La casa puede ser un lugar que nutra el cuerpo y alimente el alma, un refugio seguro para descansar y cuidar de la familia. Sin embargo, muchas técnicas de construcción y tecnologías modernas diseñadas para liberarnos de la carga que supone organizar la casa han hecho que nuestras viviendas resulten inseguras, porque generan toxinas que pueden contribuir a provocar cansancio, enfermedades y falta de salud, de modo que si controlamos la casa también podemos controlar más de cerca nuestra salud y felicidad.