Elastrense_28

Page 1

PERIÓDICO DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA - AÑO VI - Nº 28 - FEBRERO 2019

SISTEMA DE DRENAJE PARA EL EDIFICIO DE LA BIBLIOTECA

¡Finalmente tenemos una muy buena noticia para contar! Ya se está realizando la tan esperada obra del zanjeo perimetral de drenaje de agua en el edificio de la ex –administración de Astra, hoy sede de la Biblioteca Popular, este acontecimiento nos produce mucha alegría y satisfacción. Pág. 3


S

egún da testimonio nuestro Historiador Rodolfo Santellán entre 1918 y 1922 en nuestro barrio hubo un cementerio. En él tan solo había 4 tumbas: Ing. Gondos (1878 – 1915) húngaro. Basilio Waiko (1893- 1916) polaco. Elías Krotuz (1894 – 1920) alemán y Juan Serman (1893 – 1921) austríaco. Como en todo pueblo minero había violencia y tanto Gondos como Krotuz fueron asesinados.

En los libros copiadores de la empresa, se encontró con el relato del jefe de sondeo, donde explicaba que al alemán Krotuz lo encontraron muerto en una locación y a su asesino lavando la ropa en las cercanías. Algunos fallecidos eran enterrados en las cercanías de sus casas, otros, de muertes dudosas, simplemente quedaban en algún pozo de exploración. El cementerio viejo de Comodoro era el lugar a donde iban los fallecidos de

nuestro barrio, hasta que en la década del 30/40 la empresa Astra hizo convenio con Petroquímica por lo que se comenzó a compartir el Cementerio de km 9. Hace muchos años, Rodolfo fue en compañía de Carlos Kalpactchieff a reconocer nuestro antiguo cementerio. El mismo se encontraba ubicado en la zona del antiguo tambo, sobre una lomada. Hallaron restos de lápidas con matas a su alrededor. La naturaleza y el abandono habían casi tapado sus rastros. Ojalá, que algún niño de espíritu aventurero o vecino curioso en un paseo de tardes astrenses, vuelva a descubrir este antiguo y misterioso cementerio.

E

sta columna tiene la humilde intención de conocer las recetas y tradiciones familiares de quienes habitan nuestro querido barrio. Hoy les presentamos a la familia que está formada por Natalia Pereyra, Fernando Nizzola y su hijo Federico Nizzola. En el año 2005 comenzaron a construir su hogar, hasta que al fin en el 2009 se mudaron al barrio. ¡Buen apetito! Que lo disfruten.

LOCRO De Fernando Nizzola Recoge una tradición familiar iniciada con los bisabuelos del miembro más pequeño de la familia, Federico. De la misma manera que pude heredar de mi padre Raúl esta receta, espero que Federico continúe con esta tradición que cada invierno es motivo para encuentros con familia y amigos. Para su preparación utilizo 3 ollas. Dos de tamaño clásico (4 litros) y una de 10 litros. El primer paso consiste en poner en remojo por 24 horas y por separado: ½ kg de maíz blanco pisado, ½ kg de porotos pallares y ½ kg de porotos alubia. Se recambia el agua de remojo cada 6 horas con agregado de agua a temperatura ambiente. En una olla se hierve agua con sal c/n y se agrega en trozos pequeños zapallo criollo de preferencia, en cantidad abundante (1 kg o más). Se revuelve hasta que se deshace formando un caldo. Luego se agregan las variedades de porotos y luego de ½ hora se agrega el maíz blanco. Se cocina hasta el punto deseado. En otra olla, en agua hirviendo y sal c/n se agregan patitas de cerdo (700 gr aprox) y falda de ternera, y se deja hervir hasta que se desprende todo el cartílago y carne. Se retiran los huesos. Luego se agrega tripa gorda cortada en trozos,

cubos de carne magra de ternera (½ kg), pulpa de cerdo y cuerito en trozos pequeños. Cocinar a fuego moderado ½ hora. Luego agregar 3 chorizos colorados crudos en trozos, y panceta salada (500 gr). Cocinar todo hasta el punto deseado. En una olla grande, integrar las dos cocciones y dejar 10 minutos a fuego bajo. Para quienes gusten acompañar con una salsa, en una sartén con aceite rehogar abundante cebolla (1kg) y ajo picado. Al blanquear la cebolla, incorporar ají molido a gusto y pimentón dulce (abundante). Integrar la salsa a la preparación o bien servir por separado. ¡Esperamos que salga rico y abundante!

