Cultura
Hospital La Humanitaria parte I
Una visita constructiva a Cuqui Batista
Mercader relata sobre su visita hace 3 años a Cuqui Batista, el
Juan Hernández Inirio, escritor romanence

Mercader relata sobre su visita hace 3 años a Cuqui Batista, el
El Museo Abreu es un ambicioso proyecto cultural que sirve como plataforma para la promoción del arte dominicano y latinoamericano, además de que ofrece un amplio programa de formación referente a la cultura, el arte y la sociedad dominicana.
Este centro cultural fue pensado y soñado por su fundador y director, el artista Oscar Abreu inclinado hacia el impulso de un patrimonio artístico y de gran repunte para el turismo cultural del país.
Asimismo, le abre las puertas a las nuevas generaciones de artistas, al tiempo de generar las condiciones para que se produzca el diálogo, análisis e investigación en materia cultural.
Para esta ocasión, hablamos con Oscar Abreu sobre cómo surge la idea, las características del edificio, qué estrategias se llevan a cabo para difundir sus colecciones y la de los artistas invitados, así como los próximos proyectos a ejecutar.
En ese sentido, Abreu explicó que para crear el museo se realizó un estudio de mercado donde se pudo observar que “sin lugar a dudas, Punta Cana es la ventana de lo que es la República Dominicana”.
Según el artista, este centro cultural es un marco de referencia para proyectar no solo su obra hasta el exterior, sino también darle un espacio a artista nacionales e internacionales, y consideró que “que mejor espacio que en Punta Cana, un lugar, que de hecho se conoce más en los circuitos internacionales”.
Oscar Abreu, quien desde 1994 bautizó su estilo como “Psico-Expresionismo”, señaló que la puesta en vigencia del museo en uno de los polos turísticos más importantes de la República Dominicana, además de legitimar su producción visual, pretende posicionar el arte criollo y desarrollar el turismo cultural”.
De acuerdo a Abreu, el 63% del turismo que entra al país es por Punta Cana, es por eso que su objetivo es presentarle no solo a los visitantes, sino también al pueblo dominicano lo que es el arte.
Este espacio cultural recoge todo el trabajo que durante años ha realizado el ar-
Para crear el museo se realizó un estudio de mercado, donde se pudo observar que Punta Cana es la ventana de lo que es la República Dominicana”.
tista, así como por objetos y herramientas que ha utilizado a través de los años para la producción de sus pinturas, esculturas, instalaciones, así como otros elementos que permitieron comprender su proceso creativo y su evolución.
También, se presenta la nueva edición del libro monográfico titulado Óscar Abreu, Memoria del Psico-expresionismo, un proyecto de investigación biográfico-testimonial y de análisis crítico, estético, estilístico y conceptual, en el cual el lector descubrirá la “impactante” y “conmovedora” historia personal, procesos creativos y evolución del pintor, escultor y dibujante.
“Es para mí un gran honor consolidar un espacio que constituye un esfuerzo que durante un cuarto de siglo he venido realizando a favor de la cultura y el arte”, expresó Abreu, y manifestó que este espacio cultural creará una sensación de más respeto por la plástica criolla. Asimismo, indicó que anhela contar “nuestra historia y, al mismo tiempo, concederle una oportunidad a los jóvenes talentos para acercarse a una institución que aspira a tener gran alcance”. l
La institución cultural no solo proyecta la obra del artista Oscar Abreu, sino también busca darles un espacio a artistas nacionales e internacionalesEl doctor Stern comenta el libro del doctor Pérez Stefan “Historia de los servicios de salud en la Concepción de La Vega”, que ofrece datos del hospital. P.2
En el interesante libro del buen amigo y académico doctor Reynolds Pérez Stefan, Historia de los servicios de salud en la Concepción de La Vega, encontramos datos sobre este hospital. Según este autor la primera piedra del centro de servicios médicos más antiguos en La Vega se colocó el 15 de agosto de 1881 a instancias de la benemérita sociedad La Progresista en esa ciudad. Para 1882 funcionaba con el nombre de Hospital La Caridad, con capacidad para 12 camas y allí prestaban servicios el farmacéutico don Emiliano Espaillat y don Pepe Gómez, quien pese a no ser médico atendía pacientes y realizaba cirugías menores. El centro tuvo problemas económicos y hacia inicios del siglo XX fue trasladado a un sitio más céntrico en la ciudad. El declive de la sociedad La Progresista así como sus diversas obligaciones dejaron en un gran estado de abandono al hospital, al punto, que nos relata el doctor Pérez Stefan que ni los más necesitados acudían allí. Se formó entonces la Sociedad La Humanitaria que tenía como su principal objetivo construir un hospital de beneficencia. Se realizaron diversas actividades para conseguir fondos y finalmente el 1 de julio de 1906 se inauguró el local del Hospital La Humanitaria. Según relata el doctor Pérez Stefan: al principio acostaban a los pacientes en serones, luego les proveyeron catres, tan altos, que se veían los enfermos desde afuera por las ventanas. Solo internaba pacientes en estado crónico, como tuberculosos o accidentados. Al ser admitidos los pacientes en la casa de salud se les permitía estar acompañados de solo un pariente. Los pacientes eran atendidos por el doctor Narciso Alberti y por Emiliano Espaillat, así como otros médicos que prestaban servicios gratuitamente en calidad de voluntarios”.
En el hospital se realizaban amputa-
ciones y cirugías menores, los partos por el contrario eran realizados por comadronas en las casas. Fue muy importante la labor de las “Hermanas de la caridad”. Quienes atendían pacientes en las casas y buscaban en las casas más pudientes ropas para las personas más necesitadas. El doctor Pérez Stefan señala a Mamá Calín, Doña Chuchú, Rosa Abreu y la comadrona Cristina Félix como las más conocidas. El presbítero Armando Lamarche tuvo una destacada participación en el hospital. Después de las inundaciones de 1909, muchas personas quedaron sin hogar y sin centro de salud, por lo que ese presbítero se involucró y solicitó en 1910 ayuda al Gobierno para la construcción de un nuevo hospital. En septiembre de 1911 el arquitecto Nechodona fue instruido para elaborar los planos de ese hospital. El 18 de septiembre de 1911 el arquitecto le escribía al gobierno que entregaría los planos de un hospital para la ciudad de La Vega en un mes. La edificación estaba compuesta de varios cuerpos con paredes de hormigón y techos de madera cubiertos de tela asfáltica. Estos datos que aparecen en el libro Arquitectura dominicana de 1906 a 1950, de César Penson, ilustra el carácter que se dio a esa obra. Se pensaba que dada la ubicación de La Vega, ese hospital podría ser un centro regional del Cibao. Los planos fueron enviados en mayo de 1912 al presbítero Lamarche, quien era en ese momento presidente de la sociedad La Humanitaria. En 1912 y bajo la responsabilidad del constructor cubano Samuel Mendoza se iniciaron los trabajos que fueron interrumpidos continuamente por el estado de inestabilidad política que sufría el país, tras la muerte de Ramón Cáceres. De hecho en 1914 Moreta se sublevó y atrincheró en el Hospital que aún no estaba terminado. Por otra parte las dificultades económicas también retardaban la construcción que para ese año todavía no tenía techo. l DR. HERBERT STERN
(DÉCIMA CIBAEÑA)
Ai llegai la Nochebuena Llegan Milly y suj vecino Pa’ bebei romo o buen vino E Juanita, niuyoikina Gozan en laj cuatro equina Con merengue y con bachata No con música de lata De esa que tá de moda Ruido que encojona E con Milly que é muy grata.
