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PERIÓDICO DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA - AÑO VII - Nº 35 - ABRIL 2020

Carlos Sacamata


Esta columna tiene la intención de conocer las recetas y tradiciones familiares de quienes habitan nuestro querido barrio. Hoy les presentamos a Elina Lamboglia y su familia. Como siempre, desafiamos a los lectores a que la prueben. ¡Buen apetito! Que lo disfruten. UNA RICA PIZZA

Hola, soy Elina Lamboglia, mi familia está formada por mi esposo Guillermo Choque y mis 3 hijos Tamara, Franco y Giuliana. Hace aproximadamente 14 años vivimos en este barrio, en la casa 87.Gracias a mi hermano César Oscar Verón que nos aconsejó vivir acá, por la tranquilidad y seguridad que reina en este lugar. Sin dudas aprendimos a quererlo por sus historias interesantes y hoy nos sentimos parte de él. Les cuento que tenemos como costumbre los viernes a la noche hacer pizzas caseras, algunos vecinos hace un tiempo atrás tuvieron el agrado de probarlas y a la vez nos dieron una mano, agradecidos con ellos.

INGREDIENTES PARA 4 PIZZAS:

1 kg de harina común, 50 g de levadura, un puñadito de sal, aceite un pocillo de café chico, una cucharadita de azúcar y el toque secreto un puñado de orégano.

PREPARACIÓN: Se coloca en un bol la harina y se hace un hueco en el medio, aparte se disuelven los 50 g de levadura en una taza con agua tibia y una cucharadita de azúcar, luego se deja fermentar; mientras tanto agregar en el bol con la harina los otros ingredientes: aceite, orégano y sal. Luego se le agrega la levadura fermentada. Se va mezclando todo y a la vez agregando agua tibia hasta lograr una masa suave y elástica. En ese momento se enciende el horno a 160 grados, una vez amasada se deja descansar hasta que duplique su volumen en un ambiente cálido, luego separar 4 bollos iguales. Consejo: trabajar la masa con un toque de aceite en las manos. Recuerden preparar la salsa que gusten en el tiempo que la masa tarda en levantar. Preparar 4 pizzeras con aceite y colocar los bollos en cada uno, dejar descansar 5 o 10 minutos para poder estirar la masa; luego agregar la

salsa controlando que no esté caliente. Volver a dejar descansar las pre pizzas 10 minutos, luego hornearlas por 10 o 15 minutos hasta lograr que se despegue de las pizzeras. Luego prepararlas a gusto y hornear nuevamente. Recuerden que lo ideal es con mozzarella.

. NOTA: ELINA LAMBOGLIA

Carlos Sacamata Carlos Sacamata nació en Comodoro Rivadavia el 19 de diciembre de 1950 y falleció en diciembre de 2013 en la ciudad de El Calafate. Su abuelo fue el cacique tehuelche Juan Sacamata, quien habitó las orillas del Senguer en la provincia del Chubut, tierra donde ahora descansan los restos del poeta según su última voluntad. Dedicó su vida a la escritura de poesía y a la investigación exhaustiva de la cultura tehuelche. Ofreció generosamente charlas en escuelas e instituciones para difundir su tarea y acercar una visión descolonizada de la vida de los tehuelches en la Patagonia; su lengua, su mitología y su cosmovisión. Fue un destacado hacedor cultural en las ciudades de Chubut y Santa Cruz, recorrió el territorio patagónico en su búsqueda incansable por los orígenes, cuestión que compartió con su amigo, el investigador Rodolfo Casamiquela. Fundó la legendaria revista “Chalten”, con la que dio a conocer a todos los autores patagónicos que circulaban en la época; todos sus números se hallan para consulta en la biblioteca municipal de Comodoro Rivadavia. También impulsó

LA PLUMA ROTA Hubiera dado tantas cosas, madre por tener el sosiego de tu rostro, por tener la caricia de tus ojos, por lograr tan siquiera imaginarte. En la densidad de mi noche fría prosa la muerte los versos sin calma, solo tu alma madre, ay, me llama y morir quiero con salvaje alegría. el certamen literario “David Aracena”. Ha publicado un libro de poemas “Aoni Kosten - viento sur”, “El picadero” y un libro de ensayo de etno- historia, “Linaje Sacamata”. Inexplicablemente, tiene una amplia obra inédita aún que conserva y atesora su familia. Sus pares lo reconocen como un gran poeta y autor injustamente relegado de la cultura patagónica y elevaron en el año 2008 un pedido para declararlo ciudadano ilustre de la provincia de Santa Cruz.

Podré decirte tantas cosas madre, que la eternidad me parece poca, podré llorar contigo la pluma rota que me dio la vida para buscarte. Hubiera dado tantas cosas, madre por lograr tan siquiera imaginarte. Carlos Sacamata


Diego Segovia Sonriendo (Foto Coco Páez)

