Saluda Párroco
José Ignacio Figueroa Cura de Loeches
Así se han ido entretejiendo entre nosotros vínculos de amistad, de compartir la fe y la esperanza y de aprender a querer lo bueno y también lo no tan bueno de cada uno. Amar significa acoger y abrazar al otro como es y no como a mí me gustaría que fuera.
Queridos loechenses: Para algunos, los que ya vamos viendo la vida desde arriba, diez años no son casi nada. Para otros, los más pequeños, es toda una vida. Me dispongo a celebrar mi décima fiesta patronal en honor a nuestra querida Virgen de las Angustias entre vosotros.
Diez años, pues, para dar gracias a Dios y a su madre la Virgen María por todo lo que nos han concedido compartir y para celebrar, con más gratitud si cabe, su certera protección a la vida de nuestra parroquia y de toda la población de nuestra querida Villa de Loeches.
Estos días suponen un parón en las actividades cotidianas, para aligerar tensiones, ahondar en la experiencia de la amistad entre todos y disfrutar con alegría contagiosa de la devoción a la Virgen y de las fiestas que nos convocan a creyentes y no creyentes. Para mí, os lo aseguro, también son días para dar gracias a nuestra patrona por los diez años que llevo entre vosotros.
Si tanto nos ha bendecido durante estos diez años, le pedimos que no deje de cuidar ni un minuto de sus hijos e hijas. Que la Virgen de las Angustias, desde su trono en nuestra parroquia, siga enviando sus ayudas, consuelos y favores a todos. Y que nosotros, agradecidos, sepamos estar siempre junto a la Madre, sintiéndonos miembros de una gran familia que trabaja unida por Cristo, por su Iglesia y por construir un mundo mejor.
A muchos —más de 700— he tenido el honor de incorporarlos a la Iglesia en el sacramento del bautismo. Con otros —pasan de la centena—, he celebrado el sacramento del matrimonio. Ya van llegando las generaciones de familias a las que, habiendo casado o bautizado a sus hijos, celebramos que van creciendo en edad y en fe y celebran la confirmación y la eucaristía.
Mi agradecimiento a los que con su esfuerzo y constancia hacen posible el esplendor de las celebraciones en honor a nuestra Patrona, en especial a la Hermandad de la Santísima Virgen de las Angustias, a la Corporación Municipal, a las Peñas y a cuantos con su trabajo y dedicación hacen posible que todo esté a punto en cada momento de la fiesta.
Desgraciadamente, también ha habido momentos duros, en los que hemos compartido enfermedades y ausencias de seres queridos. Hemos llorado juntos y hemos rezado por el eterno descanso me mucha gente a la que me enseñasteis a valorar y a querer. A todos un homenaje por lo que nos dejaron y nos enseñaron de bueno.
Ojala que estos diez años de amistad y trabajo pastoral sirvan para que vivamos con mayor fervor nuestra fiesta patronal y cada día de nuestras vidas como fieles cristianos. Con el afecto de siempre, os deseo unas felices fiestas patronales.
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