Ya ej una tradición Recibir nuestra Juanita Que cada ve e má bonita Aunque se pudra ei mamón No hay que traei molondrón Pa’ parecei rebaloso Milly toca, e pa gozo A to tiro hata año nuevo Bailando se pieide ei cuero Con una moza o un mozo.
El Museo Abreu es una estructura realizada con paredes de hasta 4 metros de altura, en las cuales se exiben obras que promueven el arte dominicano y latinoamericano.
El primer nivel es una sala de eventos, donde se exponen artistas nacionales e internacionales, “porque ahora toca la primera fase que es promover el espacio, crear un currículo y eso se hace con la realización de importantes eventos”. Además, el museo presenta una retrospectiva de los últimos 25 años de Abreu, en la que se muestra un conjunto de obras inéditas y otras que se han incluido en 38 exposiciones individuales a nivel nacional e internacional.
“Mi obra es un simple homenaje a la esencia humana”, precisó Oscar Abreu, quien consideró que quienes visiten el museo verán las creaciones de arte que denuncian el dolor, el sufrimiento y la violencia provocada por las guerras mundiales y civiles, los genocidios, las dictaduras, las torturas y el abuso de poder, entre otros aspectos.
Según explicó el artista, contempla crear tres fases, pues todavía están en una primera etapa. En las demás, se construyen
En la actualidad, el artista se encuentra desarrollando esculturas de 4 y 5 metros de alto, de hecho trabaja doce piezas al mismo tiempo. De acuerdo con su explicación, son “cabezas monumentales, precisamente fue un consejo que me dio el mismo Fernando Botero de que las cosas hay que hacerlas en grande y estamos haciendo incluso hasta de
tres metros de ancho, parecida a esa misma que hago, pero en escultura. Son piezas realmente bastante amplias y la idea es recorrer primero pequeños espacios con ellas”. El artista quiere llevar esa colección a 100 obras, porque su deseo es poder presentarlas en toda la ciudad, no solamente en un parque, sino distribuirlas por todas partes.
un salón para eventos, un espacio donde se puedan impartir talleres, simposios, diplomados, entre otros cursos con la finalidad de empujar a fortalecer la propuesta artística, no solamente de su obra, sino del arte en sentido general.
“Como algo que he venido haciendo a lo largo de mi carrera, es que siempre he estado haciendo exhibiciones de numerosos artistas, entre estos están Guillo Pérez, Cándido Bidó, Alberto Ulloa, Jesús Desangles, Freddy Javier, entre muchos otros. O sea me he pasado mi vida promoviendo lo que es el arte dominicano”, manifestó Oscar Abreu.
El artista recordó que en marzo de este año 2022, se hizo una exhibición con 14 artistas de manera simultánea, cada uno tenía su espacio y se le dio la oportunidad de que decidiera cómo presentar sus pinturas o esculturas, ya que fue una exhibición variada de obras, esculturas, entre otros trabajos.
Oscar Abreu informó que el centro cultural tiene en agenda traer una exposición de Fernando Botero, lo que a su entender colocará al museo y a la República Dominicana en el mapa mundial, por considerarse de una exposición de esta naturaleza y magnitud. Asimismo, agregó que para tales fines, dicho proyecto lo está cuadrando con la familia Nader y se siente muy entusiasmado de que se pueda traer esa muestra al país. l
bierta, soldados de Trujillo. No sé ni cómo lo hicimos, sé que desde la proa del barco salté sobre la cubierta de la goleta.
PEDRO CONDE STURLA pinchepedro65@yahoo.esOtros expedicionarios y otros navíos se sumaron a los que había en Cayo Confites, que ya de por sí estaba superpoblado y confrontaba problemas de todo tipo. Los entusiastas recién llegados muy pronto se convertían en compañeros de infortunio de aquellos que durante semanas o meses habían soportado el rosario de penurias que el cayo brindaba a sus visitantes. Reinaba, sin embargo, ocasionalmente, el entusiasmo, a pesar de las calamidades, la frustración y el desencanto. El día de la partida parecía estar cerca, pero nunca llegaba. En él incógnito día de la partida pensaban todo el tiempo los expedicionarios. Se decía que sólo se estaba en espera de un par de lanchas torpederas, otros dos bombarderos, que se agregarían a cuatro o cinco que ya estaban disponibles, y un nuevo y más moderno y grande buque que nunca terminaba de llegar y al que ya todos los hombres llamaban El fantasma. De hecho lo siguieron llamando fantasma aún después que apareció.
Uno de los barcos, la goleta Angelita, cayó por casualidad en manos del pequeño ejército el día 11 de septiembre y fue tal vez —como sugiere Tulio Arvelo— el momento estelar, la más importante acción militar, el más memorable y triunfal acontecimiento de la desaventura de Cayo Confites, quizás el único.
El mismo Tulio Arvelo describe con mesura este episodio que tanta alegría produjo a las tropas y que contribuyó en gran manera a levantar la decaída moral:
“Esa mañana de clara visibilidad en el horizonte, se armó un corre corre acompañado de un enorme griterío. Fui a indagar y alguien me dijo: ‘Se están embarcando en El Fantasma y van a partir’. Pensé que se trataba de la salida hacia Santo Domingo. Pedro y yo corrimos en busca de noticias. A los que preguntamos ninguno sabía lo que estaba sucediendo. Vimos desde la playa como se alejaba El Fantasma”.
“Después supe de qué se trataba. Mon Febles, un dominicano, viejo lobo de mar, vio un barco en el horizonte y gritó a viva voz: Ese es el ‘Angelita’ de Trujillo. Lo conozco porque fui su capitán durante muchos años”.
«Aquella exclamación corrió como pólvora y se resolvió capturar la nave trujillista para hacer la primera presa de la expedición. Se organizó un grupo comandado por Diego Bordas y se hicieron a la mar. La cacería del “Angelita” duró tres o cuatro horas y cuando lo
capturaron lo llevaron al cayo en medio de una gran algarabía». (1)
La versión de Fidel Castro sobre el mismo acontecimiento tiene unos tintes más personales y heroicos y difiere en muchos aspectos de la de Tulio Arvelo. Fidel se atribuye méritos y acciones que dio a conocer a una periodista en 1993 y que no se mencionan en escritos de otros expedicionarios. Aún así no hay que dudar de que la fidelidad del relato de Fidel sea fidedigna:
«Cuando íbamos acercándonos al cayo, Pichirilo [Ramón Emilio Mejía del Castillo], un dominicano jefe de aquel barco, muy buen marino, una persona muy buena que luego vino con nosotros en el Granma, vio una goleta a una distancia en que normalmente no se divisaría y dijo: “Esa es la goleta Angelita, de Trujillo”. Aquel hombre tenía una vista tremenda. Yo me quedé asombrado por la seguridad con que afirmó su visión.
«En cuanto llegó al cayo dio la voz de alarma y avisó al mando que por allí estaba cruzando la goleta Angelita, de Trujillo, que se dirigía de Este a Oeste, como procedente de Santo Domingo. No se sabía si se encontraba armada o si estaba espiando, o qué hacía por esa zona. Toda la fantasía se desarrolla siempre en situaciones de expediciones, aventuras y guerra.
«Se armó en medio del Atlántico un revuelo colosal. Un problema importante es-
taba teniendo lugar. Se reunieron los jefes, se formó la tropa, más bien un grupo grande de combatientes. Enseguida pidieron voluntarios para atacar la goleta de Trujillo y tomarla. Yo fui el primer voluntario que levantó la mano para la aventura de capturarla. Me enrolé, tomé mi fusil y listo. Entonces prepararon El Fantasma, porque era más rápido que la Maceo. Nos montamos de inmediato desde la misma orilla, porque era una barcaza de desembarco, bastante grande, seríamos 20 o 30 los encargados de la misión.