Cuentan que en el Siglo VIII a.C. mientras Penélope esperaba que Ulises volviera de la Guerra de Troya, tejía y destejía un santo sudario para el Rey Laertes (aclaremos que era el suegro). Le prometía a sus pretendientes, que eran demasiados, que cuando terminara de tejerlo se casaría con alguno de ellos. También se veía en la obligación de realizar otras actividades para hacerles pasar el tiempo y una de ellas era jugar el juego de los Procos o bolos. Los casi 108 príncipes que la cortejaban organizaban partidos y quien ganara se llevaría como premio mayor el casamiento con la tan cotizada Penélope. Estas historias canturreaba Homero en aquella época, cuando sus versos de mitología griega eran un hit. También hay registros de que por el 1400 el juego de bolos o palitroque se jugaba en España. Los conquistadores trajeron “al nuevo mundo” entre enfermedades, religiones y ansias de nuevas tierras, la costumbre de este entretenido juego que compartían con los Incas. Garcilaso de la Vega y Vargas, Pizarro y sus hombres disputaban partidos con el Manco Inca, allá por el mil quinientos y tantos. Entre viajes de mercaderes, conquistas, emigraciones y muchos siglos de historia, el Palitroque llegó a Astra.

dice palitroque a cada una de esas piezas de madera que se intentan derribar”. En 1918 se fundó en el Barrio Astra el Club de Palitroque, así consta en el libro de Actas que posee la Biblioteca P. Astra gracias a la donación de nuestro querido Diego Segovia. Este libro nos representa y describe cómo el Club desarrollaba sus actividades. El mismo estaba conformado en sus principios, exclusivamente por alemanes y se pagaba una cuota mensual societaria. Sus actas y todo lo administrativo estaban escritas en lengua sajona. Después de 21 años de su creación en 1939 las actas comenzaron a escribirse en castellano por lo que esto nos lleva a la conclusión de que también se aceptaban socios de otros orígenes. Este juego se practicaba regularmente, realizándose 2 torneos anuales. Cada uno

de ellos iba acompañado de un buen asado y música. Se definía con antelación quiénes serían los apuntadores, cantidad de tiros, jugadores/as, etc. participan unas 34 personas aproximadamente entre jugadores y familias. En los libros encontramos a detalle todo lo que compraban para cada ocasión: 1 cordero, 1 lechón, 6 docenas de chorizos, 2 barriles de cerveza de 35 lts. cada uno, premios para hombres y mujeres. En ocasiones se quedaban sin bebida, por lo que recurrían al almacén del barrio para recuperar provisiones. Los torneos comenzaban tipo 11 hs y terminaban con baile aproximadamente a las 22 hs. Venían orquestas con música en vivo: por ejemplo, la Banda Retter compuesta por 9 hombres (seguramente debía ser la orquesta de Yugoslavos que había en el barrio) y también orquestas de

EL PALITROQUE

Según nuestro querido Google el Juego se define así: “Juego en que varios competidores intentan por turnos derribar el mayor número posible de bolos lanzando una bola. También se le

Foto del archivo familiar de Dora Segovia. A la derecha Pedro Segovia.


portugueses. En las reuniones de comisión se definía si se aceptaba a los nuevos socios, el voto era secreto y el sistema de votación se realizaba con naipes el color negro y rojo daban el negativo o positivo respectivamente. También en estas reuniones se elegían autoridades, aprobaban balances y otros gastos como por ejemplo las refacciones del edificio que hoy ya no existe. Los invitados especiales (que no eran socios) eran aceptados para alguna celebración pero debían pagar un valor por el ingreso. Constan también los controles que realizaba la Comisaría periódicamente a efectos de chequear que el lugar cumpliera con las reglamentaciones establecidas por la empresa. En 1942 es elegido como Secretario el Sr. Pedro Segovia y la última acta redactada fue en enero de 1964. No sabemos a ciencia cierta cuándo fue el último año del club, pero seguramente habrá sido por esta época. El edificio del Club estaba ubicado sobre la ladera del cerro en la zona norte del barrio, unos metros más abajo se encuentran la escuela y el hospital rodeados de viviendas familiares. Hoy ya no existe, solo quedan algunos caños que son testigos de sus paredes y de las reuniones que allí se desarrollaron por casi 46 años aproximadamente.

de la historia de Astra. Don Pedro Segovia nació aparentemente en Astra, un 18 de enero de 1915, se casó con Doña María Clara Ortellique aún vive con sus 93 años. Tuvieron 5 hijos: Diego en 1944, Dora en 1945, Marta 1946, Alberto 1951 y Claudia 1965. Según me comenta alegremente Dorita: -“parece que mis padres no iban mucho al cine”- (recordemos que ir al cine en el km 20 era una actividad cultural muy popular). Don Pedro era tornero en la compañía, pero en 1965 fue despedido, por lo que se fueron a vivir a Comodoro. Recuerdo a Diego: era alto y flaco, con sonrisa siempre predispuesta y su voz ronca. Falleció el 14 de marzo de 2019, fue un golpe muy grande para la familia y

una triste noticia para todos los astrenses. Diego volvió al barrio por decisión de su familia, sus cenizas están esparcidas en la Hermita de la Virgen de Fátima. Quien ama su tierra siempre vuelve de alguna manera. Atrás quedaron los bolos y los palitroques, las reuniones y torneos. Son los recuerdos y los relatos los que mantienen viva nuestra historia y también a nuestros seres queridos. Club de Palitroques, quién dice que alguna vez vuelva con otros vecinos, otros partidos y otros asados. (FUENTES: LIBRO ACTAS CLUB PALITROQUES, GOOGLE, ADRIANA QUIÑONES, DORITA SEGOVIA, STELLA TORRECILLAS Y DIEGO SEGOVIA (HIJO).

. NOTA: MARIELA GAROLINI - B.P.A.

