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Saluda de David Conde

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Futuras promesas

Futuras promesas

El BBVA Open Internacional de Valencia es el sueño de la xiqueta de Torrent Anabel Medina, y en BBVA tuvimos la fortuna de contar con su generosidad desde el primer momento al confiar en nosotros como socios para esta iniciativa. Para nosotros es un orgullo ver cómo el proyecto ha crecido y se ha consolidado partiendo desde la categoría ITF. Hoy la Comunidad Valenciana es sede por primera vez en la historia de un WTA 125, configurándose como uno de los mayores torneos femeninos de España.

Nuestra implicación va más allá de nuestro papel como patrocinador, pues hemos querido darle al torneo el activo más valioso que tiene nuestra entidad, la marca BBVA. Por eso nos sentimos enormemente orgullosos de dar nombre a este torneo que nos permite hacer realidad nuestro propósito. BBVA es un banco orientado por un propósito: “Poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era”. Un propósito que persigue tener un impacto positivo en la vida de las personas, las empresas y la sociedad en su conjunto. Así, el compromiso de BBVA de crear oportunidades se alineó desde el principio con los valores que movieron a Anabel a crear esta competición. Creímos desde su génesis que llevar a cabo este proyecto transcendería lo meramente deportivo, creando oportunidades para las jugadoras, para Valencia y en general para la sociedad.

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Desde la concepción del torneo, se apostó por que fuese un instrumento para que las jóvenes deportistas pudiesen competir en igualdad de oportunidades que los hombres, siendo una palanca para hacer realidad el ODS5 de Igualdad de género. Es una suerte el poder contar con una valenciana como Anabel, que es perfectamente consciente de la importancia de que las jóvenes deportistas cuenten con referentes adecuados como pueden ser nuestra última ganadora Martina Trevisan, o Aliona Bolsova o Paula Badosa por nombrar a algunas de ellas.

BBVA incluyó hace unos años como prioridad estratégica el acompañar a la sociedad en su transición a un futuro más sostenible y más justo. Creemos que proyectos como este pueden contribuir en este sentido. No somos conscientes de la huella de carbono que produce un campeonato de esta envergadura hasta que no se mide. Esa huella de carbono trasciende a la propia celebración, sino que hay que tener en cuenta, por ejemplo, los desplazamientos de las jugadoras para llegar a Valencia. Esta medición y posterior plan de concienciación ha supuesto una gran innovación en el mundo de los eventos deportivos y, por tanto, un gran reto. Pero para BBVA era muy importante visibilizar este plan de reducción de la huella de carbono como primer paso de la concienciación de la población. El año pasado propusimos a Anabel el ambicioso reto de convertirnos en el primer torneo del mundo neutro en carbono y lo conseguimos, compensando más de 200 toneladas de C02.

Una última idea que quiero compartir es poner en valor la vertiente social tan importante que le hemos imprimido a este torneo en nuestro propósito de no dejar a nadie atrás. Nunca debemos olvidar la inclusión a la hora de desarrollar nuevos proyectos. Si el deporte es capaz de mostrarnos el valor de la constancia y el resultado del esfuerzo, en el mundo del deporte adaptado esto, si cabe, se multiplica.

En BBVA nos sentimos muy orgullosos de este proyecto, al que hemos visto crecer y consolidarse y que, sin duda, tiene un futuro prometedor.

Saluda

David Conde Director Territorial BBVA

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