CRÓNICA DE LA LÍNEA DEL TIEMPO
UN PASEO VERTIGINOSO POR 14 MIL MILLONES DE AÑOS DE HISTORIA
Se detecta el eco del Big Bang
EDITOR DE ASTRONOMÍA
CIENTÍFICOS estadounidenses reve lan en un artículo publicado ayer que por todo el cosmos pueden escucharse reverberaciones del “Big Bang” que ha bría creado el universo.
Los investigadores Arno Penzias y Robert Wilson describen cómo halla ron, por accidente, una extraña y difu sa señal de fondo en un radiotelescopio en Nueva Jersey, diseñado para rastrear radiaciones que representen una ame naza para nuestros satélites espaciales. Los científicos están casi seguros de que esta señal representa ecos electromag néticos de la formación del universo mismo.
Al principio, los doctores Penzias y Wilson pensaron que la causa del zum bido era el excremento que las aves de positaban en la antena de radio y que producía calor infrarrojo, pero incluso tras eliminar a las palomas responsa bles y limpiar sus heces siguió escu chándose el extraño sonido. Curiosa
mente, la potencia de la señal era la misma en todas direcciones.
Los dos asombrados científicos se pusieron en contacto con un colega suyo, el astrónomo Robert Dicke, que
dirige un laboratorio cercano. El doctor Dicke ya había sugerido que el Big Bang debió haber liberado tal cantidad de radiación de fondo que aún hoy, es posible detectar sus ecos.
Tras examinar el misterioso sonido, el doctor Dicke confirmó que se trata ba, casi con certeza, de los restos del Big Bang que su equipo había estado bus cando, y exclamó, con una mezcla de euforia y frustración: “¡Nos ganaron!”.
La teoría de que el Universo nació en un gigantesco Big Bang, o gran ex plosión, fue planteada originalmente por el cura belga Georges Lemaître en 1927. El doctor Lemaître estaba fasci nado por el descubrimiento de que el Universo se expande. Observaciones posteriores del cosmólogo Edwin Hu bble usando nuevos telescopios confir maron esta teoría al medir las velocida des a las que las galaxias se alejan unas de otras. Su teoría del Universo en Expan sión se conoce como ley de Hubble.
Hoy se cree que estas galaxias deben haberse originado en un solo punto en el espacio y el tiempo, un fenómeno que se conoce como singularidad.
Al medir la velocidad a la que se ex pande el Universo los científicos han calculado que estuvo condensada en un solo punto hace unos 13 700 millo nes de años.
Orígenes del Sistema Solar tras nubes de gas
supercalentada por su enorme presión y gravedad.
EL CIENTÍFICO y matemático fran cés Pierre-Simon Laplace ha propuesto una nueva explicación radical de los orígenes de la Tierra y el Sistema Solar.
Su última obra, Exposición del sis tema del mundo, plantea que nuestro Sol, la Tierra y los demás planetas se formaron a partir de una enorme nube de gas que giraba sobre su eje.
Laplace dice que cuando esta nube de gas, llamada nebulosa, comenzó a enfriarse y encogerse, su velocidad de rotación aumentó, y dejó tras de sí anillos de un material muy fino que eventualmente se condensó en planetas y asteroides. La re gión más densa, en el centro, se encendió y se transformó en el Sol, una gigantesca bola de gas
El trabajo de Laplace añade nuevos detalles a una teoría llamada “hipótesis nebular”, propuesta originalmente en 1755 por el filósofo alemán Immanuel Kant. Laplace dice que ojalá sus ideas “ofrezcan una solución completa para el gran problema mecánico que repre senta el Sistema Solar”.
La hipótesis nebular es el último en una serie de emocionantes descu brimientos recientes que contribuyen a nuestra comprensión del Universo.
En 1781 William Herschel identi ficó un planeta desconocido, Urano, que se encuentra más allá de Júpiter y Saturno.
Laplace cree que puesto que Urano es el planeta más lejano del Sol debe haber sido el primero en formarse, por lo que es el planeta más antiguo del Sistema Solar.
¿Una colisión formó la Luna?
NUESTRO CORRESPONSAL
LOS CIENTÍFICOS han concluido que la expli cación más probable para la formación de la Luna es que nació en un inaudito choque entre la Tierra y otro planeta en los inicios del Sistema Solar. Esta idea, conocida como Teoría del Gran Impacto, pro pone que un planeta del tamaño de Marte, llamado Theia, chocó contra la Tierra a poco de su formación.
