CULTURAS LIBROS BIOÉTICA El autor aborda con valentía y rigor académico un tema tan polémico e ideologizado hoy día como el de la transexualidad
Una buena noticia
D
ías atrás, se presentó “el partido de las feministas insumisas contra el peligroso delirio trans” –titulaba El Mundo–, creado por un grupo de mujeres con alta formación universitaria y años de militancia en las filas feministas, nada sospechosas, por tanto, de conservadurismo. Pablo Echenique las calificó como “basura tránsfoba”. Los profesores universitarios anglosajones que defienden el sexo biológico como una realidad objetiva están sufriendo agresiones por esa causa. Lo mismo que la creadora de Harry Potter. El transgenerismo, dicen desde el nuevo partido, no es más que un ensayo de otra corriente aún más inquietante: el transhumanismo. La publicación del libro de Fernando Bueno es una buena noticia por partida doble. Primero, porque supone la reactivación de la colección ‘Bioética básica Comillas’, una iniciativa nacida –si la memoria no me falla– en 2009 e interrumpida cuatro años más tarde y que, sin embargo, es un proyecto necesario en el panorama cultural español. Hay que alegrarse y apoyarla. No obstante, lo que realmente nos lleva a calificar con toda propiedad este libro como “buena noticia” es el tratamiento que hace de un tema tan difícil como el que se aborda en él. Su autor ha sido valiente al decidirse a escribirlo, porque hay temas que, por muy bien que los analices y expliques, siempre suscitan críticas. El de la transexualidad lo es, y está fuertemente ideologizado en una perspectiva maniquea. Fernando Bueno ha conseguido escribir algo más que un libro académico, algo más que una buena práctica educativa, algo más que una experiencia evangelizadora puntual… 46 VIDA NUEVA
GÉNERO, SEXO E IDENTIDAD Menores transidos por la vulnerabilidad Fernando Bueno Teomiro San Pablo Madrid, 2021 · 284 pp.
Su autor no se limita a pensar éticamente la disforia de género en los menores de edad, sino que también impele a buscar un modo de acompañarlos de manera integral y ofrece orientaciones preciosas para ello. Y lo hace con una sólida y rigurosa fundamentación teórica y práctica. Tiene muy buenos mimbres para ello: estaba estudiando Medicina cuando decidió entrar en la Congregación de los Sagrados Corazones, es licenciado en Filosofía y en Teología, tiene formación de posgrado en educación, en acompañamiento espiritual y en Bioética; y –lo que es más importante para mí– está bregado en la acción educativa directa, pues trabaja como profesor y coordinador de pastoral en un colegio de su congregación. El libro responde a esa llamada del papa Francisco, en Amoris laetitia, a no dejar solas en el camino a las personas más frágiles: qué duda cabe de que la disforia de género en la infancia y adolescencia entra de lleno en esa llamada. Efectivamente, como nos dice Bueno Teomiro, la disforia como situación de
malestar al experimentar una incongruencia interna coloca a la persona en una posición de fragilidad y de falta de consistencia, precisamente en una etapa vital ya de por sí compleja, como nos enseñan las neurociencias. Aunque la autonomía del menor no es cuestionada prácticamente por ningún estudio, antes bien, se realza su capacidad íntegra, total y absoluta para tomar decisiones libres, conscientes y consistentes sobre su salud –incluso cuando estas acarrean efectos irreversibles–, hay que preguntarse si el acceso en edades tempranas a la toma de decisiones tan relevantes va acompañado de la equiparable madurez que cabe esperar en el proceso evolutivo de su psicología y afectividad. Aquí está el meollo de la cuestión. No es posible que a una niña a la que le guste jugar al fútbol se le diga que igual es trans.
Acompañar y facilitar La propuesta del autor es la de un acompañamiento centrado en la persona, desde un estilo facilitador, para hacerle ver al menor con disforia “que no está llamado a sobrevivir, sino a vivir en plenitud, haciéndole responsable de su propia vida, de forma creativa, animándole a salir de sí mismo y a comprender mejor su propia situación”. Son 265 páginas –una introducción, siete capítulos y unas conclusiones– que merecen ser leídas con atención, completadas con 14 páginas de bibliografía, las cuales nos permiten conocer no solo las fuentes en donde bebe el autor, sino, sobre todo, tener un material valioso para seguir profundizando en un tema tan complejo. La disforia de género –más allá de ideologías– nos habla de vidas que, no pocas veces, experimentan una fría y dolorosa batalla en medio de su soledad. Con este libro podemos realizar una aproximación seria y prudencial a esta realidad, con el mismo temor y temblor de quien es consciente de estar pisando tierra sagrada… y pertrecharnos adecuadamente para que, si nuestro camino se cruza con el de un menor con disforia, sepamos acogerlo y acompañarlo como Dios quiere. JOSÉ RAMÓN AMOR PAN