«Dieron la vuelta, ya Angelita venía acercándose, y de pronto, parecía que al ver nuestro barco, la goleta se alejaba. Estuvimos unas tres horas para darle alcance, hasta que nos fuimos acercando, pegaditos, muy cerca, muy cerca. Efectivamente, cuando nos aproximamos lo suficiente se comprobó que la goleta se llamaba Angelita y seguimos la misma operación hasta que, a unos metros de ella, casi pegados, nos levantamos por la borda —porque tenía como una cubierta—, y le dimos el alto.
«Había un hombre en cubierta, al que se le dio el alto, se le ordenó que no se moviera, pero él se movió, corrió y entró. Yo era el que más cerca estaba, pero no le tiré; no sé si alguna de la gente hizo algunos disparos al aire. Le di el alto, se suponía que la goleta podía estar armada, que podía tener dinamita o traer gente bajo cu-
«Fui el primero que llegué, penetré en la cabina e hice prisioneros a los tripulantes. Pero me di cuenta de que aquel hombre no era un peligro y no había nadie armado, no tenían ningún arma ni dinamita ni nada. Era una goleta de Trujillo porque todo en Santo Domingo era de él, y cruzaba por allí, porque era el lugar por donde tenía que pasar». (2)
Otros autores confirman el incruento final de esta versión, que dista mucho de ser unánime. Como de costumbre las narraciones sobre un mismo hecho tienden a ser diferentes. En la de Miguel Pumariega, se afirma que al Angelita “le tiraron con armas de grueso calibre delante de la proa para detenerlo”, y en la de Juan Bosch se asegura que los expedicionarios “cayeron en cubierta disparando sus armas”. (3)
Lamentablemente el botín del Angelita se lo sirvieron los hombres de Masferrer con la cuchara grande. Fue prácticamente un saqueo, otra de las muchas canalladas de Masferrer. Se “robaron numerosos objetos —sábanas, colchones, leche evaporada, cigarrillos y otros— que debieron haber entregado al alto mando para el uso que estimara conveniente”. (4)
Aparte de ese importante y a la vez amargo triunfo, los hombres de Cayo Confites no tuvieron muchos motivos de regocijo, con la excepción de la aparición de El fantasma el 8 de septiembre. En esa fecha los expedicionarios enfrentaban una nueva crisis de desabastecimiento de agua y los cubanos celebraban el día de la virgen de la Caridad del Cobre. Construían altares con los materiales más impensados, en los que colocaron imágenes de la virgen, se reunían en grupos de oración y oraban devotamente durante horas, hacían ofrendas, marchaban por el cayo en procesión. La llegada del fantasma había sido anunciada con antelación el día anterior, mediante un radiograma, pero los devotos la atribuyeron, y a lo mejor con razón, a un milagro de la milagrosa Virgen, la patrona de Cuba, la venerada Cachita.
“Algunos daban gracias a la virgen de la Caridad del Cobre por haberles traído la embarcación. Otros pregonaban a voz en cuello que al fin partirían hacia Santo Domingo”. (5) l
(Historia criminal del trujillato [112])
Tulio H. Arvelo, “Cayo Confite y Luperón, “Memorias de un expedicionario”, p. 59 Katiuska Blanco Castiñeira, “Fidel Castro Ruz, guerrillero del tiempo”, pags. 390-392. Humberto Vázquez García, “La expedición de Cayo Confites”, p. 249.
Ibid., 251.
Ibid., 240-241.
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El rico come; el pobre se alimenta. FRANCISCO DE QUEVEDO
Cada sabor, cada sapidez, cada regusto es flecha que atraviesa la carne flaca de la reminiscencia colectiva; que se clava y desgarra la masa inerme del instinto y del destino. Comer es, tanto así, un acto de clarividencia y un trance de utopía. Concurren, al ingerir, estética y poética y devoción insondables. Saborear es siempre formular un discurso recóndito acerca de uno mismo. Todo plato es una imagen y una crítica sobre lo imaginario y lo real, sobre lo pasado y lo futuro, sobre lo simbólico y lo tentadoramente concreto.
Alimentarse es, ni más ni menos, embuchar, tragar lo indispensable para sub-
sistir. Se alimenta el mendigo, se alimenta la bestia. Comer es suerte distinta: acaso una destreza más cercana a la retórica que a la fisiología. Se escribe un libro de comida como se escribe un libro de sonetos. En tanto el alimento es siempre el mismo, la comida es tenazmente otra. Comer es deseo, voluntad, imaginación que se saborea y se palpa; ilusión persistente que invade la nariz y los ojos y se deshace con ecos de erotismo. Alimentarse es biología; comer es cultura. La comida es un tropo, una metáfora de la alimentación.
Siempre pensé que la cocina dominicana no era la ‘cocina de palacio’, sino un producto de la etnología, o de una mezcla de biología y etnología. Comíamos tan sólo aquello que nuestra intuición y nuestras carencias habían depositado en el triste caldero campesino. Pedazos y vísceras de animales, cecinas, víveres, especias, frutas, azúcar, sal, agua. Todo aquello encerrado encima de la llama purificante. Pero había otros asuntos.
Al sobrarle algunas míseras esencias, al engullir un poco más de lo preciso para sostenerse, nuestra gente, quede claro, aportaba a la olla no sólo astucia y morbidez, sino sensualidad urgente, artimaña nebulosa, rumorosa sapiencia. Entonces, en el puchero hervían el ata-
vismo y la intuición, el arrebato y la escasez, la impudicia y el azar. Se calentaba allí todo cuanto teníamos de inocultable, de irrebatible, de inmanente. Borboteo perfecto: al lado de las costillas y el cilantro, junto al tocino y la yautía, entre los muslos de pollo y las auyamas, hervíamos, claro que sí, nosotros mismos.
Ahora lo creo con firmeza: la culinaria dominicana no se eleva más allá de las cimas repentinas y fragantes del sancocho de siete carnes. En este caldo solemne hay el conjuro que nos devuelve a un empíreo de plomizas confidencias, de tonalidades ardorosas, de vetustas providencias. En este plato radican los cimientos de nuestra religión gastronómica, las bases robustas de nuestro credo coquinario. Acaso la mitología remota de nuestro politeísmo alimenticio.
El sancocho de siete carnes representa el conjuro sacramental, el Padre Nuestro de la fe gastrológica nacional. El puerco chilindrón es llano, exageradamente obvio y carece de la sacralidad y el misterio ineludibles para concitar un rito, una solemnidad o, siquiera, una etiqueta. Ocurre lo mismo con el chivo guisado con chenchén y el asopa’o de pollo. Comida deliciosa, no cabe duda, pero unívoca, palmaria, sin trasfondos ni secretas notaciones.
Fabricar el nobilísimo mejunje de las Siete Carnes constituye un acto de liturgia que reclama iniciación conventual (sagacidad de secretos sombríos, de colores quemantes, de temblores añosos). Para su rigurosa preparación es indispensable el tributo, en porciones generosas, de longaniza, tocino, pollo, res, chuletas ahumadas, chuletas frescas y ‘carne de chivo con huesos de sopa’. Será necesaria, asimismo, la adición de cebollas, dientes de ajo, malagueta, ajíes, cilantro, pimienta negra, apio, orégano, sal, alcaparras, naranja agria y azúcar prieta. No habrá de faltar, por supuesto, la obligatoria ración de ñame, batata, yuca, yautía, maíz, plátano y auyama. Y luego, en el aquelarre —vislumbre de impudicia: rotundo oficio de saberes oscuros, de ardides movedizos, de ondulantes astucias—, todo aquello que bailotea y brinca y retoza largas horas en el regazo de la marmita efervescente.
