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peluquería de calidad
Al lado de tus clientes Hay ocasiones en las que los propietarios necesitan el consejo de un profesional para que sus animales estén en las mejores condiciones. La peluquería es una de ellas. Lidia Guerrero Martin Dogo Pets Care
La alimentación correcta de las mascotas desempeña un papel primordial en el desarrollo, mantenimiento y conservación de la piel y el pelo. Hoy en día siguen dándose carencias de nutrientes esenciales en los perros, a pesar de la gran diversidad de alimentos específicos que se encuentran en el mercado. De ellos, los piensos para perros de alta calidad son los más recomendados para cumplir con todos los requisitos de nutrición en las mascotas. Por ello, debes dejar claro a tus clientes que invertir en un alimento de alta calidad traerá grandes beneficios tanto para el propietario, que evitará visitas no deseadas al veterinario por problemas digestivos en su perro, como por problemas metabólicos frecuentes cuando se tiene una alimentación pobre en nutrientes, y se evitarán los malestares ocasionados por un alimento de baja calidad. Un perro bien alimentado se distingue por su vitalidad, por su pelaje fuerte y brillante, por su musculatura firme y por su estructura ósea bien formada. Sí, entre los varios signos de la correcta alimentación tenemos un pelaje fuerte y brillante. Como siempre se ha comentado, la salud no está tan solo por dentro, sino también por fuera. La base para que un pelaje esté
Por ejemplo…
Para hacernos una idea, tomemos un Pastor Alemán con un pelaje doble corto, el cual presenta subpelo y pelo de cobertura: en las épocas de muda, el subpelo se desprende en grandes cantidades y requiere que se le hagan de manera exhaustiva cepillados periódicos para ayudar a que este pelaje muerto se retire. Sin embargo, por desgracia e ignorancia muchos propietarios solicitan en los centros de peluquería canina que rasuren el pelaje de su Pastor Alemán porque sencillamente pierde mucho pelo y les ensucian el coche o la ropa… Pero rasurar el manto de un perro como el Pastor Alemán es una auténtica aberración para la salud del pelaje y de la piel. Así suele ocurrir con muchísimas razas más, cuyo mantenimiento es exhaustivo e inasumible para muchos propietarios, tanto por tiempo como por dinero. Algunas de las razas que finalmente suelen ser rasuradas son bobtails, afganos, chow chows, etc. Las consecuencias suelen derivar en que el pelaje se destexturiza y a medida que el perro se va haciendo mayor el pelo va creciendo de manera irregular, pobre, áspero, dando mayor sensación de vejez de lo que realmente es el animal. Aparte, pueden aparecer lesiones o patologías que desarrolla la piel al estar desprotegida de su capa protectora (el pelaje) frente a las inclemencias del tiempo, o parásitos que están a la espera de poder colonizar huéspedes debilitados.
¿Rasurar para ahorrar?
Otro gran “clásico” dentro de la peluquería canina es solicitar al peluquero que el animal quede bien rasurado para que el perro esté más tiempo sin pisar la peluquería… gran error, un pez que se muerde la cola. Si se solicita que se rasure el manto a una longitud no superior a los 2 mm, lo único que se provoca es que la piel del can quede a merced de las inclemencias del tiempo, provocando quemaduras, resecamientos o sencillamente alteraciones en el equilibrio natural de la
Todas las razas caninas necesitan arreglo, pero por la propia salud del perro unas precisan más que otras. piel, aparte de que estéticamente el perrito parece más una “ratita”. El propietario pasa casi un año sin llevar a su mascota a la peluquería para ahorrarse tiempo y dinero, y cuando se recurre al peluquero los nudos son tan grandes y enredados que no queda otra que pasar una cuchilla de no más de los 2 mm de longitud anteriormente comentada porque de otra forma es imposible el trabajo. Aparte, el can desarrolla una sensación de inferioridad y los primeros días después de la peluquería se siente totalmente desprotegido, provocando un shock emocional que no le hace ningún bien.
Cada tres meses El perro tendría que ser arreglado como mucho cada tres meses, si el pelaje lo permite. Además, así se pueden hacer unos trabajos más tranquilos, ya que los perros están habituados y no se convierte en un proceso traumático para ellos. También es menos agresivo para su piel, y se evitan posteriores patologías que acarrean más problemas que pedir cita al peluquero más a menudo. Además se consiguen arreglos con mayor gracia y estética, que en última instancia transmiten bienestar y cuidado del animal. Porque precisamente el bienestar de las mascotas debería ser la mayor preocupación de los propietarios de animales. Para ello, yo siempre aconsejo que, antes de adoptar o adquirir una mascota, los propietarios deben estar bien asesorados sobre qué necesidades tendrá y si podrán hacerse cargo de ellos, ya que en muchísimas ocasiones requieren muchas horas de trabajo y atención. Lo que está claro es que si uno quiere a su mascota y tiene a su lado el asesoramiento de su peluquero/a de confianza, el esfuerzo será menor. ¡Ánimo!
Anton Gvozdikov/shutterstock.com
Pedir que el animal quede bien rasurado para que esté más tiempo sin pisar la peluquería es un gran error.
sano es la alimentación… pero, ¿con esto será suficiente? La respuesta es no. La mayoría de las razas caninas requiere cuidados del manto; en realidad, todas necesitan arreglo, pero por la propia salud del animal unas precisan más que otras.
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