Foto del archivo familiar de Dora Segovia. Agachado a la izquierda Pedro Segovia

LOS SEGOVIA

Me parece importante hacer una breve reseña sobre la familia de los Segovia, ya que Diego siempre fue uno de los vecinos que aunque ya no residiera en el barrio , mantenía su identidad Astrense de por vida y participaba siempre con su esposa Stella Torrecillas en las actividades de la Biblioteca, compartiendo recuerdos o simplemente disfrutando de algún espectáculo. Su hermana Dorita es también una vecina activa. Diego Segovia recordaba con mucho orgullo las tareas que su padre realizaba en el Club y sin egoísmo alguno se desprendió del LIBRO DE ACTAS para que quede como un legado importante

Esta foto es ilustrativa, de un Club de Palitroque de Valdivia (extraída google “Club de la Unión Valdivia)

FOTOGRAFÍAS TOMADAS EN CLUB DE PALITROQUE. FOTOS PARCIALES DEL LIBRO DE ACTAS.

El libro de Actas del Club de Palitroques donado a la Biblioteca P. Astra por Diego Segovia, fue enviado a la Lic María Laura Caroni para su conservación. El trabajo consistió en realizar una caja de acuerdo a los requerimientos para este tipo de Bien Patrimonial. Cabe destacar que María Laura Caroni es Lic. en Conservación y Restauración de Bienes Culturales, especialista en conservación de papel.

Última acta escrita en alemán (foto Mariela Garolini)

Primer acta escrita en castellano (foto Mariela Garolini)


-¿Qué rango de años incluye la tercera edad?- pregunta Marta de repente, en una reunión en la biblioteca. -Porque yo tengo más de 70 años y no me siento ni aburrida, ni cansada, ni nada que se le parezca-. Algo así fue la conversación, mientras estábamos reunidas ordenando números, sacando copias y proyectando ideas para la biblio. Marta Hary es la tesorera de la biblioteca, es una persona con una gran “trayectoria” de años. Siempre nos sorprende con alguna frase célebre, ideas un poco locas y sobre todo por su frescura natural e innata. Para mí, Marta no tiene pliegues, es así como uno la ve: su gran sonrisa, su andar ligero y su hiperactividad a prueba de pandemias. Nació en San Miguel, provincia de Buenos Aires un 9 de mayo de 1948. A partir de ese día y por diferentes circunstancias de la vida se mudó y vivió en diferentes lugares: Chaco, Buenos Aires y una vez casada en Chubut, provincia que fue su último destino. Su vida sigue el camino de la sencillez absoluta, las pompas y la grandilocuencia no están en su equipaje.

LA ENTRETENIDA RUTINA Ella disfruta de todo. Cuando le pido que me describa su día, se ríe y me responde con un tono de obviedad y hasta casi sobradora: -hago lo que hace cualquier mujer en su casa- . Limpia, lava, plancha, cocina (siempre cosas ricas) atiende a su mamá que pasa algunos meses del año con ella, se dedica al jardín y la huerta, ayuda a Julio con las gallinas. Cose y hace artesanías: flores en goma eva, teje a crochet y también hace adornos con porcelana fría. Realiza reproducciones en óleo y hasta hace unos años no se perdía las clases de ‘Megadanz’. No le teme a los desafíos: realizó un curso de polaco y se fue de viaje a Polonia casi por un mes con su nieto mayor. A la noche, después de todos sus quehaceres se relaja comiendo un rico chocolate en la cama y jugando algún juego de palabras cruzadas online, aclara que hay que tener siempre la mente activa.

EL TRABAJO Marta tiene primario y secundario completos. Trabajó como secretaria en un supermercado en San Miguel, en un estudio fotográfico en Capital Federal y en el taller metalúrgico de su familia. Aprendió costura por correspondencia, como se estilaba en aquellas épocas. Todas estas herramientas le sirvieron para desarrollarse personalmente y también para acompañar a su esposo: Don Julio Mandagarán que fue docente de escuela primaria, director y supervisor. En los inicios de su carrera fue maestro rural por lo que vivían casi siempre alejados de la civilización y los servicios que habitualmente tenemos a mano. En 1975 se casaron en Cushamen y por un año y medio vivieron en el Paraje Blancura; también vivieron en Buen Pasto y Bahía Bustamante. La vida en estos lugares lejanos era dura: frío y nieve en

invierno hasta quedar a veces aislados. Tareas múltiples: en las escuelas rurales se hace de todo y Marta a pesar de no ser personal docente siempre estaba dispuesta a colaborar: organizar obras de teatro para los actos escolares, preparar la comida para todos, participar en las cooperadoras y atender a la familia.

SU LUGAR EN EL MUNDO En 1986 la familia se estableció definitivamente en Astra. Es su lugar en el mundo a pesar de haber sufrido en el barrio la pérdida de su hijo Juan Eduardo con 11 años. Su hija Natalia Beatriz estudió, se casó y le dio tres hermosos nietos que hoy son su mayor orgullo: Martín Eduardo Lobos (20 años), Leandro Agustín Lobos (14 años) y Bruno Julián Lobos (11años). Ella vive en la casa Nº 114 y las puertas de su hogar siempre están abiertas


en las cooperadoras de las escuelas, organizando eventos y llevando la contaduría. A pesar de los momentos tan difíciles que tuvo que superar, siempre estuvo firme y con sus convicciones intactas, lo que no es nada fácil, pero nunca perdió su fe, mi mamá es genial”-.

