Yo te Tláloc pq tú me Ambrosia - Angélica Pinzón

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Yo te Tláloc pq tú me Ambrosia © Yeny Angélica Pinzón Sarmiento © Editorial Migajas instagram.com/EditorialMigajas www.editorialmigajas.com Editor, ilustraciones y diseño Pinzón, Angélica ISBN 978-958-49-5880-8 Primera edición Bogotá, abril de 2022 impreso en colombia • printed in colombia Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio sin permiso del editor.

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Angélica Pinzón

Contenido Todo libro de poemas es una caja de Pandora -9 A Tláloc -10 Encuentro -11 Trasnocho -13 Juebebes con José Ramón Guerrero -15 Me gusta tu dinámica -16 A domicilio -17 Paracho -19 Arde Troya -20 Call me -21 Un vacío que muerde -23 Conversación casual -25 Obra ausencia -27 Reserva flexible -29 Me encontró llorando -33 Espérame -34 Entrevista en un Juebebes -35 Canela -36 Mañana voy a lograrlo -37 Sobreviví -38 Turismo mediático -39 Señales -41 Trueque -43 Reposo -44 Me cansé de ser ballena -46 Topografía de las lágrimas -47 Escuchando tell me beautiful lies de Birdy: a veces me antojo de pedirte algo -49 Puentes -51

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Todo libro de poemas es una caja de Pandora, dado que en el ejercicio de la poesía se vuelcan las pasiones humanas, como cuerpos desnudos en el mar, con todos sus golpes y sus cicatrices, con toda la sal sobre la sal. El lector, entonces, no busca un ahogado, sino una esperanza a flote: salvación de su existencia, por medio de la voz del poeta que toca el mundo con las vísceras y el aliento.

Este libro de Angélica Pinzón, más allá del mito que se alude en el título, es un claro ejemplo de la relación que hay entre la poesía y la naturaleza, en sus diferentes dimensiones. Lo pluvial, de este modo, puede cobrar sentido desde la figura de Tláloc, encargado de la abundancia agrícola; pero también de forma simbólica, pues el arrebato carnal la dispersión de la carne, siguiendo a Platón, se representa con el vigor de la lluvia, como ocurre en el segundo círculo del infierno de Dante Alighieri. De este modo, lenguaje y diálogo hacen de la presente obra un cuaderno íntimo, con semblanzas y memorias, matices y nudos entre los involucrados en la sustancia de lo amoroso, de principio a fin, en cada texto, como si se tratara de un relato poético: relato de intensidades.

Francisco Trejo

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A Tláloc Voy a cultivar sal en mis pestañas y con ella haré una catedral para rezar por ti La regaré de adentro hacia afuera como crece una mandarina, o la plegaria de una flor Los días ya no tendrán peso colgaré nubes de su cristalino no necesita imágenes el recuerdo basta para hacerla llover tibia como la pasión de una despedida Diré: Señor, protégelo de sí mismo llévame en sus oraciones su amén sin acento; la vida de su verbo final.

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Encuentro I Se metió por la ventana convertido en pájaro revoloteó entre las cortinas era una deidad, buscaba su reflejo en mí Cuando por fin modulamos palabras fue un hombre II Podría cerrar los ojos solo entonces veré algo parecido al dios de la lluvia, regalando un corazón por variar, la costumbre de los tributos III Quiero escribirte un poema dijo, todos mis nervios se alzaron querían escuchar cómo se escribe sobre mí IV Me llenará de gotas bajarán por mi espalda hasta que deba darle vuelta

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y escribir en relieve como un cartógrafo atravesando mis Andes.

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Trasnocho Las palabras con el tiempo huelen a alquitrán asfaltan los huecos de los días Soy una calle en constante reparación, fracturando /cual peaje el momento Ojos color tinto Despertar al almuerzo, porque abrir los ojos ya fue desayuno Felicidad Bailaría, pero estoy muy cansada para mover algo más que el corazón Mensajes Me consume cual materia audiovisual, me reciclo como video que se envía a muchos destinatarios ¿Tienes pareja?

Algunas preguntas dan más miedo

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que su respuesta Desvelo Lo abstracto no va con lo concreto por eso pasamos horas mirándonos sin saber cómo deletrear el nombre del otro o la intención del anzuelo.

Silencio Las palabras sobran porque quedan segundos para llenarlas.

