acuariofilia
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Peces arcoíris Este tipo de peces tropicales de agua dulce es popular por su llamativo colorido. Aquí van unos consejos para su mantenimiento. especies@grupoasis. com
Los arcoíris son peces tropicales de agua dulce originarios de Papúa Nueva Guinea, Australia y las islas del sureste de Asia, y se caracterizan por sus colores vivos. Pueden adaptarse bien a la mayoría de las aguas, aunque para que exhiban plenamente sus mejores colores se recomienda que el agua tenga los siguientes parámetros: •• Temperatura: entre 21 y 28 ºC. •• pH: 7.0 a 8.0. •• Amoniaco: 0 mg/l (pueden tolerar hasta 0,02 mg/l durante periodos cortos de tiempo).
•• Nitritos: 0 mg/l (pueden tolerar has-
ta 0,02 mg/l durante periodos cortos de tiempo). •• Dureza: de ligeramente dura a dura (9 a 19º dH). Características La mayoría de los peces arcoíris disponibles pertenecen a la especie Melanotaenia, aunque también son usuales los Glossolepis e Iriatherina. Su tamaño es variable, desde los más pequeños, como el pez arcoríris de aleta-hebra y los arcoíris neón enano, hasta las especies más
Requerimientos de acuario
grandes, como Boesemani y el arcoíris del lago Kutubu. Las especies más pequeñas alcanzan de 2 a 5 cm, y las mayores pueden crecer hasta los 8-12 cm. Estos peces se reconocen fácilmente por la forma de su cuerpo. El cuerpo es alargado y crece con el tiempo, y los machos poseen cara contraída y ojos más grandes que en la mayoría de especies de acuario. Como los tetras, forman cardúmenes y se adaptan mejor si están en grupos de cuatro o más ejemplares. Se pueden apreciar diferencias entre machos y hembras, y los primeros sue-
Arie v.d. Wolde/shutterstock.com
Las especies más grandes, como Boesemani, Arcoíris del lago Kubutu o Arcoíris rojo requieren tanques grandes y profundos, que tengan un volumen mínimo de 90 litros. Las especies más pequeñas como el Arcoíris de aleta-hebra o el neón enano, sin embargo, pueden alojarse en acuarios de 45 litros mínimo. Debido a su comportamiento grupal, es recomendable que tengan espacio suficiente para nadar, así como tener plantas en el acuario que les sirvan de refugio y para reproducir el hábitat natural en el que viven. Por ello, es necesaria una buena iluminación para mantener bien la vegetación. Estos peces son nadadores activos, y se recomienda que el acuario tenga una cubierta segura para evitar que pueda saltar fuera del tanque. La proporción adecuada de machos y hembras es de 3:2 para evitar la agresividad y fomentar el desove.
Compatibilidad Mirko Rosenau/shutterstock.com
Los peces arcoíris neón pueden añadirse bien a pequeñas comunidades tranquilas, porque no suelen ser agresivos contra especies más pequeñas. Del mismo modo, los arcoíris de aleta-hebra requieren tanques tranquilos, para que sus alargadas aletas no puedan ser dañadas por especies agresivas o semiagresivas.
len exhibir colores más brillantes que las hembras. Además, las aletas de los machos suelen ser más grandes y alargadas que las de las hembras. En algunas especies solo los machos dominantes exhiben una coloración brillante. La OATA (Ornamental Aquatic Trade Association), organización británica en la que se agrupan los comerciantes especializados en acuariofilia del Reino Unido, dan las siguientes recomendaciones para un mantenimiento básico de estas especies, tanto para su exhibición en los comercios como para los aficionados.
Alimentación Los arcoíris son omnívoros y en su hábitat natural se alimentan tanto de plantas como de animales. Para mantener vivos sus colores se recomienda utilizar comida preparada para peces tropicales, en escamas o pellets, que se puede suplementar con alimento congelado, seco o vivo. Se les debe suministrar la cantidad que puedan comer en unos cuantos minutos, una o dos veces al día. Para evitar acúmulos de suciedad se debe quitar la comida que no se haya consumido.
El resto de peces arcoíris son algo más grandes, pero si se adquieren de juveniles pueden mantenerse con especies de tamaño similar o más pequeñas, siempre vigilando posibles agresiones. Pueden criarse en compañía de tetras, danios, plattys, mollies, xiphos de cola de espada o algunos bagres que no sean agresivos.
Mantenimiento del agua Se recomienda que al menos una vez cada dos semanas haya un cambio parcial del agua del acuario, de entre el 25 y el 30 %, y utilizar un sifón para eliminar la suciedad que puede depositarse en el fondo. Del mismo modo, el agua debe analizarse periódicamente para comprobar que el nivel de amoniaco y nitritos no es elevado.
Debido a que estos peces pueden verse afectados aunque los niveles de amoniaco o nitritos sean muy pequeños, los análisis de agua han de ser constantes, y más durante la introducción de nuevos peces en el tanque. Si el agua no tiene la suficiente calidad los peces pueden verse afectados, y esto puede verse en síntomas como aletas deterioradas, menor consumo de comida, natación errática, jadeos y movimientos hacia la superficie. Si se observan estos síntomas hay que hacer rápidamente un análisis del agua para comprobar que los parámetros son correctos, y en caso de duda consultar con un especialista.
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chonlasub woravichan/shutterstock.com
También hay que revisar los filtros para evitar que se atasquen. La limpieza del filtro no debe hacerse con agua del grifo, ya que el cloro del agua puede eliminar las bacterias beneficiosas que hayan poblado el filtro. En vez de ello se debe enjuagar en el agua que se quita del tanque cuando se procede a un cambio de agua, ya que de este modo no se eliminan tantas bacterias.