51 Catequesis, Catequesis hoy Un nuevoy Situación
paradigma (II) problemática José María Pérez Instituto Superior de Ciencias Catequéticas. San Pío X
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niciamos en el anterior número de la revista Cooperador Paulino los pasos y cambios que, a mi entender, se deben dar en la catequesis actual. Continuamos y terminamos estas transiciones con los cinco últimos.
PASO DE UNA CATEQUESIS CONFIADA A ALGUNOS CATEQUISTAS A UNA CATEQUESIS QUE CONCIERNE A TODOS En una concepción tradicional de la catequesis, cada grupo tiene su o sus catequistas. Una señora se ocupa de los niños de primera comunión, una pareja tiene a su cargo el grupo de confirmación, etc. El catequista es el responsable de su grupo y debe asumir todos los servicios: enviar las comunicaciones, preparar los locales, animar las reuniones, tener listos todos los materiales, asegurar la dinámica del grupo y la disciplina, prever alguna salida o fiesta, acoger a los padres que vienen a recoger a los niños, quizás también contactar con los que no han podido venir… La catequesis funciona aislada de la parroquia. Así, para los niños y jóvenes de la parroquia otra persona distinta al catequista le resulta extraña y desconocida. Al párroco sí que lo conocen porque se acerca de vez en cuando al grupo y porque lo ven presidir la misa dominical. Esta situación provoca en algunos catequistas desánimo y desilusión porque se encuentran solos, porque tienen que cubrir muchas tareas a la vez. Pero la catequesis es un asunto de toda la comunidad cristiana. Cada uno está llamado a colaborar a la misión catequística. Hablamos de cuatro niveles de responsabilidad, todas indispensables y complementarias. Un primer nivel de responsabilidad son los que “vigilan” la misión. El obispo, en una diócesis, siendo el primer catequista, debe velar para que en cada comunidad cristiana puedan tener los medios eficaces para cumplir las tareas catequéticas al servicio del Pueblo de Dios. Otras personas ejercen igualmente la responsabilidad de vigilancia: es el sacerdote y el equipo de pastoral local. Un segundo nivel lo constituyen aquellos que tienen la tarea de la organización de la catequesis a nivel local. Son personas que se han especializado en catequesis. Conocen las tareas, saben el cómo y el por qué de la cosas, buscan personas competentes para animar la catequesis, proporcionan el material, eligen y adaptan los métodos, buscan lugares de reunión, construyen un programa para el año, hacen progresar la catequesis al ritmo y según las necesidades de la comunidad local.
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