EL SECRETO

para quien lo necesite: alguna duda sobre costura, una manito con el tejido, siempre tiene una planta para regalar o instrucciones para cocinar.

LA CONSTANTE A la hora de escribir esta breve reseña sobre su vida, recurro a los vecinos y a su familia para que me hablen sobre ella. Necesito “pescar” el secreto de Marta. Todos parecieran estar de acuerdo y

constantemente me repiten:-Marta es un ser generoso-; -siempre está dispuesta a colaborar en todo-, -siempre tiene una palabra de aliento y fe–, -es una mujer muy dinámica y ayuda aunque no se lo pidas-. La bondad de Marta no tiene límites; ella colabora con todos sin importar su credo. Le pido a su hija Natalia que me defina en pocas palabras a su mamá: -Desde que tengo recuerdo, siempre colabora

Confirmo mi teoría: no hay secretos para el espíritu joven, mejor dicho, los secretos no debemos buscarlos en ningún otro lugar que no sea nosotros mismos. No hay que hacer dietas especiales y entrenamientos corporales, ni hablar de explorar nuevos territorios en búsqueda de aguas milagrosas. La cosa es más sencilla, tomar la vida como lo hace Marta, afrontándola, pero sin dejar de disfrutar de las cosas que la rodean día a día. Ella le da importancia a todo y lo vive profundamente. Es bondadosa y de un gran corazón. Sus sueños y proyectos no pierden vigor. Será cuestión de pasar más tiempo junto a La Joven Marta y tal vez, si somos un poco más suspicaces, podamos aprender un poco más sobre la sencilla y lo tremenda que puede ser la vida.

. NOTA: MARIELA GAROLINI - B.P.A.


Estamos enfrentando una situación inédita, desconocida para todos. Nunca hemos vivido algo similar, nos crea una gran incertidumbre. No sabemos cuándo va a terminar, qué nos va a pasar, ¿nos enfermaremos?, ¿corre riesgo nuestra vida? Todas estas preguntas son las que nos crean esta sensación incómoda de no saber bien qué estamos viviendo, nos hace sentir vulnerables… Pero recuerden que todas las epidemias empiezan y terminan, ¡SIEMPRE! Voy a intentar darles alguna información, cuando conocemos de qué se trata tenemos menos miedo. El culpable de esta pandemia es un virus, del tipo Coronavirus, se lo estudió luego de los primeros casos y los científicos lo llamaron Covid 19. ¿Los Coronavirus son nuevos ? No, pero esta clase sí. A los Coronavirus los conocemos desde 1965. Son muy conocidos por nosotros, producen el resfrío, neumonía, inflamación de la pleura y, en los recién nacidos y lactantes, diarrea. Los animales también son atacados por ellos: gallina, cerdo, ganado vacuno, ratón, rata, gato, perro provocándoles diferentes enfermedades. Los Coronavirus están en todos los lugares donde fue buscado: América del Norte, América del Sur, Asia y Europa. Producen el 35% de las infecciones respiratorias altas (resfrío, faringitis, laringitis). También, como ya comenté, diarrea en los recién nacidos y lactantes. Se observaron casos de neumonías en adultos. Así que ya los conocíamos pero este, el Covid 19, es nuevo, cambió (mutó) y es capaz de provocarnos una enfermedad más grave que el resfrío en algunas personas. Pero no es tan nuevo, está emparentado con otros Coronavirus que produjeron el síndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-SARS). ¿Qué enfermedad provoca Covid 19? Las personas afectadas tienen fiebre, dolor de garganta, malestar general, dolor muscular, puede haber diarrea, pérdida del olfato o del gusto y en los casos que son más severos dificultad para respirar.

Los que tengan más de 65 años, padezcan de enfermedad del corazón, hipertensión arterial, enfermedades pulmonares crónicas, fumadores, o tengan alguna condición que disminuya sus defensas tienen más riesgo de tener un cuadro más grave y difícil. Se transmite persona a persona por las gotitas que se producen en la tos y el estornudo. Entra a nuestro cuerpo únicamente por las mucosas: boca, nariz y ojos. No penetra la piel. De 100 pacientes que se enfermen de Covid 19 ochenta tendrán una enfermedad leve, que requerirá quedarse en la casa, tomar algo para bajar la fiebre y pasará como una gripe fuerte, quince tendrán un cuadro más grave y los cinco restantes más grave aún, necesitarán terapia intensiva y seguramente ventilación asistida y de ellos 2 o 3 fallecerán. Hasta ahora no tiene tratamiento, se están investigando varias drogas pero tendremos que esperar. Hay muchos trabajos de investigación en el mundo, incluida Argentina, y se estima que en los próximos meses podremos saber qué drogas sirven. Por ahora no tenemos vacuna, es probable que el próximo año podamos contar con ella. Entonces, ¿cómo nos podemos defender, cómo nos podemos cuidar? Las medidas que nos están diciendo serían: LA VACUNA QUE NO TENEMOS MANTENER DISTANCIAMIENTO SOCIAL: no menos de un metro y medio. ¿Por qué? Las gotitas de la tos o estornudo que pueden llevar virus no vuelan más que esa distancia. LAVADO FRECUENTE DE MANOS: con jabón y que haga espuma, no menos de 20 segundos (cuente hasta 20). La espuma tiene poder detergente y la superficie del virus es de grasa, el jabón la rompe y muere el virus. Nos deberíamos lavar las manos: antes de tocarnos la cara, después de toser o estornudar, después de ir al baño, antes y después de cambiar pañales, antes de preparar y comer alimentos, antes y después de visitar o atender a alguien que está enfermo, después de tirar la basura, después de tocar superficies que se usan con frecuencia como las manijas de las puertas, las barandas, los pasamanos y después de estar en lugares