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Juebebes con José Ramón Guerrero Entonces él lee a Benedetti al de anoche, el de Mucho más grave y se te escapa una sonrisa, detrás de tu cara seria se hace un guiño la manzana se mueve quiere caer de su árbol y tal vez, beber a tu Ambrosia; como me llamas y bien… vuelve el entrevistador oculta las sobras tras bambalinas pero yo veo la raíz se dibuja en tus labios un poco de mí.

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Me gusta tu dinámica No la tuya, sino la de la entrevista cómo cierra los ojos y muerde sus labios Sí, me gusta el té que se le acerca no a ti, sino a sus preguntas El cómo agradeces en la escaleta y todo sonríe en su rostro; el de la escaleta, no el tuyo El cómo asientes con todo y pestañas y buscas estar ahí aunque tu mente viaje a otro espacio y lo juagues en té verde Sí, así es, hoy pasé a revisar cómo vas a tratarme esta manía de auditar entrevistas y buscarme como luciérnaga en la pupila del entrevistador.

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A domicilio I Oscar quiere verme pero, no me importa que se vaya a Cúcuta dentro de poco Yo solo quiero ir a Paracho, a Monterrey a Tláloc; un pueblito ubicado a las afueras de mi calma No quiero subirme en un bus tres horas, sino tres horas en un avión y aterrizar en su abrazo.

II Incoherencias de sábado: todos quieren ser mi amante, si supieran lo triste que es ser algo mío.

III También te extraño...

Lo envío y me arrepiento; no es como que su imagen me deje alguna vez

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La pasa como remora buceando en mí Su recuerdo respira en mis agallas.

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Paracho Es silencioso, hay más calma que en Monterrey tiene más almohadas que su cuarto menos libros que su librero pero está lleno de mí Ya me hice un espacio junto al delfín del cobertor y un apellido junto al chido y padre Me voy colando en sus muletillas como un neologismo a tantito de besar sus labios.

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Arde Troya Dejemos que arda, para perderme en las pavesas de sus labios No pasa nada si los otres ven cuánto me gusta y le gusto en silencio Si toda la entrevista se hace entre la felicidad de escucharnos por qué disimular qué caso tiene esto de la verosimilitud si los otros deben dudar de lo que nos viene pasando Le digo que arda Troya, después de todo a mí ya se me congeló el infierno.

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Call me Me digo una y otra vez espero que llegue telepáticamente a él al dios de la lluvia que no llama luego de escucharlo en los charcos Hoy, que hubo una charla con la nostalgia el amor distante y todos estos despases que me pasan él no llama para reconciliar los te amos que no se dicen Llámame, dice todo mi interior, que me muero por fuera y me digo varias veces: ya le envié una canción hasta su nube ya canté la danza de la lluvia ¿qué más debe hacer un pinzón para que le correspondan?

Llámame que me derretí un montón de veces durante la entrevista que tu nombre se filtra en mis preguntas lo lleva cada poema triste de las invitadas a mi nido, a mi árbol de presagios Llama, llama, llama (ll)ama, ámame, (ll)ámame hazlo como los otros días donde un solo guiño decía más que un poemario jamás regado por la acera Si me llamas, te doy hasta el cálamo de mis

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plumas te entrego el vuelo y su epifanía.

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Un vacío que muerde Escupe estos poemas mediocres estas versadas de largo aliento y falta de aire que se escriben entre una respiración que se niega a respirar Sentirse absurdo como el día de San Valentín esta manía de comercio, copias anglosajonas el corazón rojo como los labios y un vestido de coctel Te das cuenta de qué mal va la cosa pero no puedes parar de escribir, porque es lo único que frena tus palabras que están a punto de estallar en gritos y esas ridiculeces de la poesía del siglo de oro español De pronto eres un poema neobarroco, aquí perfilando la locura la grafomanía de amar lo que no llena como agujero negro va apabullando todo de adentro hacia adentro.

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Conversación casual A esto hemos llegado dos extraños hablando de que no toman y pregunta ¿ya te acostaste? al decir no dice: ¿sentada?

Todo se vuelve aburrido como todos los otros extraños que se hablan a la 1 AM Basta tan poco que ni signos de interrogación necesita; solo falta enviar un pulgar arriba mientras mi mundo se va abajo Y los oh Okays no se hacen esperar, pequeñas onomatopeyas con resoplido inglés Y envía otra cara más sonriente y yo me quiebro otro poco Ni sé si despedirme de esta charada estas son las conversaciones que se quedan inconclusas se pierden en mensajes sin enviar Dice: ya me quiero ir y quiero decir: yo también pero digo aprovecha el tiempo con ellos sabiendo que conmigo todo está perdido No responde pero me quedo esto es lo más parecido a estar juntos y me basta

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