unidad 3lite.-ESO :lengu_lite:eso 02/02/11 11:26 Página 249
EL OFICIO DE LEER ACTIVIDADES 1 Respecto al texto anterior de El Quijote:
a Busca en el diccionario los siguientes términos (y otros que necesites para comprender bien el texto): trabada, tenerse, malandrín, follón, cimitarra, despartir, menester. b ¿Qué estaban haciendo los personajes cuando les interrumpe Sancho? ¿Quiénes actúan racionalmente y quiénes no? c Realiza la localización (busca en enciclopedias o en Internet la información necesaria). d Determina el tema. 2 Lee el siguiente texto y contesta a las preguntas que figuran a continuación.
La manta Había una vez un pobre campesino que vivía con su mujer y sus hijos. Trabajaba muy duro, pero no lograba procurar a los suyos el bienestar al que toda familia aspira. Alojaba también en su casa a su viejo padre, a quien trataba con respeto y amor filial. Pero no pasaba un día sin que la esposa del campesino se quejase de la presencia del abuelo. El campesino sentía una profunda tristeza por aquel padre que lo había criado con el sudor de su frente y le había dado todo su afecto. Recordaba los lejanos días de su infancia, cuando su padre salía cada mañana muy temprano y regresaba muy tarde, exhausto, tras haber alquilado la fuerza de sus brazos a los granjeros ricos de los alrededores. No tenía mucho tiempo para dedicárselo a su hijo, pero siempre recomendaba a su madre: «Cuida bien del pequeño; que coma lo que quiera y que tenga buenos zapatos para el invierno. Que por lo menos mi trabajo y mi fatiga sirvan para eso».
Nuestro campesino se acordaba de todas estas cosas, pero, como era un poco cobarde y quería conservar la paz de su hogar, dio a entender al anciano que tendría que dejar la casa..., irse a otro sitio..., lejos. –Compréndeme, padre –decía intentando justificarse–, no puedo estar peleándome todos los días con mi mujer. Si fuera rico, haría que te construyeran una pequeña casa no lejos de aquí e iría a visitarte con regularidad. El anciano callaba y permanecía mudo, con los ojos brillantes de lágrimas. A falta de argumentos, el campesino terminó por añadir: –Te aseguro, padre, que lo mejor para ti es que te vayas. –Pero, ¿adónde quieres que vaya, hijo mío? Mi propio cuerpo se ha convertido en una carga. No tengo un techo, ni siguiera una manta para protegerme del frío, si me veo obligado a dormir en la calle. El campesino, apiadado, pidió a su hijo mayor, de siete años, que fuese a buscar al establo la vieja manta que servía para abrigar a la vaca en las tardes de invierno. El niño se fue y regresó poco después, trayendo en sus manos la mitad de la manta.
–¿Qué has hecho? –gimió el abuelo. ¡La has cortado en dos! ¡Tu padre me daba la vieja manta y tú solo me consideras digno de la mitad! Eres peor que él. –¿Por qué has hecho eso? –preguntó el padre, enfadado. –Pero si lo hago por ti, padre –respondió el niño–. Voy a guardar la otra mitad de la manta para cuando tú seas viejo. El campesino se sintió profundamente turbado por las inocentes palabras de su hijo. Avergonzado y arrepentido, besó las manos del anciano y le pidió perdón por su ingratitud y cobardía. Volvió a admitirlo en la casa y exigió a todos que, a partir de entonces, le mostrasen todo el respeto y todo el afecto que se merecía. En el jardín crece un granado; en sus flores liba una abeja y en sus ramas canta un ruiseñor: la granada es para quien lee el cuento; la miel, para el que lo cuenta; y el canto del ruiseñor, para quien lo inventó. Cuento armenio recogido por Reine Cioulachtjian
a Señala un sinónimo de las palabras bienestar, exhausto, cobarde, regularidad, ingratitud. b ¿Cuál es el tema? c Identifica en la historia el planteamiento, el nudo y el desenlace. d Divide el texto en partes (encontrarás alguna más que las tres que has señalado en el ejercicio anterior).
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