públicos o de tocar animales. ESTORNUDAR O TOSER EN EL PLIEGUE DEL CODO O EN UN PAÑUELO DESCARTABLE Y TIRARLO: ello disminuye la posibilidad de que el virus “vuele” y se propague. ¿DEBO USAR BARBIJO?: discutido, polémico… el barbijo no debemos usarlo, me refiero al barbijo quirúrgico, lo debemos reservar para el personal de salud. Podemos usar un tapa boca. Pero no sustituye el distanciamiento social ni el lavado de manos. Puede crear una falsa sensación de seguridad. Si quiere úselo pero no se olvide de lavarse las manos y de mantener una distancia no menor a 1.5 metros con las otras personas. EVITAR TOCARNOS LA CARA Y DAR LA MANO A OTRAS PERSONAS: los virus respiratorios, como el Covid 19, ingresan por la nariz, boca u ojos. Si nos tocamos la cara después de tocar alguna superficie o de saludar corremos el riesgo de contagiarnos. ¿LA VACUNA DE LA GRIPE Y LA NEUMONÍA SIRVEN PARA EL CORONAVIRUS?: No, nos protegen pero es muy importante que se vacunen aquellas personas que les corresponda por 2 razones: ayudan a disminuir los casos de esas enfermedades y ahora necesitamos que el sistema de salud no esté saturado y, además, porque tener Coronavirus más gripe o neumonía agrava muchísimo más el caso. ¡NO SE INTOXIQUEN CON INFORMACIÓN!!!: es impresionante todas las noticias que nos dan TODO el día. Es importante saber pero no se intoxiquen. Les sugiero que visiten, si pueden, la página del Ministerio de Salud de la Nación. Allí encontrarán toda la información SERIA que necesitan. Tiene un apartado “Preguntas frecuentes sobre el nuevo Coronavirus Covid 19”, allí está lo que necesitan saber. Espero haberlos ayudado y recuerden que esta epidemia la vencemos entre todos si nos cuidamos y respetamos ¡los consejos que nos dan los expertos!

. NOTA: DR. JORGE E. JACOBO - MP 989


Mis muy estimados: Aquí, Agalina, en plena cuarentena a causa de este COVID-19 tan mentado. Guardada en casita como corresponde a todo ciudadano responsable y especialmente a mí que soy lo que se dice una señora mayor. Sin embargo, continúo con mi noble tarea de aconsejar a almas necesitadas de una palabra sabia y equilibrada, no me atrevería a privarlos de ella. Así es que, en esta oportunidad, responderé a la consulta de Elisa, de Km. 3, quien me envía un cálido mail. Elisa, que como casi todos se encuentra aislada en su domicilio, me cuenta que se ha visto obligada a compartir el aislamiento con su ex marido: Pánfilo. Ella elige no contarme las razones, pero lo cierto es que lleva dos semanas compartiendo la vivienda con el hombre del que hace doce años se divorció y al que no veía desde aquella época. Pues bien, esta convivencia forzada que pensó que iba a ser una tortura, le ha permitido hacer un descubrimiento sorprendente: ella y su ex pueden mantener un trato respetuoso y hasta agradable. Incluso, dice Elisa, han advertido que se ha vuelto a encender la chispa, que cree que se queda corta con lo de chispa, que se trata mejor dicho de una brasa ardiente… y que presiente que si la cuarentena se extiende puede llegar a convertirse en un verdadero incendio. ¿Qué irán a decir sus hijos? ¿Se enojarán con ellos? ¿Considerarán que son dos viejos chiflados? ¿Debería apagar el fuego o avivar las llamas? Estas preguntas se hace Elisa y me las transmite. Estimada Elisa, como usted y mis apreciados lectores ya saben, no seré yo quien responda directamente. Así como una tarotista que se precie responde con sus cartas, Agalina responde con una historia. La de hoy me la trajo usted a la memoria, Elisa, con su incendiario reiniciado romance en medio de la cuarentena, por varias razones. Preste atención y se dará cuenta por qué le digo. Mire lo que son las casualidades, Elisa querida, esto que voy contarle comenzó un 30 de marzo, como hoy (día en que termino de escribir esta columna) pero no de 2020 sino de 1331. Para ser más exactos era un sábado santo. Giovanni Boccaccio, escritor italiano y protagonista de este relato, quien tenía en ese momento apenas diecisiete años, conoció a una bella napolitana y se enamoró ardientemente de ella. Ese fogoso e intenso amor quedó registrado en la serie de canciones y sonetos que le dedicó sin descanso a la dama, a la cual él llamaba Fiammeta (llamita en italiano). Usted dirá, Elisa, que todo esto me lo invento. Pero tengo pruebas de que no es así: Boccaccio lo cuenta con detalles en Filocolo, una de sus obras juveniles. Decían por ahí, las vecinas de Nápoles que Fiammeta era en realidad María de Aquino, una mujer casada con un noble de la corte, de la cual también se comentaba que era hija ilegítima del rey. De estos rumores no hay pruebas, pero vio, Elisa, cómo corren los chismes. En eso no han cambiado las cosas, es más o menos lo mismo en la actualidad que en el 1300. Al parecer, la famosa Fiammeta terminó por rendirse ante el cortejo insistente del joven Giovanni, y sería ella quien lo introdujo en su cuarto y luego en la corte italiana. Bajo el luminoso influjo de Fiammeta, Boccaccio escribiría poemas y novelas. Sin embargo, el romance entre el escritor y su musa tendría un doloroso final para él, cuando la napolitana dio por terminada la relación: un baldazo de agua fría para apagar la fervorosa llama.