. NOTA FERNANDO Y NATALIA


SISTEMA DE DRENAJE PARA EL EDIFICIO DE LA BIBLIOTECA

¡

Finalmente tenemos una muy buena noticia para contar! Ya se está realizando la tan esperada obra del zanjeo perimetral de drenaje de agua en el edificio de la ex –administración de Astra, hoy sede de la Biblioteca Popular; este acontecimiento nos produce mucha alegría y satisfacción. Luego de varias gestiones ante los miembros del Concejo Deliberante de la ciudad, logramos que esta onerosa obra entrara en una licitación del presupuesto municipal. Agradecemos, de un modo especial, al vice intendente Juan Pablo Luque y al Concejal Nicolás Caridi, por ocuparse personalmente de que esto fuera así. El día 25 de julio de 2018, a las 12 h fuimos invitados a la apertura de sobres, el presupuesto oficial de la obra fue de $ 2.122.030 y con un plazo de ejecución de 120 días. Se presentaron 2 empresas y finalmente a la Empresa Constructora Leoncio Gatti se le adjudicó la obra. El 10 de enero empezaron a trabajar haciendo el zanjeo para extraer las aguas que inundan las bases del edificio. La gente de Obras Públicas de la municipalidad supervisa, con mucha responsabilidad, diariamente el trabajo. También se acercaron, para mirar y animarnos, nuestros amigos los ingenieros Eduardo Torres y Efraín Carrizo, Francisco Manrique, quienes nos acompañan y asesoran en los proyectos que tenemos de recuperación patrimonial. La Biblioteca Popular Astra comenzó su tarea de rescate de este edificio histórico hace varios años, pero el momento crucial y decisivo fue cuando se inundó dos veces consecutivas, durante el temporal que azotó a la ciudad en marzo y abril de 2017. Este hecho perjudicó enormemente las instalaciones, agravando


. NOTA CRISTINA NIEVA BPA

el estado de deterioro que ya tenía por el paso del tiempo y por la humedad que daña las bases y paredes del edificio, además se produjeron numerosas goteras en el techo. A partir de allí iniciamos numerosas reparaciones: arreglamos y pintamos paredes y techo, compramos equipos de calefacción central, además pedimos asesoramiento a amigos especialistas en refacciones quienes nos hicieron tomar conciencia de la importancia que tenía la construcción de un zanjeo perimetral de drenaje para sanear el edificio. Inmediatamente iniciamos gestiones a través de reiteradas notas a la SCPL, dueños de este inmueble, para que nos cedieran el edificio a través de un contrato de comodato, y así tener la posibilidad de solicitar subsidios para repararlo, ya que esta cooperativa no estaba en condiciones de hacerse cargo de las refacciones. Fue así que empezamos el 2018 con un abrazo simbólico y solidario al edificio, entendiendo que la obra del zanjeo estaba más allá de nuestras posibilidades económicas para realizarlo. Al abrazo lo hicimos con un doble propósito, por un lado para que los funcionarios públicos supieran que este lugar es importante para los vecinos sobre todo porque forma parte del patrimonio de la ciudad y por otro lado para que todos los ciudadanos, especialmente los que no tenían conocimiento sobre la ordenanza, la conocieran y nos acompañaran en poner en valor este lugar. Así, llegamos al 2019, viendo que se está concretando esta anhelada obra de drenaje. Una vez finalizada seguiremos trabajando, ya que aún falta bastante tarea para sanear y recuperar esta histórica construcción y seguiremos solicitando el Contrato de Comodato ya que aún no tenemos respuesta de la SCPL. Hemos invertido mucho tiempo y dinero, fundamentalmente por dos motivos importantes, en primer lugar porque está registrado como Bien Patrimonial de Comodoro Rivadavia, según ordenanza municipal 12087/16, lo que le da un valor en sí mismo, ya que forma parte de un legado de nuestros antepasados, es por ello que consideramos que nuestro deber de ciudadanos es cuidar y preservar este edificio; y en segundo lugar lo refaccionamos porque como vecinos del barrio Astra este edificio tiene gran valor afectivo ya que por allí transitaron familiares nuestros.

. POR CRISTINA NIEVA B.P.A.


A

le y Fabián, son para mí, algo así como una especie en extinción. El peligro no está en manos de cazadores furtivos, ni de tala de árboles, ni de los cambios climáticos. Sí, es evidente que ha cambiado su hábitat: el barrio Astra ya no es el mismo de antes. Los hermanos Herrera son 2: Alejandro y Fabián. Son los únicos varones del clan, el resto 5 mujeres: Gladys, Ana, Norma, Daniela y Laura. Son de la generación del 70 donde los gobiernos militares hicieron estragos, las bandas de rock nacional crecieron de una manera maravillosa, no existía el celular, la mayor tecnología en juegos era SEGA, vagaban por el barrio sin apremios. Épocas de gloria y también de crisis. Una generación bisagra a mi entender. Charlan a viva voz, conversan a coro y al unísono comentan diferentes anécdotas, todo con un entusiasmo contagioso. El pasado está a la vuelta de la esquina, ahí nomás, entre cerros y matas. Añoran y también lamentan. Recuerdan y desean. Eran muy traviesos de pequeños y sus fechorías de las más variadas: salían a cazar con el aire comprimido y “un 22” al campo. Esos días las martinetas olfateaban el peligro. Más de una vez tenían que esconder las armas entre las matas, ya que algún adulto los descubría y les llamaba la atención.

