CAPÍTULO
11
Abordaje clínico de las enfermedades ulcerativas felinas
Consideraciones generales Las úlceras son lesiones cutáneas secundarias que se caracterizan por un defecto de la epidermis. Pueden producirse por múltiples motivos. Así pues, no son patognomónicas de una única enfermedad, por lo que es importante que el clínico localice lesiones primarias y preste especial atención a la anamnesis y a otros signos que le permitan identificar correctamente las enfermedades desencadenantes. Existen muchos mecanismos fisiopatológicos que pueden conducir a una enfermedad ulcerativa. Las úlceras pueden aparecer como resultado de un prurito intenso y de los traumatismos infligidos por el propio animal (figs. 11.1 y 11.2),
como en el caso de los gatos con prurito intenso en cabeza y cuello debido a alergia a las pulgas (figs. 11.3 y 11.4), que presentan placas eosinofílicas y úlceras indolentes. En estos casos, es importante hacer pruebas al paciente para descubrir las causas subyacentes del prurito (véase el capítulo sobre enfermedades pruriginosas). Las úlceras pueden resultar también de la rotura de una lesión primaria, como una vesícula o una bulla (fig. 11.5), que pueden ser una manifestación de una enfermedad vírica o de una enfermedad autoinmunitaria dirigida contra la epidermis o la membrana basal. Algunos ejemplos de estas enfermedades son el pénfigo vulgar, el penfigoide bulloso y la dermatitis herpética, por mencionar algunas. En función de la enfermedad subyacente específica, es
Figura 11.1. Lesiones erosivas y ulcerativas en la cabeza de un gato con alergia. El prurito en la cabeza y el cuello es una manifestación común de las alergias en los gatos y es necesario estudiar las posibles causas subyacentes.
Figura 11.2. Lesiones ulcerativas graves en el cuello de un gato con alergia a las pulgas. Las lesiones fueron infligidas por el propio animal al rascarse de forma agresiva debido a la exposición incontrolada a las pulgas.
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PY098429 Enfermedades dermatologicas.indb 129
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