Con el corazón herido (carbonizado), regresa Giovanni a Florencia, la ciudad en la había vivido gran parte de su vida y desde donde su padre lo reclama debido a problemas financieros que afrontaba. Para confirmar que los males no vienen de a uno, en la misma Florencia, el joven autor sería testigo de los horrores de la peste bubónica o peste negra. Pero el arte florece en los sitios más oscuros, lo estamos viendo en estos días tan duros que nos tocan vivir. Así es que aquella cuarentena fue el marco que Boccaccio elige para contextualizar los cien cuentos que reúne El Decamerón, su obra más reconocida. Diez jóvenes, siete mujeres y tres varones que se han alejado de la ciudad y han elegido una villa para escapar del espanto de la peste, son los personajes que relatan estas historias durante diez días. Elisa querida, como ya me he extendido mucho, le propongo continuar contándole acerca de esta magnífica obra en mi próxima columna. Mientras tanto, la dejo con el siguiente consejo: mantenga la distancia de Pánfilo, sobre todo para evitar la transmisión de este virus que nos ha transformado la vida. Y sepa que hay un dicho que reza: “La distancia es al amor, lo que el viento al fuego: apaga las velas, pero aviva las hogueras”. A usted y a los lectores les digo, con renovado placer: continuará. Hasta la próxima.

. NOTA: AGALINA CATARRATE PARA CONSULTAS SENTIMENTALES O DE CUALQUIER ÍNDOLE, SUGERENCIAS Y/O COMENTARIOS, MI DIRECCIÓN DE MAIL ES:

agalinacatarrate@gmail.com.


ÉSTE PERIÓDICO ES POSIBLE GRACIAS AL APORTE DE LAS SIGUIENTES EMPRESAS LOCALES ¿SABÍAS QUE hacer la tierra negra, el abono o compost es una de las formas de imitar los procesos de la naturaleza en nuestro lugar? Muchos de ustedes son maestros sin siquiera imaginarlo al compartir conocimientos que vienen atesorando… ¿CONOCÉS A LOS MICROORGANISMOS? Así como hay microorganismos que perjudican nuestra salud, no nos damos cuenta que habitualmente la digestión de miles de bacterias presentes en muchos procesos que no vemos, nos permiten continuar viviendo en nuestro mundo. La complejidad de la naturaleza exige la captación de sus procesos de equilibrio y desequilibrio, necesarios para generar y defender la vida. ¿Y QUE EL SUELO es un elemento vivo?, la capa de tierra donde crecen las raíces de las plantas, extraen agua y alimento que necesitan para crecer, formado por partículas minerales, materia orgánica y aire en distintas proporciones, desarrolla tantos microorganismos que la población total diluye el efecto negativo de los parásitos y enfermedades por el control biológico que se genera. Vuelve a su equilibrio naturalmente… En Astra por ser muy árida, al igual que la zona costera de Comodoro, recomendamos recuperar la fertilidad de la tierra con nuestro propio abono y tener esta práctica como hábito.

PREPAREMOS LA ABONERA: 1) En pila: hacemos una parva con restos de comida, pajas, hojas, resto de poda, bosta o cualquier otro resto de origen vegetal. Estos restos se van descomponiendo por la acción del calor y de la humedad que aportamos diariamente. Debemos cuidar de no apisonar el compost para que se haga, necesita aires. 2) En pozo: recomendamos este tipo de abonera para Astra haciendo un pozo de 50 o 70 cm de largo y 60 cm de profundidad para ir enterrando los restos. En la próxima temporada sembramos. Es muy importante mantener la humedad para que se produzca el proceso de fermentación. Cubrir con un cobertor plástico o de cartón sujeto con piedras para que no se vuele por nuestros vientos para mantener la humedad y al resguardo de animales domésticos. La separación de residuos nos permite el hábito de hacer la propia tierra negra y hacer de nuestro lugar uno más amigable.