Ars culinaria alucinante, el sancocho de siete carnes convoca un puñado de certezas que, amalgamadas, fundidas, transmutadas en tan venerable potingue, expresan más acerca de nuestra existencia y nuestro origen que todos los libros de historia. Y más, mucho más, que todas las patrañas sobre nuestra aciaga suerte de insulanos. l
El Caribe es una de las regiones de mayor diversidad política, económica, histórica y cultural. Los cambios que se están produciendo motivados por algunas economías emergentes, dinámicas migratorias, políticas de desarrollo, tratados y convenios de cooperación, nos invitan a mirar seriamente hacia estas realidades en el contexto del siglo XXI. Desde el ámbito académico y como respuesta a la necesidad de generar espacios que permitan un mejor conocimiento del Caribe fue creado el Centro de Estudios Caribeños de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra el cual viene desarrollando desde el 2012 diversas iniciativas en favor de los estudios de esta región.
Durante el año que finaliza el diseño y la ejecución de proyectos de investigación, las diversas conferencias impartidas a nivel nacional e internacional, la firma de convenios con universidades del Caribe y el desarrollo de diversos programas académicos permitieron el fortalecimiento de la imagen del Centro como un referente a nivel regional.
En el transcurso de este año se dio continuidad a programas que son pioneros en la realidad académica universitaria de la República Dominicana: Doctorado en Historia del Caribe y la Maestría en Estudio Caribeños.
El Doctorado en Historia del Caribe coordinado por la destacada historiadora Mukien Adriana Sang, aspira a formar investigadores que sean referentes científicos en el área de la Historia del Caribe e investigadores abiertos a los desafíos intelectuales. A finales de octubre se sustentó de manera satisfactoria la segunda tesis del programa. Este año inició su proceso de formación la tercera cohorte con un cuerpo docente de doctores nacionales e internacionales altamente preparados.
La Maestría en Estudios Caribeños diseñada para formar y desarrollar profesionales que comprendan y enfrenten los nuevos retos del Gran Caribe en un contexto de creciente complejidad y múltiples demandas también ha dado sus frutos. Recientemente sustentaron sus tesis los estudiantes de la segunda cohorte. Para el año 2023 se espera el inicio de la tercera cohorte de dicho programa.
En armonía con sus objetivos la Pucmm aprobó la Maestría en Literatura Comparada del Caribe que aspira a satisfacer –con la máxima solvencia académica– la necesidad que hay en la República Dominicana de estudiar las literaturas del Caribe. También, continuaron el proceso de formación los docentes del sector
público que están cursando la Maestría en Historia Aplicada a la Educación y se dio apertura a la Maestría en Administración y Estudios Electorales.
Junto a los programas académicos el Centro coordina la Cátedra de Estudios Caribeños Frank Moya Pons, la Cátedra de Cultura Caribeña Carlos Dobal y la Cátedra de Literatura Caribeña René del Risco Bermúdez, espacios que contribuyen a fortalecer los estudios sobre el Caribe y los programas académicos.
En el 2022 las cátedras desarrollaron y auspiciaron eventos de gran impacto. En junio la Cátedra de Literatura Caribeña René del Risco Bermúdez junto a la embajada francesa y el proyecto Connected Worlds que coordina la doctora Consuelo Naranjo desarrolló el seminario “Escritoras Caribeñas del siglo XX”, con la doctora Myriam Moïse como expositora principal y las destacadas académicas Delia Blanco y Emilia Pereyra como panelistas. En octubre la Cátedra de Cultura Caribeña Carlos Dobal formó parte de dos grandes eventos. El primero fue la inauguración en el Museo Fortaleza de Santo Domingo el 18 de octubre de la exposición “Esclavitud y legado cultural de África en el Caribe”, comisariado por el Dr. Miguel Ángel Puig-Samper y coordinada por Consuelo Naranjo. El segundo fue el “Congreso internacional: Esclavitud y Afrodescendientes en las Antillas Hispanas” que organizó la Dra. Consuelo Naranjo Orovio y Miguel Ángel Puig-Samper del 26-28 de octubre. A su vez la Cátedra de Estudios Caribeños Frank Moya Pons organizó en noviembre la conferencia “El comercio ilícito en el Caribe neogranadino desde una pers-
pectiva no moralista” dictada por la historiadora colombiana María Teresa Ripoll de Lemaitre de la Universidad Tecnológica de Bolívar.
El Centro participa en varios proyectos nacionales e internacionales cuyos resultados han sido frutíferos. Como parte del proyecto Connected Worlds que incluye 10 países, 15 instituciones participantes, 8 beneficiarios directos y 84 investigadores se realizaron varias estancias de investigación en España. Además de los artículos en revistas indexadas de alto impacto los resultados de los proyectos incluyen la publicación de dos libros sobre la migración china.
El primero titulado “La presencia china en el Gran Caribe: Ayer y hoy” es el resultado del proyecto que llevaba el mismo título de la obra, financiado por fundaciones académicas norteamericanas. En la obra se estudia el proceso de inmigración china hacia el Gran Caribe, desde el siglo XIX hasta el siglo XXI, y su impacto multilateral en la actual situación política nacional e internacional, como también en el aspecto económico y social de la región. Publicado en marzo y distribuido en 17 capítulos, la obra está estructurada en tres grandes partes: la historia de la migración china en el Caribe; la actualidad y un estudio de percepción de líderes de opinión. También cuenta con estudios de casos muy concretos donde la migración china tuvo impacto: Cuba, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Panamá, Colombia y Estados Unidos.
El segundo titulado “La migración china en República Dominicana 1961-2018” fue publicado en abril junto al Instituto
Nacional Migración. La obra de la autoría de la historiadora Mukien Adriana Sang Ben, completa el ciclo iniciado por el historiador José Chez Checo en su libro “La migración china en República Dominicana, 1862-1961”, publicado en el 2021 por la Academia Dominicana de la Historia. El libro consta de tres partes y nueve capítulos con un prólogo de Wilfredo Lozano, director general del Instituto Nacional de Migración. Ambas obras se inscriben en el marco del proyecto Connected World y constituyen un valioso aporte a la literatura de las migraciones y abre un campo de investigación en relación a los estudios de los procesos inmigratorios y sus contribuciones a la diversidad sociocultural del Caribe.
En el año 2023 seguiremos caminando. La complejidad de la región, los efectos del COVID-19, las consecuencias políticas y económicas de la guerra en Ucrania, las implicaciones geopolíticas de las tensiones entre Estados Unidos y China, la realidad de las migraciones, la crisis climática entre otros temas; nos motiva a seguir caminando, indagando, conociendo, investigando y haciendo alianzas con otros, que, como nosotros, también quieren seguir profundizando en el complejo y maravilloso espacio del Caribe plural, insular y continental. l
“Connected Worlds: The Caribbean, Origin of Modern World”. This project has received funding from the European Union´s Horizon 2020 research and innovation programme under the Marie Sklodowska Curie grant agreement Nº 823846. Dirigido por Consuelo Naranjo Orovio desde el Instituto de Historia-CSIC.
1963
LENIN RAMOS Lenin RamosDados los acontecimientos internacionales actuales que involucran tanto a la República Dominicana como a la República de Haití, la Zona Retro de esta semana comparte un reportaje especial sobre la invasión a la sede de la embajada dominicana en Haití por militares haitianos, que pone en jaque la relación entre estos dos países.
