Nombre del cuento: Amaru el protector
Etiquetas: cuento infantíl
Autor: Amaru Chalán
Edad: 10 años
Locación: Agato - Otavalo
Fecha de creación: 3 de diciembre de 2025
Edición: F. Jara Educomunicación Imbabura
Proyecto de Educomunicación Imbabura para los Derechos Humanos, la Paz y la Cohesión social.
En Agato, comunidad indígena llena de flores brillantes y árboles gigantes, nació una pequeña serpiente llamado
Amaru. Desde que abrió sus ojitos, sintió algo muy especial en su corazón:
—Quiero ayudar a mi familia y a mi gente— pensó mientras su cola se movía con emoción.
Su mamá y su papá lo miraron con cariño. Sabían que Amaru tenía un espíritu grande y bondadoso.
En aquellos días, Agato estaba pasando por un problema: el río que daba agua a todas las plantas y animales estaba perdiendo fuerza.
Las flores se marchitaban, los árboles estaban tristes y los animales tenían sed. Amaru escuchó a los mayores hablar preocupados. Él, aunque era pequeño, decidió que tenía que hacer algo.
Sin miedo, Amaru se deslizó entre las hojas, cruzó rocas redondas y llegó hasta el río.
—¿Por qué estás tan débil, río amigo? —preguntó.
El río respondió con un murmullo suave:
— Unas piedras grandes bloquean mi paso en las montañas. No puedo fluir con fuerza.
Amaru sabía que no podía mover las piedras sola, pero sí podía buscar ayuda.
Amaru llamó a sus amigos de Agato:
• Kantu, la llama fuerte.
• Tika, el colibrí rápido.
• Puma, el ágil felino andino. Juntos subieron al Tayta Imbabura.
Amaru guiaba, Tika buscaba el mejor camino, Puma saltaba sobre las rocas y Kantu usaba su fuerza para empujarlas.
—Si trabajamos juntos, podemos lograrlo —dijo Amaru.
Con esfuerzo y trabajo en equipo, lograron mover las grandes piedras que tapaban el camino del agua. El río comenzó a correr de nuevo, fuerte y feliz.
—Gracias, Amaru —susurró el agua mientras pasaba junto a él. Amaru sonrió. Sabía que lo habían logrado por unirse como familia y comunidad
Un día, mientras Agato celebraba la vuelta del agua, Amaru estaba con su mamá cerca del río.
De pronto, un desconocido se acercó con mala intención y trató de asustar a su madre.
Amaru no dudó ni un segundo. —¡Aléjate! —silbó con valentía.
Para proteger a su mamá, Amaru dio un pequeño mordisco de advertencia, lo justo para que la persona entendiera que no debía hacer daño. No fue nada grave, solo una forma de decir: “No toques a mi familia.”
El desconocido se sorprendió, retrocedió y se fue corriendo, comprendiendo que en ese valle nadie estaba solo.
La mamá de Amaru la miró con ternura: —Gracias, hijito. Tienes un corazón valiente.
Y así, Amaru no solo salvó Agato, sino que también demostró que siempre protegería a su familia con amor y coraje.
Este cuento forma parte de una serie de cuentos infantiles producidos dentro del programa ProCohesion para la Paz, los Derechos Humanos y la Cohesión Social y del proyecto de Educomunicación Imbabura.
Los cuentos contienen el pensamiento, el imaginario y la narrativa de las niñas y los niños de la comunidad indígena de Agato, parroquia Miguel Egas Cabezas, cantón Otavalo.
Diciembre 2025
