138
PAtoLoGÍAs ortoPÉDiCAs DE LA roDiLLA
En consecuencia, el control de la sobrecarga ponderal, la administración de analgésicos y ocasionalmente antiinflamatorios, el reposo (y no inmovilización) en fases de agudización, la modificación de la función habitual y la educación del propietario contribuyen a aliviar el cuadro clínico del animal. Hasta hace poco tiempo el tratamiento se reducía a aliviar el dolor producido. Recientemente han aparecido diferentes moléculas destinadas a modificar el curso de la enfermedad y restablecer la funcionalidad articular. La clasificación terapéutica más aceptada en la actualidad para los productos farmacéuticos destinados a combatir la osteoartrosis, es la que se muestra en el cuadro 2.
CUADro 2
Clasificación terapéutica de los productos farmacéuticos. Fármacos de acción sintomática rápida
• Analgésicos. • AINE. • Corticoesteroides. Fármacos de acción sintomática lenta (sYsADoA)*
• Ácido hialurónico. • Sulfato de condroitina. • Glucosamina. Agentes modificadores de la osteoartrosis (DMoAD)**
• Ácido hialurónico. • Sulfato de condroitina. *
SYSADOA: symptomatic slow action drugs for osteoarthritis. DMOAD: disease modifying osteoarthritic drugs.
**
Estas sustancias condroprotectoras son, en su mayoría, azúcares complejos y están disponibles en presentaciones orales, intramusculares o intraarticulares. Las presentaciones orales más corrientes contienen glucosamina y sulfato de condroitina, en asociación o solos. Como productos inyectables existen los glucosaminoglucanos polisulfatados, cuya administración puede ser intramuscular o intraarticular, y el pentosan polisulfato, que tiene un efecto similar al de los glucosaminoglucanos polisulfatados. En particular, el pentosan polisulfato posee efectos pleiotrópicos sobre los tejidos articulares y puede mejorar, bien retrasando o incluso evitando, en función de los casos y la respuesta del paciente, la degeneración del cartílago articular, y es por lo tanto un complemento potencialmente útil en la prevención y tratamiento de la OA. Por último, el ácido hialurónico, que es un componente importante del líquido sinovial. Se administra por vía intraarticular y protege los cartílagos lubricando la articulación e inhibiendo la diapédesis de los glóbulos blancos en la articulación.
tratamiento quirúrgico Desde el punto de vista quirúrgico, el tratamiento depende de la extensión y el patrón de la enfermedad y de los síntomas que presenta el paciente. En este sentido, las intervenciones pueden clasificarse como de objetivo sintomático, fisiopatológico y, finalmente, las de carácter supresor. Dentro de las primeras, destaca el lavado articular o las liberaciones musculares; en el segundo grupo, las intervenciones dirigidas a modificar las condiciones de carga anormales en la articulación, las perforaciones del hueso subcondral (forage) o la utilización de células madre (que tuvo un inicio prometedor, pero los resultados no acompañaron y fue poco a poco abandonada); en último lugar, las artroplastias tanto de escisión como de sustitución, así como la artrodesis.