíces dominicanas le permitieron comprender cómo integrar simultáneamente la isla y el Bronx en las ilustraciones, tal como se menciona en el texto. Estoy muy agradecida de poder llamarla ahora mi amiga.
l ¿Cuál ha sido la reacción del público hasta ahora?
l Ha superado mis expectativas. He recibido decenas de cartas de estudiantes y maestros que se sienten comprendidos y representados. Una maestra de la Escuela Primaria Mt. Markham me compartió lo siguiente: “Muchas gracias por la lectura en voz alta y la charla de hoy. He recibido comentarios maravillosos de los maestros. A los estudiantes les encantó todo… Una de mis exalumnas, que está aprendiendo inglés como segundo idioma y ahora cursa tercer grado, lloró con su historia sobre no haber aprendi-
do a leer bien hasta cuarto grado. Esta estudiante en particular se conmovió mucho con todas sus historias. Ella también tiene dificultades para leer, es bilingüe en casa y tiene familia en otro país. Pudo conectar con su historia y su trayectoria… Gracias de nuevo por esta experiencia tan maravillosa para esos niños”. l ¿Tienes planes para una continuación o proyectos similares?
Me encantaría escribir más historias con Gloriana en el futuro, pero como es una publicación tradicional, no depende de mí, sino de mi editorial. Mientras tanto, sigo trabajando en nuevos proyectos.
l ¿Qué otras obras tienes?
l Mi libro más reciente, Bold, Brilliant and Latine, trata sobre 52 héroes latinos que han cambiado el mundo, e incluí leyendas dominicanas como Julia Álvarez y las hermanas Mirabal.
También Plátanos Are Love & Los plátanos son amor: Un delicioso libro ilustrado sobre las formas en que los plátanos dan forma a la cultura, la comunidad, y la familia Latina/o/x/e, contada a través de las experiencias de una niña en la cocina con su abuela, celebra el orgullo local, incluyendo la historia, el paisaje, la gastronomía, la cultura y las actividades únicas de esta vibrante comunidad.
Y The Bronx Is My Home: Un libro ilustrado que celebra el orgullo local, incluyendo la historia, el paisaje, la gastronomía, la cultura y las actividades únicas de esta vibrante comunidad.
l ¿Cómo nace el amor por la escritura?
l Mi abuela dominicana era la mejor narradora del mundo. Podía hacerte reír, animarte o llorar. Sus historias eran transformadoras, llenas de enseñanzas, sin sonar a sermón. Ella es y siempre será mi heroína y mi ejemplo a seguir. Quería ser como ella. Aunque nunca llegó a publicar sus hermosas historias, me inspiró a escribir las mías. Me inspiró a convertirme en escritora, y soy su legado.
l ¿Qué es lo más difícil cuando se es autora?
l Lo más difícil de ser autor es el rechazo. Me encanta escribir libros, pero para las editoriales que los imprimen y distribuyen es un negocio. Le puse todo mi empeño a este libro y, si no se vende, pone en peligro mi capacidad para seguir publicando, aunque tengo muchísimas ideas más en mi mente y en mi corazón que claman por ser contadas y compartidas.l