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“Estoy deseando estrenarme en España” · Pág
Jon Rahm
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EL GOLFISTA VASCO SE SIENTE ENTUSIASMADO CON SU DEBUT EN EL OPEN DE ESPAÑA Y QUE SUPONDRÁ, AL TIEMPO, SU RETORNO AL LUGAR DONDE SE FORMÓ DURANTE DOS AÑOS EN SU BRILLANTE ETAPA AMATEUR.
“Pasé dos años en la Escuela Nacional Blume de Golf y entrené diariamente en el Centro Nacional, por lo que lo he jugado en muchísimas ocasiones. Estoy deseando que llegue el día de mi debut en el Open de España y sueño con ganarlo algún día.
Hace seis años que no piso el recorrido, por lo que no tengo referencias de lo que puede haber cambiado, al margen de que ahora golpeo a la bola diferente de cuando lo hacía en aquella época. Obviamente el recorrido me resulta familiar, y como ahora le pego más largo y mejor, espero que el campo me resulte más sencillo.
Tengo muchas ganas de volver a España y jugar el Open, al margen de que la Real Federación Española de Golf ha hecho mucho por mí. Sergio (García) ganó este torneo, Seve también y significaría mucho para mí conseguirlo para redondear mi trayectoria deportiva en España, en este caso como profesional. Sería increíble.
Ojalá tenga una buena semana y pueda ganar en España una vez más. He sido campeón de España amateur en muchas categorías y significaría mucho para mí conseguirlo ahora como profesional”, concluye Jon Rahm.
EL MEJOR AMATEUR
Jon fue integrante de la Escuela Nacional Blume de Golf en las promociones 2010-11 y 2011-12. En esta etapa se impuso en los Campeonatos de España de categoría Cadete (2009), Sub 18 (2010 y 2012), Junior (2010 y 2012) y Absoluto (2014 y 2015), al margen de contribuir a ganar los Campeonatos de Europa por Equipos Sub 18 (2011) y Absoluto (2014) y la medalla de bronce en el Mundial por Equipos 2014, donde quedó primero en la clasificación individual con 23 bajo par, récord en la historia de la competición.
Ganador de once torneos en la NCAA entre 2012 y 2016, cuando prosiguió su formación deportiva y académica en la Universidad de Arizona State. En 2015 hizo historia al convertirse en el mejor universitario de Estados Unidos al ganar el Premio Ben Hogan como número 1 Amateur. Primer jugador de la Universidad de Arizona State y primer europeo en lograrlo con tan sólo 20 años.
Pero ahí no acabaron sus logros como jugador amateur ya que ganó el Mundial Amateur en Japón en 2014 con un récord de 263 golpes, batiendo la marca que estableciera el gran Jack Nicklaus en 1960 con 269 golpes. Fue el mismísimo Oso Dorado el primero en felicitarle: “Es agradable ver a un joven jugador como Jon que venga y rompa mi récord. El futuro de golf está en buenas manos”. Lo rompió dos veces, ya que al año siguiente volvió a ganar el Ben Hogan. Nicklaus, que pocas veces se equivoca, atinó con sus predicciones, ya que en el segundo torneo profesional que disputó (siendo aún amateur), el Open de Phoenix, Jon jugó vistiendo la camiseta del equipo de fútbol americano de los Sun Devils de Arizona State con su apodo, ‘Rahmbo’, impreso en la espalda y el número 42, el que llevaba el antiguo alumno de la universidad Pat Tillman, que murió en las filas del ejército de Estados Unidos en Afganistán y al que el jugador español rindió homenaje, con lo que también ha sabido meterse en el bolsillo al público americano. Quedó cuarto en el torneo: otro hito para Jon.
Fue designado Mejor Jugador del Año Universitario en 2015 –año en el que ocupó el número 1 del Ranking Mundial y Europeo Amateur– y 2016, lo que le convirtió en el primer jugador de la historia en recibir por dos veces consecutivas este galardón.
UNA TRAYECTORIA PROFESIONAL ESPECTACULAR
detrás de Dustin Johnson y Justin Thomas–, Jon Rahm ha protagonizado una trayectoria vertiginosa desde que accediera al profesionalismo en julio de 2016.
Aprovechó al máximo las primeras invitaciones para jugar en los Circuitos Americano y Europeo, con lo que se aseguró muy pronto ambas tarjetas gracias a la acumulación de excelentes resultados sin apenas precedentes. Ganó en 2017 el Farmers Insurance Open integrado dentro del PGA Tour, año en el que también consiguió la victoria en el Open de Irlanda y en el DP World Tour Championship, torneos ambos del Circuito Europeo.