A finales de abril de 1963, cuando Haití vivía la dictadura comandada por el tirano François Duvalier, a diferencia de República Dominicana que tenía un estado democrático y soberano, dirigido por el profesor Juan Bosch, se produjo un conflicto diplomático de proporciones graves que casi provoca una guerra entre ambos países.
Se trata de la invasión que vivió la Embajada Dominicana ubicada en la capital de Haití, Puerto Príncipe, por miembros del voluntariado de la seguridad nacional, también conocidos como Tonton-Macoute, el 27 de abril. Este evento alcanzó magnitudes tan grandes que requirió la intervención de organismos internacionales.
El suceso giró en torno a la acusación del presidente Duvalier, sobre el fallido intento de secuestro a dos de sus hijos, en el cual murieron varias personas. El mandatario acusó a Benoit de encabezar dicho acto y a la República Dominicana de otorgarle asilo político. Benoit fue un militar de carrera y campeón de tiro, considerado líder de la oposición haitiana.
Cuando el encargado de Negocios de la República Dominicana en Haití, doctor Frank Bobadilla Rejincos llegaba a la Embajada Dominicana fu abordado por dos soldados haitianos armados con fusiles. A los que les pidió retirarse, en cambio, estos hicieron caso omiso y registraron todas las oficinas de la sede diplomática. Ante las protestas del plenipotenciario los soldados haitianos abandonaron la estructura, pero permanecieron en los alrededores, rodeando las afueras de la entidad.
Reacción del gobierno dominicano Horas después del incidente, el presidente de la República Dominicana, profesor Juan Bosch, pronunció un discurso desde el Palacio Nacional, en torno a la situación creada por los atropellos cometidos por el
gobierno haitiano. “Este gobierno no ha cometido el menor acto de agresión, ni siquiera verbal, contra ningún gobierno de América, a pesar de que en América hay varios gobiernos que no son democráticos. Sin embargo la dignidad dominicana ha sido ultrajada en Haití de manera indignante. Y no estamos dispuestos a tolerar esa situación, y no la toleraremos por ningún motivo”, expresó el mandatario.
En referencia al pueblo, hizo saber que todos tenían conocimiento de la violación a la cancillería y la embajada dominicana por parte de la policía haitiana. De igual manera, aclaró que el país que no se hace respetar no tiene derecho a llamarse una nación libre; y que la República Dominicana era una nación libre, por voluntad de sus fundadores y por la sangre de los que la mantuvieron libre y soberana; así como lo es por voluntad de su pueblo y por la decisión del gobierno democrático que el pueblo había elegido ese 20 de diciembre del 1962.
En ese sentido, señaló que no había sido el único ataque realizado a la República Dominicana, ya que en enero de ese año (1963), había aparecido asesinado el cónsul dominicano en Los Cayos, y que hasta ese entonces el gobierno haitiano no había dado una explicación sobre el salvaje crimen.
De igual manera, explicó que Haití con la intención de ofender a los dominicanos había estado rechazando diplomáticos dominicanos y declarándolos no gratos, como fueron los casos de Marcos A. Cabral, Ciro Amaury Dargam Cruz y Antonio Jiménez Dájer. Así como la negación de salvoconductos a los haitianos asilados en la embajada dominicana en tierra haitiana.
En relación con esto, señaló que desde junio de 1962, un año antes, cuando co-
menzaron a asilarse haitianos perseguidos por su gobierno, solo seis habían obtenido salvoconductos de 28 que se habían asilado.
Reacción Social Violentos disturbios en las afueras de la Embajada haitiana fueron la respuesta de los ciudadanos dominicanos ante la actitud del Gobierno de Haití contra la soberanía nacional. La intención era vengar los ataques hechos a la embajada dominicana en Haití.
La multitud enardecida lanzaba piedras al edificio al mismo tiempo que gritaban frases como “incendien la bandera haitiana” y “¡Abajo Duvalier!”, mientras la policía acudió al lugar utilizando bombas lacrimógenas para frustrar el piquete frente a la embajada. La pedrea duró más de dos horas y rompieron los vidrios de la puerta del frente.
La asociación de Industrias de la República dirigió un mensaje al presidente Bosch ofreciendo plano respaldo a las medidas y decisiones tomadas por el Gobierno frente a las violaciones cometidas por el gobierno de Haití.
Entre las medidas tomadas por el presidente Bosch ante la situación imperante en ese entonces, se puede mencionar: que ordenó rodear de militares la embajada haitiana, para evitar que esta fuese atacada por civiles. De igual manera mandó a militarizar la frontera con soldados bien armados, así como reiteró la advertencia a las autoridades haitianas de que si Haití agrediese nuevamente a la República Dominicana se tomarían caminos diferentes.
Ayuda internacional
El Primer magistrado de la nación envió
una carta al presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la cual reiteró la postura del Gobierno dominicano frente a la crisis que afectaba a las dos naciones, República Dominicana y Haití, que comparten el dominio de la isla.
La carta fue publicada en el periódico El Caribe, del cual extraemos los siguientes fragmentos:
Excelentísimo señor:
“Tengo a honra acusar recibo del cable de Vuestra Excelencia de fecha de ayer en el cual transcribe la parte dispositiva de la resolución aprobada anoche por el Consejo de esa Organización convocando la reunión de los Ministros de Relaciones Exteriores Americanos para estudiar la situación que ha surgido entre la República Dominicana y la República de Haití.
Mi Gobierno se complace en informar a Vuestra Excelencia que está dispuesto a prestar su más amplia cooperación a la comisión designada por el Consejo, actuando como órgano provisional de consulta, para estudiar sobre el terreno la situación anteriormente mencionada, y a no realizar ningún acto susceptible de agravar el estado de cosas existente”…
Cinco integrantes de la comisión de la OEA llegaron a la capital de Haití para estudiar la situación entre los dos países vecinos, de manera que se pudiera solucionar de buena manera el conflicto establecido.
La comitiva estuvo compuesta por Alberto Zuleta, jefe del grupo que llegó desde Santo Domingo, Santiago Salazar Santos, de Colombia; Enrique Gajardo, de Chile; Armando Interian, de El Salvador y de Estados Unidos William Sanders, asistente del secretario general de la OEA.
En un acuerdo entre los dos mandatarios, se concluyó que Duvalier aprobaría salvoconductos a veinte de veintitrés asilados que se encontraban en la Embajada dominicana en Puerto Príncipe.
Algunos dominicanos deseaban una actitud más enérgica para destruir por completo el régimen haitiano. Otros prefirieron que la cuestión terminara pronto así todo se tranquilizaba.
El presidente Bosch expresó que los problemas de dignidad y de soberanía no se medían por el número de personas afectadas, haciendo referencia a que la disputa domínico-haitiana continuaba porque eran tan importantes tres como veinte.
En ese sentido, enfatizó que la democracia dominicana y la dictadura haitiana no podrían existir de lado a lado, ya que Duvalier era un peligro perpetuo para los dominicanos. l
En
tropas haitianas invadieron la sede de la embajada dominicana en Puerto Príncipe, violaron reglas diplomáticas y acusaron al Estado dominicano de proteger
al teniente Francois Benoit, líder de la oposición haitiana contra Francois DuvalierEl presidente de la República, profesor Juan Bosch, reunido en el Palacio Nacional con los miembros de la Comisión de la OEA. OGM
Traje una artillería pesada, de grueso calibre.
- ¡Dispara!
Hace más de tres años que fui a visitar a Cuqui Batista, el arquitecto. En aquella ocasión me lo recomendó Danilo de los Santos para un escrito sobre Sergio Augusto Hernández, quien a su vez me llevó a la hermosa casa de las ceibas de Mauricio Estrella. “Él sabe más que yo de Sergio porque es su sobrino”, me dijo.