Se cree que el impacto provocó que el núcleo de hierro de Theia y su manto se fusionaran con la Tie rra, lo que expulsó a la órbita material de la superficie de ambos planetas. La gravedad pronto aglomeró las nubes de escombros para formar lo que hoy conoce mos como la Luna.
Los científicos que estudian muestra de rocas luna res, recolectadas por los astronautas de la nave Apolo, anunciaron ayer que descubrieron ligeras diferencias entre los isótopos de oxígeno de la Luna y la Tierra.
Esto sugiere que la superficie rocosa de la Luna está compuesta básicamente de material originario de la Tierra, pero que también está mezclado con materia les de otro objeto, lo que sugiere un impacto espacial.
Daniel Herwartz, líder del estudio, afirmó ayer: “Ahora que resolvimos las últimas incógnitas de la Teoría del Gran Impacto, quienes la critiquen se las verán negras”.
La teoría también ofrece respuestas a algunas de las extrañas características de la Luna, por ejemplo que se aleja de la Tierra a un ritmo de 3.78 cm al año, como demuestran un conjunto de reflectores láser colocados en la Luna por los astronautas del Apolo para medir su distancia a la Tierra.
Poco después de su formación, la Luna estaba mucho más cerca de la Tierra, y la rotación de la Tierra era tan rápida que un día sólo duraba cuatro horas. El efecto gravitacional de la Luna es el respon sable de que la rotación de la Tierra se haya ido ha ciendo más lenta, hasta alcanzar el ciclo de 24 horas que conocemos hoy.
El impacto tuvo otras consecuencias, como que se inclinara el eje de la Tierra, de modo que las regiones que se alejan del ecuador experimentan cuatro esta ciones: primavera, verano, otoño e invierno.
Otro efecto fue que el hierro se hundió al fondo de la Tierra. Así se formó el núcleo, que genera un campo magnético que protege nuestro planeta de la radiación solar. Sin él, el agua se habría separado en sus partes constitutivas —oxígeno e hidrógeno— y el nuestro sería un planeta seco e inerte. Esto explica por qué no hay agua líquida en la Luna: como no tie ne núcleo, y por lo tanto tampoco escudo protector, el agua que una vez contuvo se disipó en el espacio.
Se cree que la colisión de Theia con la Tierra ayudó a crear condiciones para que la vida conquistara tierra firme. Las mareas, causadas por la atracción grativa cional de la Luna, pudieron ayudar a los seres vivos a migrar del mar a la tierra hace 450 millones de años.
No exageramos al decir que la vida en la Tierra habría sido imposible sin este extraordinario aconte cimiento.
¿DE DÓNDE provienen las enormes reservas de agua de nuestro planeta? El tema es fundamental, ya que la química de la vida —de los seres grandes y peque ños— depende del agua, escribe nuestro corresponsal espacial el 11 de diciem bre de 2014
Por décadas los científicos han espe culado que el agua llegó a la Tierra du rante un bombardeo de cometas enormes provenientes del espacio exterior, algunos con una superficie de más de 150 kiló metros cuadrados. Se cree que el agua de los cometas representó hasta dos terceras partes de los océanos, mares y ríos que cu
bren hoy la superficie de nuestro planeta. Este extraordinario acontecimiento debió tener lugar cuando el planeta ya tenía va rios cientos de millones de años.
Pero la reciente misión espacial Rosetta, que colocó el módulo Philae en un co meta lejano, envió datos que revelan que estos objetos extraterrestres podrían no ha ber sido la fuente principal de agua de la Tierra. Los científicos ahora estudian otra familia de objetos extraterrestres, los aste roides, como fuentes potenciales de buena parte del agua de nuestro planeta.
Kathrin Altwegg, una de las científi cas principales de la misión Rosetta, dijo
que los resultados iniciales descartan los cometas como fuentes principales de agua en la Tierra. “Al parecer”, dijo, “nuestros océanos son una mezcla de muchas cosas”.
Otra teoría sugiere que el agua fue parte integral de la composición de la Tie rra durante su formación hace unos 4 600 millones de años.
Un estudio encabezado por Adam Sarafian, de la Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI), en Massachusetts, sugiere que unos meteoritos primitivos llamados condritas carbonáceas son una fuente posible de agua. Estos meteoritos nacieron en la misma nebulosa de polvo,
hielo y gases que formaron el Sol. Según Horst Marschall, otro miembro de la WHOI, “El estudio muestra que la Tie rra [...] se formó con agua en la superfi cie”, aunque admite que puede haber llegado más agua después, mediante im pactos de cometas o asteroides.