Cuando el taller cerraba, ingresaban por algún pasadizo secreto, tomaban lo necesario: rulemanes para sus carros. Por lo visto había “una alarma viviente”, sospechan que Don Julio Schalch los vigilaba sigiloso y los delataba, ya que siempre los pescaban y tenían que salir corriendo. La plazoleta en aquella época un bosque, cobijaba sus más variados juegos: “El indio sotreta” era uno, no recuerdan por qué lo llamaban así, pero era una versión de la escondida. Se colgaban de los balancines y armaban tirolesas improvisadas en la zona del Pinar. Allí algunos vecinos: Don Polo Carrizo, Vázquez y Don Zalazar habían armado sus “quinchos” en el reparo de los tamariscos, unos bancos eran más que suficientes para disfrutar de los días astrenses. Ellos allí también tenían un búnker: “Guardia Zamba” lo llamaban y una Z en una chapa era la señalización de la guarida. En la zona de los cañadones había otro escondite, al fondo a la izquierda: “la cueva del búho blanco” allí se reunían y seguramente organizaban juegos y más travesuras. El búho blanco, obviamente los vigilaba de cerca y convivía con esta especie humana de manera natural. En la época en que la empresa aún funcionaba en el barrio, los trabajadores cumplían horarios y una sirena era la que

les daba la señal de ingreso matinal, almuerzo y también culminación del horario laboral. Todos los días de lunes a viernes. Los hermanos se las habían ingeniado para hacerla sonar a deshora, desorientando a los obreros cuando a las 15 hs comenzaba a silbar de manera sorpresiva. Donde hoy está el playón había una arboleda, allí se escondían y los autos que pasaban eran blanco de frutas y bombitas de agua. Hasta alguna vez, unas monjas distraídas fueron el objetivo de estos “alegres niños”. Muchas veces salían de excursión bien temprano. A las 8 de la mañana rumbeaban con víveres a cuestas: la cueva de los alemanes era su destino. A veces se sumaban algunos amigos, la cuestión era atravesarla. En ocasiones, estaba desmoronada y tenían que buscar otro camino para recorrerla. Competían para ver quién cazaba más cuises y martinetas. Volvían a la casa ya de noche y de fondo se escuchaban los gritos de la familia llamándolos, estaban preocupados. No había escapatoria, Elsa, su mamá los esperaba con una buena tunda. Juan Carlos Queirolo, el administrador de la compañía, los tenía bien “fichados”. A donde fuera que se “mandaran” alguna macana, eran descubiertos y puestos a raya.


La excepción era cuando venía el dueño de la empresa, el Sr. Gruneisen con sus nietos: Queirolo debía actuar muy en contra de su voluntad y los hermanos Herrera junto a sus amigos eran invitados de honor: comidas especiales, juegos, regalos y muchas travesuras frente a las narices del gran jefe. Obviamente, apenas las figuras se iban de regreso a su casa, todo volvía a la normalidad. El “centinela del orden” otra vez volvía a la carga y hasta notas con quejas formales sobre las conductas de estos jóvenes, llegaban al hogar de los Herrera. Eran un clásico los torneos de fútbol de los “de arriba” contra “los de abajo”. Los equipos estaban formados de la siguiente manera: LOS DE ARRIBA: Carlos Carrizo, Fabián y Alejandro Herrera, Iván y Pato Barría, El Rata Zalazar y Oscar Cumilaf. LOS DE ABAJO: Vasco Ulibarri, Ricardo

y Christian Kalpactchieff, los hermanos Lanza y en ocasiones César Bascur. Según los hermanos, LOS DE ARRIBA siempre salían campeones. El problema estaba cuando en ocasiones, El Rata debía acudir a las casa a cenar, bien temprano a las 20 hs, y como era el dueño de la pelota, se la llevaba. El partido terminaba sin definición justa. Ale y Fabián son dos personajes, algunos los conocen como Patacón y Alfaro Moreno respectivamente. Para mí, siguen siendo los pibes del barrio. Traviesos, enérgicos y con mucha garra para llevar cosas adelante. Sus fechorías, ya prescribieron, nadie les podrá reclamar a esta altura por la extracción de rulemanes y frutas, vidrios rotos, etc. Reconocen que vivir en Astra les dio la posibilidad de otra crianza, sana y genuina.

Disfrutaron de todo, la pileta, la cancha de tenis, el campo y la naturaleza. Acá las familias tenían todo: trabajo, educación, aventuras, amigos. La vida misma. Hoy los tiempos son diferentes…..los chicos no cazan martinetas y no roban rulemanes. Tal vez hay que buscarle la vuelta para que el transcurrir en el barrio sea intenso. Que las nuevas generaciones lo sientan propio e irremplazable. Mientras tanto los hermanos siguen juntos, ahora organizan asados, kermeses de fin de año. Participan en el Club Deportivo y Social Astra. Astra fue y lo sigue siendo todo, en la sangre de estos astrenses circula un gen indestructible y descubro al final de esta charla, que por suerte NO HAY PELIGRO DE EXTINCIÓN.

. POR MARIELA GAROLINI B.P.A.


(Maestra ciruela, consejera sentimental y otras yerbas: ¡tomá mate!)