En esta ocasión me le aparecí mejor armado, casi como un hormigón, cámara y una serie de interrogantes, casi como bazucas, sobre construcción y arquitectura.
¿Es la arquitectura un arte? Cuqui Batista no cree que la arquitectura sea arte e ironiza ese concepto al decir que “cualquier cosa es arte y como dice el refrán español ‘con arte y engaño, vivimos medio año y con engaño y arte, la otra parte’ y eso es el juego”. Por eso Cuqui se remonta a los inicios de la arquitectura, mucho antes de Cristo y se suelta a hablar de uno de sus pioneros: Marcus Vitruvius Pollio. Es el mismo Vitruvius de las proporciones que inspiró a Leonardo Da Vinci para presentar las del cuerpo humano en su conocido “hombre de Vitruvio”. Cuqui concluye que la arquitectura es una ciencia.
¿Y tú no consideras, por ejemplo, que esas construcciones que hiciste en los inicios de la Universidad Madre y Maestra, no son obras de arte? (risa) Eso es una obra de locos. Parece que me la tienen escondida, rodeada de árboles. Pero esa estructura no es mía; ellos pueden tumbarla. Me pasó una vez con la iglesia de Pueblo Nuevo que el cura dijo que su mamá se había caído y por eso la quería tumbar y yo le dije: “Pero bueno, eso no le costó nada a ustedes porque se la dio el gobierno y se la dibujé yo de gratis, así es que no, no pueden tumbarla. El mundo es eso.
Un señor de la Universidad de Berkeley, California, Christopher Alexander que yo creía que era americano (Viena, Austria 1936) planteó en la década del 60 que debía buscarse un método para diseñar. Enseguida la Universidad le dio un año sabático, y el hombre parece que dijo algo precipitado, por más que estaba haciendo un libro, en el que planteaba que se necesitaba descanso y que no hubiera promiscuidad en una casa. Así, de-
bería haber zonas para los padres y para los niños, para las visitas.
Christopher Alexander planteó la necesidad de pertenencia del área para la comodidad y privacidad del habitante. Son muchos los aspectos que Alexander aportó para el mejoramiento de la estadía del ser humano en su espacio, sus luces, el sonido, la simetría, etc. que él planteó en numerosas obras.
Pero, según Cuqui, a pesar de todo su aporte a la arquitectura, Alexander no logró elaborar el famoso “método”.
La arquitectura, que sí está considerada como un arte, presenta infinidad de soluciones a los espacios donde se creará el hábitat adecuado. Y eso mismo es lo que hizo Alexander en la trayectoria de su carrera. No podía elaborar “el método” porque es imposible, de la misma manera que Kandinsky quiso hacerlo en pintura, o Monet, que pensaba que había encontrado la fórmula antiacadémica para pintar de una sola manera: impresionista.
Muchos de los edificios de la Era de Trujillo realizados por Guillermo González, quien fue profesor de Cuqui y con quien trabajó, fueron estudiados por el
arquitecto Emilio Brea quien luchó por evitar que demolieran El Jaragua.
Todos esos edificios que escaparon a la modernidad fueron esplendorosos en su momento y muchos respondían a corrientes europeas identificables, como es el caso de la Bauhaus alemana, más reconocida en el plano pictórico.
La primera Bauhaus vino como un pugilato de la escuela Werkbund que había sido iniciada por un hombre de apellido Muthesius (Hermann Muthesius), arquitecto, con muchas relaciones sociales y políticas. Lo nombran agregado en la embajada de Inglaterra para que, desde esa posición, en Londres, investigara cómo vivían los ingleses. Los alemanes pensaban que los ingleses vivían mejor que ellos y por eso lo mandaron para que rinda un informe.
…Después, una escuela quita otra con más lógica. Y aparece como jefe Gropio (Water Gropius) a quien conocí cuando fuimos a Harvard por una invitación a Monseñor Polanco Brito.
La Bauhaus dirigida por Gropius, que era arquitecto, no tuvo sección de arquitectura. En esa ocasión se destacó Moholy-Nagy (Laszlo 1895-1946) como el artista más completo. Todo el mundo hablaba de pintura, escultura, de gráfica; pero de arquitectura no. Cuando botaron a Gropius y ponen a Meyer (Hans Meyer, suizo, 1889-1954) entonces se instala el departamento de Arquitectura. Pero quien la fortaleció fue su sucesor, Van der Rohe, picapiedras e hijo de una familia, que siguió el oficio y nunca fue a la universidad a estudiar arquitectura y era el arquitecto más famoso de la Tierra… hasta ahora. ¿Por
qué? Porque supo copiar el Partenón, como modelo, inteligentemente por ser el edificio más simple, más sencillo… columnas y ya, pero entonces, él transforma eso en cualquier cosa, por ejemplo el edificio Bacardi en Cuba (el museo Bacardi de Santiago de Cuba), un ron y luego otro auditorio de Chicago, en Berlín, en Haití… es la misma cosa. El hombre simplifica.
En realidad, hay una recreación a partir del Partenón, una transformación que es lo que muchos piensan que hizo Cuqui con el edificio del Partido Reformista de Santiago.
Uno que me puso en su revista que parece un libro. Ese me dice que yo copié el Partido Reformista, el que está allí al lado del cementerio, de Van der Rohe. No, yo nunca he pensado en copiar de nadie. Yo ya te conté que, desde el primer día, ya cuando fui a la universidad ya yo generaba con razón, lo que después se ha querido poner como un método, que nadie tiene todavía. Todavía de ese encuentro que te conté ahorita, no está hecho en ninguna universidad. Nadie tiene un método para diseño.
Estos espacios fueron construidos en el momento de la niñez que le queda marcada a cualquier ciudadano y que lo acompaña, junto a la canción de moda, para siempre. Tanto el Cementerio como el Partido Reformista serán siempre un referente de la parte norte de Santiago.
Esos espacios son referentes de identidad. Ellos son testigos de nuestra ida y vuelta cotidiana a la escuela; conocen igualmente nuestras ausencias y fugas de las aulas, pero guardan el secreto con complicidad.
Esos edificios y construcciones siempre tienen un padre o una madre: el autor que las diseñó y realizó.
Cuqui Batista es el padre de muchos de los edificios que conforman la ciudad, que forma parte de nosotros cuando conocemos su historia, cuando nos hermanamos con sus casas y cuando conocemos los forjadores del conglomerado: sus héroes, educadores, pintores, músicos, locos, comerciantes, vendedores y arquitectos. Ellos, y los que no enumero, son nuestra identidad.
Los edificios, como los cuadros de pintura, las partituras, esculturas, etc., tienen un autor con su nombre preciso.
Y Cuqui Batista es el autor de numerosas obras de arquitectura, no solo de Santiago, sino del país. ¿con un método o sin él, con influencias Bauhaus o Arte Nouveau? Continuará… l
Repito: la Navidad no es de hoy, es ya de ayer y seguirá siendo de mañana. Aquí encontrarán textos del año 200, 300, 400 y más. Es impresionante todo esto.
Les deseo un feliz y venturoso año 2023.
1-La verdadera luz, la verdadera vida y justicia
“El niño Jesús que nos ha nacido y que, en los que le reciben, crece diversamente en sabiduría, edad y gracia, no es idéntico en todos, sino que se adapta a la capacidad e idoneidad de cada uno, y en la medida en que es acogido, así aparece o como niño o como adolescente o como perfecto. Es lo que ocurre con el racimo de uvas: no siempre se muestra idéntico en la vid, sino que va cambiando al ritmo de las estaciones: germina, florece, fructifica, madura y se convierte finalmente en vino.
