Esta obra es un alegato a favor de la esperanza. El presente es más propicio para el desaliento, y así lo refleja la conducta de muchos jóvenes. El futuro deseable pertenece al campo del pensamiento utópico, cuyos defensores indican que la utopía es una expresión de la esperanza. ¿Cómo encontrar el equilibrio entre el idealismo irresponsable que lleva a la utopía autoritaria y la desesperación pasiva o destructiva? ¿Cómo lograr la combinación de utopía y responsabilidad? ¿Cómo podrán nuestras casas de estudio llegar a ser el lugar en que se cultive la utopía responsable? El maestro debe ayudar a los jóvenes a dar sentido a su rebeldía con una visión que, sin ignorar los graves problemas a los que deben hacer frente, no se deje abrumar, no pierda la esperanza.