. DE ING. JIMENA VILLAFAÑE AER INTA COMODORO RIVADAVIA, CALLE PASTOR SCHNEIDER 708, TELÉFONO: 0297 4461067


“TODO SENTIR SE AQUIETA BAJO LA ABSOLUCIÓN DE LOS ÁRBOLES”1 (Jorge Luis Borges) A todos alguna vez en la vida se nos antojó contar la vida de los lares. Pago chico o pago grande, el relato brota a raudales. Somos parte de comunidades que necesitan transmitir la cultura de una generación adulta a una más joven. En la mayoría de los casos la oralidad sustituye a la escritura, y el boca a boca se convierte en un micro-relato que se perfecciona repitiéndose a medida que pasan los años y el público. Narrar es una necesidad desde que el primer grupo humano se encontró alrededor del primer fuego tribal. Por ello, describir la vida de una comunidad no es privativo de intelectuales (reunidos ahora alrededor del “fuego” de específicas reglas académicas). O no debería serlo. Estudiar y pensar la historia de los pueblos y hacer de ello un legado escriturado es decididamente una actitud política ideológica, porque implica asumir posiciones sobre la cronología del relato, los procesos de determinación de los hechos, situaciones y circunstancias; la elección de los protagonistas que implicará decidir quiénes serán los pioneros y héroes y quiénes villanos; y finalmente sobre los argumentos que solventarán el aquí y ahora del pasado, dictaminando la legalidad de los asuntos. En definitiva habrá vencedores y vencidos, y sobre todo, voces que se silenciarán para siempre. Lo que nos lleva a suponer que no habrá oportunidad para la neutralidad, ni siquiera la que se pretende esconder detrás de la ciencia, que no es neutral. Aquí el problema más significativo es que lo que está en disputa es la interpretación que se impondrá al colectivo de lo comunitario. Es una lucha sin cuartel. El forcejeo por imponer tal o cual sentido es fundamental porque será incorporado en la subjetividad, que más tarde o más temprano se internalizará. Por ejemplo, el relato de que Comodoro es un páramo, conlleva la idea que lo verde, las plantas, los árboles es un afán de locos delirantes, y terminamos poniendo cemento en todo el patio y finiquitamos el pleito defendiendo hasta el grado de la culpa aquello que nos daña. A veces imagino que Comodoro Rivadavia es una ciudad a la que le han arrebatado la libertad de la interpretación. Pero en realidad, es un patrón que se puede extender a todo lo patagónico. En el medio no hay nada. La belleza de los pueblos originarios desaparece en la cartografía mensurable del espacio como un territorio chato

y aburrido. La actividad política de los inmigrantes queda supeditada a los edificios que los conmemoran y la marginalidad de los desposeídos se justifica en lo poco que significan en la extensión de la tierra. Ninguna “esquina con una vereda rota” o “zaguanes de amores truncos”. Excepto raras excepciones (casi siempre proveniendo de poetas y escritores o artistas plásticos y algunos intelectuales) todo suceso es un decálogo de lo repetitivo. Hay historias para contar que todavía no tienen protagonistas ni nombres propios. Ni la del “Bagatelle”, el “cordón forestal”, “El rinconcito Amable” o la del ladrón heroico apodado “El descuerao” porque siempre usaba la misma camisa, y un día salvó a una familia de morir quemada. No entran en la similitud de los sucesos importantes y no cobrarán trascendencia intelectual para ciertas formas de la reputación. Así los relatos “menores” sufren calificaciones (este sí, este no), y “lo dicho” es objeto de racionalizaciones técnicas porque no consta de las suficientes pruebas y se lo desecha por ser demasiado simple. Necesitamos recuperar otras voces, otros relatos, otros formatos. En este sentido, Jorge Luis Borges a contrapelo de esta razón canónica, nos dio un ejemplo local. En 1923 publica su primer libro de poesía denominado “Fervor de Buenos Aires” (del que estuvo siempre falsamente arrepentido). Son poemas tristes que nada tienen que ver con el fervor, que tal vez es interno. Borges mira a la ciudad de Buenos Aires desde los costados del poema como retorno caprichoso a cierto realismo existencial cuando se da cuenta, que las palabras y las cosas son sencillamente parte de un juego con el lenguaje (Wittgenstein y Foucault juntos). Pero esto sería motivo de otro análisis.

Pues bien, en este primer libro de poemas (destaquemos lo de “primer libro” publicado con propio peculio) incluye uno de Comodoro Rivadavia que fue escrito en la visita que realizó en 1922 a su tío, el Capitán de navío Francisco E. Borges que era el comandante militar de la zona (quien le cede posteriormente el mando a Mosconi, nada menos). Pero esa es otra historia. Jardín Zanjones, sierras ásperas, médanos, sitiados por jadeantes singladuras y por las leguas de temporal y de arena que desde el fondo del desierto se agolpan. En un declive está el jardín. Cada arbolito es una selva de hojas. Lo asedian vanamente los estériles cerros silenciosos que apresuran la noche con su sombra y el triste mar de inútiles verdores. Todo el jardín es una luz apacible que ilumina la tarde. El jardincito es como un día de fiesta en la pobreza de la tierra. Jorge Luis Borges. Yacimientos del Chubut, 1922 El poema es exquisito. Para Borges la palabra que definía a la Patagonia era “desolación”. Zanjones, sierras ásperas, temporal de arena y un fondo del desierto que las produce, y un corolario de cerros silenciosos, además de estériles y definitivamente impotentes. Aliados de una oscuridad mortecina porque según Borges “apuran la noche con su sombra”. Lógicas del lado oscuro. Pero si Comodoro Rivadavia es pura desolación de leguas y leguas de


temporal de arena y triste mar de inútiles verdores, ¿por qué incluyó este poema en el primer libro dedicado a las calles de Buenos Aires? ¿Qué hacía allí un poema de la desolación entre calles y experiencias extremadamente urbanas y arrabaleras? Yo creo que la fascinación del desierto. Mejor dicho, la construcción de la vida en el desierto representada en el jardín. Curiosa contradicción. Un jardín que es una luz apacible que ilumina la tarde, un día de fiesta y el petróleo destruye los jardines que están en los

declives. En Comodoro todo parece estar en un declive que remata en el mar. El poema está escondido y como todo en Borges la verdad nunca está a la vista. Como digo, inclinándose mejor por la insinuación antes que por la “verdad”, este poema, que no guarda relación alguna con los otros dedicados todos a Buenos Aires, anuncia algo nuevo. Que los hechos históricos pueden ser llevados a un límite de tensión donde lo acontecido es ficción porque es lenguaje,