Así pues, la viña, en el fruto todavía no maduro ni apto para convertirse en vino, contiene ya la promesa, pero debe esperar la plenitud de los tiempos. Mientras tanto, el fruto no está en modo alguno desprovisto de atractivo: en vez de halagar al gusto, halaga al olfato; en la espera de la vendimia, conforta los sentidos del alma con la fragancia de la esperanza. La fe cierta y segura de la gracia que espera es motivo de gozo para quienes esperan pacientemente conseguir el objeto de la esperanza. Es exactamente lo que sucede con el racimo de Chipre: promete vino, no siéndolo aún; pero mediante la flor –la flor es la esperanza–, garantiza la gracia futura.
Y como quiera que quien plenamente se adhiere a la ley del Señor y la medita día y noche, se convierte en árbol perenne, pingüe con el frescor de aguas vivas y fructificando a su tiempo, por esta razón la viña del Esposo, que hunde sus raíces en el ubérrimo oasis de Engadí, esto es, en la profunda meditación regada y alimentada por la sagrada Escritura, produjo este racimo pletórico de flor y de vitalidad, fija la mirada en quien lo plantó y lo cultivó. ¡Qué bello cultivo, cuyo fruto refleja la belleza del Esposo!
El es en verdad la verdadera luz, la verdadera vida y la justicia verdadera, como se lee en la Sabiduría y en otros lugares paralelos. Y cuando alguien, con sus obras, se convierte en lo que él es, al contemplar el «racimo» de su conciencia, ve en él al mismo Esposo, pues intuye la luz de la verdad en el esplendor y la pureza de su vida. Por eso dice aquella fértil vid: «Mío es el racimo que florece y germina». El es el ver-
dadero racimo, que a sí mismo se exhibe en el madero y cuya sangre es alimento y salvación para cuantos la beben y se alegran en Cristo Jesús, nuestro Señor, al cual la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.” (San Gregorio de Nisa, Comentario sobre el Cantar de los cantares. Año 335-394).
2-El nacimiento de la paz “Aunque aquella infancia, que la majestad del Hijo de Dios se dignó hacer suya, tuvo como continuación la plenitud de una edad adulta, y, después del triunfo de su pasión y resurrección, todas las acciones de su estado de humildad, que el Señor asumió por nosotros, pertenecen ya al pasado, la festividad de hoy renueva ante nosotros los sagrados comienzos de Jesús, nacido de la Virgen María; de modo que, mientras adoramos el nacimiento de nuestro Salvador, resulta que estamos celebrando nuestro propio comienzo.
Efectivamente, la generación de Cristo es el comienzo del pueblo cristiano, y el nacimiento de la cabeza lo es al mismo tiempo del cuerpo,
Aunque cada uno de los que llama el Señor a formar parte de su pueblo sea llamado en un tiempo determinado y aunque todos los hijos de la Iglesia hayan sido llamados cada uno en días distintos, con todo, la totalidad de los fieles, nacida en la fuente bautismal, ha nacido con Cristo en su nacimiento, del mismo modo que ha sido crucificada con Cristo en su pasión, ha sido resucitada en su resurrección y ha sido colocada a la derecha del Padre en su ascensión.
Cualquier hombre que cree –en cualquier parte del mundo–, y se regenera en Cristo, una vez interrumpido el camino de su vieja condición original, pasa a ser un nuevo hombre al renacer; y ya no pertenece a la ascendencia de su padre carnal, sino a la simiente del Salvador, que se hizo precisamente Hijo del hombre, para que nosotros pudiésemos llegar a ser hijos de Dios.
Pues si él no hubiera descendido hasta nosotros revestido de esta humilde condición, nadie hubiera logrado llegar hasta él por sus propios méritos.
Por eso, la misma magnitud del benefi-
cio otorgado exige de nosotros una veneración proporcionada a la excelsitud de esta dádiva. Y, como el bienaventurado Apóstol nos enseña, no hemos recibido el espíritu de este mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, a fin de que conozcamos lo que Dios nos ha otorgado; y el mismo Dios sólo acepta como culto piadoso el ofrecimiento de lo que él nos ha concedido.
¿Y qué podremos encontrar en el tesoro de la divina largueza tan adecuado al honor de la presente festividad como la paz, lo primero que los ángeles pregonaron en el nacimiento del Señor?
La paz es la que engendra los hijos de Dios, alimenta el amor y origina la unidad, es el descanso de los bienaventurados y la mansión de la eternidad. El fin propio de la paz y su fruto específico consiste en que se unan a Dios los que el mismo Señor separa del mundo.
Que los que no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios, ofrezcan, por tanto, al Padre la concordia que es propia de hijos pacíficos, y que todos los miembros de la adopción converjan hacia el Primogénito de la nueva creación, que vino a cumplir la voluntad del que le enviaba y no la suya: puesto que la gracia del Padre no adoptó como herederos a quienes se hallaban en discordia e incompatibilidad, sino a quienes amaban y sentían lo mismo. Los que han sido reformados de acuerdo con una sola imagen deben ser concordes en el espíritu.
El nacimiento del Señor es el nacimiento de la paz: y así dice el Apóstol: El es nuestra paz; él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, ya que, tanto los judíos como los gentiles, por su medio podemos acercarnos al Padre con un mismo Espíritu.” (San León Magno, Sermón 6 en la Natividad del Señor. Año 400-461).
3-En un niño vino la plenitud de la divinidad
“Ha aparecido la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor al hombre. Gracias sean dadas a Dios, que ha hecho abundar en nosotros el consuelo en medio de esta peregrinación, de este destierro, de esta miseria.
Antes de que apareciese la humanidad
de nuestro Salvador, su bondad se hallaba también oculta, aunque ésta ya existía, pues la misericordia del Señor es eterna. ¿Pero cómo, a pesar de ser tan inmensa, iba a poder ser reconocida? Estaba prometida, pero no se la alcanzaba a ver; por lo que muchos no creían en ella. Efectivamente, en distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios por los profetas. Y decía: Yo tengo designios de paz y no de aflicción. Pero ¿qué podía responder el hombre que sólo experimentaba la aflicción e ignoraba la paz? ¿Hasta cuándo vais a estar diciendo: «Paz, paz», y no hay paz? A causa de lo cual los mensajeros de paz lloraban amargamente, diciendo: Señor, ¿quién creyó nuestro anuncio? Pero ahora los hombres tendrán que creer a sus propios ojos, ya que los testimonios de Dios se han vuelto absolutamente creíbles. Pues para que ni una vista perturbada pueda dejar de verlo, puso su tienda al sol.
Pero de lo que se trata ahora no es de la promesa de la paz, sino de su envío; no de la dilatación de su entrega, sino de su realidad; no de su anuncio profético, sino de su presencia. Es como si Dios hubiera vaciado sobre la tierra un saco lleno de su misericordia; un saco que habría de desfondarse en la pasión, para que se derramara nuestro precio, oculto en él; un saco pequeño, pero lleno. Ya que un niño se nos ha dado, pero en quien habita toda la plenitud de la divinidad. Ya que, cuando llegó la plenitud del tiempo, hizo también su aparición la plenitud de la divinidad. Vino en carne mortal para que, al presentarse así ante quienes eran carnales, en la aparición de su humanidad se reconociese su bondad. Porque, cuando se pone de manifiesto la humanidad de Dios, ya no puede mantenerse oculta su bondad. ¿De qué manera podía manifestar mejor su bondad que asumiendo mi carne? La mía, no la de Adán, es decir, no la que Adán tuvo antes del pecado.