E

stimados: aquí está Agalina, de regreso, gratamente abocada a responder las consultas que llegan a mi correo. Como es mi costumbre, intentaré acercar algo de luz a un alma atribulada, a través de la sabiduría que me dan mis años de maestra ciruela. En esta oportunidad, entre mate y mate, le responderé a León enjaulado, de Laprida, quien me cuenta acerca de una situación familiar que le provoca gran irritación. La elección del seudónimo que elige para firmar su mail nos da claras señales de su estado. Al parecer el novio de su hija menor es un joven que carece de oficio o profesión y no demuestra vocación ni habilidades para tarea alguna, dedica las horas de sus días a descansar y alimentarse en casa de sus futuros suegros. Para completar el cuadro, la esposa y la madre de León adoran al joven holgazán, cocinan para él, lo consienten y le han entregado plenos poderes sobre el control remoto. Como podrán imaginar, las palabras de León enjaulado para contar su indignación son subidas de tono, por eso he tenido que traducirlas a un lenguaje más apropiado para esta columna. Mi querido León: ya sabrá usted que yo no doy consejos, mis historias hablan por mí. (Bueno, a veces doy consejos, muy a regañadientes, cuando es estrictamente necesario). La historia que hoy les voy a contar, a usted y a los apreciados lectores, es trágica pero reveladora. Si no fuera así, para qué se la iba a contar, ¿verdad? Pues bien, aquí va esta leyenda urbana que ha venido a mi memoria al leer su mail, y cuyo escenario es el porteño barrio

de Barracas. Hacia fines del Siglo XIX esta zona, y en particular la llamada calle larga (hoy, Avenida Montes de Oca,) se habían convertido en las preferidas de los aristócratas de la época para emplazar sus casas quintas. Entre ellos, la familia Díaz Vélez residía en una mansión de estilo francés que aún se conserva en Montes de Oca al 100, justo al lado del actual Hospital de Niños “Pedro Elizalde”. Don Eustoquio Díaz Vélez, el patriarca, era un ganadero, propietario de grandes extensiones de tierra, que se había casado con su sobrina Josefa Cano Díaz Vélez y vivía desde 1880 en esta magnífica residencia. Millonario excéntrico, Don Eustoquio había mandado traer de África tres leones para custodiar la mansión. Los soltaban por la noche en los enormes jardines y en el día los encerraban en unas jaulas que para ese fin habían colocado en el subsuelo de la casa. ¿Me sigue usted, estimado León? Sígame, que ahora viene la parte que le incumbe. Verá, Don Eustoquio tenía una hija: María Mathilda. Resulta ser que la adinerada jovencita se había enamorado de un igualmente adinerado joven, Juan Aristóbulo Pittamiglio, hijo de inmigrantes italianos que habían prosperado en la actividad ganadera en Uruguay. Como era correspondida y la relación contaba con el beneplácito de sus respectivas familias, muy pronto los novios decidieron casarse. La fiesta de compromiso, tal cual la costumbre de la época y de la clase social, habría de realizarse en la casa de la novia. La fastuosa residencia de los Díaz Vélez fue ambientada para un banquete espléndido, sin que nadie sospechara su dramático final. Imagínese, León, el despliegue de ropajes y joyas, los jardines decorados, las exquisiteces culinarias preparadas y la orquesta deleitando a los influyentes invitados. A la hora del brindis, los novios y los padres de pie, recibían los aplausos de la concurrencia y nadie reparó en que uno de los leones del anfitrión se había escapado de su jaula. Intempestivamente, la fiera atacó al novio ante la mirada aterrorizada de María Mathilda y de todos los presentes. Don Eustoquio corrió a buscar un arma y desde la ventana de su estudio disparó contra el león, matándolo. Pero Juan ya había sido herido de muerte por el animal. Luego de un desenlace tan lamentable, la “novia viuda”, desolada, deambularía durante meses por la enorme casa derramando todas las lágrimas que tenía hasta que un día terminó con su vida, envenenándose y dejando al padre con sus leones y sus culpas. Los jardines de la mansión albergan varias estatuas de leones, incluso una que muestra el ataque de la bestia sobre un hombre, quizás recreando la terrible historia que los herederos de la familia niegan y atribuyen a la fantasiosa imaginación de los creadores de leyendas. Si usted pregunta es posible que le digan que tales cosas no pasaron jamás. Sin embargo, quienes residieron mucho tiempo después allí, aseguran haber escuchado inexplicables llantos, gritos y rugidos. ¿Qué le pareció el relato, mi estimado León enjaulado? Espero que le haya servido de algo, aunque sea de fugaz entretenimiento, si ha sido así me doy por satisfecha. Si además le ha proporcionado alguna reflexión, mi tarea está por demás cumplida. Así, me despido hasta la próxima.

. NOTA AGALINA CATARRATE


L

as distintas disciplinas que persiguen el objetivo de integrar mente, cuerpo y espíritu tienen en común la intención de encaminar nuestras acciones cotidianas hacia estados de salud y armonía. Diría un maestro “el yoga es una disciplina de la conciencia”.