Ya en 2018, Jon Rahm ha vuelto a acabar primero en el CareerBuilder Challenge, su segundo triunfo en el PGA Tour.
Con una calidad y un talento golfístico fuera de toda duda, su extraordinario carisma y su enorme capacidad de comunicación constituyen asimismo características intrínsecas de este jugador, que le convierten en referencia imprescindible del deporte español en la actualidad.
UN ENFERMO DEL GOLF
Jon Rahm (Barrika, 1994) nació el mismo año que José María Olazábal, otro vasco de pro, lograba su primera Chaqueta Verde en Augusta:. Un año mágico para el golf español. Quizá por eso Jon se define así mismo “como un enfermo del golf”. Su apellido suena extraño, pero es vasco de varias generaciones y se remonta al año 1600, hasta donde llega la rama de los ancestros de Rahm en Suiza. Según los estudios de su árbol genealógico, un Rahm llegó a Bilbao en 1825, y allí se asentó para vivir y trabajar.
“Todavía no soy consciente de que en tan poco tiempo he pasado a ser el número 3 del mundo, en general me suele llevar cierto tiempo en darme cuenta de las cosas que consigo; ser consciente de ello. Tampoco lo pienso mucho. Voy paso a paso en la vida”.
Y eso que de pequeño fue portero del fútbol y su aspiración era llegar al Athletic Club, aunque, para bien del golf, nunca llegó. “Bueno, de pequeño hacía muchos deportes, y lo primero que hice fue darle una patada al balón, imitando a mi hermano Adán que ya era portero de fútbol. Me venía de familia”, explica Jon Rahm, que a los siete años cogió su primer palo de golf. Aunque no fue hasta los 14 cuando definitivamente colgó las botas de fútbol para centrarse en el golf.
“Mi primer contacto con el golf fue a través de mi padre, cuando él empezó a aficionarse a jugar al golf. Fue la primera vez que vi un palo de golf. Ahora me he convertido en un apasionado de este deporte. Antes veía golf hasta la hora que me dejaban mis padres... soy un enfermo del golf. Trasnocho para ver golf y para ver el Athletic, claro”, explica Jon, hasta tal punto es un acérrimo seguidor que hasta el momento en que firmó con Adidas llevó siempre el escudo del Athletic bordado en su bolsa de palos.
SUS ORÍGENES
Jon Rahm no procede de ninguna de las conocidas dinastías del golf español. Cuando empezó a destacar en los campeonatos regionales y nacionales infantiles nadie sabía de dónde había salido ese chico. Hasta 1997 nadie en su familia practicaba este deporte. Ese año su padre fue invitado a presenciar la Ryder Cup que se disputó en Valderrama. Quedó tan prendado al ver en directo el emocionante triunfo del equipo europeo, que a la vuelta se hizo socio del club Larrabea, donde años después empezarían a jugar sus dos hijos.
“El Open de España es uno de los torneos más especiales para mí; poder jugar en tu casa y ante tu público es una experiencia maravillosa (recuerda de su etapa infantil). Y me gustaría poder jugarlo, dar espectáculo y, por supuesto, ganarlo. Sería un orgullo que mi nombre figurara en una Copa donde están los nombres de tan grandes golfistas como Seve Ballesteros, Sergio García, Arnold Palmer, Nick Faldo….
Los tres golfistas de todos los tiempos que más admira son Tiger Woods, Seve Ballesteros y Phil Mickleson por proximidad, el hermano pequeño del Zurdo americano, Tim, ha sido su manager-coach en la universidad y al poco de terminar sus estudios.
Aunque el deportista que más admira es José Ángel Iribar, antiguo portero del Athletic. “Si tuviera una máquina del tiempo y pudiera asistir a cualquier evento deportivo del pasado me gustaría ver la última vez que mi Athletic ganó un título”.
Ahora es él uno de los deportistas más admirados del mundo, y no sólo por su juego. El sueño de Rahm parece difícil de asimilar y él es el primero que aún no es consciente de sus logros: “Cuando en 2015 gané el Ben Hogan y todos los logros se iban sucediendo hable con mi padre y él me dijo : ‘Si en el US Amateur del año pasado (2014) te dicen que ibas a estar hoy aquí con lo que has conseguido durante este año lo habrías firmado, ¿no? Pues eso’. Y yo sólo pude responderle: ‘Tienes razón, aitá’. Me quedo con esa frase”.•••
