Reseñas
Llévame a bailar Borja Sallago Zambrano
LAS ARQUITECTURAS DEL FIN DEL MUNDO Uriel Fogué Puente editores, Barcelona, 2022 ISBN: 9788412428728 Páginas: 192
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El mundo se acaba. Sí. No hay alternativa. O sí. Cuando quedan aún relatos por resolver flotando en las aulas de las escuelas de arquitectura de toda Europa sobre hacia dónde y hasta cuándo podremos estirar el chicle de la posmodernidad, hay relatos construidos desde la creencia en el ejercicio de la profesión, mediante condiciones que aún quedan por explorar. Hay posicionamientos que abren nuevas vías del «hacer desde lo arquitectónico», se alejan del surco de la disciplina «Arquitectura» cual arcaica rueda de carruaje sobre barro y lluvia, y plantean con calado otros sistemas de coordenadas (donde mirar al pasado se entiende como radical, yendo así a orígenes quizás ocultos por el relato académico en ese surco de barro y costumbre). En esta línea, ya desde la fórmula elegida para dar a conocer su trabajo, la oficina de arquitectura elii —que no estudio o taller—, lleva aglutinando casi dos décadas «formas de hacer» de la mano de Eva Gil, Carlos Palacios y Uriel Fogué. Este último, autor del libro que aquí reseñamos, parece en primera instancia que abandona la ortodoxia y, situado desde su formación ampliada hacia el ámbito de la filosofía, nos muestra un texto que no puede ser más radical. Y pertinente. Porque en el contexto arquitectónico actual, ese posicionamiento de partida desde el plano situación universal —el «cosmos»— incide exactamente con la misma causa-efecto de una sonda según el principio de incertidumbre de Heisenberg. Así, la publicación Las arquitecturas del fin del mundo nos propone un viaje por
el instante donde se detiene la espada de Damocles: este es el futuro en suspenso del que habla el subtítulo. Provoca que la mente lectora atenta se haga consciente de que no vale solamente con dejarse llevar y dar por sentadas las condiciones arquitectónicas futuras. Ya desde el prólogo Nerea Calvillo nos destripa el texto con lo que ella denomina «Fantásticas potencias» o, bajo un prisma todavía más cercano a la neurociencia, Fogué nos permite explorar nuevas relaciones con nuestra biología, forzando la sinapsis de nuestras neuronas al leer y que surjan chispazos inesperados. Pero como toda obra trascendente, necesita un fondo de armario clásico que seguir, o que romper. A priori, fiel al estilo del autor para diseminar su pensamiento a través de cada acción arquitectónica —sea docente, desde elii o iniciativas como su Gabinete de Crisis de Ficciones Políticas—, nos podría parecer un catálogo como en los museos de ciencias naturales del siglo XIX —también llamados colecciones de tecnologías—. Y en buena medida acierta de pleno con este formato de libro. El concepto de museo o, mejor dicho, «lugar de las musas» arrastra la estela aristotélica donde Fogué navega exultante entre las esferas de la técnica, la política y conceptos menos asociados a la Arquitectura como el deseo, la fantasía o lo epidérmico. Por tanto, la visita a este valle de las musas supone un constante detenerse a pensar desde la crítica y lo gráfico, y desde el hacer —dibujar—. Y me paro en el concepto de lo gráfico: si revisamos los capítulos finales del libro, en cada pie de foto aparece escrito por
Portada Las arquitecturas del fin del mundo.
revista del colegio de arquitectos de
Málaga