Y asociado a este concepto, los centros de energía. Descriptos de diversas formas, nombrados según culturas y tradiciones los centros de energía están presentes en esta concepción de que el movimiento es más que un ejercicio físico. Las prácticas articulan un conjunto de herramientas que nos proponen aumentar nuestra conciencia de interconexión desde el cuerpo hacia la naturaleza, en sintonía con nuestro entorno. Los ejercicios, los mantras, las meditaciones confluyen en un mismo objetivo: lograr que el complejo de chakras quede armonizado para fortalecer nuestra energía vital. La imagen que se presenta es de rueda, de discos giratorios. Intentaré entonces hacer un breve recorrido por cada uno de los siete, con la intención de despertar curiosidad sobre el tema. Suelen describirse desde la tierra hacia el cielo, desde nuestra energía más densa hacia nuestra energía más sutil. Mûlâdhâra: nuestro cable a tierra, nuestra conexión con lo cotidiano, visible, limitante. Es nuestra conciencia concreta la que debemos usar para recorrer los pasos evidentes y sólidos de la vida, el “todos los días” llevado a obligaciones, responsabilidades, concreciones, espacios, horarios. Asociamos mûlâdhâra a la fuerza vital, a la voluntad de vivir. Está caracterizado por el color rojo y, a nivel de órganos, vincula la columna, las piernas, los intestinos, la sangre. Svadhishthana: el segundo chakra despliega nuestra creatividad biológica y sensible como sostén de vida, poder creativo necesario y urgente en el campo de la manifestación. Relacionamos svadhishtana con el origen, el dar y el recibir. Está caracterizado por el color naranja y se expresa en los riñones, el sistema digestivo y el aparato reproductor. Manipura: es el puente integrador al servicio de la armonía en el desarrollo de nuestro ser terrestre y celeste, de nuestros niveles existenciales y espirituales. Devela plenitud, amor a uno mismo, aceptación, conexión con la vida, amor incondicional, centro, eje. Un color, verde; las referencias en el cuerpo, el corazón, la parte inferior de los pulmones, el sistema circulatorio, la piel, las manos, el timo (del sistema inmunológico). Anâhata: el cuarto chakra nos conecta

con la conciencia sutil, más expandida, en la que se expresa la relación con el otro en toda su dimensión amorosa, remite a la conciencia del sonido no percutido, del sonido que no tiene conexión con el choque de objetos sino con la voz interior. Nos “planta” en nuestro poder personal. Armónicamente comienza a captar la unidad, el Todo en todos … Cuando meditamos invitamos a visualizar el color amarillo y la conciencia dirigida al hígado, al estómago, al páncreas, al sistema nervioso central. Visshudda: nos conecta con nuestra creatividad artística, intelectual, espiritual, propiamente humana. Expande la conexión con uno mismo, la expresividad, en conexión con la verdad y la integridad. El color azul y se expresa en el cuello -punto de inflexión entre cuerpo y mente- y los órganos asociados: la voz, la garganta, los bronquios, las glándulas tiroides y paratiroides, la parte superior de los pulmones. Anja: más conocido como “el tercer ojo” está asociado a nuestra intuición, la apertura a la sabiduría, nuestra conexión con el ojo del alma Lo representa el color violeta y tiene asiento en el cuerpo en nariz, orejas, ojos, cerebelo, glándula hipófisis. Sajasrara: el séptimo chakra nos

conecta con lo superior, con el propósito de integración del ser. Lo visualizamos con el color blanco o dorado. Y se vincula a nivel del cuerpo con el cráneo, el cerebro, la glándula pineal. La pregunta que surge entonces sería ¿cuándo identifico que los chakras están desarmonizados? Suele decirse bloqueados o desalineados. Esto se expresa en las emociones y en el cuerpo. Debemos considerar además que es un todo relacionado que impacta en un lugar pero puede ser reflejo de otras emociones, de otras partes del cuerpo. Las redes sociales nos ofrecen una variedad de actividades posibles y una sugerencia sería conectar con una meditación guiada que sea amigable, que provoque bienestar y experimentar en primera persona. Otra alternativa es contactar a quienes se han especializado en estos temas. FLORENCIA PEREA MURTAGH Comunicación de las Organizaciones, docente FHCS-UNPSJB Profesora de Vinyasa Hatha Yoga / Instituto Patanjali Ashtanga Yoga y Yaya Yoga House Instructora de Nada Yoga (yoga del sonido) Asociación Bonaerense de Yoga Formada en gongs y sonidos sagrados por los Maestros Don Conreaux / Tom Soltron / Abby del Sol


PINOCHO, LA ESCUELA Y LA MENTIRA.

E

n la era de Netflix, Google y las redes sociales hablar de una obra clásica infantil puede resultar un anacronismo. Más allá de la situación económica, donde un libro termina siendo un lujo que se abandona, estamos entrando en una época complicada para la lectura. Los procesos y performances visuales van ganando la batalla. La escuela y la educación en general sin embargo, se han convertido en un baluarte que resiste tal embate. Actitud que es defendida por unos al amparo de que la lectura es un buen camino para la comprensión, y criticada por otros que creen que la escuela debería actualizar su contenido a los nuevos tiempos y a los nuevos formatos digitales. Pero no era de la escuela y las didácticas que quería hablar, sino de Pinocho. Se sabe que Pinocho no fue a la escuela y por supuesto, no aprendió a leer y escribir (no al menos mientras vivía sus erráticas aventuras). En ese sentido, no es diferente a cualquiera de los muchachos de nuestras barriadas que dejan la escuela (los datos son cada vez más alarmantes).

