“¿Y qué hace ese lobo?” “En la noche, viene a asustar a los niños. Aparta la cortina... ¡y grita!” H! “¡Oh! ¡Seguro que al escuchar ese grito el pobre lobo se muere de miedo! ¡Ahora a la cama, chiquitín!” “¡Espera! ¡Voy a ver si sigue ahí! ¡Se fue!...”