La historia del descubrimiento de los manuscritos de Vivaldi ocurrió realmente así. Al contrario de lo que escriben habitualmente los narradores al final de su obra (“los personajes y los hechos narrados son el fruto de mi fantasía”, o fórmulas similares) yo, en cambio, tengo que asegurar a mi lector que los hechos aquí narrados son, en su grandísima mayoría, reales» (del epílogo).<br><br>Se sabe muy poco de la vida de Antonio Vivaldi, y menos aún de su muerte. Sí sabemos que murió pobre, arruinado y perseguido por los acreedores, en 1741, y que todas sus pertenencias acabaron desperdigadas o incautadas. Cómo sus partituras manuscritas se perdieron, se hallaron, se dividieron, se reunieron y por fin encontraron su hogar en la Biblioteca Nacional de Turín, donde se conservan hasta hoy, es toda una aventura que recorre tres siglos, varias ciudades, y un elenco de personajes que, como dice el autor, parecen de ficción siendo escrupulosamente reales.