“Las aventuras de Pinocho” de Carlo Collodi, es una obra misteriosa y triste pero llena de aventuras. Comenzó a publicarse en el “Gionale per i Bambini” en Julio de 1881 en Florencia, en lo que todavía no era definitivamente el Estado Italiano. Pinocchio o Pinocho a secas ha marcado la historia literaria como una obra de consolidación moral, acerca de las consecuencias que produce la mentira. No es una producción intelectual inocente. Los giros interpretativos corrientes de la obra, son casi siempre disciplinadores. Si bien es cierto que a Pinocho le crece la nariz cada vez que no dice la verdad (cuatro veces en toda la obra), podríamos suponer que usa la mentira como una estrategia discursiva para sobrevivir. Una forma del discurso que todos en algún momento practicamos convenientemente. Pero Collodi nos recuerda que por ahora, la mentira tiene carácter humano ya que Pinocho es sencillamente de madera. Pinocho representa la formación del ciudadano. Alguien que quiere descubrir quién es para poder ser normal en una

sociedad compleja. Pinocho es un pedazo de madera que pretende ser un niño de verdad. Pero no cualquier niño obediente de una ciudad ideal, sino un niño que intenta descubrirse debajo de la madera vieja y rota sobre la que fue creado. En el joven Pinocho vemos una expresión de la historia moderna organizada disciplinariamente y cómo se juega allí la tensión esencial entre una “razón emancipatoria” que se adquiere en la escuela, y otra que se aprende en la calle. Sin desmerecer los aprendizajes no formalizados, sin escuela no hay posibilidades de aprender en todas sus variantes el discurso de la sociedad. Y sin manejo de ese discurso, hasta la mentira no puede usarse “debidamente” (Pinocho es un ejemplo). La colosal expresión de Pinocho no ha perdido vigencia en nuestra sociedad. En cada barrio de nuestra ciudad, un niño llamado simbólicamente “Pinocho” está tratando de descubrir quién es. Y la escuela puede ayudarlo.

. NOTA DE DR. RAÚL MURIETE

“FE DE ERRATA”

Por problemas de diagramación la nota “ LLEGANDO AL FINAL” publicada en la pág.12, número 27 de EL ASTRENSE se publicó incompleta. A continuación, la nota completa Por Nerea Amarilla Presidenta A.V. F. Astra 2016-2018

U

na vez más, otra comisión a cargo de la Asociación Vecinal Astra termina su mandato. Desde el principio fue nuestro objetivo trabajar en pos del beneficio, no sólo del barrio sino de los vecinos. Esto nos ha llevado a mantener reiteradas reuniones con autoridades municipales; a hacerles llegar muchas notas con pedidos, y también con agradecimientos; a gastar horas en llamadas de teléfono para que no se les olvide “eso que nos dijeron”, y todo esto para ver al barrio cada día mejor. Por eso se ha conseguido que al inicio de la gestión se cambien los carteles de las calles que estaban mal colocados, se colocó el sistema de riego en la plaza del “Pozo 1” y en el espacio verde que se encuentra en el ingreso al barrio, bautizado hace unos meses con el nombre de Marta Eggeling. Además se ha arreglado el asfalto frente a la biblioteca, y fue hecho con hormigón, lo que va a hacer que el trabajo dure más tiempo. La vecinal también contó con la colaboración de los encargados de los Almacenes YPF para darnos una mano con diferentes requerimientos.

Pero cuando veíamos que todo se estaba encaminando, un evento inesperado azotó al barrio, y el agua corría por todos lados, pero por sobre todo por la calle Carlos Agote, donde los vecinos de esa cuadra pasaron horas de angustia y desesperación que de a poco se fueron calmando. Pero este hecho triste, también trajo regocijo entre la gente del barrio, que salió a colaborar desinteresadamente con los vecinos afectados, o a dar una mano a la hora de prestar sus vehículos para sacar a alguien del agua, o bien para repartir los víveres por las casas; aquí también se vio la ayuda de todas las entidades sociales, empresas y organismos que se encuentran en el barrio como ser GEOP y como lo era Gendarmería Nacional. Desde el principio, siempre estuvimos luchando para que en la sede se puedan desarrollar diferentes actividades, por lo que hoy en día se dictan de forma gratuita clases de Cerámica Precolombina, Zumba, Recreación para adultos y Taekwondo. Además, entre muchas otras cosas, internamente se pudieron efectuar mejoras

en los baños, colocando la mesada de granito en el baño de mujeres, una pileta de cerámica en el baño de hombres, y mochilas de agua de cerámica para los inodoros (comprados con el aporte mensual de los vecinos); en la cocina se cambió la pileta gracias a la donación de un vecino y en la oficina se arregló el piso humedecido, colocando nuevas cerámicas. Nos hubiera encantado que estos dos años hayan dado más frutos, pero lo que estuvo a nuestro alcance se hizo, y eso es lo importante. Siempre seguimos insistiendo para que las obras prometidas, desde mucho antes de que asumamos nuestra gestión, no queden durmiendo en los cajones de los políticos; y tenemos la esperanza de que las próximas comisiones sigan por este camino, que requiere de compromiso, pero da muchas satisfacciones a la hora de ver los resultados, que aunque hayan parecido pequeños, fueron grandes para una comisión que lo que pretendió fue ….dar buenos frutos.