¿Hay algo que pueda declarar más inequívocamente la misericordia de Dios que el hecho de haber aceptado nuestra miseria? ¿Qué hay más rebosante de piedad que la Palabra de Dios convertida en tan poca cosa por nosotros? Señor, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder? Que deduzcan de aquí los hombres lo grande que es el cuidado que Dios tiene de ellos; que se enteren de lo que Dios piensa y siente sobre ellos. No te preguntes, tú, que eres hombre, por lo que has sufrido, sino por lo que sufrió él. Deduce de todo lo que sufrió por ti, en cuánto te tasó, y así su bondad se te hará evidente por su humanidad. Cuanto más pequeño se hizo en su humanidad, tanto más grande se reveló en su bondad; y cuanto más se dejó envilecer por mí, tanto más querido me es ahora. Ha aparecido —dice el Apóstol— la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor al hombre. Grandes y manifiestos son, sin duda, la bondad y el amor de Dios, y gran indicio de bondad reveló quien se preocupó de añadir a la humanidad el nombre de Dios.” (San Bernardo de Claraval, Sermón en la Epifanía del Señor. Año 1090-1153).
CERTIFICO que los textos reproducidos son copias textuales de sus originales.
DOY FE en Santo Domingo de Guzmán a los treinta (30) días del mes de diciembre del año del Señor dos mil veintidós (2022). l
Juan Hernández es un joven romanense cuyas publicaciones le han merecido muchas distinciones de premios literarios, algunos de ellos otorgados por el Ministerio de la Juventud, de la Real Academia de la Lengua, del Ayuntamiento de La Romana, donde fue declarado como “Hijo Distinguido” en 2017. A través de
l ¿Cuántos libros has publicado y de qué tratan cada uno?
l He publicado 5 libros: “Cantar de hojas muertas” en 2010, lo hice cuando tenía 19 años. Ahí me convertí en uno de los escritores más jóvenes del país. El segundo fue en 2014, titulado “Mosa de un suicida”; el tercero es “El oráculo ardiendo”, en 2016 y en 2019 lancé “La insurgencia de la metáfora”, una antología en la que compilé la obra de los 30 poetas más importantes de los años 60 que surgieron después de la muerte de Trujillo, con un estudio introductorio mío. Entre ellos están Tony Raful, Mateo Morrison, Andrés L. Mateo, Enriquillo Sánchez, Juan José Ayuso y Jeanette Miller. El quinto “El nieto postizo”, es el primero en el género de la narrativa, ya que los demás son poesías y ensayos. ese libro ganó el segundo lugar en el Primer Concurso de Cuentos de la Fundación René del Risco Bermúdez en 2020 con un grado internacional.
l ¿Cuándo te inicias en la literatura, alguna influencia familiar?
l En mi familia no hay escritores como profesionales, pero sí algunos que han escrito algo de manera más aficionada. Comencé a escribir desde los once años, cuando estaba la primaria, pero nunca me lo tomé en serio. Lo hacía ocasionalmente, quería ser muchas otras cosas en la vida, no necesariamente escritor. A partir de los 17 años sentía que la literatura no era solo un pasatiempo, sino algo con lo que me podía comunicar con la humanidad. He visto escritores que han trascendido en el tiempo, quiero hacerlo también, entonces es ahí cuando comencé a escribir más interesado, a reunirme con otros escritores, participar en la vida pública en mi pueblo natal y la gente empezó a conocerme. Es ahí cuando publico mi primer libro muy jovencito y el resto ha sido historia.
l ¿Para qué género escribes?
l Escribo poesías, ensayos, cuentos y canciones desde muy adolescente. De cara al futuro aspiro a escribir novelas y obras de teatro que son tipologías textuales que me faltan por cultivar.
l ¿Escritores que son un referente en tu carrera?
l Podría citar un montón de escritores que son referentes importantes. Cuando empecé a escribir seguí mucho la poesía de Pablo Neruda, Charles Baudelaire y Ángel González. En el plano de la narrativa siempre fui un gran lector de García Márquez, Jorge Luis Borges y José Saramago, pero andando el tiempo son muchísimos los escritores que me han encantado. Admiro la literatu-
la literatura, él ha podido también servir a su comunidad mediante la promoción de la lectura, el arte y diversas manifestaciones culturales y “por supuesto, animando a otros escritores para que hagan lo mismo”. Como gestor cultural, posición pública que ocupó en pueblo natal, tuvo la oportunidad de promoción
la lectura y desarrollar la Feria Provincial del Libro, la cual espera retomar más adelante. En la actualidad, Hernández Inirio estudia un Master en Cultura Contemporánea, Literatura, Instituciones Artísticas y Comunicación Cultural en la universidad complutense de Madrid, España.
cuento o ese inicio de una novela y a veces me puedo tomar más tiempo. El escritor es un atalaya, un observador permanente de la realidad, no solo de la inmediata o del presente, sino también que está en diálogo con el pasado y con el porvenir.
l ¿Ha cambiado en algún momento el final de una de sus historias?
l Claro que sí, y lo recuerdo perfectamente en el “La suerte de los cantantes” publicado en mi libro “El nieto postizo”. Aunque me ha pasado varias veces, menciono este caso particular porque a ese cuento le cambié el final muchas veces. En esencia lo que iba pasar como quiera ocurrió, pero las circunstancias que detonaron el acontecimiento fueron las que cambiaron porque quería que fuera lo más realista posible. Uno como escritor procura la verosimilidad, que las cosas parezcan verdad, aunque uno esté escribiendo de algo insólito.
l ¿Comparte la escritura con la gestión cultural? ¿Cuáles han sido sus aportes en ese campo?
Comencé a escribir desde los once años, pero nunca me lo tomé en serio, quería ser muchas otras cosas en la vida, no necesariamente escribir”.
De cara al futuro aspiro escribir novelas y obras de teatro que son los géneros o tipologías textuales como me gusta decirles que me faltan por cultivar”.
ra clásica de Cervantes, Quijote de la Mancha y Gustav Flaubert. En la literatura latinoamericana uno de mis escritores predilectos es Juan Rulfo. En el campo de la poesía me han abierto mucho los ojos los poetas Walt Whitman y otros. Siempre los escritores estamos en deuda con todos los que nos han precedido en el tiempo.
l ¿En qué momento sabes que te ha llegado la inspiración?
l Me pasa en la calle, en un evento, en el trabajo, dependiendo de las cosas que veo a mi alrededor y de repente me llegan ideas sobre un poema, un ensayo... Me llega con mucha frecuencia, entonces cuando tengo momentos de mayor tranquilidad me siento a escribir. A veces puedo terminar esa obra, poema,
l Desde muy jovencito, a la par de mi labor como escritor estando en La Romana me uní a la comunidad de gestores culturales, comencé a participar en las actividades culturales que allá se hacían. Con el paso del tiempo me fui convirtiendo en una figura que concitó la atención de la comunidad, entonces se dio la ocasión de ocupar una posición pública, la de director provincial de Cultura de La Romana. Ahí tuve la oportunidad de desarrollar otras iniciativas, siendo la más importante de ellas la Feria Provincial del Libro en 2018 durante 4 días y que se replicó en 2019. Fue un evento que aglutinó a grandes figuras de nuestro país, que le dio un gran colorido a nuestra provincia. Me siento bien orgulloso de haber promovido mucho el teatro en La Romana, ya que ese actividad no tiene una presencia tan viva en los pueblos. En La Romana había un gran movimiento teatral pero se había difuminado, entonces me esforcé mucho para llevar actividades teatrales, tanto de grupos de La Romana, de Santo Domingo y del Cibao. En fin, tuvimos un despertar. l