G obierno corporativo ductivos de conseguir recursos para financiar su crecimiento y la negativa de la banca privada a concederlos. Es importante saber, entonces, dónde se encuentra el problema y cómo romper el círculo vicioso. La respuesta, claro, es definir y entender las reglas con las que operan los dos sectores. En primer lugar, el sector financiero privado es y se siente responsable por el manejo de los recursos que le confían sus depositantes. Dichos fondos solamente pueden ser colocados en una forma segura, que permita a los bancos recuperarlos para devolvérselos a los depositantes. Este argumento, muy valido desde luego, ha llevado a muchos bancos a invertir su liquidez sobrante en papeles en el exterior, con rendimientos muchas veces bajos, pero con una alta seguridad de ser recuperados cuando los depositantes lo requieran. Sin embargo, los sectores productivos no necesariamente han podido demostrar que sus negocios están bien
Ecuador tiene a cuestas una misión: canalizar de manera óptima los recursos para su desarrollo interno para mejorar la calidad de vida de su gente.