.

NEREA AMARILLA PRESIDENTA A.V.F. ASTRA 2016-2018


¿Qué son las plantas silvestres?, crecen “solitas” en la naturaleza, ¡Sí! ¡En Astra también hay!… no fueron seleccionadas en cultivo y tienen una variabilidad genética amplia… es decir, que las relacionamos con poblaciones de plantas robustas, gran adaptabilidad, capaces de sobrevivir a intensas circunstancias... unas SUPERPLANTAS!

ING. AGR. JIMENA VILLAFAÑE PROGRAMA PRO HUERTA INTA AER COMODORO RIVADAVIA

¿Por qué comerlas?

Este tipo de plantas ¡Yuyos! Las tenemos olvidadas o no consideradas por el escaso aporte de calorías diarias en comparación con los alimentos manufacturados. Sin embargo, precisamente por este bajo contenido calórico y ser muy ricas en nutrientes, deberíamos considerarlas sumando a nuestra salud en el consumo diario como lo hacen otras culturas que tradicionalmente las comen como recurso principal de su dieta. También,.. porque no sabíamos que podíamos consumirlas!

¿Cuáles podemos comer?

Es importante que puedas identificar esta planta silvestre de Astra que vas a consumir: Diente de León ( Taraxacum officinale) , Ortiga ( Urtica dioica), Llantén ( Plantago major), Verdolaga ( Portulaca oleracea) , Caapiquí ( Stellaria media), Tréboles ( Trifolium sp) , Alfalfa ( Medicago sativa), Tomillo silvestre ( Thymus vulgaris), Rúcula silvestre ( Diplotaxis erucoides), Bolsita de pastor ( Capsella bursapastoris), Nabo de campo ( Brassica campestris)… y otras que seguro vas a descubrir de los saberes de algún vecino. Los nombres científicos son para que los puedas buscar y reconocer la planta.

¿Las recolectamos de cualquier lugar?

Algunas recomendaciones para la recolección de hierbas del libro Plantas Nativas Comestibles de la Patagonia Andina de Eduardo H. Rapoport: Lugares libres de contaminación; lugares libres de presencia de animales domésticos o preferentemente comerlas cocidas; evitar áreas de basuras o desechos de pintura, lubricantes, solventes, etc; si se trata de zanjas con plantas acuáticas, ver de dónde provienen las aguas; si se trata de zanjas, ver si son aguas que pasan por lugares de

aguas de cloacas; identificar la especie que recolecta; consumir pequeñas cantidades; recolectar el 30 % de la planta si es nativa para permitir su multiplicación.

¿Cómo las preparamos?

Las plantas silvestres se comen crudas o cocidas como las cultivadas. Ensaladas como el Alfilerillo (Erodium cicutarium) hojas crudas o cocidas en croquetas; acederilla, romancilla (Rumex acetosella) hojas agrias en ensaladas, sopas, soufflés u omelettes; sopas… y así “las recetas de plantas silvestres de Astra”…


. POR CRISTINA NIEVA B.P.A.

HOY PRESENTAMOS A ENRIQUE PEREA, MÉDICO RURAL Y POETA. ENRIQUE JOSE PEREA nació en Buenos Aires en 1939 pero vivió con toda su familia en la ciudad de Córdoba. Cursó sus estudios primarios y secundarios en el colegio La Salle. También en Córdoba empezó a cursar la carrera de Medicina en la Universidad Nacional pero al tiempo se trasladó a Buenos Aires donde se recibió de médico en 1968. En agosto de 1968 vino a Comodoro Rivadavia con un grupo de residentes a inaugurar el Hospital Regional. Desde entonces ejerció en el suroeste de la provincia del Chubut en las localidades de Sarmiento, Rio Mayo y Rio Senguer, y en las comunidades aborígenes de El Chalía, Pastos Blancos, Buen Pasto y Loma Redonda. Fue en esos lugares donde empezó a escribir y a investigar sobre los mapuches y tehuelches. A su paso por Comodoro Rivadavia se desempeñó como docente en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. En junio de 1990 fue galardonado con el premio al Médico Rural de la Fundación Navarro Viola. Entre sus publicaciones se encuentran: “…y Félix Manquel dijo..“ libro que publicó en 1989 y “Del Mito a la Realidad”. “Evolución iconográfica del pueblo Tehuelche meridional“ junto a Casamiquela, Mondelo y Martinic Beros publicado en 1991. En 1991 publicó una serie de cuentos cortos sobre sus vivencias en las comunidades aborígenes con las que trabajó: “El Asunto de los Santos y Cuentos de Senguer”. Publicó en colaboración con la UNPSJB “Sucedidos entreverados en viejos cuentos de la Patagonia”. En 1999 realizó una primera edición artesanal de su libro “Poemas”. La editorial Rosa Guarú editó una primera edición en 2018 del libro Poemas.

