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Aniversario (Francisco del Río
Aniversario
Este año 2022 se celebran 50 años de la Declaración de Conjunto Histórico Artístico de Almagro. Este aniversario, como cualquier aniversario que recuerde un acontecimiento tan trascendental para cualquier comunidad como lo fue este para Almagro, debe servir, por un lado, para agradecer su labor a quienes hicieron posible el hecho. En este caso el recuerdo de tres personajes: un historiador, Ramón José Maldonado y Cocat, que desde su puesto de Académico Correspondiente por la Real de la Historia fue consciente de la trascendencia que tal declaración podía tener para Almagro; un alcalde, Luis Ardanaz Gonzalo, quien gestionó desde el ayuntamiento el proceso que había comenzado ya con su antecesor, Don Antonio Cárdenas Benito y Domingo Martínez Cerro, maestro almagreño enamorado de la ciudad que le vio nacer y en la que vivía. Ellos culminaron un proceso que comenzaron el alcalde Julián Calero y el gobernador civil José Mª del Moral con la recuperación, en 1954, del Corral de Comedias y que supuso para la ciudad, en la década de los setenta, el inicio de una transformación radical.
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Fue durante estos años cuando se abordaron importantes obras que cambiaron la fisonomía urbana de Almagro: la remodelación de la Plaza Mayor, obra del arquitecto Francisco Pons Sorolla, quien antes había intervenido en la Plaza del Obradoiro en Santiago de Compostela y en la Plaza Mayor de Salamanca, y que fue el inicio de remodelación de otras plazas de la provincia, como la de Villanueva de los Infantes o San Carlos del Valle; la eliminación de la fábrica de Colas Caura S.A., situada en el antiguo Colegio de los Agustinos Recoletos y que era una fuente de malos olores e insalubridad para una ciudad que comenzaba a ser un foco de atracción turística; las primeras intervenciones en la Iglesia de San Agustín, tendentes a la conservación del templo, en el Convento de la Asunción y en los Palacios Maestrales, antiguo casino y hoy Museo Nacional del Teatro. En estos años se lleva a cabo la primera iluminación de algunos monumentos almagreños. Fueron los años de las grabaciones de Teatro de Siempre en el Corral de Comedias por TVE y cuya emisión supuso que Almagro y su Corral de Comedias fueran conocidos en todo el territorio nacional. Y, sobre todo, la construcción del Parador Nacional, obra de los arquitectos Palazuelo y Melgarejo, sobre el solar de lo que había sido el antiguo convento de Santa Catalina, de los Padres Franciscanos, que hizo que Almagro pasara de no tener establecimientos hoteleros, salvo una fonda y una posada, a tener un establecimiento de primera categoría que impulsó el turismo en la ciudad. Pero todo esto es historia porque, como decía al principio del artículo, un aniversario de una efeméride debe servir para dos cosas. La primera reconocer y recordar, como hemos hecho antes, y la segunda es mirar hacia el futuro. Han pasado 50 años y ahora ¿qué?
Es una pregunta que nos debemos hacer todos los ciudadanos de Almagro, comenzando por las autoridades que nos gobiernan. Y digo todos, porque estamos todos implicados en el mantenimiento y
Foto: Luis Palomino

San BartoloméAlmagro 2022
conservación del lugar en que vivimos y que tiene, a mi modo de ver, problemas importantes. En primer lugar el mantenimiento del conjunto. Almagro no fue declarado Conjunto Histórico porque tuviera el Corral de Comedias y una serie de monumentos importantes, sino porque, junto a estos monumentos, había un conjunto armónico de edificaciones que guardaban singularidades que había que proteger.
En este sentido, uno ve como este patrimonio se va perdiendo con el paso de los años: la casa patio, esta prácticamente desaparecida, están desapareciendo formas de construir tradicionales, como el tapial, que no por ser tradicionales son de menor calidad que las nuevas formas, oficios tradicionales, asociados a esta arquitectura autóctona, que están desapareciendo, como la carpintería o la forja tradicional, etc.
Proteger el conjunto supone, a mi entender, por un lado, una planificación, hay que elaborar un Plan de Protección, por otro, hay que hacer una labor pedagógica, explicar a la ciudadanía qué supone un plan de este tipo. Y, por supuesto, supone ayudas. El mantenimiento de una vivienda en cualquier centro histórico supone un gasto para sus propietarios por tanto, tiene que haber ayudas para la rehabilitación y conservación de estos edificios.
Otro de los problemas, a mi modo de ver importante, el exceso de presión turística que supone el abandono del centro histórico por los habitantes y la ocupación del mismo por espacios turísticos. Almagro ha pasado de tener unos cientos de plazas de alojamiento a tener más de dos mil. Esto no es malo, en principio, pero hay que ordenarlo, hay que regularlo porque se corre el riesgo de que el casco histórico se nos quede vacío, como está sucediendo no solo en Almagro, sino en otros enclaves turísticos.
Un centro vacío de habitantes es simplemente un decorado, un parque temático más o menos bonito que cuando se marchan los visitantes se nos queda sin vida. Los centros de las ciudades deben ser lugares donde viva la población, deben seguir siendo centros vivos donde habiten los ciudadanos, donde existan los pequeños comercios, las pequeñas tiendas donde los habitantes de la ciudad se surtan de aquello que puedan necesitar. En definitiva, el centro histórico debe ser un lugar donde los habitantes de la ciudad puedan desarrollar su vida como siempre se ha venido haciendo.
Hay que dotar a los centros de vida, también al de Almagro y esto pasa por fijar la población en el centro, dando ayudas a la rehabilitación, planificando el modelo de ciudad que deseamos y apostando por un turismo sostenible que no dañe el entorno, sino que contribuya a su conservación.
Que Almagro pueda celebrar el centenario de la Declaración de Conjunto Histórico depende de nosotros, de todos nosotros. Ojalá podamos legar a las generaciones futuras algo del Almagro que los de mi generación pudimos disfrutar.
Francisco del Río Muñoz