En un local de San Telmo (Buenos Aires) encontré muchas postales de Comodoro Rivadavia. Una de ellas captó especialmente mi atención. Era una imagen tomada por el fotógrafo alemán Kohlmann del cerro conocido como “Pan dulce”, en la zona de Astra. Su descripción decía “Comodoro Rivadavia. Cañadón Blanco”. Si bien podría pasar tranquilamente por una fotografía tomada en la actualidad, lo que le otorgó una mayor significación fue su reverso. Escrita en italiano estaba la dedicatoria que Vittorio le hacía a su “adorada” Pierina. La postal estaba fechada en 1925, exactamente noventa y cinco años atrás. Con algunas tachaduras que no sabemos si son signos de arrepentimiento de su autor o vergüenza de su amada destinataria, no deja de evocar a tantas parejas que debieron separarse por mucho tiempo antes de que pudieran reencontrarse en una nueva tierra. Además, en su posdata podemos apreciar la valoración que hacía Vittorio del paisaje astrense. A continuación, transcribimos la traducción al castellano de la dedicatoria que aparece en la postal.

y la belleza del capricho de las palabras conduce a un poema donde un jardín, el primer jardín de los muchos jardines de Borges, está solo, asediado por cerros silenciosos, ese jardín resistirá. Estoy convencido que la esperanza es presentada por Borges como un proceso de fuga, como la delicadeza de lo mínimo, lo anónimo, lo comunitario. 1) Poema “La Plaza San Martín” en “Fervor de Buenos Aires (1923)”.

. NOTA: RAÚL MURIETE

De Comodoro Rivadavia, 24 de mayo de 1925 Mi adorada Pierina Hoy domingo, como puedes comprobar, mi pensamiento siempre vuelve hacia ti, confío este humilde mensaje que te lleva mis recuerdos más queridos y mi afectuoso saludo [tachado]. Con paciencia llega el día de nuestro encuentro. Ahora me siento más tranquilo porque puedo pensar más completamente en ti, ya que me he quitado una buena parte del peso que me estaba agobiando, es decir, la deuda. Con la fundada esperanza de [tachado] pronto renovados saludos y besos. Tuyo Vittorio Mira la belleza natural de este país.

. NOTA: POR LIC. VIVIANA BÓRQUEZ GRANERO


MUCHOS CAMINOS, UN MISMO FIN Aunque el yoga es uno, dentro de él existen distintas sendas que, llevando al mismo objetivo (calmar la mente para experimentar el ser) siguen caminos diferentes. Los principales tipos de yoga son: Karma Yoga, Bhakti Yoga, Gñana Yoga, Raja Yoga y Hatha Yoga. El objetivo está en función de los intereses del practicante. Al yoga llegan personas con expectativas

distintas. Mientras que para uno puede convertirse en el medio de obtener relajación, descanso y equilibrio, para otros es la forma de desarrollar su mente y aumentar su capacidad de concentración. Muchos se acercan al yoga buscando la forma de conocerse mejor a sí mismos y aprovechar más eficazmente su potencial. Para las personas enfermas, comienza siendo

una terapia complementaria. En muchos casos la práctica del yoga se convierte en la vía hacia un conocimiento superior y la realización personal. El objetivo lo marca el propio practicante y el yoga nunca pide creer en nada, salvo lo que uno experimenta por sí mismo. El Hatha Yoga es el más conocido y practicado en Occidente, aunque a veces es mal entendido y pierde su auténtico sentido, convirtiéndose en una mera gimnasia o stretching. Aunque clases del mismo estilo pero con distinto profe puede ser muy distintas, no hay nada mejor que vivir la experiencia para entender de qué se trata cada uno y conocer en qué consiste cada estilo, para que puedas luego elegir la práctica que consideres más adecuada en cada momento de tu vida. También puedes combinarlas y complementarlas. Una vez que encuentres el estilo con el cual más te identificas, se aconseja profundizar en el mismo para descubrir todo lo que ofrece y gozar de sus beneficios. No es el objetivo de esta nota explayarme en cada uno de los estilos. Simplemente quiero que sepas que hay muchos, el mejor lo descubrirás vos. Podrás encontrar clases de: Vinyasa Hatha Yoga, Hatha con elementos, Kundalini Yoga, Hatha Dinámico, Yoga Terapéutico, Prana Yoga, Vinyasa Flow, Ashtanga Yoga, Bikram Yoga, Acroyoga, Yoga aéreo, Aqua Yoga, Nada Yoga, Iyengar Yoga, etc. Personalmente, practico Ashtanga Yoga (algunos maestros lo definen como el yoga de la respiración). Es para mí una medicina. Prometo contarte en un próximo encuentro mi experiencia personal. Namaste! En este momento de aislamiento obligatorio, podés encontrar clases.

. DE CECILIA CLAUDIA PELLEGRINO pellegrino_cecilia@hotmail.com


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