DEL TIEMPO DEL AMOR En el murmullo del viento tu querer es todo mi pensamiento mujer. Te canto este canto solo solo con dolor desolado de sol a sol a tu lado mujer. Por fuerza de esta costumbre me agosta la incertidumbre como a una vela la lumbre al alumbrar. Un tiempo de esfuerzo rudo pudo romper un invierno incierto yerto. Y aquel sinuoso sendero que nos trajera un venero de dolor se marcha a la lejanía empujado por esta nuestra letanía de amor. El camino será corto y el caminar apurado cuando el tiempo sea dado de volver e iré en busca de la paz que siempre estuvo detrás de mi puerta. El pasillo iluminado será testigo callado de cuanto me han esperado chiquillos. Recibiré sus besos levantarán los brazos tú siempre uno menor en el regazo. Me gritarán su ruego de ser alzados. Yo debo jugar sus juegos dibujados. Como un colegio. ¡Todo este sortilegio privado privilegio mío! Y en el fondo postergada serena sonriendo amada mirando hondo callada tú. Comodoro, octubre de 1977


T

ratando de difundir un tema de mucho auge a nivel mundial, como es el Ciclismo, intentaremos enfocarnos en el segmento iniciación, a modo de presentar la actividad, de manera que podamos incentivar, ayudar a los que no la conocen y puedan proponerse como objetivo, disfrutar esta hermosa actividad de múltiples facetas. Para el caso haremos una recopilación de artículos sencillos, pero información simple y clara. Mucho se dice y se ha escrito acerca de las numerosas y dispares ventajas que ofrece la actividad de montar en bicicleta, como muchos son también los estudios que 1. El uso de la bicicleta fortalece a la persona física y mentalmente. Sin duda, montar en bici nos dota de una mejor forma física general y sirve para liberar muchas tensiones y nuestra mente de las preocupaciones del día a día. 2. El pedaleo quema calorías y es beneficioso para el corazón. Con una hora de bicicleta a un ritmo no demasiado exigente se queman cerca de 500 calorías. Es una de las mejores actividades para quemar grasas y por tanto, luchar contra el colesterol, una de las primeras causas de enfermedad cardiovascular. 3. Montar en bici tonifica los músculos de las piernas, como los cuádriceps o los isquiotibiales. Si no tienes mucho tiempo para practicar este deporte, puedes ir al trabajo o de compras con una bicicleta de paseo y los beneficios para tus piernas serán muchos también. 4. Fortalece la zona lumbar. Y es que debido a la postura, levemente inclinada hacia delante sobre el manillar, fortalecemos los músculos de la zona lumbar de la columna, con lo que mejoramos la resistencia de la base de nuestra espalda y, a la larga, disminuimos la posibilidad de tener hernias. Eso sí, asegúrate de mantener una posición correcta en tu bici en todo momento. 5. Refuerza las rodillas y previene lesiones en esta zona. Gracias a la bicicleta fortaleces la musculatura que ejerce de sujeción de la rodilla, y éstas no se ven tan castigadas como en otras actividades físicas ya que se trata de un deporte de bajo impacto.

vienen a corroborar estas afirmaciones. En nuestro caso, no nos vamos a centrar en uno en concreto sino que vamos a intentar recopilar todos los beneficios que se le encuentran a la bicicleta como actividad de ocio y deportiva, como medio de transporte o como una forma de vida. Razones de salud, sociales, medio ambientales e incluso económicas hacen de la bicicleta una actividad muy beneficiosa, difícilmente igualable por otras disciplinas deportivas o hábitos de vida. Ahí van las 12 razones por las que El Tío del Mazo te anima a montar en bici:

6. Este ejercicio reduce en gran medida el estrés. Es un deporte que no requiere una altísima concentración ni una estrategia, ni pensar en los siguientes pasos, por lo que en la bici puedes dedicarte ese tiempo para ti, para pensar, para escuchar música o sencillamente para desconectar. Sobre la bici eres el dueño de tus pensamientos. 7. Se fortalece nuestro sistema inmunológico y nos protegemos mejor de enfermedades. Como casi todas las actividades físicas, favorece el fortalecimiento de nuestro sistema de defensas. Además, la actividad cardiovascular aumenta la segregación de endorfinas, la hormona de la felicidad, lo que hará que tengas una agradable sensación de satisfacción tras el ejercicio. 8. Con la bicicleta ahorramos. Indudablemente, el ahorro con respecto a otros medios de transporte es palpable, ya que no gastamos combustible. Por lo tanto, si miramos por el bolsillo, también encontramos ventajas y más si pasa como en Francia que te pagarán por ir al trabajo en bici. 9. Ayudamos a la preservación del Medio Ambiente. Menos emisiones contaminantes, mejora del medio ambiente, con todos los beneficios que ello conlleva.

10. Mejora nuestras relaciones sociales y haces amigos. Indudablemente, si mejoramos nuestra forma física mejora nuestra apariencia, nuestro ánimo y también estamos más dispuestos a conocer nueva gente y compartir experiencias o salidas en bici con otros ciclistas. 11. Por qué no decirlo, ligamos más. Más delgaditos y en forma, con mejor ánimo… Blanco y en botella… Vuestro éxito en el terreno amoroso mejorará sin duda. 12. Pone una sonrisa en tu cara. Siempre y cuando no llegue el ‘listillo de turno’ con su coche o moto a amedrentar y fastidiar al ciclista.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.